miércoles, 15 de diciembre de 2021

Posición eterna, disposición presente

 

Posición eterna, disposición presente


“Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo”. Gálatas 4:6-7

Una de las revelaciones más impactantes que nos trajo el Señor Jesús, acerca de Dios, es la revelación de que todo el que cree en Cristo es hecho hijo de Dios (Juan 1:12-13), pasa a ser heredero de las promesas y de toda riqueza espiritual, como lo confirma la carta a los Efesios “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo” (Efesios 1:3), y esto, es una alabanza de agradecimiento por los bienes espirituales recibidos por medio de la fe en Cristo. Esto no es algo que esperemos algún día, pues observemos que dice: “nos bendijo”, algo que ya ocurrió y solamente se hace efectivo cuando nos apropiamos por fe de esta promesa.

¿Creemos que tenemos toda bendición espiritual gracias a Cristo? Claro que podemos estar seguros, y esto es así, porque somos hijos y el Espíritu de Dios nos revela nuestra verdadera posición, pero ahora es tiempo de que en nosotros haya toda disposición para empezar a disfrutar de todas las riquezas en gloria que tenemos en Cristo Jesús (Filipenses 4:19).

Nuestra posición ya está definida en la eternidad, con un sello de garantía eterno por el Espíritu que hemos recibido, pero nuestra disposición a colocar en acción nuestra nueva identidad, define nuestro presente y nuestros frutos en la vida terrenal. Entonces, ¿Estamos usando nuestra posición eterna y las abundantes riquezas de su gracia que por su bondad derramó sobre nosotros en Cristo Jesús?   Oración.

«Padre, gracias por la incomparable riqueza espiritual que me has dado en Cristo Jesús, que tu Espíritu resplandezca en mi corazón ayudándome a comprender todo lo ancho, alto, largo y profundo de tu amor y pueda poner en práctica mi posición eterna en el tiempo presente. En el nombre de Jesucristo tu Hijo Amen.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.