Ningún temor
es mayor que la salvación que tú das
“He aquí
Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi
canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí”. Isaías 12:2
“Entonces el
pueblo gritó, y los sacerdotes tocaron las bocinas; y aconteció que cuando el
pueblo hubo oído el sonido de la bocina, gritó con gran vocerío, y el muro se
derrumbó. El pueblo subió luego a la ciudad, cada uno derecho hacia adelante, y
la tomaron”. Josué 6:20
“Mas Josué
dijo a los dos hombres que habían reconocido la tierra: Entrad en casa de la
mujer ramera, y haced salir de allí a la mujer y a todo lo que fuere suyo, como
lo jurasteis. Y los espías entraron y sacaron a Rahab, a su padre, a su madre,
a sus hermanos y todo lo que era suyo; y también sacaron a toda su parentela, y
los pusieron fuera del campamento de Israel”. Josué 6: 22-23
Isaías dice:
“Miren, Dios ha venido a salvarme, confiaré en Él y no tendré temor”. Qué
seguridad tan grande la de Isaías, por eso el Señor es su fuerza, su canción y
el que le da la victoria. La seguridad del profeta está en el Señor y sabe que
el único que salva es Dios.
Lo vio el
pueblo de Israel cuando salió de Egipto y Dios abrió el mar Rojo ante sus ojos
para que pasaran en seco y todo el ejército del Faraón fuera destruido; lo vio
Noé cuando construyó el arca y él y su familia no perecieron ahogados. Esta
misma seguridad se apoderó de Rahab la ramera cuando protegió a los espías de
Dios para que no los mataran, y ellos le prometieron protegerla a ella y a su
familia el día que se tomara Jericó. Confió en sus palabras, Dios era su
refugio seguro y lo supo cuando toda la muralla cayó y ella junto con su
familia fue rescatada y resguardada. Lo vio Pablo cuando el barco donde iba
naufragó y confió en las palabras del ángel que le dijo que ninguno moriría y
ese día se salvaron 276 personas.
¿Es Dios
nuestra salvación? Si es así, es porque hemos entendido que la salvación tiene
que ver con la eternidad y ningún temor puede gobernarnos cuando Él camina con
nosotros. Dios es nuestra confianza. Si nuestro corazón está seguro en Él, es
porque nos ha llenado de su paz y ninguna otra paz es permanente, ni sobrepasa
nuestro entendimiento, ni está sobre todas las circunstancias.
Frente a las
adversidades de hoy ¿dónde has puesto tu confianza? Oración.
«Amado
Jesús, mi seguridad en ti es más profunda y firme cada día, tu paz es real, tu
gozo me llena, tu misericordia me alcanza, tu justicia se manifiesta y tu
salvación me sostiene, por eso Señor, todo puede caer alrededor de mí como las
murallas de Jericó y no temeré porque en ti estaré confiado, nada puede tocarme
ni destruirme porque estás a mi lado. Amén.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.