lunes, 26 de julio de 2021

Promesas

 

Promesas


“Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón.” Salmo 37:4

“Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.” Juan 15:7

Dios nos da de acuerdo a su voluntad, sus promesas y a nuestra fe, pero hay un problema y es que cuando lo buscamos es solo para peticiones, quejas y reclamos.

Nuestro Padre Dios es justo y fiel, pues nos enseña que debemos permanecer en Él y en su Palabra para que nos conceda todas nuestras peticiones. Si nosotros permanecemos en constante comunión con Él, cada día lo conoceremos más y así pediremos conforme a su voluntad; por el contrario, si hacemos de nuestra comunicación con Él un sacrificio, un rito o algo que hacemos solo cuando asistimos a la iglesia, se cumplirá lo que dice su Palabra en Santiago 4:3 “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.”

Nuestro Padre Dios quiere enseñarnos hoy, que estar en su Presencia, buscarlo cada día, al levantarnos y al acostarnos, debe ser para nosotros un deleite, un gozo, un descanso; son muchas las promesas que nos hace si lo reconocemos en nuestra vida, si lo ponemos en primer lugar, si nos humillamos delante de Él, si aceptamos su voluntad; su Palabra afirma “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.” Salmo 1: 1-3

Cuando nosotros ponemos todo en manos de Dios y a través de la oración le pedimos que intervenga en cada aspecto y momento de nuestra vida, y si buscamos aprender, corregirnos, edificarnos, guiarnos y afirmarnos en su ley, sin duda alguna sus promesas serán cumplidas y nuestras peticiones concedidas.   Oración.

«Poderoso Dios, tu Palabra es fiel, a través de ella nos has dado preciosas y grandísimas promesas a las cuales hacemos bien en acudir, te doy gracias porque me las has revelado, has permitido que las crea y así se han hecho realidad en mi vida. Gracias Señor, por tu misericordia que llega hasta los cielos y por tu fidelidad que alcanza hasta las nubes. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.