martes, 30 de junio de 2020

De lo peor Cristo sacó lo mejor


De lo peor Cristo sacó lo mejor

“despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos……Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; más Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. Y se dispuso con los impíos su sepultura, más con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca. Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada”. Isaías 53: 3,5-10
Clive Staples Lewis una vez preguntó: “¿Por qué tantos lugares santos son lugares tan oscuros? La cruz, la tumba, el establo, son santos porque incluso en la oscuridad de la noche Dios está obrando”. Veámoslo de esta manera: El establo, es un lugar oscuro y maloliente es donde se manifestó el amor de Dios por la humanidad cuando se hizo carne y nació en un pesebre en Belén, en pobreza y humildad para mostrarnos su incondicional amor; la cruz de Cristo, se rodeó de tinieblas para que Dios mostrara su inagotable amor por nosotros, al cargar sobre el cuerpo de Jesús todos nuestros pecados y que colocó un manto de oscuridad sobre la agonía de su Hijo; y la tumba en la peña donde Jesús fue sepultado y envuelto en soledad, fue el lugar donde resplandeció la esperanza de la resurrección que lo levantó victorioso sobre la muerte para darnos una nueva vida a los que creemos en Él.
Quizás nunca alcanzaremos a entender cuán profundas fueron las aguas que Jesús tuvo que cruzar, ni la más oscura noche que tuvo que soportar, ni la intensidad de sus sufrimientos; pero sí podemos comprender cómo Dios convirtió todo su dolor y padecimiento en buenos, mejores y gloriosos fines que nos trajeron salvación, perdón, paz, salud y vida eterna. El Espíritu Santo corrió el velo que oscurecía nuestros ojos para ver la perfecta obra de la cruz, donde nada quedó por fuera, pues el siervo sufriente que Isaías nos muestra aquí trajo sanidad espiritual, emocional y física a nosotros, por eso el sufrimiento de Jesús nunca fue en vano.
Después del sufrimiento viene la satisfacción, así como Jesús se glorió y se gozó por habernos salvado, por eso no busquemos atajos para evitar las experiencias difíciles de la vida, porque para obtener la felicidad y realización personal debemos experimentar sufrimiento.
Nuestro corazón antes de conocer a Jesús era oscuro, perverso y sin esperanza, pero Jesús al morir en la cruz rompió todo lo que nos envolvía en oscuridad para darnos luz y vida. Nos dio un nuevo corazón para que podamos amarlo.  Oración.
«Señor Jesús, gracias porque tu sufrimiento en la cruz no fue en vano, porque trajiste paz, perdón, salvación y sanidad en todas las áreas de mi vida, hazme entender que el sufrimiento es necesario para purificar y santificar mi vida y que esto implica renunciar a mi ego, a mi comodidad y quizás a cosas y a personas que entorpecen mi camino al cielo. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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lunes, 29 de junio de 2020

PROSIGO A LA META


PROSIGO A LA META

"Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús", Filipenses 3:13-14
El apóstol Pablo nos dice que, para vivir una vida con gozo, y que glorifique a Dios, hay que olvidar lo que quedó atrás. Aquí la palabra “olvidar” significa en el griego: “descuidar intencionalmente”. En otras palabras, Pablo nos dice que debemos de esforzarnos en olvidar acontecimientos de nuestro pasado, pues muchos nos quedamos viviendo en ellos y esto nos impide avanzar. El pasado de Pablo estaba repleto de cosas de las cuales él estaba avergonzado, causó mucho dolor con la persecución a muerte de los cristianos. Nos puede pasar a nosotros, es posible que llevemos por dentro mucho dolor; pero nos debe motivar la frase “prosigo a la meta, al premio”.
Pablo se comparó con un atleta corriendo por un premio, debió haber asistido a los juegos Olímpicos que se celebraban en Éfeso, pues allí vivió por 3 años, pero el premio no sería una recompensa terrenal sino el estar acepto en la presencia de Jesús, ese es el supremo llamamiento de Dios. Para Pablo, Cristo se había convertido en lo más importante, y algún día se presentaría ante El, y quería ser del agrado del Señor.
Hoy se anhela que Cristo venga, pero si entendiéramos lo que significa esa llegada, probablemente quisiéramos postergar un poco ese encuentro con Cristo. No podemos vivir una vida cristiana livianamente, como si no tuviéramos que responder ante el tribunal de Cristo.
Hermano, hay que situarnos en la pista de carreras y comenzar a vivir una vida santa, con la mirada puesta en Cristo. Recordemos la frase: “Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.  Oración.
"Señor Jesucristo, dejaré y olvidaré los hechos tormentosos de mi pasado, proseguiré a lo que está adelante, a la meta, al premio del supremo llamamiento. Me esforzaré y perseveraré, superaré los obstáculos de la vida, viviré en santidad y correré hacia el final pues contigo soy más que vencedor. Gracias Señor, amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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domingo, 28 de junio de 2020

¿Hablo de mí o hablo de Dios?


¿Hablo de mí o hablo de Dios?

“Más a la mitad de la fiesta subió Jesús al templo, y enseñaba. Y se maravillaban los judíos, diciendo: ¿Cómo sabe éste letras, sin haber estudiado? Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta. El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia”. Juan 7: 14-18
La persona de Jesús no era indiferente a nadie y traía mucha división en el pueblo. Algunos pensaban que era bueno, moralmente justo y que enseñaba bien las Escrituras, mientras que otros pensaban que era un impostor, un falso profeta que engañaba al pueblo. Siempre surgía la pregunta: ¿Quién es Jesús? Sólo Él tenía tanto poder y autoridad que podía proclamarse a sí mismo, Hijo de Dios.
Como nunca había asistido a una escuela rabínica, los líderes judíos cuestionaban su enseñanza: ¿Cómo sabe éste letras sin haber estudiado?, pues cuando Jesús enseñaba la doctrina los dejaba admirados con su sabiduría y porque hablaba con autoridad. Pensaban que Él promovía sus ideas para alcanzar fama y gloria para sí mismo, pero era lo contrario, no había nada en sus palabras y actitudes que hicieran sospechar esto, antes buscaba siempre dar gloria al Padre.
No deberían sorprendernos, en estos tiempos, las reacciones que encontramos cuando se predica el evangelio de Cristo. Algunos se muestran abiertos y receptivos mostrando un verdadero interés y fe en Jesús, mientras otros se cierran a la verdad del evangelio y lo rechazan con cinismo. Lo importante es entender que el evangelio siempre traerá controversia y confusión, porque es la Palabra Viva de Dios que puede transformar la vida de los que la oyen.
¿Cuándo hablamos, lo hacemos por nuestra propia cuenta, con nuestras ideas, opiniones y filosofías y estamos buscando nuestra propia gloria?, o ¿buscamos honrar a Dios con su Verdad? Los que buscan su propia gloria hablan de sí mismos, los que buscan la gloria de Dios hablan de lo que Él ha dicho. La meta de Jesús no era hablar lo suyo propio sino repetir fielmente lo que Dios Padre le decía.  Oración inicial
«Señor Jesús, cuando quiera hablar de ti permite que tu Palabra sea la que salga de mi boca para decir siempre la verdad y no hablar mentiras. Si soy tu hijo, Padre, mi meta es ser eco de tu voz hablando de lo que hay en tu corazón y glorificar así tu poderoso nombre. Espíritu Santo dame la sensibilidad para oír la Palabra de Verdad, para discernirla en mi corazón y enseñarla con autoridad a otros. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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sábado, 27 de junio de 2020

Abre los ojos de nuestro entendimiento


Abre los ojos de nuestro entendimiento
“¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo” Isaías 14:12-14
“alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos”. Efesios 1:18
“Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado”. Juan 16: 8-11
La falsa gloria y el orgullo que seduce a este mundo vienen de Satanás que lleva a los hombres a sobreestimarse a sí mismos, de tal manera que llegan a pensar que no necesitan de Dios, a independizarse de Él y a considerarse dioses. Como dice Romanos 1:21, 25 “Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido……. ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que, al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén”.
El hombre piensa así, coloca su voluntad por encima de la voluntad y el carácter de Dios y esto lo lleva al pecado. Podemos imaginarnos entonces al ser humano insignificante pero orgulloso en esta tierra, desobedeciendo abiertamente a Dios y haciendo lo que desea. Jesús dijo en Juan 16:9 “El pecado del mundo consiste en que el mundo se niega a creer en mí”. (NTV)
El Espíritu Santo fue quien abrió los ojos de nuestro entendimiento, para que nos alumbrara la luz de Cristo, nos mostró las mentiras del enemigo que trastornan a las naciones, con filosofías erróneas, expectativas falsas acerca de Dios, de la vida y mentiras acerca de nosotros; Él trae la verdad de Dios a nuestros corazones, para que conozcamos a Jesús como el Hijo de Dios, cambia nuestra visión espiritual para que veamos a Dios correctamente.
El ministerio presente del Espíritu Santo en el mundo es convencerlo de pecado, justicia y juicio, quiere producir evidencia a través del evangelio en los corazones de los hombres, para traerlos a esta convicción, para que puedan tomar una decisión frente a Dios, para que tengan fe y para que confíen en Jesucristo como su Señor y Salvador, que es nuestra justicia delante de Dios.
Es una experiencia hermosa y fructífera tener al Espíritu Santo como el maestro que nos enseñe, pidamos hoy que nos dé espíritu de sabiduría y revelación para un mayor conocimiento de Dios y pidamos por aquellos que todavía no creen en Jesús.  Oración.
«Señor Jesús, llena mi vida con la presencia de tu Espíritu para crecer cada día en el conocimiento de Dios. Hoy te pido por los perdidos, para que inundes de luz sus corazones y puedan verte como su única esperanza, derriba todas las fortalezas donde se esconden y quita el manto de mentiras en que están envueltos. Trae Espíritu Santo convicción de pecado, justicia y juicio, enséñales la verdad, desvanece todas las justificaciones que los apartan de ti y ten misericordia de ellos. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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viernes, 26 de junio de 2020

El Señor conforta y calma nuestras emociones


El Señor conforta y calma nuestras emociones

“Él le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto. Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado. Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?” 1 Reyes 19:11-13
Elías acaba de enfrentar con victoria a 450 profetas de Baal, sin embargo después permite que las circunstancias le afecten negativamente de tal manera que cree que todo está perdido, cree que la apostasía del pueblo no permitirá que la causa de Dios triunfe y está escondido en la cueva ante la amenaza de muerte de Jezabel. Dios no permite que su profeta permanezca escondido, le ordena que salga de la cueva y se coloque en el monte delante de Él, en el lugar de la revelación, le pide que continúe con su ministerio que todavía no ha terminado.
Dios está tratando en este momento con Elías que está cansado y extenuado por todo el trabajo que ha hecho. Su ministerio era difícil, pues debía defender la fe en Dios en medio de un pueblo incrédulo que estaba siguiendo dioses paganos. El Señor sabe que necesita ayuda psicológica pues está bajo mucho estrés y el miedo lo consume, porque su vida corría peligro.
Quizás por el carácter y la personalidad, Elías esperaba una manifestación ruidosa y violenta de parte de Dios para entender que estaba con él en esos momentos de angustia, pero Dios no estaba ni en el viento huracanado, ni en el terremoto, ni en el fuego, Dios estaba en un sonido suave y delicado. Esa es la clase de voz que el Señor desea que escuchemos en momentos de dificultad, la apacible voz de su Espíritu que conforta y calma nuestras emociones. Es la voz apacible de Cristo cuando dice en Mateo 11:28 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”. Es el sonido agradable que nos provee una tranquilidad profunda e inexplicable.
El evangelio es la voz suave de amor, gracia, misericordia, perdón justicia y salvación, allí encontramos el consuelo y la restauración que nuestra alma necesita.
Hoy podemos preguntarnos: ¿Cuáles son esas circunstancias que nos producen mayor cansancio físico y emocional? ¿De qué manera están afectando nuestra vida espiritual? O ¿Qué actividades de rutina nos aturden e impiden oír la voz apacible de Dios?
Cuando estamos agobiados por nuestras cargas, no es el momento para escondernos, sino de salir y presentarnos delante del Señor en oración y poder vaciar nuestro corazón agobiado. Como dice el Salmo 141:8 “Por tanto, a ti, oh Jehová, Señor, miran mis ojos; En ti he confiado; no desampares mi alma” Oración.
«Gracias Señor Jesús, porque tu presencia calma las más grandes tormentas de mi corazón. Te entrego mis emociones en estos momentos de dificultad, donde el temor, la ansiedad y la incertidumbre se han apoderado de mí. Quiero escuchar ese sonido apacible y delicado de tu Espíritu Santo y descansar en ti. Dame nuevas fuerzas para seguir cumpliendo tus propósitos. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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jueves, 25 de junio de 2020

NO HAY OTRO NOMBRE


NO HAY OTRO NOMBRE

Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. Hechos 4:12
De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre. Hechos 10:43
No todos los caminos conducen a Dios, sólo hay un camino y es Cristo mismo, porque Él con su sangre pagó el precio de nuestra redención, pagó la deuda que nos mantenía cautivos al pecado y a la muerte eterna.
Jesús NO dijo sé dónde está el camino, sino que declaró:  Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” (Juan 14:6), y esta verdad fue anunciada con mucha anticipación por los profetas (Isaías 53), y ahora nos corresponde a todos los que creemos, anunciar este mensaje para que todo el que crea sea pasado de la oscuridad a La Luz, (Marcos 16:15).
Anunciamos el nombre de Jesús, lo que hizo en nuestra vida y lo que hará en la vida de todos los que reciben el mensaje de salvación. Sólo el nombre de Jesús, pues declara la escritura que Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.  y también que:  porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” (Romanos 10:11,13).
Esta es nuestra confianza, que, si está escrito en su Palabra, se cumplirá en cada corazón que escuche atentamente este mensaje y crea en Jesús, pero ¿cómo creerán si no les anunciamos, si no les enseñamos esta verdad, si no le mostramos que Cristo vive en nosotros? Esta precisamente es nuestra misión fundamental en la vida, predicar el nombre de Jesús. Oración.
Padre, como buen soldado quiero anunciar tu verdad a todos, lléname de tu sabiduría y tu gran amor para que todos conozcan que tu vives en mí. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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miércoles, 24 de junio de 2020

Ayúdanos a seguir tu voz


Ayúdanos a seguir tu voz

“Ahora, Jericó estaba cerrada, bien cerrada, a causa de los hijos de Israel; nadie entraba ni salía. Mas Jehová dijo a Josué: Mira, yo he entregado en tu mano a Jericó y a su rey, con sus varones de guerra. Rodearéis, pues, la ciudad todos los hombres de guerra, yendo alrededor de la ciudad una vez; y esto haréis durante seis días. Y siete sacerdotes llevarán siete bocinas de cuernos de carnero delante del arca; y al séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad, y los sacerdotes tocarán las bocinas. Y cuando toquen prolongadamente el cuerno de carnero, así que oigáis el sonido de la bocina, todo el pueblo gritará a gran voz, y el muro de la ciudad caerá; entonces subirá el pueblo, cada uno derecho hacia adelante”. Josué 6:1-5
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”. Jeremías 29:11
Los pensamientos de Dios nunca serán como los nuestros, Él actúa de maneras tan sorprendentes que a veces parecen ilógicas para nuestra razón. Las instrucciones que le dio a Josué para la toma de Jericó no tenían sentido: dar vueltas a una ciudad en silencio, creer que esto haría que los muros cayeran y poder vencer así a los enemigos; sin embargo, Josué no dudó en obedecer la voz de Dios.
La estrategia de Dios confundió al enemigo porque no sabían por qué lado iban a entrar, los atalayas solo observaban al ejército de Israel dar vueltas alrededor del muro. Lo que no sabían es que Dios iba a derrumbar la muralla con todo su poder.
La Palabra de Dios tiene poder y somete a juicio nuestros pensamientos y las intenciones de nuestro corazón, nos ayuda a discernir entre lo malo y lo bueno, por eso aunque no la entendamos a veces, debemos obedecer sus instrucciones. Quizás hoy el Señor nos recuerda que si nos dan en una mejilla debemos colocar la otra, que perdonemos al que nos hace daño, que oremos por los que nos odian, que sirvamos a quienes nos rechazan, todas estas son instrucciones confusas pero que al obedecerlas podemos cambiar las circunstancias en las que estamos envueltos.
Nuestra conquista depende de la fe, si amamos a pesar de, podemos ganar la respuesta voluntaria de la gente para que conozcan el amor de Dios. Quizás hoy nos está hablando a una situación latente y nos manda a enmudecer porque la batalla no es nuestra sino de Él. Como dice Salmo 46:10 “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.” No es a nuestra manera, sino a la manera de Dios que veremos grandes respuestas.  Oración.
«Amado Padre, dame la fuerza y la capacidad para seguir las instrucciones de tu Palabra, aunque no las comprenda del todo, ayúdame a seguir siempre tu voz y a obedecer las cosas que me dices, sólo así entenderé que tus pensamientos y caminos son superiores a los míos y que tú librarás mis batallas a tu manera, dando una respuesta victoriosa a mi situación. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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martes, 23 de junio de 2020

Libre acceso a su presencia


Libre acceso a su presencia

“Aconteció que, al tercer día, cuando vino la mañana, vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento. Y Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a Dios; y se detuvieron al pie del monte. Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera. El sonido de la bocina iba aumentando en extremo; Moisés hablaba, y Dios le respondía con voz tronante. Y descendió Jehová sobre el monte Sinaí, sobre la cumbre del monte; y llamó Jehová a Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió. Y Jehová dijo a Moisés: Desciende, ordena al pueblo que no traspase los límites para ver a Jehová, porque caerá multitud de ellos”. Éxodo 19: 16-21
Que privilegio para Moisés poder hablar personalmente con Dios y oír cómo Él le respondía con voz tronante. Sólo Moisés podía hacer esto. El pueblo no podía acercarse de la misma manera, se le había establecido un límite en el monte hasta dónde podían llegar mientras la presencia santa de Dios se manifestaba de manera poderosa. Acercarse a Dios de la manera incorrecta traería la muerte.
Todo este despliegue de poder y majestad impresionaron profundamente al pueblo de Israel y les hizo entender que estar en su presencia, era un acto muy solemne, de reverencia y que los comprometía. Conocer a Dios de esta forma quizás era muy atemorizante, porque era estar ante el Dios Santo que los hacía estremecer con su poder y su gloria, pero que al mismo tiempo era el Dios misericordioso que tenía compasión de su pueblo y no quería que perecieran.
Nosotros tenemos un privilegio aún mayor, porque Jesús mismo vino a la tierra para solucionar esta situación, quitando todo límite que nos separara de la presencia santa del Padre y dárnoslo a conocer. Como dice Juan 1:18 “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer”.
Jesucristo está tan íntimamente identificado con nuestro Padre Dios, en sus pensamientos, sentimientos y carácter que cuando lo conocemos a Él, conocemos perfectamente a Dios. Ese privilegio lo alcanzamos sólo por la obra gloriosa de la cruz. Podemos acercarnos sin temor de morir porque ya Cristo lo hizo por nosotros y nos escondió en Él, el Padre nos ve a través de su Hijo y nos acepta tal como somos porque hemos sido lavados con la sangre preciosa de Jesús y tenemos acceso al trono de la gracia.
Hoy ya no vemos nubes y relámpagos, ni humo que sube, sino que tenemos la presencia de Cristo en nosotros y Él es el camino de gracia, misericordia y perdón que nos conduce al Padre. ¿Si tenemos esa facilidad para llegar a su presencia, estamos aprovechando esa bendición y lo estamos haciendo de corazón?   Oración.
«Gracias amado Padre, porque por medio de tu amado Hijo Jesús puedo entrar en tu santa presencia, ya no hay ningún impedimento, sino que hoy puedo disfrutar de tu majestad, gloria y poder. En tu presencia puedo ser totalmente transparente, abrir mi corazón y sentirme pleno. Anhelo por eso estar todos los días delante de ti y llenarme de tu gloria. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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lunes, 22 de junio de 2020

NO A LA TIBIEZA ESPIRITUAL


NO A LA TIBIEZA ESPIRITUAL

"Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas", Apocalipsis 3:15-18
Laodicea, ciudad más opulenta de las siete que habían en Asia al igual que su iglesia. Se la conocía por su industria, por la fabricación de hermosas vestiduras, y por la escuela de medicina que producía el colirio para los ojos. La iglesia suponía equivocadamente que la sola abundancia de bienes materiales era muestra de la bendición de Dios, pues lo que la iglesia pudo comprar llegó a ser más valioso para ellos que lo que verdaderamente es importante para Dios.
En este pasaje hay una queja amorosa dada a esta iglesia, porque en el pasado caminó con su Señor, pero se alejó de Él. Esto hace referencia a la condición espiritual de la iglesia en el tiempo inmediatamente anterior al arrebatamiento de la iglesia, o sea la iglesia hoy en día.
La expresión “no tenemos necesidad de nada” indica que ellos habían desarrollado un falso sentido de seguridad, basado en su prosperidad. El Señor les mostró su verdadera condición: era una desventurada, miserable, pobre, estaban ciegos y desnudos. Es lamentable cuando una congregación está ciega y no ve su verdadero estado.
Nos corresponde examinarnos en qué estado nos encontramos ¿Frío, tibio o caliente? Si eres frío, acepta a Jesús, entrégate por completo a Él y déjalo que transforme tu ser con el poder de su Palabra. Que tu frialdad espiritual haga que busques la calidez de la salvación en Cristo.
Ahora los tibios, dicen ser creyentes, pero su actuar muestra lo contrario. La Biblia dice: "que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella." (2 Timoteo 3:5). Son los que tienen un pie en la iglesia y el otro pie en el mundo. Es una condición espiritual infeliz, miserable, pobre, ciega y desnuda, ellos piensan que no les hace falta nada.
Hermano, el Señor quiere que seas caliente, que tengas un celo profundo por la persona de Cristo, que lo ames, que le des el primer lugar en tu corazón y lo manifiestes viviendo en santidad. El Señor desea mostrarnos que la verdadera riqueza, el verdadero ropaje, todo lo que necesitamos está en Él. Él nos enriquecerá con lo suyo y nos vestirá con ropaje de lino fino, sin mancha y sin arruga.  Oración.
"Padre Amado, anhelo que mi corazón no albergue rastros de tibieza espiritual, que no me falte el fervor y el celo por tus cosas, que sienta abnegación y testifique de ti cada instante de mi vida. Anhelo las riquezas celestiales y ser vestido de vestiduras blancas. Gracias Señor. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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domingo, 21 de junio de 2020

Cristo la luz de la vida


Cristo la luz de la vida

“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. Juan 8:12
“Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él. Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar. Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo. Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego, y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo”. Juan 9:1-7
Si ponemos atención a estos dos pasajes Jesús había afirmado que Él era la luz del mundo y el milagro que hace después de decir esto, fue darle la vista a un ciego de nacimiento, ilustrando muy bien lo que significaba ser luz del mundo. Este relato nos muestra la lucha entre la luz y las tinieblas y el desarrollo de la fe de un hombre ciego al encontrarse con la luz verdadera. Jesús se detuvo a mirar al ciego y se llenó de compasión, era una gran oportunidad para demostrar que era esa luz que había venido a los seres humanos. Dios siempre pone la iniciativa para buscarnos y salvarnos.
La sanidad de la ceguera física nos muestra un paralelo con el hombre natural que nace y vive en tinieblas hasta que Cristo ilumina su vida. Este ciego no solo recibió la sanidad física sino la sanidad espiritual. Cuando lo sanó con el lodo el Señor restauró su obra estropeada, ese hombre original que fue formado con el polvo de la tierra en el principio. El estanque es usado como un símbolo, Siloé traducido es “enviado”, esto nos puede recordar que el Padre había enviado a su Hijo al mundo para manifestar sus obras y el ciego es ahora enviado al Hijo a lavarse, para experimentar su obra redentora.
Sabemos que muchos sufrimientos y hasta la misma muerte muchas veces son la consecuencia del pecado en nuestras vidas, todos estos males empezaron desde la caída del hombre en el paraíso. Desde que nacemos heredamos la naturaleza pecaminosa con todas sus consecuencias y entre ellas están las enfermedades. Pero no siempre una enfermedad es consecuencia del pecado. Por eso Jesús les dijo a sus discípulos: “No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él”.
Jesús también sanó al ciego de las consecuencias del pecado mostrándole su gracia y su poder, manifestando la obra de Dios en él. Esto nos muestra todo lo que Dios quiere hacer en favor de la humanidad para mostrar su gloria a través de Jesús. Juan 1:9 dice: “Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo”. Jesús se dispuso a demostrar que era Dios y respaldó sus palabras con hechos. Ahora como hijos de Dios el Señor nos ha delegado su ministerio para ser la luz de Dios, ahora nuestra tarea es brillar como luminares en un mundo caído.   Oración.
«Gracias Señor Jesús por ser mi luz, por iluminar mi vida con tu presencia, por quitar mi ceguera espiritual que no me permitía reconocerte como mi Salvador y mi Sanador. Sigue manifestando tus obras a través de mí, porque ahora teniendo tu luz puedo alumbrar la vida de muchas personas que andan en tinieblas. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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sábado, 20 de junio de 2020

Ningún temor es mayor que la salvación que tú das


Ningún temor es mayor que la salvación que tú das

“He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí”. Isaías 12:2
“Entonces el pueblo gritó, y los sacerdotes tocaron las bocinas; y aconteció que cuando el pueblo hubo oído el sonido de la bocina, gritó con gran vocerío, y el muro se derrumbó. El pueblo subió luego a la ciudad, cada uno derecho hacia adelante, y la tomaron”. Josué 6:20
“Mas Josué dijo a los dos hombres que habían reconocido la tierra: Entrad en casa de la mujer ramera, y haced salir de allí a la mujer y a todo lo que fuere suyo, como lo jurasteis. Y los espías entraron y sacaron a Rahab, a su padre, a su madre, a sus hermanos y todo lo que era suyo; y también sacaron a toda su parentela, y los pusieron fuera del campamento de Israel”. Josué 6: 22-23
Isaías dice: “Miren, Dios ha venido a salvarme, confiaré en Él y no tendré temor”. Qué seguridad tan grande la de Isaías, por eso el Señor es su fuerza, su canción y el que le da la victoria. La seguridad del profeta está en el Señor y sabe que el único que salva es Dios.
Lo vio el pueblo de Israel cuando salió de Egipto y Dios abrió el mar Rojo ante sus ojos para que pasaran en seco y todo el ejército del Faraón fuera destruido; lo vio Noé cuando construyó el arca y él y su familia no perecieron ahogados. Esta misma seguridad se apoderó de Rahab la ramera cuando protegió a los espías de Dios para que no los mataran, y ellos le prometieron protegerla a ella y a su familia el día que se tomara Jericó. Confió en sus palabras, Dios era su refugio seguro y lo supo cuando toda la muralla cayó y ella junto con su familia fue rescatada y resguardada. Lo vio Pablo cuando el barco donde iba naufragó y confió en las palabras del ángel que le dijo que ninguno moriría y ese día se salvaron 276 personas.
¿Es Dios nuestra salvación? Si es así, es porque hemos entendido que la salvación tiene que ver con la eternidad y ningún temor puede gobernarnos cuando Él camina con nosotros. Dios es nuestra confianza. Si nuestro corazón está seguro en Él, es porque nos ha llenado de su paz y ninguna otra paz es permanente, ni sobrepasa nuestro entendimiento, ni está sobre todas las circunstancias.
Frente a las adversidades de hoy ¿dónde has puesto tu confianza?    Oración.
«Amado Jesús, mi seguridad en ti es más profunda y firme cada día, tu paz es real, tu gozo me llena, tu misericordia me alcanza, tu justicia se manifiesta y tu salvación me sostiene, por eso Señor, todo puede caer alrededor de mí como las murallas de Jericó y no temeré porque en ti estaré confiado, nada puede tocarme ni destruirme porque estás a mi lado. Amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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viernes, 19 de junio de 2020

LA SOLEDAD DEL SER HUMANO. PARTE 2


LA SOLEDAD DEL SER HUMANO. PARTE 2
"Mírame, y ten misericordia de mí, Porque estoy solo y afligido. Las angustias de mi corazón se han aumentado; sácame de mis congojas. Mira mi aflicción y mi trabajo, y perdona todos mis pecados.", Salmo 25:16-18
A medida que el tiempo ha pasado, los ideales de la familia han cambiado, anteriormente se veían hogares numerosos, pero hoy las familias cada vez son más pequeñas y muchas son unipersonales, esto ha generado cambios en todos los aspectos, que dejan interrogantes sobre lo que significa la soledad en el mundo contemporáneo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice: "Aumentó la prevalencia de los trastornos relacionados con depresión y ansiedad. Esto se ve cada vez más en personas jóvenes, en mujeres también, sobre todo en los trastornos depresivos. Es un aumento bastante notable", y esto está ligado en algunas situaciones a casos de suicidio, pues al menos 300 millones de personas en el mundo sufren de depresión.
Hoy estamos en un continuo acelere, contamos con muy poco tiempo para nuestro propio cuidado, tenemos muchas preocupaciones, tristezas, cansancio, la vida ocurre demasiado rápido, no tenemos tiempo para disfrutar con la familia y amigos, y peor aún caminamos lejos de Dios.
Qué dura realidad vivimos, pues todos tenemos momentos donde nos sentimos abandonados y solos y muchas veces esto ocurre cuando estamos rodeados por personas y creemos que nadie nos entiende. La Biblia está llena de promesas que nos afirman que Dios no nos deja en ningún instante. David conocía al Dios Todopoderoso que está presente en todas partes, con todo su ser, en todo momento; allí desnuda su alma de sus congojas y aflicciones, porque sabe que sólo Él da la paz y sosiego que el corazón requiere. Aún si los seres más amados se han ido, él dice: “Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá” (Salmo 27:10). El Señor Jesucristo llena la soledad del ser humano con su incomparable amor.
Hermano no estás solo, “Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos” (Sofonías 3:17).  ración.
"Amado Dios, hoy mis momentos de soledad no son de aflicción, son una oportunidad para elevar mi corazón y mi alma a ti, para entrar en intimidad y regocijo contigo, saciarme de tu amor y expresarte mi más sentida adoración. Te amo Señor, amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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jueves, 18 de junio de 2020

PALABRA ESCRITA EN EL CORAZÓN Y EN LA MENTE


PALABRA ESCRITA EN EL CORAZÓN Y EN LA MENTE

“Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis como señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos. Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes”, Deuteronomio 11:18-19
Los judíos en obediencia a la ley utilizaban unas pequeñas bolsas de cuero que contenían pasajes de la ley, se las amarraban en la frente y en el brazo izquierdo durante las oraciones, y también las colocaban en el marco de la puerta, pero ahora Dios quiere que las grabemos en nuestra mente para que nuestros pensamientos sean renovados, pues no puede haber buenas costumbres en la vida, si no hay buenos pensamientos, buenos afectos y buenos principios en el corazón
Hoy vivimos tan llenos de trabajo y de compromisos que es difícil tener el tiempo para orar y estudiar la Palabra de Dios en familia. Pero es necesario dirigir nuestra familia a Cristo, acercarnos más entre padres e hijos enseñándoles la Palabra de Dios, pues es luz a sus pies y lumbrera a su camino, es vida y es poder de Dios. La Biblia dice: “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él” (Proverbios 22:6). Nada hará más por la prosperidad de una familia y un pueblo, que la buena educación de los hijos guiada por la Palabra de Dios.
Lamentablemente muchos padres de familia, aunque con sus labios confiesan que creen y aman la Palabra de Dios, que la aceptan como autoridad y como verdad incontrovertible, demuestran que hacen todo lo contrario en su actuar cotidiano. Por tanto deben practicar lo que se enseña, esto da autoridad moral para enseñar y corregir, por eso dice “las atarás como señal en vuestra mano”. Con el comportamiento y el ejemplo se hace visible el cumplimiento o no de la Palabra de Dios.
Hermano, establezca el altar familiar, busque la hora donde todos pueden estar juntos, aliméntense con la Palabra de Dios, repítalas a sus hijos, hablen sobre los propósitos eternos, su gran amor, pues esto cubrirá a su familia de tanto bombardeo del mundo. La casa debe convertirse en templo de adoración y enseñanza del Dios vivo y verdadero. Oración.
"Amado Padre, todos los días de mi vida guardaré en mi corazón tus estatutos y mandamientos, estarán como señal en mis manos y los repetiré a mis hijos, hablaré de ellos estando en mi casa, y andando por el camino, y al acostarme, y cuando me levante, pues tu palabra correrá trayendo bendición. Te amo Señor. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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miércoles, 17 de junio de 2020

El Perfecto Mediador. Segunda parte


El Perfecto Mediador. Segunda parte

“En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquéllos eran desatendidas en la distribución diaria. Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra”. Hechos 6:1-4
“orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos”. Efesios 6:18
Ser intercesor tiene una doble responsabilidad, no sólo es hacer vallado lo que sugiere restaurar la brecha que el enemigo ha puesto sobre muchas personas para separarlas de Dios, sino colocarnos de tal manera en la brecha para detener su avance, esto implica una oración de guerra espiritual.
El pecado ha abierto una horrenda brecha en la muralla protectora de Dios sobre la humanidad, lo que hace que el enemigo entre por ahí a dañar y destruir las vidas. Igual como en los viñedos del pueblo de Judá, que cuando se abría una brecha alguien se paraba allí hasta repararla totalmente y evitar así que entraran intrusos a dañar la viña. Hoy más que nunca Dios busca intercesores que se paren en la brecha y sirvan de vínculo entre la necesidad humana y la misericordia divina.
El vallado protector sobre nuestras familias, nuestra nación e inclusive sobre nuestra iglesia se ha ido deteriorando por el pecado y la falta de búsqueda de Dios. El temor se apodera de muchos que en vez de recurrir a la oración buscan solución en falsos dioses, aumentando más la brecha de separación con Dios.
Por eso Dios busca y levanta intercesores que puedan vigilar y ayudar mediante la oración. Necesitamos orar unos por otros constantemente, en todo tiempo y como dice Santiago 5:16 “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho”. Dios está llamando creyentes que cumplan los requisitos en favor de la humanidad como los apóstoles y diáconos del primer siglo.
¿Cuánto estoy orando por los demás en estos momentos de oscuridad, dolor y muerte en el mundo? El Señor nos ha llamado a interceder y sólo necesita corazones dispuestos llenos de misericordia y compasión por sus semejantes que acudan a Él en favor del prójimo. Oración.
«Señor Jesús, hazme compasivo y misericordioso para orar no solamente por mis necesidades sino para interceder por los demás, especialmente por aquellos que están separados de ti por causa del pecado, que no se han reconciliado contigo y cuyas vidas van hacia la destrucción. Ayúdame Espíritu Santo a orar por mi familia, por mi iglesia y mi nación para que volvamos la mirada a ti y nos refugiemos en tus brazos protectores en estos momentos de tanta desolación e interceder para que el enemigo retroceda y no siga esclavizando las vidas de los que no han encontrado todavía tu salvación. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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martes, 16 de junio de 2020

El Rey Saul


El Rey Saul se escondía para que no lo hicieran rey de Israel, pero cuando lo hicieron rey pronto se enalteció y desobedeció a Dios.   La actives te lleva a desobedecer a Dios.                                                                                                                1 Samuel 17. 34 David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada,
35 salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo mataba. 36 fuese león, fuese oso, tu siervo lo mataba; y este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha provocado al ejército del Dios viviente. 37 añadió David: Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y Jehová esté contigo. El reinado, a Saul lo enalteció de tal manera que empezó a desobedecer a Dios. Y Dios ya no estaba con él. 39 y ciñó David su espada sobre sus vestidos, y probó a andar, porque nunca había hecho la prueba. Y dijo David a Saúl: Yo no puedo andar con esto, porque nunca lo practiqué. Y David echó de sí aquellas cosas. Las vestiduras de un guerrero no necesitaba David para derrotar al Gigante, David savia quien estaba con el que era el Espíritu de Dios.   44 dijo luego el filisteo a David: Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo. 45 entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; más yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado.
46 Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. 47 y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos. David ya avía sido ungido por el Profeta Samuel como el sucesor de Saul como Rey de Israel y el Espíritu Santo estaba sobre él. El orgullo y la altivez está en desobediencia con Dios. Y Dios los mira de lejos. Oración. Padre santo ayúdame a que yo me esfuerce a ser guiado por el Espíritu Santo y poder vencer las obras de la carne y ser sencillo como paloma, quita toda actives de mi te lo pido en el nombre de Jesucristo tu Hijo. Amen. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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lunes, 15 de junio de 2020

Vistámonos con manto de alegría


Vistámonos con manto de alegría
“a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya”. Isaías 61:3
“Y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová, ministros de nuestro Dios seréis llamados; comeréis las riquezas de las naciones, y con su gloria seréis sublimes”. Isaías 61:6
“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia”. 1 Pedro 2:9-10
Isaías está refiriéndose a Sion, el punto más alto de Jerusalén. Y aunque es un mensaje directo a los judíos donde se les anuncia un tiempo de restauración donde se les dará esplendor, gozo y alegría, este pasaje también está apuntando que después del juicio de los finales tiempos, habrá alegría y canción; y en el milenio toda la iglesia de Cristo reinará con Él.
Dice: “ministros de nuestro Dios seréis llamados”, Israel va a ser un sacerdocio de creyentes durante el Reino terrenal y esa fue la intención original de Dios con su pueblo escogido cuando les dijo en Éxodo 19:6 “Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel”, pero por causa de su pecado e idolatría nunca lo lograron hasta ahora que lo serán en el gobierno terrenal del Mesías. En aquellos días se acabarán los odios raciales y ellos serán testigos genuinos de Dios.
Lo que tenemos que entender es que nosotros los gentiles, su iglesia, seguiremos honrando y sirviendo al propósito de Dios porque también hemos sido llamados y escogidos como real sacerdocio y adquiridos como pueblo santo para anunciar las virtudes de Cristo en este tiempo de gracia, hasta su regreso y vestirnos también con manto de alegría. Dios quiere un pueblo que camine con Él en oración, marche con Él en alabanza, le dé gracias y le adore.
La raíz hebrea “atah” significa “manto” sugiere que la alabanza no es como una prenda de vestir que usamos un día y otro no. Es una invitación a cubrirnos o arroparnos de alabanza todos los días, de manera que no haya ningún hueco o hendidura por donde pueda entrar el mal, el espíritu angustiado o el desaliento a nuestras vidas en medio de las dificultades de la vida, por el contrario todo debe ser cambiado por una vida abundante; en otras palabras por un manto de alegría que debe caracterizar a los hijos de Dios y es el gozo que acompaña el establecimiento del Reino del Mesías en esta tierra hasta que el vuelva.
¿Cómo está tu espíritu en este día? ¿Angustiado o desalentado por los problemas?
Hoy es el tiempo de vestirnos con el glorioso manto de alabanza que repele y sustituye todo espíritu de pesadumbre, trayendo aliento y esperanza y alejando el temor y la duda para servir al Señor como sus sacerdotes y ministros anunciando el evangelio de salvación a todas las naciones.  Oración.
«Amado Dios, gracias por haberme sacado de las tinieblas y trasladado al Reino de tu Hijo Jesucristo, por haber tenido misericordia de mí y aunque soy gentil, ser ahora parte de ese pueblo escogido, de ese real sacerdocio que has levantado con el propósito de servirte, anunciar el evangelio y rendirte alabanza y adoración para que todos los pueblos te conozcan. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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domingo, 14 de junio de 2020

Vida en abundancia


Vida en abundancia
“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Juan 10:10
“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”. 3 Juan 1:2
El plan de Dios desde el principio fue prosperarnos en todo, pero cuando decidimos llevar nuestra vida sin Él y a nuestra manera, nos llenamos de soberbia y esta es la primera causa para permitir que el enemigo tome el control de nuestra vida y venga a hurtar, matar y destruir todo lo que Dios nos ha dado, haciéndonos desviar de su propósito.
El enemigo nos engaña con palabras mentirosas que no edifican para robar nuestra herencia espiritual, matar nuestra fe y destruir nuestro discernimiento y conexión con el Espíritu Santo. Por eso la importancia de cuidar nuestro corazón para que nuestra mirada no esté puesta en las cosas terrenales sino en las celestiales. A diferencia del ladrón, el Señor Jesús no viene a quitar sino a dar vida y en abundancia, más allá de la medida. En otras palabras una vida mejor que la que nosotros nos podemos imaginar.
En la tercera epístola de Juan vemos a un hombre que el apóstol llama: “amado” y le escribe en un momento en que no estaba gozando de buena salud, deseándole que sea prosperado no sólo en su salud, sino en todo. Un hombre que vivió la vida en abundancia que Jesús prometió. Su nombre era Gayo. Siempre se dispuso a recibir a los hermanos de la fe que eran misioneros y predicaban el evangelio. Su casa siempre estuvo abierta para ellos, los hospedaba con generosidad y diligencia lo que lo hizo un testimonio vivo del amor de Jesús.
Tenía una vida que avaló su fe en Jesucristo y se podía observar que vivía en verdad y en amor. Juan se refirió a Él con palabras cariñosas y paternales y le expresó su deseo de verle prosperar no sólo económica y materialmente sino en su alma y espíritu.
Una buena salud espiritual, es vivir en santidad creciendo en la gracia y el conocimiento de Dios. Algo que Gayo reflejaba constantemente con su sencillez y calidez. Su testimonio de vida sirvió de ejemplo a otros y es algo que nosotros debemos tener en cuenta para ser bendecidos en todo.
Cuando el mensaje de la biblia abunda en nosotros, podemos entregarnos enteramente a Dios y Él también lo hará en nosotros, trayendo prosperidad y bienestar en todo nuestro ser. Esa abundancia espiritual que da frutos de vida eterna. Dios ha venido a darnos esa vida abundante y no es tan sólo una existencia ordinaria sino prosperidad divina que trae sanidad del espíritu, alma y cuerpo; y que nos hace testigos de su amor.  Oración.
«Señor Jesús gracias por la promesa que transformó mi vida cuando me ofreciste vida en abundancia y llena de libertad donde mi espíritu está en total conexión contigo. Señor, tú recobraste y restauraste mi vida para cumplir todo propósito divino. No permitas que el ladrón venga a desviarme del plan que has preparado para mí, cuida mis ojos, para no colocarlos en las cosas mundanas y cuida mi corazón, para que siempre te reconozca como el único dueño de mi vida. Amén.  

sábado, 13 de junio de 2020

El Señor es mi todo


El Señor es mi todo

“Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa; tú sustentas mi suerte. Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos, y es hermosa la heredad que me ha tocado. Bendeciré a Jehová que me aconseja; aun en las noches me enseña mi conciencia. A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido. Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; mi carne también reposará confiadamente” Salmo 16:5-9
“El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre”. Eclesiastés 12:13
El Señor fue el que descendió a este mundo de pecado y perdición para darnos redención y una vida nueva. Sin embargo, hay muchos de nosotros que no disfrutamos de las bendiciones espirituales que Él ya ha preparado de antemano, porque no nos apropiamos de ellas o porque no estamos obedeciendo sus caminos. Aquí se comparan esas bendiciones con la mejor herencia que una persona pueda recibir. Si Jesús vino a darnos una vida abundante y con propósito, vino para que tuviéramos su gozo y nuestro gozo fuera completo y tuviéramos una experiencia de plenitud que llenara toda nuestra vida y no fuera ocasionalmente, o de vez en cuando, preguntémonos: ¿por qué nuestra copa no está rebosando?
David siempre veía al Señor delante de Él y decía que estaba a su derecha, por eso no sería conmovido, todo su ser se deleitaba y reposaba en su presencia. Dios se volvió su todo. David disfrutó de grandes bendiciones, de privilegios y una verdadera relación de compañerismo con el Señor que lo llenó de esperanza.
Entendamos entonces que no se trata de nosotros sino de Dios en nosotros. Ya no somos el centro de nuestra vida, aunque la filosofía humanista de este mundo todos los días lo proclama, o cuando la psicología dice que lo único que importa es que seamos felices a cualquier costo y que si algo nos hace feliz eso es válido.
Cuando Dios es realmente nuestro todo, es el que le da sentido y felicidad a nuestros ser, Él es la Felicidad. La verdadera felicidad está fundamentada en la seguridad del carácter de Dios y no en la inseguridad de nuestra alma. Nuestro deleite está en nuestra comunión con Él, como dice el Salmo 16:11 “Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre”.
Dios debe volverse nuestro todo en una verdadera experiencia, de tal manera que cuando digamos que Dios es mi todo, sea algo más profundo que decirlo. Cuando Dios es nuestro todo, nuestra vida lo expresa, nuestros labios lo afirman y nuestros actos lo demuestran. Por eso en el libro de Eclesiastés Salomón es tan categórico cuando dice: “Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.  Oración.
«Amado Señor Jesucristo, gracias por venir a este mundo perdido a rescatarme y darme una nueva oportunidad de vida, una vida llena de tu plenitud, de tu gozo y de tu esperanza, para eso ayúdame a temer y guardar tus mandamientos y mí obediencia me lleve a experimentar que eres mi todo y mi felicidad. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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viernes, 12 de junio de 2020

Jesús es mi Roca


Jesús es mi Roca
“Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi esperanza. Él solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré. En Dios está mi salvación y mi gloria; en Dios está mi roca fuerte, y mi refugio. Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio”. Salmo 62:5-8
En este salmo encontramos frases como: “en Dios solamente descansa mi alma”, “solamente Él es mi roca y mi salvación”, “Él es mi refugio”, “esperad en Él todo el tiempo”…etc. Un salmo escrito en tiempos de prueba por David a Jedutún uno de los músicos principales que dirigía la orquesta y el coro para que lo interpretara.
Este salmo muestra una fe extraordinaria en momentos en que la vida de David estaba en manos de Dios y en vez de seguir las voces que le decían que permaneciera en Jerusalén decidió retirarse para dejar actuar al Dios vivo. Una retirada que traería la victoria porque se aferró plenamente a Dios. No estaba desertando, estaba haciéndose a un lado para que Dios actuara en esta situación tan oscura, cuando fue traicionado por su hijo Absalón y perseguido.
David había podido vengarse de los que lo perseguían, pero no lo hizo. Aquí tenemos un ejemplo de lo que la Biblia quiso decir en Romanos 12:19 “Mía es la venganza, yo pagaré dice el Señor”. La respuesta de David nos muestra que el mejor momento para confiar en Dios es en las crisis de la vida. Era un tiempo de fe a pesar de la adversidad. David estaba orando y deseando que ocurriera lo que Dios considerara mejor. La vida y acciones de David estaban controladas por la expectativa de la oración, fue la energía que lo sostuvo e impulsó porque creyó que Dios era su Roca firme.
Cristo dijo en Mateo 21:44 “Y el que cayere sobre esta piedra será quebrantado; y sobre quien ella cayere, le desmenuzará”, haciendo alusión a que Él sería esa piedra, esa Roca, fundamento en el que confiaríamos, porque nadie puede poner otro fundamento que el que ya está puesto, el cual es Jesucristo. ¿Estás apoyado sobre esa Roca?
Es un salmo sencillo que revela una fe sencilla. Surgió del sufrimiento más intenso de la vida de David y nos sirve a nosotros para aprender que en los momentos de oscuridad y prueba, no debemos dejar que la derrota, el desaliento, el temor, la angustia, ni del rencor ni la amargura invadan nuestra vida.  Oración.
«Señor Jesús, tú eres la Roca que jamás será removida, enséñame a mirarte y a refugiarme en ti, porque sólo tú tienes el poder para hacer todo lo que quieres. Cuida mi alma para no llenarme de rencor y venganza por el mal que otros intenten contra mí y guíame a ver tu mano poderosa moviéndose en medio de los tiempos más oscuros. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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jueves, 11 de junio de 2020

La unción divina.


La unción divina.
“Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por ti, antes de que sea quitado de ti. Y él le respondió: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí. Él le dijo: Cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho así; más si no, no. Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino. Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y nunca más le vio; y tomando sus vestidos, los rompió en dos partes. Alzó luego el manto de Elías que se le había caído, y volvió, y se paró a la orilla del Jordán. Y tomando el manto, golpeó las aguas, y dijo: ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías? Y así que hubo golpeado del mismo modo las aguas, se apartaron a uno y a otro lado, y pasó Eliseo”
Ser ungido por Dios no es sólo ser elegido, sino ser revestido del poder de Dios, para realizar la tarea a la cual Él lo ha llamado. La unción proviene de Dios y fluye en un corazón quebrantado y humilde delante del Señor.
Leemos en la Biblia, Eliseo siguió y sirvió a Elías hasta el fin, y antes de que Elías fuera arrebatado por el Señor para ir al cielo, le dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por ti, antes de que sea quitado de ti. Y él le respondió: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí. Él le dijo: Cosa difícil has pedido.
¿Ese afable anhelo de Eliseo está en nuestro corazón?
La unción requiere humildad. Eliseo fue lo suficientemente humilde para aprender de su maestro y pedirle una doble porción de su unción. Eliseo siguió los pasos de su maestro.
La Biblia dice que Eliseo alzó el manto de Elías e inmediatamente fue al Jordán, golpeó las aguas, y dijo: ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías? Y así que hubo golpeado del mismo modo las aguas, se apartaron a uno y a otro lado, y pasó Eliseo. Eliseo golpeó las aguas del Jordán de la misma manera que lo hizo Elías, y después resucitó un muerto utilizando el mismo método. El poder de Dios vino a reposar sobre la humildad de Eliseo para hacer el doble de milagros que había hecho Elías. Dios usa a unas personas más que a otras, porque son los suficientemente humildes para aprender de otros.
Dios no va ungir a nadie que no es capaz de agacharse, de doblegar la cerviz y recoger el mando que otro dejó tirado. El maestro Elías le enseño que el manto era para hacer milagros, no para jactarse del poder del mismo.
Hermano: ¿Quieres la unción de Dios sobre tu vida? Desarrolla en ti el carácter de Cristo. Y esa Unción nos capacita para llevar fruto, y fruto en abundancia.  Oración.
Señor Jesús, examina mi corazón y consume todo rasgo de orgullo o prepotencia que pueda haber en mí, quiero aprender de ti que eres manso y humilde de corazón, quiero doblegar mi cerviz, para que tu santa unción repose sobre mi vida. Quiero doble porción de su Santo Espíritu. Te anhelo mi Señor. Amen.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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miércoles, 10 de junio de 2020

Una nube de esperanza


Una nube de esperanza

“Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye. Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas. Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces. A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar”. 1 Reyes 18:41-44
En el contexto de este relato la nación de Israel estaba pasando por una gran sequía de casi tres años que trajo escasez y hambre, a causa de su idolatría e inmoralidad espiritual. Esta situación les llevó al temor. Pero en medio de todo esto Dios levanta al profeta Elías para batallar contra las fuerzas del pecado y del mal en su pueblo.
Mientras Acab subió a disfrutar de un gran banquete y su pueblo está muriendo de hambre, Elías subió al monte el Carmelo para interceder ante Dios por su pueblo y para pedir lluvia. Dos actitudes totalmente contrastantes. Aquí podemos ver dos tipos de personas las que prefieren seguir sus impulsos carnales, los que buscan la comodidad, los que se conforman con una situación difícil y no hacen nada para solucionarla y los que prefieren lo espiritual, buscar a Dios y su dirección. Elías sabía que la mejor manera de enfrentar esta crisis era orando, pidiendo perdón y arrepentimiento para que Dios tuviera misericordia y volviera su rostro a ellos.
Por eso le dice a su criado que suba a la cumbre y observe al mar y este le dice que no ve nada y le insiste que suba siete veces más. Esa es la fe que no desfallece, la fe que cree aun sin ver nada. A la séptima vez el criado le dice que ve una pequeña nube del tamaño de una mano de hombre y entonces Elías le ordena ir a buscar a Acab para que se resguarde porque viene una gran lluvia.
Recordemos que Dios derrama bendiciones con pequeños comienzos, hace que visualicemos una nubecita de esperanza en medio de situaciones difíciles y nuestra fe es la clave, por eso no sabemos cuántas veces tendremos que subir a la presencia de Dios e insistir en oración por la respuesta que llegará como esa pequeña nube que desató una gran tormenta.
La fe de Abraham que a pesar de su vejez confió en las promesas de Dios como lo dice Romanos 4:20-21” Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido”.
Es la fe que Jesús nos enseñó y comparó con una pequeña semilla de mostaza, que cuando se siembra tiene la capacidad de dar un gran árbol. Es una fe sobrenatural que va más allá de nuestra razón y nos hace confiar plenamente en la respuesta de Dios, aunque no la visualicemos. ¿Estamos plenamente convencidos que Él cumplirá sus promesas?  Oración.
«Señor mi Dios, hoy derramo mi corazón delante de ti intercediendo en medio de esta situación tan difícil que el mundo está afrontando, continúo insistiendo delante de ti por aquellos que te necesitan y confió en tus promesas que son esa pequeña nubecita de esperanza donde mi fe descansa. Sé que vendrá una gran lluvia de bendición y salvación sobre esta tierra. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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martes, 9 de junio de 2020

La confianza en Dios nos libera.


La confianza en Dios nos libera.

“Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia. Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar; ten misericordia de mí, y oye mi oración. ….. Muchos son los que dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro. Tú diste alegría a mi corazón mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto. En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado”. Salmo 4:1,6-8
En momentos de dificultades como las que estamos viviendo, nuestro refugio como hijos de Dios es la oración. Las presiones de la vida pueden provocar en nosotros temor, angustia, ansiedad, depresión y hasta insomnio, sentimos que nuestro aliento se desvanece y que ya no podemos más. Sólo encontraremos estímulo en la presencia de Dios y en su Palabra y la certeza de que si invocamos a Dios, Él está ahí para nosotros, como dice el Salmo 145:18 “Cercano está el Señor a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras”, esto es, a todos los que le buscan con un corazón sincero.
Para salir de esos estados emocionales que nos abaten, debemos empezar orando, aunque no tengamos ganas, acercándonos con confianza a aquel que puede ayudarnos y descansar en la promesa que dice: “Me invocará y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y lo glorificaré” Salmo 91:15
Muchos en esto días, están diciendo: “nada sale bien, cómo necesitamos que sobre nosotros brille la luz de tu rostro”, pero, así como a David, Dios dará alegría a nuestro corazón a pesar de la escasez y la dificultad y una alegría mayor que cuando hay abundancia y tranquilidad. Dios es bueno con nosotros, por eso en el día de la aflicción acudamos a su presencia y nos liberará del temor, la angustia, la ansiedad, la depresión y el insomnio.
Cuando no podamos dormir por estar afligidos por algún problema, meditemos en estas palabras y revisemos cómo está nuestra relación con Dios para que tengamos la seguridad y confianza de que Él nos está escuchando y que está obrando, aunque no veamos todavía la respuesta.  Oración.
«Señor Jesús, en ti confía mi corazón, en ti reposa mi alma, porque sé que no tendré falta de nada en estos momentos de dificultad que atraviesa el mundo, trae paz a mí vida, libertad del temor, de la angustia, de la ansiedad, de la depresión y da descanso a mi cuerpo para poder dormir bien confiando en tus promesas. Dame alegría y haz resplandecer tu rostro sobre mí a pesar de las circunstancias. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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