jueves, 10 de febrero de 2011

la inmutabilidad de Dios.13


En el día de hoy, en nuestra cultura muchos consideran la inmoralidad, la perversión y los
pensamientos torcidos, como progreso, como una bendición. Pero debemos considerarlos por lo que son -juicio divino- una pequeña muestra de lo que vendrá. (6) El Dios inmutable es el único medio por el cual los hombres pecadores pueden ser cambiados para poder entrar en las eternas bendiciones de Dios. Mientras Dios no cambia, los hombres pecadores deben cambiar para entrar el reino de Dios. Este „cambio‟ va de un hombre que es un vil pecador, que merece la eterna ira de Dios, a un pecador perdonado, que ahora está vestido en la justicia de Dios, por medio de su fe en Cristo. Es Dios quien provee los medios mediante los cuales los pecadores pueden cambiar transformándose en una nueva creación, perdonado, justificado, teniendo una esperanza no perecible. Lo que se requiere de los hombres, es que se arrepientan, dejar de pensar y actuar como lo hicieron alguna vez, reconociendo sus pecados y confiar en Jesucristo. No son las buenas obras que hacen los hombres, las que ganan el favor de Dios. Más bien, es le buena obra que Dios cumple en nuestras vidas, el resultado de Su bondad y de Su gracia. El único cambio que Dios aceptará, es el cambio que Él produce en y a través nuestro, por medio de la obra de Cristo y del Espíritu Santo. No hay mayor espanto que saber que somos pecadores y que Dios no sólo odia el pecado, sino que Él ciertamente juzgará a los pecadores. Para los pecadores no hay consuelo que pueda encontrarse en la inmutabilidad de Dios. Pero para aquellos que han confiado en la provisión de Dios para los pecadores, no hay mayor consuelo que saber que Dios nos ha elegido, nos ha llamado y nos ha prometido la salvación eterna que no cambia. Algunos de los propósitos de Dios son temporales y transitorios. El pacto mosaico, por ejemplo, fue una provisión transitoria que no alteró en modo alguno o dejó de lado, el eterno pacto de Dios con Abraham (ver Gálatas 3:17).
Debemos decir que incluso los no-dispensacionalistas creen en las dispensaciones que existen en ciertas distinciones en el programa de Dios a través del curso de la historia bíblica. El desacuerdo se origina en el hecho de tales diferencias; pero en la interpretación de estas diferencias. Como regla, los dispensacionalistas tienden a enfatizar las diferencias mientras que los teólogos del pacto, enfatizan la unidad de todo el plan que abarca todas las dispensaciones