jueves, 30 de diciembre de 2010

MANTENER UNA VIDA DE ORACIÓN


MANTENER UNA VIDA DE ORACIÓN
Tengo que mantener una vida de oración a fin de superar la sequedad espiritual. ¿Por qué es que ninguno de nosotros oramos como debemos? Sabemos que todas nuestras cargas pueden ser levantadas cuando estamos a solas con él. La voz del Espíritu Santo que nos mantiene llamando a la oración, "¡Ven!"
Ven al agua que satisface la sed del alma. Ven al Padre, que se compadece de sus hijos. Ven al Señor de la vida, que promete perdonar todos los pecados cometidos. Vamos a Aquel que se niega a condenar ni te desamparará u ocultar de usted.
Podemos tratar de esconderse de Dios a causa de la culpabilidad y la condena, pero nunca se esconde de nosotros. , Confiadamente al trono de la gracia, incluso cuando han pecado y fallado. Inmediatamente perdona a los que se arrepienten con tristeza según Dios. Usted no tiene que pasar horas y días en el remordimiento y la culpa o ganar su camino de regreso a su gracia. Ir al Padre, doble las rodillas, abrir tu corazón, y clama su angustia y dolor. Dile a él acerca de su soledad, sentimientos de aislamiento, los miedos y fracasos.
Intentamos todo, excepto la oración. Leemos libros, buscando fórmulas y directrices. Vamos a los amigos, los ministros y consejeros, buscando por todas partes de una palabra de consuelo o consejo. Buscamos mediadores y olvidar el único mediador que tiene la respuesta a todo.
Nada disipa la sequedad y el vacío más rápidamente que una hora o dos a solas con Dios. Nada puede ocupar el lugar de orar al Padre en ese lugar secreto aislada. Esa es la solución para cada período de sequía.
"Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra seca: yo derramaré mi espíritu sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos" (Isaías 44:3).