martes, 17 de diciembre de 2024

Junto a ti

 


Junto a ti

“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” Apocalipsis 3:20

¿Cuántas veces al día y a la semana, el Señor toca a nuestra puerta y no le abrimos?

Son muchas las maneras en la que el Señor lo hace, pero por nuestra falta de sensibilidad y nuestra carnalidad, no logramos percibir su voz y atender a su llamado. Un servicio en tu congregación local, un devocional llegando a tu celular, un dolor o enfermedad, una angustia o necesidad, una bendición o alegría, un nuevo día. Todos estos son medios o motivos que el Señor dispone en nuestra vida para que vayamos a Él; estos son los toques que el Señor hace a la puerta de nuestro corazón para que escuchemos y abramos la puerta.

Más que un servicio o invitación a tu iglesia, lo que el Señor te está dando es una oportunidad para estar en un tiempo de intimidad con Él; ahora bien, más que este devocional llegando a tu celular es una herramienta que el Señor te está proveyendo para que profundices en su conocimiento, aumentes tu fe y así lo puedas ver; más que un dolor o enfermedad, lo que el Señor está poniendo delante de ti, es un medio para que percibas y experimentes su gloria tocándote, restaurándote y sanándote; más que una tribulación, angustia o necesidad, lo que a tu vida está llegando es un motivo para que corras a los brazos de tu Padre Celestial y permitas que su Paz que sobrepasa todo entendimiento guarde tu corazón y tu pensamiento; más que una bendición o alegría, lo que Dios te está manifestando es su fidelidad, su amor y su gracia, para que así con toda plenitud y seguridad le glorifiques en medio de tu comunidad; finalmente, más que un nuevo día, lo que el Señor está haciendo es renovando su misericordia para ti, diciendo al oído, hoy es una nueva oportunidad para empezar y de mi mano caminar.

Que bello y misericordioso es nuestro Padre Dios, a Él toda la gloria, la honra y la alabanza, porque siendo tan grande y majestuoso, se fija en cada uno de nosotros, queriendo estar y permanecer, anhelando darnos vida plena y eterna, pues recordemos su Palabra que dice “Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre” Salmos 16:11. Así que, no te niegues al llamado de tu Dios, no te pierdas la oportunidad de con Él estar.  Oración.

«Señor, cuan grande honor me haces al llamarme junto a ti, son muchas las maneras en la que lo haces; gracias por persistir conmigo y no rendirte; gracias por amarme de tal manera que siempre estás y nunca te vas, te bendigo y te doy gracias, oh Dios, amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario