El amor, el
gozo y la paz características de Cristo
“Porque el
amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: Que si uno murió por todos, luego
todos son muertos; Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para
sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.” 2 Corintios 5:14-15
“Estas cosas
os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.”
Juan 15:11
“La paz os
dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro
corazón, ni tenga miedo.” Juan 14:27
El Espíritu
Santo continuamente nos está recordando la voz del amado: la voz de nuestro
Señor Jesucristo, quien con su amor nos hace llamados de atención, para que
corrijamos fallas que tenemos en nuestro carácter y las reemplacemos por sus
maravillosas cualidades, las cuales están a nuestro alcance por medio del fruto
del Espíritu. Cristo desea lo mejor para nosotros, como un buen esposo desea lo
mejor para su esposa, por eso quiere que en nuestras vidas se manifieste su
carácter, llevándonos a reflejar su amor, su gozo y su paz.
Precisamente
como dice 2 Corintios 5:14-15, el amor de Cristo nos debe impulsar para dejar
de vivir para nosotros mismos, de manera egoísta, con esas fallas de carácter,
que dañan relaciones e impiden que disfrutemos de la nueva vida que el Señor
nos ha dado, y debemos empezar a vivir para aquel que murió y resucitó: Jesús,
mostrando su amor en todo lo que digamos y en todo lo que hagamos. A medida que
nos dejemos moldear por el Espíritu Santo, y comencemos a vivir en amor,
podremos empezar también a experimentar el gozo del Señor, que como dice Juan
15:11 se nos ha dado a los creyentes y que como declara Nehemías 8:10b es un
gozo que trae fortaleza en nuestro diario vivir.
Por lo
tanto, si corregimos las fallas de carácter con la ayuda del Espíritu de Dios,
y por medio de su comunión aprendemos a dejar vivir a Cristo a través nuestro;
y manifestando su amor en todo, podremos, además de experimentar profunda
alegría, es decir ese gozo que trae Cristo, experimentar también esa paz que
solo da Jesús, una tranquilidad que el mundo no puede dar; para que de esta
manera otros se acerquen a Dios y crean en Jesús, al ver a Cristo y su carácter
en nuestro diario vivir, pues ¿quién no desea amor, gozo y paz? Oración.
«Espíritu Santo, gracias por recordarme siempre las palabras de amor de mi Señor y Salvador Jesucristo, gracias porque me llevas a entender que con Cristo lo tengo todo, pues me ha dado de su amor, de su gozo y de su paz. Amen.