martes, 23 de abril de 2019

¿QUÉ HAGO HASTA QUE JESÚS VENGA?

¿QUÉ HAGO HASTA QUE JESÚS VENGA?
“Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”, 1 Corintios 15:58
La Biblia nos enseña que como creyentes tenemos que estar ocupados en los asuntos del Señor hasta que Él regrese, y para realizar tales tareas nos ha equipado con lo necesario. Pablo nos dice: “Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes”. (Efesios 6:13) Esto implica una disciplina marcial en las filas del Señor con la seguridad de que Cristo ya obtuvo la victoria.
Ahora, ¿cómo podemos crecer en la obra del Señor? La base del crecimiento espiritual está en el nuevo nacimiento. Así como un bebé recién nacido requiere leche materna, el creyente para su crecimiento requiere del conocimiento de Dios y la aplicación disciplinada de su Palabra en su vida. Es necesario meditar en lo que Dios ha dicho y las maneras como se aplican esas verdades. Para esto, se requiere de oración, de la conversación continua con Dios, pues el crecimiento sucede en la quietud del tiempo con Dios, con la intervención del Espíritu Santo, la biblia dice: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad” (Juan 16: 13a).
En síntesis, el crecimiento espiritual es parecerse más a Jesucristo. Las Escrituras nos confrontan cómo somos espiritualmente y dan luz en las áreas que necesitamos crecer. “Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace”. (Santiago 1:23-25)
Hermano, somos llamados a estar firmes y constantes en el evangelio. Pablo dice: “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos”. (Gálatas 6:9.)     Oración.
"Señor, mi oración y aspiración es crecer hasta la estatura de la plenitud de Cristo, abundar en la obra del Señor hasta su regreso, por medio de mi comportamiento, servicio y predicación del evangelio y trabajando decididamente para Dios, sabiendo que mi labor en el Señor no es en vano, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

“Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”, 1 Corintios 15:58
La Biblia nos enseña que como creyentes tenemos que estar ocupados en los asuntos del Señor hasta que Él regrese, y para realizar tales tareas nos ha equipado con lo necesario. Pablo nos dice: “Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes”. (Efesios 6:13) Esto implica una disciplina marcial en las filas del Señor con la seguridad de que Cristo ya obtuvo la victoria.
Ahora, ¿cómo podemos crecer en la obra del Señor? La base del crecimiento espiritual está en el nuevo nacimiento. Así como un bebé recién nacido requiere leche materna, el creyente para su crecimiento requiere del conocimiento de Dios y la aplicación disciplinada de su Palabra en su vida. Es necesario meditar en lo que Dios ha dicho y las maneras como se aplican esas verdades. Para esto, se requiere de oración, de la conversación continua con Dios, pues el crecimiento sucede en la quietud del tiempo con Dios, con la intervención del Espíritu Santo, la biblia dice: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad” (Juan 16: 13a).
En síntesis, el crecimiento espiritual es parecerse más a Jesucristo. Las Escrituras nos confrontan cómo somos espiritualmente y dan luz en las áreas que necesitamos crecer. “Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace”. (Santiago 1:23-25)
Hermano, somos llamados a estar firmes y constantes en el evangelio. Pablo dice: “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos”. (Gálatas 6:9.)     Oración.
"Señor, mi oración y aspiración es crecer hasta la estatura de la plenitud de Cristo, abundar en la obra del Señor hasta su regreso, por medio de mi comportamiento, servicio y predicación del evangelio y trabajando decididamente para Dios, sabiendo que mi labor en el Señor no es en vano, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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