jueves, 1 de septiembre de 2016

1 Juan 2:12-14

1 Juan 2:12-14


Les escribo a ustedes, queridos hijo, porque sus pecados han sido perdonados por el nombre de Cristo.  Les escribo a ustedes, padres, porque han conocido al que es desde el principio.  Les escribo a ustedes, jóvenes, porque han vencido al maligno.  Les he escrito a ustedes, queridos hijos, porque han conocido al Padre.  Les he escrito a ustedes, padres, porque han conocido al que es desde el principio.  Les he escrito a ustedes, jóvenes, porque son fuertes, y la palabra de Dios permanece en ustedes, y han vencido al maligno.



¿Cómo podemos saber si Juan se está dirigiendo a hijos que son niños de edad física o niños de edad espiritual?  La gente a veces piensa que debe haber algo místico para poder entender la biblia.  No lo hay.  Simplemente hay que poner atención y estudiar detalladamente lo que dice.  En el caso de la pregunta del inicio, la respuesta es sencilla y la podemos contestar con otra pregunta.  ¿Tiene sentido que se dirija a niños de edad?  ¡Por supuesto que no!  Además, nos dice que a estos hijos, sus pecados han sido perdonados.  Esto quiere decir que hay una decisión voluntaria.  Es poco probable (no imposible) que un niño de edad haga este tipo de decisión.  Así concluimos que se está refiriendo a personas que tienen poco tiempo de haber conocido al Señor.  Son hijos.  Son pequeños.  Necesitan de cuidado y atención.  Sobre todo, necesitan protección.  No sé cuánto tiempo tienes de llevar una vida comprometida para Él, pero debes estar consciente del cuidado que debemos tener de aquellos que son niños o hijos en edad espiritual.  Ellos están desprotegidos.  Necesitan de tú apoyo y paciencia.  Necesitan de tu consejo y amor.  Como dice Pedro: ellos deben desear como recién nacidos la leche espiritual.  Juan también se dirige a otros dos grupos de personas dependiendo su edad espiritual.  Los jóvenes y los padres.  Los jóvenes que han vencido al maligno son personas que han madurado espiritualmente y han podido atravesar pruebas.  Principalmente, han podido dar el gran paso de fe obedeciendo al Señor y rechazando al maligno que es Satanás.  Ya no son niños.  Ya no necesitan que alguien vaya atrás de ellos sino que pueden caminar solos.  Por último tenemos a los padres que han conocido a Dios desde el principio.  Éstos son los que más tiempo tienen de estar comprometidos con el Señor.  Han dejado de ser adolescentes porque no solo atravesaron pruebas personales sino que han traído a personas a los pies de Cristo y son sus padres espirituales.  Por esta razón Juan y muchos otros discípulos se dirigen a nosotros como hijos o hijitos míos.  Porque conocimos al Señor a través de ellos.
Estas son las tres etapas que cada uno de nosotros atravesará durante su vida espiritual.  Me parece importante entender cada una y poner atención a sus responsabilidades.  Seamos una iglesia que se preocupa por su hermano.  Cuidemos de los pequeños que tanta ayuda necesitan.  Animemos a los jóvenes a que no se separen del camino del Señor.  Respetemos, agradezcamos y oremos por los padres pues velan por todos nosotros.  Oremos como una sola iglesia que somos en Cristo los unos por los otros y permanezcamos en Él.

Oración

Padre: te doy gracias por permitirme tener comunión contigo.  Te pido fortalezcas mi fe y me guíes a través de mis pruebas.  No permitas que me separe de ti.  No permitas que la duda me haga ir en sentido contrario de tu voluntad.  Te pido me perdones mis faltas y me ayudes a vivir conforme a tu palabra.  En Cristo Jesús.  Amén

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