viernes, 15 de septiembre de 2017

JOSÉ INTERPRETA EL SUEÑO DEL FARAÓN.


JOSÉ

INTERPRETA EL SUEÑO DEL FARAÓN.



Mientras estuvo

en la cárcel José intentó en un comienzo a través del copero del rey, hablar a

faraón, pero éste se olvidó de él. No es que quería el copero hacerle mal a

José, es que no era el tiempo de Dios. El Señor quería a José dos años más

allí, administrando la cárcel, él necesitaba prepararse dos años más, Gén. 41:1

(pues luego administraría los tesoros del imperio egipcio). José no había

pecado, simplemente estaba en las manos del alfarero divino…  





JOSÉ

INTERPRETA EL SUEÑO DEL FARAÓN



“Y dijo Faraón a José: Pues que Dios te ha hecho saber todo

esto, no hay entendido ni sabio como tú. Tú estarás sobre mi casa, y por tu

palabra se gobernará todo mi pueblo; solamente en el trono seré yo mayor que tú… Era

José de edad de treinta años cuando fue presentado delante de Faraón rey de

Egipto”, Gén. 41:39-40, 46.



Los tiempos de

Dios, generalmente son diferentes a los tiempos de los hombres. Lo cierto es

que Dios hace su voluntad siempre; no es cuando queremos, no es con la ayuda de

los hombres, es en el tiempo de Dios, en el Kairos de Dios .

En su debido tiempo Dios, a través de Faraón, mandaría a sacar a José de la

cárcel.



Para éste tiempo,

José tenía 30 años. Recordemos aquí, que a los 30 años Jesús fue bautizado y

comenzó su ministerio terrenal, los levitas desde los 30 años servían en el

templo, y el rey David comenzó a reinar a los 30 años, era el tiempo apropiado

para gobernar, según la tradición rabínica, el año treinta indica: plenitud de fuerza (era la edad para iniciarse como

rabino, profeta, sacerdote), era el tiempo de Dios. El Señor todo lo hace bien,

él tiene cuidado de su pueblo, aún en el desierto envío el maná, pan del cielo. 



Dios es

Todopoderoso y Soberano para hacer las cosas a Su manera y en Su tiempo. Dios envió

un sueño a Faraón, y uso al copero en su tiempo para hablarle al faraón de la

capacidad que José tenía para interpretar sueños. Éste sueño venía con un

código del cielo que sólo el Espíritu Santo podía revelar, y José había sido entrenado por Dios en el ejercicio del

talento (“interpretar sueños”), en la administración de recursos y personas, y en

su carácter, pues le dice a faraón: “no soy yo, es de Dios la gloria”.



No te desalientes

por la decepción de aquellos en quienes confiabas, por la cisterna, por las

adversidades en la casa de Potifar, o por convivir con compañeros como el

copero, Dios sabe el cómo, el cuándo hacer las cosas, sólo sigue su camino, se

fiel a Dios, y Dios cumplirá aquello que ha dicho, usando a quienes quizá no

esperamos, y por los medios menos esperados.  



Reflexión

final: Dios es fiel, es Todopoderoso, procuremos

seguir sus pisadas, seguir el testimonio de su Espíritu, caminar en los tiempos

de Dios, avanza a pesar de los obstáculos, y él hará Su obra, lo que diseñó

para ti lo cumplirá.