miércoles, 23 de noviembre de 2016

El Espíritu vrs La Carne, una Lucha Diaria

El Espíritu vrs La Carne, una Lucha Diaria



“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”

Romanos 8:1

Si hablamos de luchas diarias no podemos dejar a un lado la lucha que mantiene nuestro espíritu con nuestra carne. La verdad es que antes cuando estábamos sin Cristo vivíamos conforme a los deseos de la carne y en la corriente de este mundo. Pero desde el mismo momento que abrimos nuestro corazón para que Jesús entrara en el, fuimos liberados de la esclavitud del pecado por lo cual comenzamos a percibir las cosas que son del Espíritu.

Tampoco voy a negar que ese mismo instante comenzó lo que personalmente denomino como “Lucha mano a mano entre la carne y el espíritu”, pero más allá de esa lucha mano a mano que sostienen diariamente debe de existir en nosotros un deseo ferviente de agradar a Dios por cualquier medio, pues Él ha sido maravilloso para con nosotros.

Por esa razón quiero enfocar este tema a la lucha diaria que mantiene la carne contra nuestro espíritu, sé que no te estoy hablando en otro idioma y tu mejor que nadie has de saber muy bien a que se le llama lucha entre la carne y el espíritu, pero si aún tienes duda a continuación te lo detallo.

LA CARNE. (La carnalidad es una forma de vida en que prevalece una actitud en esencia destructiva.)

Para que podamos entender un poco mejor esta posición tratare de explicártelo: en sentido figurado llamamos carne a la concupiscencia de querer cometer pecado, definitivamente todos somos atraídos por el pecado, desde el principio de la creación el pecado se presentó al hombre como deseo de querer realizar algo que va en contra de lo que Dios ha estipulado.

Si decimos que una persona anda en la carne, nos referimos en su manera de vivir, en pocas palabras dando rienda suelta a sus deseos pecaminosos y olvidándose de agradar a Dios.

El pecado es atractivo para el ojo humano, pero detestable para Dios, es ahí en donde comienza lo que denominó “Lucha entre la carne y El Espíritu”

EL ESPÍRITU.

Todos nosotros somos seres tripartitos (1 Tesalonicenses 5:23), es decir que estas compuestos por espíritu, alma y cuerpo. El espíritu es el que se comunica con Dios, es decir que el que percibe las cosas que son de Dios y el que tiene como propósito agradarlo. En oposición a la carne, espíritu es, como reflejo de la gracia de Dios, una fuerza que da vida y la protege. Podemos contrastar la obra de la carne con el fruto del espíritu en la carta a los Gálatas.


Si decimos que una persona anda en el espíritu, nos referimos a que anda conformo a la voluntad de Dios, no satisfaciendo los deseos de la carne sino más bien los de Espíritu de Dios.