jueves, 30 de noviembre de 2023

Como dolor en los huesos

 

Como dolor en los huesos


“Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan, Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios? ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.” Salmos 42:10-11

Cuando escucho al Salmista decir que las afrentas de sus enemigos son como un duro golpe a sus huesos sí que lo entiendo, pues justamente el día de hoy me encuentro con una virosis que me causa dolor en todo el cuerpo, en especial en mis huesos. Seguramente tú también habrás experimentado esto en algún momento, y sabrás que por más que intentas acomodarte no hallas descanso, ni reposo para tu cuerpo. Cuando mi esposo me vió en ésta condición pronunció las palabras más alentadoras que alguien puede escuchar: “oremos”, inmediatamente puso sus manos sobre mi y comenzó a proclamar las verdades manifestadas en la palabra de Dios: “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.” (Isaías 53:4-5), el escuchar esta palabra fue reconfortante para mí, pues solo en ese instante dejé de poner mis ojos en el dolor, para ponerlos en Jesús, y esto mismo hizo Daniel, quien claramente no tenía alguien a su lado que le dijera: “oremos” pero reflexionando en su interior, empieza a concluir que no hay por qué abatirse ni sumergirse en el dolor pues su salvación y su ayuda provienen del Señor.

Hermanos, cuán importante es en todo momento mantener nuestros ojos puestos en el Señor, pues “Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.” Isaías 40:29-31, si hoy estás experimentando alguna situación difícil que hace que se pierdan tus fuerzas y sientas como dolor en los huesos, recuerda y mantén puesta tu esperanza en el Señor, pues “Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes.” (Salmos 27:13).   Oración.

«Padre, qué bendición es saber que en todo momento puedo recurrir a tus brazos de amor, pues en ellos encuentro consuelo, sanidad, aliento, ánimo y vigor aún para mis huesos. Permíteme recordar ante cualquier circunstancia que puedo hallar refugio en ti. Amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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martes, 28 de noviembre de 2023

Me llamaste por mi nombre

 

Me llamaste por mi nombre

“Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob,


y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.” Isaías 43:1

Un día me encontraba en la clínica a la espera de una toma de exámenes de sangre y justo el horario que escogí era el más concurrido, tanto así que no había donde sentarse mientras llegaba mi turno; de repeso el sistema estaba caído y al estarlo obligaba a las enfermeras a que cada vez que llamaban un paciente tuvieran que gritar su nombre, pues ante la cantidad de personas que había no se lograba escuchar claramente. Mientras notaba ese caos y quería salir rápido de ese lugar, observaba cómo a medida que mencionaban los nombres de los pacientes poco a poco se paraban y dirigían a la casilla que les correspondía; en ese instante el Señor llamó mi atención recordándome que en el mundo pasa igual, pues hay millones de personas a quienes Él sabe sus nombres, pero una cosa es que Él sepa esto y otra muy diferente es que los conozca. Para explicar mejor mencionaremos un ejemplo práctico; todos conocemos el nombre del gobernante de nuestro país, pero eso no nos indica que lo conozcamos o con eso podamos saber: ¿Cuáles son sus gustos, cómo es él, su personalidad, etc.,? pues es claro que para poder conocer esto, necesitaríamos pasar tiempo de calidad con esa persona, pero no lo tenemos porque ni siquiera podemos acceder a él. En el caso con Dios, el mundo sí tiene acceso a Él (Juan 3:16-17) pues su anhelo siempre ha Sido el que todos tengamos una intimidad con Él, pero lastimosamente no todos desean hacerlo, pues les cuesta creer y reconocer la obra salvadora de nuestro Señor Jesucristo.

En el caso de los creyentes, estamos seguros y tranquilos al saber que Dios nos conoce, por medio de nuestra fe en Jesús, pero lo que anhela es que cultivemos día a día esa relación de amor con Él.

Cuán especial debe ser para nosotros el recordar esta verdad, de que tenemos la posibilidad de relacionarnos con el Creador, de manera cercana, de entender y creer que ahora somos “linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios,” pero esto tiene un propósito: “anunciar las virtudes de aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable;” (1 Pedro 2:9)    Oración.

«Padre, gracias por nunca rendirte y buscarme en todo momento para que fuera restablecida nuestra relación por medio de la obra redentora de tu Hijo Jesús. Qué bendición es saber que ahora somos amigos y que tengo acceso a ese lugar santísimo. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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lunes, 27 de noviembre de 2023

Encamíname

 

Encamíname


“El corazón del hombre piensa su camino; Mas Jehová endereza sus pasos.” Proverbios 16:9

Siguiendo la línea del devocional anterior he querido traer a colación el ejemplo de Jonás quien nos muestra cómo obra Dios cuando nuestros planes son contrarios a los suyos; en este caso, el plan de Dios para éste profeta era bastante claro (ir a Nínive y pregonar contra ella sobre cómo se había aumentado su maldad), sin embargo, Jonás no quiso obedecer sino que decidió irse en sentido contrario, lejos de la presencia de Jehová (Jonás 1:3). Cuán identificados podemos sentirnos con éste hombre porque también nosotros hemos experimentado, en ocasiones, lo que es conocer el mandato de Dios y no acatarlo, pero gloria al Señor por su infinita misericordia porque es Él quien decide encaminar nuestros pasos y hacernos volver al propósito correcto, como lo hizo con Jonás, permitiéndole regresar a Nínive a cumplir con su llamado, pero quizás no lo experimentó en las mejores condiciones, pues su desobediencia le costó: su salud, tiempo, entre otras cosas. ¿Cuánto nos ha costado, también a nosotros, el desobedecer? Nos ha costado nuestra salud física y emocional, lo que ha dado paso a nuestras vidas heridas que nunca debimos experimentar. Cuán diferente sería nuestra vida si tan solo al escuchar por primera vez el sonido de la voz de Dios nosotros saliéramos corriendo a obedecer, sin refutar, sin dudar, sin reclamar; claramente conoceríamos y seríamos testigos de esas cosas grandes y ocultas que Dios tanto nos dice que quiere enseñarnos.

Hermanos, cuán importante no sólo es encomendar nuestros planes a Dios sino también cuán vital es escuchar atentamente y obedecer los que provienen de Dios.  Oración.

«Gracias Padre porque es solo por Tu misericordia que mi vida es encaminada hacia tus planes, cuán bendecido me siento por ser tratado con tanta paciencia y amor por ti. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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domingo, 26 de noviembre de 2023

Encomienda al Señor tus planes

 

Encomienda al Señor tus planes


“Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.” Salmos 37:5

Hace unos meses mi esposo y yo nos encontrábamos haciendo planes para realizar un viaje, tuvimos que organizar todo con respecto a esto, en especial el vuelo. Escogimos el itinerario que más se ajustaba a nuestra necesidad y quedamos contentos con nuestra elección, sin embargo, semanas después, la aerolínea por inconvenientes internos, decidió cambiar el horario de nuestro vuelo. Mi esposo al ver esta notificación se disgustó, pues esos no eran sus planes, y su frustración estaba en que no podía hacer nada al respecto. Cuando me enteré de esta noticia pensé: “con tal de que no lo vuelvan a hacer y podamos llegar el día que planeamos yo no tengo inconveniente”, pero ¿por qué te cuento esto? porque como seres humanos, bajo nuestra perspectiva finita, planeamos, organizamos, decidimos, pero lo hacemos (en ocasiones) basándonos tan solo en lo que alcanzamos a ver, y olvidamos lo más importante, que en nuestros planes debe ser tenida en cuenta la perspectiva de Dios, esa que es infinita, más alta y grande que la nuestra (Isaías 55:8-9). La planeación es importante y necesaria, no me malinterpretes, pero ésta no puede ir sola, sino que tiene que estar acompañada de Dios, porque en nuestro corazón puede haber diversos planes, pero el consejo de Dios es el único que permanecerá para siempre, no variará, y es en Él en quien debería estar basado todo nuestro andar (Proverbios 19:21).

En nuestro caso, el cambio que hizo la aerolínea obró a nuestro favor, y nos dimos cuenta de esto solo meses después, y es que gracias a esto ahora teníamos la opción de escoger otros horarios que antes no teníamos disponibles y que se ajustaban a los nuevos planes familiares, que a último momento se habían organizado; planes en los que no habríamos podido estar si no hubiese sucedido esto. Lo mismo le pasó a Pablo, no con un cambio de la aerolínea, sino con uno que realizó el Espíritu Santo, pues fue Él quien no le permitió ir a Bitinia sino que lo encaminó hacia un propósito mayor, ir a Macedonia a llevar el mensaje de salvación (Hechos 16:6-10).

Así que la próxima vez que pensemos que nuestros planes se “truncaron” y nos cause enojo, más bien renovemos nuestra manera de pensar y estemos atentos, a la expectativa de lo que Dios tiene preparado pues “El corazón del hombre piensa su camino; Mas Jehová endereza sus pasos.” Proverbios 16:9.    Oración.

«Padre, cuán importante es encomendarte todos mis planes, pues como dices en tu palabra, hay caminos que me pueden parecer derechos, pero solo tú conoces hacia dónde me conducen. Amén.      Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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sábado, 25 de noviembre de 2023

Meditando en tu palabra

 

Meditando en tu palabra


“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.” Josué 1:8-9

Al abrir la aplicación de la biblia me encontré este pasaje de Josué y me remontó a la sala de una sabia mujer, quien, sin yo saberlo, se convirtió no solo en mi maestra sino también en mi amiga. Si soy honesta, en aquella época en la que me enseñaba este versículo no le entendía nada, no porque no supiera explicar, sino porque yo estaba más interesada en seguir haciendo lo que mi ego determinara. Hoy, años después, vengo a ver los resultados de aquellas enseñanzas, que no fueron dadas a mí una vez por semana, sino en todo momento, pues ella sí que era experta en buscar los momentos adecuados para instruirme, aunque yo le dijera que estaba ocupada; como bien ella lo decía: “si me cierran una puerta, yo me les entro por la ventana”. No se pueden imaginar lo agradecida que estoy con Dios por aquella mujer, porque hoy el resultado de mi crecimiento, matrimonio y otras áreas en general son el fruto de su arduo esfuerzo y trabajo, que sé bien no fue hecho en sus fuerzas sino en el amor de Dios. Hoy eso mismo que ella me transmitió tengo el privilegio y honor de enseñárselo a otros, y lo hago con el mismo entendimiento que aquella mujer tenía cuando lo hizo conmigo, pues ahora comprendo cuán importante es guardar la palabra de Dios y obedecerla; gracias a esto he podido experimentar lo que es el que me vaya bien y mi camino sea prosperado, no ha sido fácil, se requiere de esfuerzo y valentía, pero no de aquél que se enfoca en mi capacidad o talento, sino en aquel que viene como resultado de identificarme con Cristo y permitir que sea Él quien viva a través de mi vida.

Quizá, al igual que yo, tuviste o tienes un maestro que te ha enseñado lo valioso de la Escritura, y aunque estas enseñanzas quedarán por siempre guardadas en nuestro corazón, es importante añadirle obediencia, pues solo así podremos experimentar en carne propia la bendición de lo que el meditar y guardar su palabra implican en nuestro caminar.   Oración.

«Padre cuán agradecida estoy por haber conocido tu palabra, y es que ella es el manual de vida que dirige mis pasos por sendas de rectitud. ¿Qué sería de mi vida si tú no me hubieras enseñado la importancia de las Escrituras?   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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viernes, 24 de noviembre de 2023

Me descubre la manera de hablar

 

Me descubre la manera de hablar


“Un poco después, acercándose los que por allí estaban, dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre.” Mateo 26:73

¡Qué gran honor sería que alguien dijera esto mismo de nosotros!: “Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aún tu manera de hablar te descubre”; sería en vez de un insulto, un elogio, pues ¿quién no quiere reflejar aun en su manera de hablar a Jesús? Sin embargo, vemos cómo ante estas mismas palabras Pedro no está de acuerdo, y es claro el porqué, pues si lo relacionaban con Jesús estaría expuesto a que también le dieran muerte. Este ejemplo no está muy alejado de la actualidad, ya que ¿en cuántas ocasiones hemos tenido la oportunidad de manifestar que somos seguidores de Jesús y no lo hemos hecho por miedo a ser rechazados o vistos como bicho raro? Quizá lo hemos experimentado, al igual que Pedro, en momentos de inmadurez espiritual; pero ahora que podemos decir “ha habido un crecimiento en el conocimiento de Cristo”, es nuestro deber reflejarlo donde quiera que vayamos.

Al hablar de esto recuerdo cómo un día en particular, en medio de una terapia física que estaba realizando, hubo alguien que al escucharme hablar sobre lo feliz y orgullosa que me sentía por estar casada, decidió intervenir para preguntar lo siguiente: “¿usted es creyente, cierto?”; podrás imaginar la cara que le hice, no como la de Pedro (quien podría tener una de “me descubrieron”), sino con aquella de asombro, preguntándome a mí misma: ¿por qué llegó a esa conclusión? Entonces le respondí: sí; pero su inquietud no llegó hasta ahí, me preguntó: cuál era mi iglesia, si mi esposo también asistía, si lo había conocido a él en ese lugar, etc. El interrogatorio fue bastante largo, pero al finalizar todas estas preguntas y al escuchar mis respuestas lo que ella concluyó fue: “se le nota”, y entonces me sentí orgullosa, porque dije: lo que ha visto en mí no es producto de mi esfuerzo, sino de lo que ha hecho Jesús, pues yo solo soy su reflejo, como dice Pablo “Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.” (1 Corintios 15:10).

Hermanos, la invitación es a que sigamos siendo o empecemos (si no lo hemos hecho) a reflejar más a Cristo en nuestro diario vivir: en los pensamientos, las emociones, nuestra manera de hablar y actuar; pero no como un esfuerzo sobrenatural, sino como un resultado innato de nuestra intimidad con Dios (Juan 3:30).   Oración.

«Padre qué honor es saber que si alguien logra ver algo diferente en mi actuar, no es por mis obras, sino por tu gracia y el poder de tu Santo Espíritu. La gloria es para ti Señor, pues si hoy soy lo que soy es por tu inagotable y fiel amor, y por tu misericordia que nunca se acaba, amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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jueves, 23 de noviembre de 2023

Como aves de paso

 


Como aves de paso

“Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad”, Hebreos 11:13-16

Desde hace un buen tiempo ha llamado mi atención cómo a las aves les encanta posarse sobre un árbol seco que está ubicado frente a mi apartamento, y es que si no hubiesen más lo entendería, pero alrededor de este hay varios árboles, frondosos y más grandes, que pareciera no llamarles tanto la atención, entonces pensé: ¿Qué tiene éste árbol de especial? Hasta el día de hoy no tengo la respuesta a esta pregunta, pero déjame contarte lo que sí descubrí. Estas aves disfrutan estar en ese lugar, pero no por largo tiempo, van de paso, por momentos muy cortos, entonces el Espíritu Santo me llevó a meditar, así estás tú en ésta tierra, de paso, pues sabes que tu ciudadanía es celestial (Filipenses 3:20).

El escuchar esto me remontó a las palabras de Pablo, quien estaba en el mundo como aquellas aves, disfrutando de la tierra (mientras estaba en ella) pero sin aferrarse. Pero, ¿cómo la disfrutaba? Compartiendo tiempo con otros hermanos en la fe y yendo hacia nuevas ciudades a predicar el evangelio a aquellos a quienes no conocían a Jesús (Romanos 1:8-15), porque sabía que ellos tampoco deberían estar aferrados a esta tierra, cuando había una nueva esperándolos en el cielo.

Con esto entendí que aquellas aves son bastante inteligentes porque no se aferran a ese árbol, como nosotros quizás a la tierra, sino que lo disfrutan de buena manera mientras están en él, y luego siguen su camino porque su morada no está en ese lugar. Hermano, al igual que aquellas aves que van de paso, ten en cuenta que tu morada no está aquí, sino en los cielos, y a ella apuntamos llegar, pero mientras estés en este mundo, aprende a disfrutar de buena manera, como Pablo, este lugar: compartiendo con otros hermanos en Cristo y llevando a otros a que conozcan, por medio de la fe, a Jesús, quien en el cielo nos ha preparado un hogar (Juan 14:2-4).   Oración.

«Padre, no quiero aferrarme a este mundo y olvidarme de las cosas verdaderamente importantes, las celestiales; quiero siempre tener enfocada mi mente hacia ese supremo llamamiento que me has hecho. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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miércoles, 22 de noviembre de 2023

Incomódame

 

Incomódame


“Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino. Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano.” Números 21:4-5

Cuán molesto le resulta al ser humano el ser movido de la comodidad, ¿lo has notado? En lo personal lo he experimentado, y lo recordé cuando estuve observando a una jóven que realizaba terapia física a mi lado; ella tenía la movilidad reducida en el brazo y pierna izquierda, y pude notar que cada vez que le asignaban un ejercicio que incentivaba su movilidad no lo realizaba bien, sino de afán, porque su enfoque no estaba en su recuperación, sino en que afuera había alguien que la estaba esperando; ella sabía que necesitaba esos ejercicios pero quería irse sin importar lo que eso significara, y pensé: yo no estoy lejos de su ejemplo, pues en estos momentos Dios está queriendo moverme de mi “comodidad espiritual” y yo no he querido avanzar más. Y esto mismo me recordaba el Espíritu Santo que le pasó al pueblo de Israel, quienes preferían quedarse estancados en su esclavitud que avanzar hacia la libertad.

Descubrí que el problema radica en que cuando nos sentimos cómodos en algún lugar, tendemos a depender después de un tiempo, solamente de nuestros propios esfuerzos o años de experiencia que hayamos adquirido, pero con un reto nuevo llega la ansiedad y no sabemos si podremos manejarlo porque nos lanzamos hacia algo desconocido en lo cual ya no tenemos el control. El pueblo de Israel, por ejemplo, ya sabía lo que tenía que hacer en esclavitud, pero el depender de Dios en el desierto era incierto, pues ya no dependía de ellos sino de la voluntad de Dios.

Hay que admitir que nos cuesta soltarle el timón al Señor, porque tenemos el concepto de: “yo sí sé, tú no”, pero si entendiéramos lo que dice la palabra: que sus caminos y pensamientos son más altos que los nuestros, y que Dios nos llevará a ver cosas grandes y ocultas que nosotros no conocemos, entonces confiaríamos más en el Señor y diríamos: “¡Incomódame!” porque no quiero pensar que esto que estoy haciendo es por mi habilidad sino por tu gracia y para tu gloria.   Oración.

«Padre, sé que me cuesta asumir esos nuevos retos y tareas que me has puesto porque me he estado acostumbrando a resolver las cosas en mi capacidad, pero quiero verdaderamente aprender a depender, hasta en lo más mínimo, de ti. Amen.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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martes, 21 de noviembre de 2023

Descansando en el foso

 

Descansando en el foso


“Entonces el rey mandó, y trajeron a Daniel, y le echaron en el foso de los leones. Y el rey dijo a Daniel: El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, él te libre. Y fue traída una piedra y puesta sobre la puerta del foso, la cual selló el rey con su anillo y con el anillo de sus príncipes, para que el acuerdo acerca de Daniel no se alterase. Luego el rey se fue a su palacio, y se acostó ayuno; ni instrumentos de música fueron traídos delante de él, y se le fue el sueño.” Daniel 6:16-18

Seguramente ninguno de nosotros ha estado en foso de leones, pero podemos decir que algunas circunstancias difíciles parecieran uno de ellos; la diferencia es que nosotros quizás no hemos actuado con esa confianza de Daniel, descansando en el Señor aunque estemos rodeados de leones, pues ¿cuántos de nosotros, en esa situación, estaríamos despiertos y atentos toda la noche pero para ver cómo defendernos?, imagina aún los pensamientos que llegarían a nuestra mente: “¿En qué momento se me irá a lanzar ese animal encima y me dará una gran mordida?”, plantearíamos diversos escenarios de las mil maneras en las que podríamos llegar a morir. Seguramente este tipo de pensamientos estuvieron en el rey Darío, quien no estaba en el foso sino en su palacio, pero no podía dormir pensando en todas las cosas que estaría experimentando su siervo Daniel. ¿Te ha pasado esto mismo, el no poder descansar en medio de una situación porque no tienes puesta tu esperanza en el Señor sino en tu capacidad o fuerza? Como vemos Daniel no tenía puesta su confianza en la capacidad de domar leones, pues ¿qué sabía él de ellos? ¡Nada!, sin embargo, si sabía quién era Dios, por medio de su intimidad con Él, y conocía que Dios es Todopoderoso para cerrar boca de leones, o incluso, poderoso para domarlos, pues toda la creación se sujeta al Señor (hebreos 11:33),

Daniel y todo creyente que tenga puesta su confianza en el Señor podrá experimentar lo que dice el Salmista: “El rey no se salva por la multitud del ejército, Ni escapa el valiente por la mucha fuerza. Vano para salvarse es el caballo; La grandeza de su fuerza a nadie podrá librar. He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, Sobre los que esperan en su misericordia, Para librar sus almas de la muerte, Y para darles vida en tiempo de hambre. Nuestra alma espera a Jehová; Nuestra ayuda y nuestro escudo es él. Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón, Porque en su santo nombre hemos confiado.” Salmos 33:16-21, por eso cada vez que sientas que estás en el foso de los leones, recuerda que tu esperanza debe estar puesta en el Señor.  Oración.

«Padre, me he sentido rodeada, como Daniel en aquel foso por los leones, rodeada por la ansiedad, el temor y el desánimo, pero quiero aprender a descansar en ti, pues entiendo que solo de ti proviene esa paz que mi alma está necesitando. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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lunes, 20 de noviembre de 2023

Dador alegre

 

Dador alegre


“Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.” 2 Corintios 9:6-7

Es increíble que la mayoría de personas solo podamos ver la esencia de este pasaje desde lo económico, pero qué increíble es escuchar la voz de Dios y ver que este principio de dar no solo se aplica en esta área sino en todas las demás del ser humano, por ejemplo: en el amar, perdonar, la misericordia, entre otras. Esta revelación nace de una conversación con mi esposo, pues estábamos reflexionando en que cada vez que alguno de los 2 va a ofrecer disculpas, por algo que haya hecho mal, se frustra cuando no recibe lo mismo del lado contrario; de hecho, el no recibir de lo mismo que damos, incrementa nuestras discusiones y molestias; entonces cuando descubrí esto, en medio de esta valiosa conversación, el Señor me reveló: “Este es tu problema, que das pero esperando algo a cambio, es decir, lo haces por necesidad, pero si observas lo que yo te pido es que des sin esperar, porque si esperas y no lo recibes encontrarás frustración cuando esto no suceda”. Entonces me dije: ¡Qué revelación tan extraordinaria! porque si yo voy donde mi esposo y pido perdón, tenga o no la culpa, y si doy este paso sin esperar algo a cambio seré como aquel dador alegre, a quien no le afectará si recibe o no, pues el dar no fue impulsado por un interés, sino por una decisión basada en el amor de Dios, y si lo hago entonces seré yo la que se lleve la mejor parte, porque “más bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20:35b) porque aquel que da, es aquel que vence y baja el orgullo, y en vez de “perder una pelea”, lo que pierdes es la altivez y necedad, pero lo que ganas es más abundante que aquello que soltaste, pues ganas: humildad, dominio propio, amor, misericordia, paz, entre otros. (Gálatas 5:22-23).

Hermano, la exhortación es para que de aquí en adelante aprendamos a ser dadores alegres, a dar (amor, perdón, misericordia, bondad, etc.) no por necesidad, ni con tristeza, sino con un corazón dispuesto y gozoso, pues Dios ama al dador alegre.  Oración.

«Señor, quiero aprender a menguar para que cada día crezcas Tú en mi vida, quiero aprender a ser más como tú, quien das sin esperar algo a cambio. Tu amor, por ejemplo, es algo que nos has dado, no porque lo merezcamos, sino porque ese es tu carácter, pues eres un dador alegre. Definitivamente quiero reflejar tu carácter. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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sábado, 18 de noviembre de 2023

Si conocieras quién es el que te dice

 


Si conocieras quién es el que te dice

“Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.” Juan 4:10

Qué revelación tan extraordinaria la que Jesús le manifiesta a esta mujer Samaritana: “si conocieras”, pues si conociéramos a Dios recurriríamos sin vacilar por su ayuda, su dirección, le seguiríamos a donde Él quisiera, incluso (sin pensarlo 2 veces), le serviríamos en cualquier cosa que nos pidiera.

En este meditar de este pasaje, el Señor me recordaba otros personajes que al conocer quién era el que les estaba hablando decidieron cumplir con lo que se les estaba encomendando. Abraham, por ejemplo, fue uno de ellos, y al escuchar la petición de Dios (sacrificar a su único hijo Isaac) decide obedecer; pero ¿por qué?, porque conocía quién era el que le hacía dicha petición, por eso le vemos manifestar: “Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío” (Génesis 22:8b). Por medio de su relación con el Señor, Abraham había conocido que Dios era Soberano para pedir lo que Él quisiera, pero en medio de su soberanía nunca se violaría su justicia, y sobre todo comprendía que Dios era Todopoderoso para proveer, ya fuera el cordero para el sacrificio o para resucitar a su hijo (hebreos 11:19).

Otro ejemplo que podemos mencionar es el de aquellos 4 discípulos de Jesús (Pedro, Andrés, Juan y Jacobo), quienes al tener su encuentro con el Señor y escucharle decir: “Venid en pos de mí”, que traducido es: “sígueme”, decidieron dejar todo atrás, aunque no entendían a profundidad el llamado al que se estaban enfrentando, ni mucho menos las circunstancias que llegarían a atravesar con esta responsabilidad; pero con tan solo haber sido testigos de la grandeza del Señor, sabían que aquel hombre llamado Jesús les llevaría a conocer el sentido y propósito de sus vidas: ser pescadores de hombres (Mateo 4:18-22, Lucas 5:1-11)

Ese mensaje de: “Si conocieras” no solo fue dado para aquellas personas, sino también para ti y para mí, pues cuán importante es conocerle, porque solo a través del conocimiento de Dios, que se da por medio de la intimidad con Él y su palabra (revelada por el Espíritu Santo), aprenderemos a seguirle donde Él nos llame y a obedecerle sin vacilar, pues su mayor anhelo es manifestarse a nosotros para enseñarnos y así poder ser partícipes de aquellas cosas grandes y ocultas que nosotros no conocemos (Jeremías 33:3).   Oración.

«Padre quiero conocerte más en intimidad, pues a medida que te conozco aprendo a depender más de ti y menos de mí. Gracias por tu palabra porque en ella está tu verdad revelada; pero también gracias por tu Espíritu Santo, pues Él es quien me recuerda todas las enseñanzas que provienen de ti, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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viernes, 17 de noviembre de 2023

Buscando la paz

 


Buscando la paz

“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.” Juan 14:27

¿Alguna vez has tenido que soportar por meses una construcción cerca al lugar donde vives?, yo sí; durante 2 años consecutivos he tenido que enfrentar diversos ruidos, bastante molestos y continuos, de una construcción de: apartamentos, vías, ciclorutas, locales; y te podría decir que la paz que se siente en mi hogar cuando la jornada laboral de la constructora termina es impresionante, pues en esos instantes solo puedes percibir el dulce cantar de las aves, mas el bello y dulce silencio. Pero con un nuevo amanecer llega la misma rutina, caos y ruido. Un día en particular me sentía bastante agobiada, no había podido descansar bien, estaba estresada por cosas pendientes por hacer y de fondo tenía la sinfonía de la construcción, pero de repente el ruido terminó y todo quedó en silencio, entonces le agradecí a Dios y pensé ¡qué paz!, ojalá así fuera todo el tiempo; y justo aquí el Señor llamó mi atención, revelándome que como seres humanos tendemos a buscar “la paz” en diferentes cosas, por ejemplo, en el aislamiento, ya sea de lugares, personas, trabajo, pero también en los celulares, juegos, redes sociales, en todo lo que aisle o aparte el ruido que me molesta, y aunque estas cosas pueden darte un poco de “calma y paz” por un momento, es cierto que no la dan como Dios la da (Juan 14:27).

Has notado que cuando el día está lleno de caos y recurrimos a refugiarnos en el Señor, por medio de la oración, podemos salir de ese cuarto y tener paz a pesar de que a nuestro alrededor haya caos, aunque haya ruido, aunque nuestros hijos estén gritando, incluso, cuando los obreros están trabajando. Precisamente esto es lo que hacía Jesús, Él también se apartaba a lugares desiertos para tener tiempos de intimidad con Dios, porque también los necesitaba; alrededor suyo había ruido, y no de construcción, sino de multitudes de personas que le buscaban constantemente para que les diera sanidad, pero aun en medio de ese ruido del mundo Jesús mantenía su paz, pues esta no dependía de que todo estuviera en silencio o en orden, sino que provenía de su relación con el Padre, pues por medio de la intimidad con Él experimentaba una de las características del fruto del Espíritu Santo que es la paz. Paz que sobrepasa todo entendimiento, la paz de Dios, y que está disponible para todo aquel que la desea (Filipenses 4:6-7).   Oración.

«Señor tú dices en tu palabra que busque la paz y la siga, he conocido que esa paz solo proviene de ti y me permites experimentarla como fruto por medio de la intimidad contigo. Padre no quiero dejar de tener tu paz, pues entiendo que solo con ella puedo vivir adecuadamente sin dejarme abrumar por el ruido y el caos de este mundo, amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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miércoles, 15 de noviembre de 2023

En memoria de mí. ¡TERCERA VERDAD!

 


En memoria de mí. ¡TERCERA VERDAD!

“Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él”, Juan 9:1-3.

¿Si Dios todo lo puede por qué permite o permitió estas situaciones en mi vida? ¿Cuántos de nosotros también nos hemos cuestionado esto? Como es el caso del ciego de nacimiento quien quizás llegaría a pensar lo mismo que los demás “esta ceguera es el castigo por mi pecado, o por el de mis padres, o es la manera en la que Dios me expresa su rechazo”. Pero aquí es necesario recordar la verdad de Jesús, pues esta situación ha sido permitida “para que las obras de Dios se manifiesten en él”, (Juan 9:3).

¿Piensas que tu situación difícil fue un castigo de Dios? La respuesta es: ¡No!, como en este caso en particular, Dios es Todopoderoso, pero también es Soberano y todo esto lo permitió para que sus obras fueran manifestadas y para que su poder se perfeccione en nuestra debilidad. Pero, y en otros casos, como los abusos, el abandono, la mendicidad, etc. ¿También son permitidos por Dios? Lastimosamente debemos tener en cuenta que cuando el hombre dio acceso al pecado en el Edén, nos llevó a experimentar cosas que nunca debimos haber experimentado (dolor, soledad, abandono, mendicidad, etc), pues ese no era el plan de Dios, sin embargo, aquellas cosas que enfrentamos no tienen que ver con Dios sino con la responsabilidad del hombre, pues al haberse alejado de Dios y persistir en el pecado ha llegado a contaminar lo que está a su alrededor.

Dios en su Soberanía ha permitido las consecuencias del pecado, pues Él no interfiere con la voluntad que le ha dado al ser humano, pero pensar que Dios lo ha permitido y se ha quedado de brazos cruzados es una gran mentira, pues observa la cruz y mira a Jesús quien quedó irreconocible, en una sola llaga, fue escupido, injuriado, clavado en sus manos y sus pies, derramó hasta la última gota de su sangre, fue abandonado por sus amigos, rechazado, todo esto y más ¿a causa de quién? De ti y de mí (víctima y victimario), porque la finalidad de la cruz era que no muriéramos, sino que al creer en Jesús tuviéramos vida eterna, una vida restaurada y eso fue lo que hizo Jesús por toda la humanidad, nos redimió y con su resurrección nos ha entregado su restauración, sanidad, su amor, su compañía, identidad, propósito, esperanza.   Oración.

«Padre, quiero solo tener guardado en mi memoria lo que dices en tu palabra, y lo que dices en ella es que me amas, que puedo confiar en ti porque eres bueno y justo, pero sobre todo puedo descansar y tener la certeza de que todo está bajo tu control y que lo que permites en mi vida lo transformas para bien.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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martes, 14 de noviembre de 2023

En memoria de mí. Parte 2

 


En memoria de mí. Parte 2

“Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.” Juan 11:4b

A través de tres ejemplos bíblicos, los cuales iremos desarrollando en el transcurso de la semana, miraremos lo que personajes bíblicos atesoraron en su memoria dependiendo de las circunstancias a las que se vieron enfrentados.

El primer ejemplo que traeremos a colación es el de Marta y María (Juan 11:1-44), ellas tenían un hermano, Lázaro, quien estaba enfermo y a causa de esto posteriormente falleció ¡Qué situación tan difícil la que tuvieron que enfrentar!, pues qué dolor se experimenta al perder un familiar. Pero más allá del dolor, pensemos en las dudas que se generaron en ambas cuando la situación “aparentemente” no ocurría como Jesús lo había dictaminado, pues recordemos que anteriormente habían mandado a llamar a Jesús para pedir su ayuda, sin embargo, el Señor no corrió enseguida donde ellas, sino que decidió quedarse 4 días más en el lugar en donde se encontraba (Jerusalén). Muchos piensan que Jesús no acudió rápidamente porque estaba muy lejos, pero la biblia nos relata que Él se encontraba a tan solo 15 estadios de Betania, es decir, a 3,02 Km (48 minutos caminando). Lo interesante de este relato es que Jesús, aunque no sale al instante, decide enviar, mientras tanto, un mensaje contundente: “Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.” Por esta razón decimos que en ellas se pudieron generar dudas, pues Jesús ha manifestado que la enfermedad de Lázaro no es para muerte, pero sus ojos están comprobando que su hermano ha fallecido, entonces ¿qué ha pasado? ¿Alcanzamos a imaginar los recuerdos que quedaron impregnados en la memoria de estas mujeres en el lapso de este tiempo? Seguramente no fueron los mejores.

Al igual que Marta y María, puedes estar en ese lapso de tiempo en el que tu realidad pareciera no reflejar lo que Jesús ha prometido, pero ten presente y recuerda las palabras del Señor: “¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?” (Juan 11:40); sea cual sea hoy tu situación espera a Jehová, esfuérzate y alienta tu corazón, no desmayes y cree que verás la bondad de Dios en la tierra de los vivientes (Salmos 27:13-14).   Oración.

«Señor tu palabra dice que tú no eres hombre para que mientas ni hijo de hombre para que te arrepientas, que lo que has dicho lo cumplirás y ejecutarás a cabalidad; sé que tu palabra es verdad, pero debo confesar que en ocasiones he dudado y mi fe ha faltado. Perdóname porque no quiero poner en duda tu carácter, pues te he conocido por medio de las Escrituras y sé que puedo confiar y descansar plenamente en ti y en tus promesas. Amen.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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lunes, 13 de noviembre de 2023

En memoria de mí. Parte 1

 


En memoria de mí. Parte 1

“Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.” Lucas 22:19

En memoria de mí, ¡qué título tan peculiar! Como puedes observar, nace del versículo principal de este devocional, y es que llamó tanto mi atención que lo primero que me hizo meditar fue en el significado de la palabra memoria; ¿alguna vez has tratado de definirla?, la RAE sí lo ha hecho y nos dice que: “la memoria es la facultad psíquica por medio de la cual se retiene y recuerda el pasado”. Lo interesante sobre la memoria es que el ser humano tiene diversos tipos, como por ejemplo: memoria según la duración, por contenido o utilización, entre otras. La primera de ellas (memoria según la duración) contiene la memoria sensorial, que es la que se activa por medio de los 5 sentidos (vista, gusto, oído, tacto y olfato); es por esto que el ser humano puede retener en su mente situaciones específicas, personas, sucesos, entre otras, con tan solo percibir aromas o al escuchar, ver, tocar y/o probar algo en particular; pero ¿por qué es necesario saber esto?, porque dependiendo de tu experiencia con ciertos aromas, lugares, personas, sonidos y demás, puedes atesorar en tu memoria recuerdos positivos que te llenarán de alegría o, por el contrario, aquellos que te sumergirán en la tristeza, rabia, dolor. He aquí la importancia de lo que atesoramos en nuestra memoria.

Para explicarlo mejor miraremos el ejemplo de Josué 6, que nos habla sobre la toma de Jericó. Si conocemos el relato, podremos darnos cuenta que mientras para el pueblo de Jericó el escuchar sonidos de trompetas les recordaría el miedo que experimentaron al sentirse rodeados y derrotados por el pueblo judío, para los Israelitas el mismo sonido traería a su memoria gozo, pues recordarían la victoria que Dios les entregó en sus manos. Como vemos, mismos sucesos para dos tipos de personas, pero diferentes tipos de recuerdos. ¿Logramos entender la importancia de la memoria?

Debo confesar que, en mi caso personal, me he visto como el pueblo de Jericó, atemorizada por un recuerdo que viene a mi memoria, que aunque pudo haber pasado hace más de 20 años, y al tenerlo guardado de manera incorrecta en mi mente, produce emociones equivocadas que me llevan a vivir de la misma manera; y esto es lo que tratará el Señor en cada uno de nosotros con los siguientes devocionales, pues es momento de renovar nuestra manera de pensar.  Oración.

«Señor tú dices en tu palabra que me has dado la mente de Cristo y quieres que en ella atesore solamente pensamientos verdaderos, buenos, puros, justos y rectos; ayúdame Padre a mantener mi mente de esta manera. Te lo pido en el nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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domingo, 12 de noviembre de 2023

Un mismo sentir

 


Un mismo sentir

“El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.” Santiago 1:8

“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” Filipenses 2:5-8

Cuán agotador es para el ser humano tratar de vivir de forma correcta, en sus propias fuerzas o emociones; pues un día te levantas con el ánimo de querer obedecer, pero en el momento en que viene la prueba decaen tus fuerzas y experimentas el fracaso. Esto me lo recordaba en oración el Espíritu Santo, que el hombre que es de doble ánimo termina siendo inconstante en TODO lo que hace; entonces me pregunté: ¿cómo puedo ser de un solo sentir para ya no vivir en esta dualidad? Y el Espíritu me llevaba a recordar a Cristo, específicamente en lo que dice la Escritura en Filipenses 2:5 “Haya pues en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús”; Jesús 100% Dios, pero también siendo 100% hombre, nos revela la clave para ser de un mismo sentir: el despojo. El despojo voluntario del “yo puedo, tengo la capacidad, la fuerza”, pues todos estos pensamientos están enfocados en nosotros mismos (el ego), y es claro que la vida cristiana resulta imposible de vivir en nuestra propia humanidad. Sin embargo, con ese despojo no es suficiente, pues hay que añadirle dos cosas: humildad y fe; pues la humildad es la que me lleva a reconocer que sin Cristo no puedo vivir de manera correcta, y la fe es la que me enfoca y me revela que sin ella es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6). Por eso el Santo Espíritu de Dios, a través de la Biblia, ilumina nuestra mente y enseña cuán necesario y vital es creer que: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.” (Gálatas 2:20, Juan 3:30).

Todo esto nos conduce a la obediencia, pues cuando practicamos: el despojo, la humildad y la fe, que en pocas palabras nos están llevando a quitar el ego del trono de nuestra vida y a cambio poner a Cristo, comenzaremos a vivir como un cristiano espiritual, aquel que experimenta el fruto del Espíritu Santo y tiene el mismo sentir de Cristo (Gálatas 5:22-23).  Oración.

«Padre estoy agotado de vivir en mis propias fuerzas, no puedo seguir así; por eso hoy corro a tus brazos y te pido que me ayudes a recordar que no hay más nada qué ganar, que no hay nada más que tenga que hacer para agradarte más, pues ya todo lo hizo tu Hijo Jesús. Sé que lo que quieres es que crea en esta verdad y, que, mediante la fe, aprenda a vivir en este mundo como lo hizo tu Amado Jesús, amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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sábado, 11 de noviembre de 2023

El desorden

 


El desorden

“Aquel día yo cumpliré contra Elí todas las cosas que he dicho sobre su casa, desde el principio hasta el fin. Y le mostraré que yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos han blasfemado a Dios, y él no los ha estorbado. “1 Samuel 2:12,17

En el devocional anterior hablamos sobre la importancia de mantener cada una de nuestras áreas ordenadas: familiar, laboral, espiritual, entre otras; además, mencionamos que quizá hemos pasado tiempo ordenando los materiales y dejando a un lado las espirituales. Estas cosas no solo suceden en la actualidad, pues vemos cómo hombres de Dios también experimentaron lo que significa vivir con áreas en desorden, tal es el caso de Elí. La biblia nos menciona que su ocupación era el sacerdocio y nos relata además su dedicación a la enseñanza de Samuel; sin embargo, aunque podríamos decir con esta breve descripción que alguien como Elí, cuyo oficio era el guardar y obedecer los principios de Dios, debería tener una vida intachable y ordenada, no fue así. Elí tenía dos hijos, Ofni y Finees, quienes se dedicaban también al sacerdocio, pero estos eran hombres impíos que no tenían conocimiento de Jehová y se habían dedicado a menospreciar las ofrendas del Señor (1 Samuel 2:1,17). Pensaremos: “yo creo que Elí no tenía conocimiento de esto, pues al ser un sacerdote y siervo de Dios, si se hubiera enterado de esto habría disciplinado a sus hijos”; pero lastimosamente esto no fue así, las Escrituras nos revelan que no solo Elí tenía conocimiento de este y otros malos tipos de comportamientos de sus hijos, sino que también este nunca los disciplinó o evitó que siguieran en malos caminos (1 Samuel 3:13); triste ¿cierto?, que un hombre como Elí, con tan grandioso llamado de servir a Dios, no haya sido capaz de poner orden en su casa. Esto claramente debe llevarnos a reflexionar, pues ¿cuántos de nosotros, al igual que Elí, hemos observado comportamientos inadecuados en nuestras vidas o familia y hemos seguido de largo? Y esto solo me hace pensar en las palabras de Samuel: “Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.” (1 Samuel 15:22). Dios nunca ha dejado de enseñarnos que nuestra vida debe reflejar, en todos los aspectos, obediencia e integridad a Dios; que estamos llamados, como lo vimos hace algunos días, a reflejar a Cristo en nuestros pensamientos, emociones, conducta, pero también es claro que debe verse reflejado en la de nuestra familia.  Oración.

«Señor tú eres un Dios de orden y yo quiero seguir tu ejemplo, pues he sido llamada a reflejar en este mundo lo que tú eres. Padre no quiero ser ordenada en algunas áreas de mi vida sino en todas y cada una de ellas, pero para hacerlo sé que necesito estar atento a tu voz y dispuesta a obedecerte en todo lo que me digas Amen.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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jueves, 9 de noviembre de 2023

Todo en orden

 

Todo en orden


“En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.” Génesis 1:1-2

Es increíble ver a Dios en el principio dándole orden a toda la tierra, separando lo que debía ir de esta forma y llenando lo que antes estaba vacío. Pensando en esto recordé cómo en la actualidad no estamos tan alejados de este concepto de orden, pues ¿cuántos “influencer” vemos a lo largo de las redes sociales compartiendo videos de organización, impulsándonos a seguir las tendencias de orden?, muchos. Pensaremos ¿un devocional dedicado al orden?, pero ¿por qué esto es importante? Pues bien, el vivir en orden es fundamental para cualquier área de nuestra vida: laboral, familiar, personal y hasta espiritual. Miremos algunos ejemplos:

En Hechos 6:2 los discípulos del Señor concluyen que es necesario poner orden al Ministerio, pues no todos se pueden dedicar a lo mismo; por ende, cada uno debe tener su responsabilidad bien definida para que todo se pueda llevar a cabo, tanto la predicación como el servicio.

En Proverbios 24:30-32 un hombre sabio, al pasar por el campo de un hombre perezoso, nos insta, al ver este mal ejemplo, a que pongamos orden a nuestra casa, pues este perezoso se había acostumbrado a vivir en un hogar lleno de espinos, ortigas y con la cerca de piedra destruida.

Y cómo no mencionar a nuestro Señor Jesús, quien llegando al Templo y al ver en lo que habían convertido la casa de Dios, termina echando fuera a todos aquellos mercaderes que no deberían estar ahí (Marcos 11:15-17).

Como vemos Dios es un Dios de orden y nos está recordando que no solo lo que está en nuestro hogar necesita ser ordenado (cuartos, cocina, finanzas, educación de nuestros hijos, entre otros), sino que también hay algo bastante importante a lo cual debemos prestarle atención, nuestra área espiritual.

De tu casa dirás: «está todo en orden», pero ¿de tu área espiritual podrías decir lo mismo?, ¿mi mente y corazón están limpios y en orden? Si no es así, pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude para que todo lo que hagamos lo hagamos decentemente y con orden (1 Corintios 14:40).   Oración.

«Padre examina todo mi ser y muéstrame si hay maldad en mí o si existe alguna otra cosa que no te agrade para sacarlo de mi vida, pues solo quiero dejar en mi corazón todo aquello que a ti te exalte, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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miércoles, 8 de noviembre de 2023

Viviendo en integridad

 


Viviendo en integridad

«y yo he andado delante de vosotros desde mi juventud hasta este día. Aquí estoy; atestiguad contra mí delante de Jehová y delante de su ungido, si he tomado el buey de alguno, si he tomado el asno de alguno, si he calumniado a alguien, si he agraviado a alguno, o si de alguien he tomado cohecho para cegar mis ojos con él; y os lo restituiré. Entonces dijeron: Nunca nos has calumniado ni agraviado, ni has tomado algo de mano de ningún hombre. Y él les dijo: Jehová es testigo contra vosotros, y su ungido también es testigo en este día, que no habéis hallado cosa alguna en mi mano. Y ellos respondieron: Así es.” 1 Samuel 12:2b-5

“para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;” Filipenses 2:15

Si tuviéramos que hablar de un referente de integridad, sin duda alguna, ese sería nuestro Señor Jesús, pues ¿cómo no exaltar su conducta intachable hasta el final? Sin embargo, la biblia nos muestra que aparte de nuestro Señor existieron y siguen existiendo hasta el día de hoy diversos ejemplos de personas que también experimentaron, gracias a la fe, lo que es el vivir en integridad. Samuel, por ejemplo, es uno de ellos, por eso le vemos confrontando al pueblo (antes de que su legado finalizara) para que sean ellos quienes dictaminen si alguna vez él ha hecho algo incorrecto o estuviera involucrado en algo que perjudicara a alguien. Pensaremos que este tipo de comportamiento se dio como resultado de su propio esfuerzo, pero es claro que no, más bien podemos asegurar que el resultado de su conducta e integridad fue a causa de su relación íntima con Dios, porque si hay alguien, que además del Señor Jesús se dedicó a tener intimidad con Dios, fue Samuel. Lo vimos, en devocionales anteriores, cómo desde su juventud se consagró al Señor, y en su madurez, observamos el resultado de su dedicación al pasar tiempo de comunión con Dios. Muchos de nosotros hoy en día esperamos que la madurez espiritual llegue como resultado divino, sin necesidad de dedicación: a la oración, lectura de la palabra, congregación, testimonio y obediencia, pues queremos resultados, pero sin trabajo. El ejemplo de Samuel, en cambio, nos demuestra y exhorta a imitarle, en su búsqueda incansable por pasar tiempos de intimidad con el Señor, y de añadir a esto obediencia.

Debo confesar que cuando leí este pasaje de Samuel y su confrontamiento al pueblo de Israel recordé a alguien peculiar, mi pastor, pues en diversas ocasiones me ha preguntado si alguna vez he visto un comportamiento inadecuado en él, y puedo decir (como aquellos Israelitas) que lo que he visto en este hombre es integridad, y al verlo, me motiva a querer imitarlo pues él imita a Jesús (1 Corintios 11:1), porque si hay algo que deseo es vivir siempre en integridad, siendo irreprensible, como quien no tiene de qué avergonzarse, usando bien la palabra de verdad y siendo diligente, aplicando oportunamente la palabra de Dios (2 Timoteo 2:15), sabiendo que esto lo puedo experimentar, no en mis fuerzas, sino con la ayuda y el poder del Espíritu Santo (Filipenses 2:13).  Oración.

«Señor, sé que me has apartado para ti, para que viva en integridad y practique a diario lo que me has enseñado en intimidad. En mis fuerzas no lo puedo hacer, pero he conocido que has puesto a tu Espíritu Santo en mí, para que sea Él quien me ayude en mi debilidad y me lleve a experimentar lo que en fe me has dado ya. Gracias Señor Jesús porque si hoy puedo vivir en integridad es por tu gracia derramada en mí. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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lunes, 6 de noviembre de 2023

¡Reconozco tu voz!

 

¡Reconozco tu voz!


“Jehová, pues, llamó la tercera vez a Samuel. Y él se levantó y vino a Elí, y dijo: Heme aquí; ¿para qué me has llamado? Entonces entendió Elí que Jehová llamaba al joven. Y dijo Elí a Samuel: Ve y acuéstate; y si te llamare, dirás: Habla, Jehová, porque tu siervo oye. Así se fue Samuel, y se acostó en su lugar.” 1 Samuel 3:8-9

«Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,» Juan 10:27

Cuando pensamos en Samuel seguramente lo imaginamos en su época de madurez espiritual y quizá recordaremos muy poco su comienzo. La biblia nos menciona, en 1 Samuel 3:7, que cuando Samuel era joven “no había conocido a Jehová, ni la palabra de Jehová le había sido revelada”, por tal motivo, vemos cómo al ser llamado en diversas ocasiones por Dios, este piensa que quien lo ha hecho es Elí; sin embargo, vemos como Elí, un hombre maduro en la fe, es el que logra entender que la voz que ha escuchado Samuel es la de Jehová, por eso, es él el encargado de enseñarle a este jóven la manera en la que debe responderle al Señor una vez vuelva a escuchar su llamado.

Dios ha utilizado a hombres y mujeres maduros en la fe como su instrumento para enseñarnos a nosotros los creyentes a aprender no solo a reconocer la voz del Señor, sino también a seguirle (Juan 10:27), pero para poder hacerlo necesitamos cerciorarnos de que a quien estamos siguiendo es a Jesús nuestro Pastor, pues hoy en día, ante tanto ruido al que estamos expuestos, resulta difícil distinguir la voz de nuestro Señor. Por esta razón Jesús nos revela la clave para poder reconocerle de manera sencilla, la cual es: una relación personal de amor con Él; pregúntate ¿cómo en medio de tantas voces que puedes escuchar en algún lugar puedes identificar: la de tus padres, hijos, pareja, amigos, entre otras?; necesitas haber pasado mucho tiempo con estas personas para reconocerles con tan solo oír su voz. De la misma manera sucede con el Señor, pues a medida que pasamos mayor tiempo con Él, en intimidad (orando) y meditando en su palabra, el Espíritu Santo nos lleva a reconocer fácilmente la voz de nuestro Señor (Juan 14:26) y claramente es Él quien además nos impulsa a seguirle, como lo hizo Samuel.

Samuel, al crecer y madurar en la fe, ya no necesitaba que Elí o alguien más le dijera qué sonido tenía la voz de Dios, pues él por experiencia propia, dado a su intimidad con el Señor, podía reconocerle fácilmente. Lo mismo quiere el Señor con nosotros, que maduremos espiritualmente, cultivemos una mayor intimidad con Él y aprendamos a reconocer su voz, para posterior a ello obedecerle.   Oración.

«Padre, tu voz es un silbo apacible y delicado que, al escucharlo, trae paz a mi vida en medio de tanto caos. ¡Cuán hermoso y reconfortante es escucharte!   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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sábado, 4 de noviembre de 2023

¡Jesús te llama!

 

¡Jesús te llama!


“Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye.” 1 Samuel 3:10

En la rutina del día a día hubo algo que en una ocasión llamó mi atención, los bellos sonidos de unos gorriones; escuché su canto en tres ocasiones, y puedo decirte que mientras uno de ellos elevaba su precioso sonido, el otro le respondía de manera casi que inmediata. Al fijarme en esto pude entender que lo que estaban haciendo era comunicarse mutuamente para ver qué tan lejos estaban el uno del otro, ya que lo que ellos querían era reunirse en un mismo lugar. El solo hecho de escuchar ese llamado y cómo su compañero le respondía de manera inmediata, el Espíritu Santo me hizo pensar: “de la misma manera en la que ese gorrión llama a su amigo, te está llamando Jesús, pues quiere pasar tiempo contigo”. Mentiría si dijera que me paré como ese gorrión amigo, quien respondió atentamente a ese llamado; en mi caso, me paré, pero a seguir haciendo todo lo contrario; en mi corazón sentía dolor, pues el Espíritu Santo me confrontaba diciendo: “hay alguien que te está llamando y está sentado esperando a que vayas a su encuentro”. Una vez caí en la cuenta de mi error y al entrar en ese tiempo de comunión con Dios, me hizo recordar un ejemplo similar que no habla de cómo responden al llamado los gorriones, sino de cómo los creyentes deberíamos hacerlo (1 Samuel 3:1-10). Samuel, en ese entonces, era un jovencito que estaba al servicio de Elí, y al escuchar que alguien le llamaba y pensando que era su maestro, se paró rápidamente del lugar en donde estaba para salir al encuentro de quien le necesitaba. ¡Qué hermoso ejemplo! pues nos inspira a ti y a mí a seguir su modelo.

Hermanos, el mensaje de hoy es claro, una vez que escuchemos el llamado del Padre para pasar tiempo de comunión con Él, seamos como ese gorrión o, mejor aún, como Samuel, quien al instante respondió y fue a ese maravilloso encuentro diciendo: “Habla, porque tu siervo oye”, que la próxima vez estemos listos para decirle esto mismo a nuestro Maestro.   Oración.

«Señor, sé que en cada momento de intimidad que tenemos me revelas cosas maravillosas, grandes y ocultas que yo no conozco, y mi anhelo es estar siempre listo y atento para responder oportunamente a tu llamado, pues una vez escuche tu voz quiero salir corriendo a tu encuentro, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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viernes, 3 de noviembre de 2023

Tú eres la luz

 


Tú eres la luz

“El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; y a los asentados en región de sombra de muerte, luz les resplandeció”. Mateo 4:16

“En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella”. Juan 1:4-5

“Mira pues, no suceda que la luz que en ti hay, sea tinieblas”. Lucas 11:35

oy es un día en que se le hace apología al reino de las tinieblas con la celebración pagana del Halloween donde se exalta la oscuridad, las brujas y demonios, con disfraces y dulces que aparentan ser una fiesta inofensiva para nuestros niños, pero espiritualmente sabemos que no es así, porque es una invocación a espíritus.

En las costumbres de los celtas, ellos le rendían culto a los muertos y para ganar el favor de los fantasmas y malos espíritus, dejaban frutas y dulces en frente de sus casas para que no molestasen. Igualmente, los disfraces que usaban durante su ceremonia representaban los espíritus que vagaban por las calles en esa noche, eran de fantasmas, esqueletos, brujas y demonios; a esto se sumaron después las calabazas con caras talladas y alumbradas con una vela que tuvieron origen en Inglaterra con el mito de que eran para engañar al diablo, esta imagen ha sido asociada a esta fiesta, que también Estados Unidos acogió y muchos otros países celebran hoy.

Como cristianos nuestra vida es el triunfo de Jesús sobre la muerte, Él es la luz que prevalece sobre las tinieblas, pues el venció el pecado y a Satanás en la cruz y nos liberó de la muerte y el temor, por eso no debemos participar de las obras infructuosas de las tinieblas.

Jesús es la estrella de Jacob, en Números 24:17 dice: “Lo veré, mas no ahora; lo miraré, mas no de cerca; saldrá ESTRELLA de Jacob, y se levantará cetro de Israel, y herirá las sienes de Moab, y destruirá a todos los hijos de Set”; esta profecía fue escrita mil cuatrocientos cincuenta años antes del nacimiento de Jesús, no se cumplió en ninguno de los descendientes de Jacob hasta que llegó el Mesías esperado; porque Dios cumple a la perfección lo que ha prometido en el tiempo dispuesto por Él.

Aunque esta profecía fue pronunciada por Balaam, cuando el rey de los amorreos pensó que maldiciendo al pueblo de Israel podría vencerlo, Dios cambió su intento de maldición por bendición y las palabras del Señor vinieron a Balaam para dar un adelanto a su plan eterno de salvación; pues de su pueblo de Israel saldría un descendiente que tendría un cetro y un reino eterno y lo llamó la estrella de Jacob y apunta a Jesús, El Rey Salvador.

La estrella de Belén también les anunció a los sabios de oriente que el Rey de Israel, había nacido y emprendieron el viaje hasta allá, ese Rey venía a este mundo para ser la luz de los hombres.

Ahora no podemos callar este mensaje, pues Él nos ha dado su luz y no podemos ser tinieblas, Lucas 11:35; ahora tenemos que hacer el trabajo de la estrella de Belén, iluminar el camino de los que nos rodean para que conozcan al Salvador que vino a esta tierra a rescatar a la humanidad, a traer luz, a sacarnos de las tinieblas y trasladarnos a su reino eterno, Colosenses 1:13. Aferrémonos a su Palabra que es “lámpara a nuestros pies y lumbrera a nuestro camino”, para no ser engañados, Salmos 119:105.       Oración.

«Padre celestial, gracias por tu Palabra que es lámpara a mis pies y lumbrera a mi camino, por darme discernimiento a través de tu Santo Espíritu, para descubrir las obras de las tinieblas y poder combatirlas con el mensaje del evangelio de Jesús. Señor tú eres la estrella de Jacob, eres la luz de la vida, haz que tu luz siempre resplandezca en mí para que otros te vean, En Cristo Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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miércoles, 1 de noviembre de 2023

Cansado del camino

 


Cansado del camino

“Vino, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José. Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta”. Juan 4:5-6

“Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados”. Hebreos 2:18

En este pasaje Juan enfatiza la humanidad de Jesús. El Señor había caminado desde Jerusalén hasta Samaria, este viaje seguramente les había tomado dos días y medio de su tiempo a Él y a sus discípulos, considerando que era el medio día y hacía mucho calor, era lógico que Jesús y su compañía estaban cansados, tenían hambre y sed. Cuando llegaron a la bifurcación de la carretera Jesús se sentó a descansar, los discípulos se adelantaron al pueblo a comprar provisiones.

Todo lo humano y lo divino se unió ahí en ese lugar, para dar una manifestación gloriosa de majestad, gracia, misericordia y paciencia, para llevar luz a un pueblo pagano, que necesitaba esperanza. Jesús reposó y se sentó en una piedra, nada de lo que hacía se salía de su propósito eterno.

Él solo quería descansar y tomar un poco de agua, fue tan humano como nosotros siendo Dios, por eso se identifica tanto con nuestras necesidades, Él también se cansaba y necesitaba parar por un momento, como cuando tenemos que hacerlo porque trabajamos jornadas largas, cuando enfrentamos pruebas y desafíos que nos desaniman y nos hacen perder el entusiasmo, o cuando nos desalentamos porque quisiéramos tener más tiempo para hacer muchas cosas y se nos acaban las fuerzas.

Nos agobiamos cuando nuestros cuerpos y nuestras mentes están agotados por el trajín del día a día. Jesús entiende esto, sabe cuándo atravesamos dificultades y lo que tenemos que hacer para superarlas, por eso dijo en Mateo 11: 28 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”. Y no solo nos entiende porque experimentó nuestras fatigas, sino que está dispuesto ayudarnos en medio de nuestra debilidad, miremos lo que dice la Palabra de Dios en Isaías 40: 29-31 “El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”.

También se compadece de nosotros como dice hebreos 4:15 “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”.

El Señor Jesús entiende nuestras luchas porque Él las sufrió como ser humano, Él puede ayudarnos a salir victoriosos de cualquier situación, acudamos a su presencia para que nos provea de manera sobrenatural de nuevas fuerzas, descanse nuestro cuerpo y alma; y nos dé ánimo a través de sus promesas para que sigamos adelante, pidamos la llenura del Espíritu Santo, para que refresque y aliente nuestro espíritu.  Oración.

«Amado señor Jesucristo, hoy vengo ante ti, humilde y sediento de tu presencia, necesito que renueves mis fuerzas para seguir adelante y refresques mi espíritu con tu poder sobrenatural, renueva mi gozo, mi esperanza y haz que halle descanso para mi alma, en el nombre de Jesús, amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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