viernes, 25 de marzo de 2022

Enviados a predicar las buenas nuevas

 

Enviados a predicar las buenas nuevas


“¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!” Romanos 10:14-15.

Cuatro preguntas que no pueden pasar desapercibidas y que la Biblia responde, pero que nos invitan a reflexionar sobre nuestro propósito en la vida, el cual está fuertemente ligado con la gran comisión, que nos dice “y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén” (Lucas 24:47-48).

Muchos no conocen a Jesús, han escuchado tal vez de Él, pero desconocen su obra y lo más importante, lo que hace Cristo en la vida de cada persona que lo recibe como Señor y Salvador; si no han escuchado el verdadero evangelio no pueden tener fe y si no tienen fe no pueden ser salvados para tener vida eterna, como nos explica la palabra de Dios respecto a los que sí escuchan y creen: “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,” (Efesios 1:13).

Si hemos creído, estamos llamados sin duda a hablar: “Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos,” (2 Corintios 4:13).

De la misma manera, también roguemos que el Señor envíe obreros a predicar el evangelio y sirvamos a Dios en todo aquello que contribuya a que se extienda y se entienda el mensaje de arrepentimiento, perdón de pecados, fe, gracia y amor que Dios dispuso para la salvación del hombre, porque como dice la escritura “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” (2 Pedro 3:9).    Oración.

«Padre, envíame a mí, aquí estoy dispuesto a llevar el mensaje de salvación, para que todo aquel que crea en Cristo no muera en sus pecados, sino que tenga vida eterna; lléname del poder de tu santo Espíritu para que con toda diligencia y pasión pueda ser un mensajero eficaz, mostrando primeramente que Cristo mora en mí. En el nombre de Jesús, amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.