jueves, 3 de diciembre de 2020

Como para Dios y no para los hombres

 

Como para Dios y no para los hombres


“Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo; no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios; sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres, sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor, sea siervo o sea libre.” Efesios 6:5-8

“Como para Dios y no para los hombres”, debe ser nuestra motivación en absolutamente todo lo que hagamos, ya sea en las labores de la empresa, nuestro servicio en la congregación, asistiendo a un familiar, los quehaceres del hogar, el colegio, la universidad y todas esas actividades comunes y corrientes que a diario realizamos y que muchas veces sentimos que no somos valorados, que no tiene sentido hacerlo, que solo nos critican, que no es algo digno para mí, que tal vez merezca un mejor cargo o un mejor salario.

El Señor en este pasaje nos exhorta y nos anima a hacer cada uno de estos deberes como para Él y no para los hombres, con toda humildad y respeto a nuestros jefes terrenales, de buena voluntad, es decir, siempre con una buena actitud, reflejando en nosotros ese amor, ese gozo y esa paz que Dios nos ha dado como fruto de su Santo Espíritu (Gálatas 5:22, Romanos 5:5), siendo conscientes y teniendo la plena seguridad de que del Señor recibiremos nuestra recompensa, conforme al buen servicio o al bien que hagamos.

Si consideramos que no tenemos el trato o el pago justo por nuestros servicios, recordemos que nuestro jefe superior, el Amo de todos, está en los cielos y Él sí que es verdaderamente justo y fiel.   Oración.

«Padre Dios, en este día Señor, me presento delante de ti con la libertad que Cristo me ha dado, a alabarte Señor, a darte gracias, a pedirte perdón y a encomendarte todas las actividades del día de hoy; se Tú delante de mí en todo momento. Que así sea en el nombre de Cristo Jesús. Amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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