martes, 18 de mayo de 2021

Llamamiento de un Libertador. Parte 2

 


Llamamiento de un Libertador. Parte 2

“Y vino el ángel de Jehová, y se sentó debajo de la encina que está en Ofra, la cual era de Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas”. Jueces 6:11

“Viendo entonces Gedeón que era el ángel de Jehová, dijo: Ah, Señor Jehová, que he visto al ángel de Jehová cara a cara. Pero Jehová le dijo: Paz a ti; no tengas temor, no morirás. Y edificó allí Gedeón altar a Jehová, y lo llamó Jehová-salom; el cual permanece hasta hoy en Ofra de los abiezeritas”. Jueces 6:22-24

Cuando Gedeón estaba desgranando el trigo en el lagar y fue llamado por Dios, se encontraba ocupado. Lo mismo que cuando Jesús escogió a los doce discípulos, todos estaban haciendo sus labores. Siempre hemos visto que Dios no llama a gente desocupada, sino a aquellos que están dispuestos a dejarlo todo por seguirle, los que están seguros de renunciar a sus propias vidas para servirle, como dice Mateo 19:29: “Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna”.

Hermoso es saber que, aunque sintamos temor al llamado de Dios, Él nos dice como a Gedeón: “Paz a ti”. Dios se encargará de todos nuestros asuntos cuando decidimos entregar nuestras vidas por entero a Él. Gedeón fue escogido para liberar a su pueblo de los madianitas, vio cara a cara al ángel de Dios y pensó que moriría. Los Israelitas tenían muy claro lo que el Señor le había dicho a Moisés en Éxodo 33:20 “Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá”. Por eso, ese encuentro con lo sobrenatural y celestial le causó miedo. Ahora, como hijos de Dios, sabemos que está cercano, que no debemos temer, sino, entrar confiadamente a su Presencia, porque el Señor Jesús eliminó esa barrera que nos separaba por causa del pecado. Tenemos libertad para relacionarnos con el Dios viviente, Poderoso y Santo, que nos ama y al que le debemos adoración y exaltación por todo lo que ha hecho por nosotros.

Así como Gedeón, hizo un altar y lo llamó Jehová Shalom, levantemos un altar en nuestros corazones porque hemos experimentado la paz con Dios a través de Jesucristo, el “Príncipe de paz”, que vive en nuestro espíritu y nos invita cada día a descansar en Él, porque tiene el control de cada situación de nuestra vida y nos ha prometido darnos su paz siempre; por eso, no debemos temer a su llamado. Deleitemonos en su hermosa Presencia.  Oración.

«Amado Jesús, gracias por ser mi paz, por traer tranquilidad y sosiego a mi vida desde el momento que te conocí. Quiero descansar en tu Presencia y abrir mi corazón y oídos espirituales para escuchar lo que quieres de mí, estoy dispuesto a servirte sin vacilación, a renunciar a todo aquello que me impide amarte, estando seguro de que me fortalecerás y sostendrás de tu mano en cada paso que dé. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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