martes, 9 de noviembre de 2021

Aumenta nuestra fe

 

Aumenta nuestra fe


“Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale. Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe. Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería». Lucas 17:4-6

“Auméntanos la fe”. Una sencilla oración hecha por los discípulos de Jesús que deberíamos pronunciar. ¿Qué los llevó a hacer esta petición? La dificultad de perdonar y de evitar tropiezos en la vida cristiana que desafiaban su fe.

El Señor les había dicho: “Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale”. Nuestro Señor mostró a sus discípulos la necesidad de tener una profunda humildad y capacidad de soportar las faltas de otros. Fue una genuina petición, porque igual que ellos, necesitamos la fe necesaria para perdonar de esa manera, pero también requerimos fe para los grandes desafíos que Dios nos permite enfrentar y el más grande es alcanzar este mundo para Cristo.

Jesús nos dice que no es la cantidad de fe la que importa, porque ella puede ser como un grano de mostaza, sino con qué intencionalidad la pedimos, pues puede ser simplemente para satisfacer nuestros deseos e intereses personales y no para cumplir el propósito del Señor en nuestras vidas. Nuestra fe nos debe llevar a hacer su voluntad y no la nuestra. Nuestra fe debe ser auténtica, de tal manera que no es algo que mostramos para que otros nos vean como piadosos, sino para manifestar obediencia total y humilde a la voluntad de Dios, haciendo lo que Él manda.

No es la cantidad de fe, sino la clase de fe que tenemos, que nos lleva a glorificar su Nombre, una fe que transforme profundamente nuestras almas capacitándonos para cumplir sus mandamientos y a vivir un estándar de vida espiritual alto, porque con nuestro testimonio debemos ayudar a establecer el reino de Dios en esta tierra. Que, aunque parece imposible, se hace posible por la fe, porque todas las cosas son posibles para el que cree. Dios está con nosotros por eso nos ayudará a lograr sus propósitos eternos.

Pidamos una fe más profunda con oraciones sencillas que toquen el corazón de Dios. A Él le agrada escucharnos orar. Dios no exige palabras elaboradas, ni frases rebuscadas. Dios quiere hablar de nuestros planes, pero también de los suyos, donde busquemos su gloria y poder. Una oración sencilla, pues Dios desea responder a nuestras peticiones y usarnos como instrumentos de salvación para otros.   Oración.

«Señor, aumenta mi fe, para poder depender de ti, obedecer tus mandamientos y hacer tu voluntad, dame un corazón entendido y sabiduría para saber perdonar las ofensas de otros, y el valor para continuar sin desmayar frente a los desafíos que me muestras para alcanzar este mundo para ti. Tú eres el Dios que me sustenta con tu Palabra de verdad. En Cristo Jesús. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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