domingo, 16 de enero de 2022

Sabiduría de Dios

 


Sabiduría de Dios

“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y apártate del mal; porque será medicina a tu cuerpo, y refrigerio para tus huesos”. Proverbios 3:5-8

Por la sabiduría del mundo han sucedido masacres, guerras y muertes injustas e inhumanas pensando que estaban bien o era lo más sabio que se debía hacer. Del mismo modo, las personas por confiar en su propia sabiduría han invertido su tiempo y sus ahorros en negocios o bienes materiales que al poco tiempo han fracasado o destruido. Por esto, el hombre por confiar en la sabiduría y el consejo de otro hombre ha terminado arruinando su vida o su familia, o eligiendo parejas que terminan amargándoles toda la vida, abandonando el hogar o hasta asesinándolas.

La Palabra de Dios dice que la manera de empezar a obtener sana sabiduría es teniendo temor de Dios, en el Salmo 111 versículo 10 se nos dice que, buen entendimiento tiene los que practican los mandamientos del Señor, pues el principio de la sabiduría es el temor de Dios. También nos dice Proverbios 2:1-6, que se trata de conocer y practicar su Palabra; buscar el conocimiento y la sabiduría de Dios como si fuera un tesoro o plata, porque es aún más valioso para nuestra vida que las mismas riquezas materiales. Dios nos promete que si así hacemos Él va a cuidar de nosotros, va a dirigir nuestro camino, entenderemos lo que es correcto y bueno, estaremos en la capacidad de decidir sabiamente cualquier asunto de nuestra vida puesto que la discreción nos guardará y la inteligencia nos preservará (Proverbios 2:7-12).

Así que, la invitación para hoy es a que dejemos de confiar en nuestra propia sabiduría o en la que viene del mundo y mejor escudriñemos la que viene de Dios, aquella que encontramos en su Palabra, que años de vida y paz nos aumentará y que como dice el pasaje Bíblico de hoy, la que será medicina para nuestro cuerpo y refrigerio para nuestros huesos.  Oración.

«Padre Celestial cuánto amo yo tu Palabra, gracias a ella me has hecho más sabio que mis enemigos, he contenido mis pies de todo mal camino y he aborrecido todo camino de mentira, gracias Señor por la inteligencia y la sabiduría que me has permitido adquirir por tus mandamientos; te alabo y te bendigo en este día porque maravillosas son tus obras y muy profundos tus pensamientos, en Cristo Jesús, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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