martes, 21 de enero de 2020

La presión siempre saca lo que tengo dentro


La presión siempre saca lo que tengo dentro
“Y Él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra”, Lucas 22:41-44
Getsemaní significa “molino de aceite”. Había en ese huerto olivos de los cuales se extraía aceite. La tercera parte de la pulpa de la aceituna es aceite. Por esta razón, desde la antigüedad se ha extraído fácilmente con una simple presión ejercida por un molino. Las aceitunas se someten a una primera presión con el objeto de extraer su zumo.
Se puede decir que Jesús se sometió a la prensa de Getsemaní y en su agonía destiló puro amor y se atrevió a decir sí a la voluntad del Padre y se dispuso a ir a la cruz para redimirnos, amor que brotó a través de la piel de Jesús en forma de grandes gotas de sangre que fue suficiente para perdonar nuestros pecados, quitar toda la barrera que nos separaba del Padre, darnos vida eterna y cambiar nuestro destino. La salvación del mundo dependía de su decisión.
A veces hay situaciones que nos someten a presión. La pregunta es: ¿qué sale de nosotros cuando somos sometidos a la prensa del sufrimiento? ¿Sale decepción, rabia, frustración, odio, ira? ¿Cuál es nuestro Getsemaní? Getsemaní es la oportunidad para ver qué tenemos dentro y sólo el Espíritu santo puede ayudarnos a soportar y a sacar lo mejor de nosotros, el amor, el perdón, la paz y aun el gozo en medio de las tormentas de la vida. Si somos capaces de amar a los que nos afligen de la manera como Cristo lo hizo, será algo tan poderoso que podremos transformar todo a nuestro alrededor.
Debemos aprender de Jesús a llevar nuestro sufrimiento a la presencia del Padre y orar hasta tener paz, Él fue a Getsemaní a oscuras y salió con luz porque había orado al Padre con intensidad, fue en agonía y salió en victoria porque tenía una confianza perfecta en la voluntad de Dios, se sometió al amor que no lo abandonaría y que lo reafirmaría para cumplir su misión. Sólo un amor así nos puede hace seguir adelante y no desmayar, sólo un amor así saca lo mejor de nosotros en los momentos de agonía. Cada persona tiene su propio Getsemaní, y cada persona tiene que aprender a decir: “Hágase Tu voluntad” Oración.
Amado Jesús, ayúdame a recordar que tu amor siempre está conmigo porque ha sido derramado en mi corazón por tu Santo Espíritu. Que en los momentos de presión y angustia pueda destilar lo mejor de mí para bendecir a otros con tu amor y darte a conocer. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.