miércoles, 11 de mayo de 2022

Si es la voluntad de Dios, nada lo puede cambiar

 Si es la voluntad de Dios, nada lo puede cambiar

“E hizo pasar Isaí siete hijos suyos delante de Samuel; pero Samuel dijo a Isaí: Jehová no ha elegido a éstos. Entonces dijo Samuel a Isaí: ¿Son éstos todos tus hijos? Y él respondió: Queda aún el menor, que apacienta las ovejas. Y dijo Samuel a Isaí: Envía por él, porque no nos sentaremos a la mesa hasta que él venga aquí. Envió, pues, por él, y le hizo entrar; y era rubio, hermoso de ojos, y de buen parecer. Entonces Jehová dijo: Levántate y úngelo, porque éste es” 1 Samuel 16:10-12.

¿Cómo saber qué dirección es la que Dios quiere que nosotros tomemos? Cuando es la voluntad de Dios que algo suceda en nuestra vida, nada lo puede cambiar; por eso, siempre debemos buscar su dirección. Él moverá el cielo y la tierra, pero su voluntad se cumplirá totalmente en nosotros. Efesios 2:10 dice “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”. Al ser escogidos, nos prepara y equipa para hacer lo que ya ha establecido.

Los propósitos de Dios para nosotros deben traer contentamiento; aunque probablemente enfrentemos tiempos de adversidad, podemos estar seguros que en esos tiempos Él hará que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo amamos y hemos sido llamados según su propósito (Romanos 8:28).

Estemos seguros que en los tiempos de espera Dios nos está preparando, guiando y enseñando para la obra que quiere que hagamos, como lo hizo con David, quien fue ungido rey pero se hizo en secreto; no fue coronado sino hasta mucho tiempo después, pero Dios estaba preparando a David para sus responsabilidades futuras. Lo ungió, sin embargo, tuvo que pasar por desiertos y necesidades para formar su carácter como rey.

Parecía que David era el menos dotado de todos los hijos de Isaí, pero el Espíritu del Señor descendió sobre él desde ese día en adelante y lo llenó de gran sabiduría, valor y con todas las capacidades de un príncipe. Esto le confirmaba que su elección era de Dios. La mejor evidencia de ser predestinados al reino de la gloria es haber sido sellados con el Espíritu de la promesa y experimentar su obra de gracia en nuestro corazón.

Aquí se nos enseña que solo Dios mira el corazón, por eso, como el profeta Samuel, debemos estar dispuestos a hacer la voluntad de Dios y así el Señor nos mostrará sus planes. David, que estaba apacentando ovejas, nunca se imaginó que sería el pastor de Israel y que el gran Hijo de David, el Señor Jesucristo, sería el cumplimiento de ese cuidado pastoral por todos los siglos.

El Señor juzga por la fe y el carácter, no por las apariencias. Y debido a que solo Dios puede ver el interior, solo Él puede juzgar a las personas con precisión; por eso, debemos desarrollar nuestro carácter interior. Mientras todo el mundo puede ver nuestra cara, solo Dios sabe cómo somos por dentro. ¿Qué pasos estamos tomando para mejorar la actitud de nuestro corazón?  Oración.

«Amado Señor, tú que examinas los pensamientos y el corazón, que conoces lo profundo de mi ser, que un día me escogiste y me ungiste con la presencia de tu Espíritu Santo, permite que mi corazón sea conforme al tuyo, que pueda cumplir tu voluntad y llevar a cabo tu propósito en esta tierra. Gracias porque me estas preparando cada día, guiándome y enseñándome para formar en mí el carácter de Cristo y así poder hacer la obra que me has encomendado. En el nombre de Jesús, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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martes, 10 de mayo de 2022

Proclamando fielmente su Palabra

 


Proclamando fielmente su Palabra

“La palabra de Jehová vino a mí, diciendo: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Veo una vara de almendro. Y me dijo Jehová: Bien has visto; porque yo apresuro mi palabra para ponerla por obra”. Jeremías 1:11-12

“Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro. Apocalipsis 22:18-19

En el pensamiento hebreo, entre todos los árboles, se consideraba el almendro como el árbol vigía, era conocido como el observador o despertador ya que era el primer árbol que aparecía después del largo invierno con las flores de la primavera. Dios le da la visión a Jeremías de “una vara de almendro” para que entienda que, así como ese árbol, él tenía que ser el vigía, el reloj despertador de la nación de Judá que había caído en un letargo espiritual y debía anunciarles un duro mensaje de juicio.

Se habían alejado de Dios y el juicio venía sobre ellos por haber violado el pacto y por caer en idolatría como dice Jeremías 1:16: “Y a causa de toda su maldad, proferiré mis juicios contra los que me dejaron, e incensaron a dioses extraños, y la obra de sus manos adoraron”. Dios le estaba diciendo a Jeremías que la palabra que le iba a dar los sacudiría de su deplorable condición espiritual, por eso dice: “porque yo apresuro mi palabra para ponerla por obra”; lastimosamente el pueblo no quería que se le les despertara y rechazaron el mensaje de Jeremías.

La palabra “apresuro” en el hebreo es “shacad” que significa “estar alerta”, “estar de vigilia”. El que vela diligentemente, valora toda enseñanza y se mantiene fiel en toda sencillez de su mensaje, porque ni una j ni una tilde dejarán de cumplirse, y porque nadie puede añadir, ni quitar a lo que Dios ya ha dicho. Una persona de fe siempre se apoya en la Palabra de Dios, y sabe que el Señor honra su Palabra por encima de todo, Él se ha comprometido a cumplirla, por eso, confía en sus promesas y toma en cuenta seriamente sus advertencias.

Como hijos de Dios debemos proclamar fielmente la Palabra de Dios como lo hizo Jeremías, sin concesiones con los que se oponen a su mensaje, sin distorsionar la verdad para agradar a otros, sin alterar su esencia para contentar a los hombres. Debemos estar plenamente convencidos que Dios protege a aquellos que anuncian su verdad con fidelidad. Por eso dijo en Jeremías 1:8 “No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová”   Oración inicial

«Padre amado, gracias por escogerme aun cuando pensaba que no lo merecía. Me envías a proclamar tu Palabra con poder, a ceñirme de tu verdad y levantarme sin temor para hablar tu mensaje de salvación a todas las personas que me rodean, que están dormidos espiritualmente por causa del pecado. Haz que yo pueda transmitir con fidelidad tus promesas y advertencias porque viene juicio sobre esta tierra y muchos necesitan ser alcanzados con tu gracia. En Cristo Jesús. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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lunes, 9 de mayo de 2022

Él da mayor gracia a los humildes

 


Él da mayor gracia a los humildes

“Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, más al altivo mira de lejos. Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás; contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, y me salvará tu diestra. Jehová cumplirá su propósito en mí; tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; no desampares la obra de tus manos”. Salmos 138:6-8

Dios está en el lugar más alto, por encima de todo; sin embargo, habita y está cerca de los humildes, para reavivar su espíritu y vivificar sus corazones, como dice Isaías 57:15 «Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, pero habito también con el quebrantado y humilde de espíritu, para reavivar el espíritu de los humildes y para vivificar el corazón de los quebrantados».

Se inclina a atender a los quebrantados de corazón, a los que reconocen su necesidad de Él. La humildad es una virtud que hace que su gracia se derrame de manera abundante sobre nosotros, dice: “Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes” Santiago 4:6.

Con los orgullosos no se muestra condescendiente, sino que los mira de lejos y los resiste. La soberbia es el pecado que nos separa de Dios cuando seducidos por el enemigo queremos actuar a nuestra manera, cuando permitimos que nuestra mente se envanezca, nuestros ojos se enaltezcan y creamos que estamos bien sin Dios.

A veces se malinterpreta el concepto de humildad y se asocia con silencio, sumisión y pensamientos de insuficiencia. Hay varias cosas que debemos saber para entender bien que es humildad:

1 Pedro 5: 5a “Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad”; nos enseña que debemos someternos unos a otros revistiéndonos de humildad. Esto implica aprender a recibir amonestación o consejo y entender que nuestras opiniones no siempre son mejores que la de los demás. Es aprender a conocer nuestros límites y ver la gracia de Dios en la vida de otros.

Nuestro enfoque debe ser humillarnos bajo la voluntad de Dios, entendiendo esto guardaremos sus mandamientos y no satisfaremos las expectativas humanas. La humildad no significa que debemos ser personas pasivas, Dios requiere del celo y la acción en nuestras vidas, con un espíritu afable y apacible en nuestro interior; y con el anhelo de hacer lo que agrada a Él.

No debemos jactarnos de nuestras habilidades y capacidades, sino reconocer siempre que nuestra competencia proviene de Dios, si usamos nuestros dones es para la gloria y propósito de Dios.

Cuando somos humildes el Señor cumple su propósito en nosotros y mira a aquellos que tiemblan a su palabra y la obedecen. Por ello, Jesús es nuestro máximo ejemplo de humildad, se despojó a sí mismo para cumplir el propósito divino en esta tierra, tengamos su mismo sentir y glorifiquémoslo con una vida en humildad y obediencia.  Oración.

«Amado Jesús, eres el máximo ejemplo de humildad, siendo Dios, te despojaste a ti mismo, tomaste forma de siervo, te humillaste para hacer la voluntad del Padre, te ofreciste voluntariamente en cada situación a fin de que el propósito de Dios se cumpliera a través de tu vida. Enséñame a ser humilde, obediente a tu Palabra para que hagas tu voluntad en mi vida. En Cristo Jesús. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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domingo, 8 de mayo de 2022

Confianza y perseverancia

 


Confianza y perseverancia

“No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará. Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma. Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma” hebreos 10:35-39

Este es un llamado a perseverar, a no abandonar la fe en tiempos difíciles, sino demostrar a través de la paciencia que nuestra fe es genuina. Necesitamos entereza para seguir haciendo la voluntad de Dios en medio de las adversidades, confiando nuestra vida presente y futura en manos de Dios, y recordando que Él ha sido fiel con nosotros en el pasado y lo seguirá siendo siempre.

Cuando dice “no perdáis vuestra confianza”, es no echarla fuera de nosotros por dura que sea la situación, porque tenemos una esperanza segura que es el regreso de Cristo, ya que se nos dice “aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará”. Esa confianza tiene un grande galardón, que es la vida eterna y la dicha de perseverar, mostrando la misma solicitud hasta el final con la obra de fe y amor en su Nombre, como dice hebreos 6:10-12 “Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún. Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza”.

Esta exhortación a la perseverancia y paciencia nos debe llevar a la esperanza, porque el Señor no quiere que ninguno retroceda, sino que vivamos estos tiempos con fe, colocando nuestra mirada en su regreso. No seamos de los que nos dejamos llevar a la deriva hacia atrás, porque podemos naufragar; sino de los que tenemos una fe que nos capacita para mantener el control de nosotros mismos, hasta que Él vuelva.

Cristo volverá pronto y culminará su plan salvador. Seamos de los que tenemos fe para preservación del alma (hebreos 10:39); por eso, sostengámonos como viendo al Invisible, como lo hizo Moisés quien creyó en la promesa, “Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible” (hebreos 11:27).

El que es justo ante los ojos de Dios, vivirá por la fe en Jesucristo, quien lo dio todo para asegurarnos una eternidad junto a Él, donde seremos recompensados ricamente.  Oración.

«Señor, gracias por alentarme con tu palabra, recordándome que siempre has sido fiel en medio de mis pruebas y compasivo con los que me rodean. Hazme crecer en confianza y perseverancia, haciendo con fidelidad la obra que me has encomendado. Dame la paciencia que me capacita para continuar en pie, bajo las circunstancias difíciles que estoy viviendo, por mi fe en ti y en la promesa de que pronto volverás. En Cristo Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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sábado, 7 de mayo de 2022

El evangelio es poder de Dios para salvación

 

El evangelio es poder de Dios para salvación


“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío, primeramente, y también al griego”. Romanos 1:16

“¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!” Romanos 10:14-15

Para el apóstol Pablo la evangelización era su pasión y estaba dispuesto a darlo todo por ella. Pablo empieza su carta a los romanos, diciendo que está orgulloso del Evangelio, es sorprendente el trasfondo de esta afirmación puesto que lo habían metido en la cárcel en Filipos, lo habían obligado a huir a Tesalónica, le habían sacado de contrabando en Berea, se habían burlado de él en Atenas y en Corinto su mensaje les había parecido una estupidez a los griegos y un escándalo a los judíos; sin embargo, él proclamaba que no se avergonzaba del evangelio porque era poder de Dios para salvación y salió victorioso cualquiera que fuera su situación.

En su vida había gratitud y convicción de que el evangelio era el poder de Dios que salva y transforma vidas. Quizás a nosotros como creyentes nos falta experimentar estas dos cosas, para que podamos llevar el mensaje de Cristo con valentía y pasión como lo hizo Pablo.

¿Cuál es nuestra concepción del evangelio de salvación? De pronto nunca hemos profundizado en ello, por eso quizás nunca compartimos su mensaje. ¿Es para nosotros “dunamis” que en el original griego significa fuerza, poder milagroso, potencia, potestad, dinamita entre otras; capaz de remover al ser humano y transformar por completo su naturaleza? ¿Es poder que rescata a esta humanidad de su perdición, de su pecado, de su enfermedad, de la muerte eterna, de la ira de Dios, de su desesperanza y separación del Creador? ¿O simplemente es un mensaje más de todos los que hay en este mundo?

 

El evangelio sólo puede transformar a aquellos que lo oyen, lo reciben y creen en él. Para ello, necesitamos la fe que es aceptación total y confianza absoluta en Jesucristo. La fe empieza por receptividad, cuando estamos dispuestos a escuchar, luego por asentimiento de la mente cuando estamos de acuerdo que es verdad, pero el paso decisivo es cuando se pasa a la entrega total, cuando nos rendimos incondicionalmente a él.

Pablo dice en Romanos 1:17 “Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá”. Ser justificados es entrar en una nueva relación con Dios, una relación de amor, de confianza y de amistad, en lugar del distanciamiento de la enemistad y el miedo. Ya no nos dirigimos a un Dios que irradia justo y terrible castigo, sino perdón y amor redentor.

El que está en la correcta relación con Dios, no por sus propias obras, sino por su absoluta fe en lo que el amor de Dios ha hecho a través de Jesucristo, puede experimentar vida nueva y eternidad.

Nosotros hemos sido enviados para proclamar su evangelio en esta tierra, tenemos el poder de Dios para salvación de muchas vidas, pero contestémonos estas preguntas que hace el apóstol Pablo: “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?” Las personas no pueden creer si no oyen el mensaje del evangelio, sino estamos dispuestos a predicarlo. Si queremos rescatar al mundo de la condenación eterna, comencemos por compartir con gratitud lo que el Señor ha hecho en nosotros.   Oración.

«Señor Jesucristo, gracias por tu obra salvadora en mi vida, ayúdame a recordar que soy tu voz en esta tierra, que he sido enviado a proclamar las buenas noticias, moriste en una cruz para que pudiera tener una relación correcta con mi Padre celestial, perdón de pecados y vida eterna, Permite que mi vida derrame de la gracia que me has dado. En el Nombre de Jesús. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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viernes, 6 de mayo de 2022

Un ciego no puede guiar a otro ciego

 

Un ciego no puede guiar a otro ciego


“Y les decía una parábola: ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo? El discípulo no es superior a su maestro; más todo el que fuere perfeccionado, será como su maestro”. Lucas 6:39-40

“¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo puedes decir a tu hermano: hermano, ¿déjame sacar la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga que está en el ojo tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano”. Lucas 6:41-42

“No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto. Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas”. Lucas 6:43-44

Estas enseñanzas de Jesús tienen mucho que ver con nosotros, no podemos guiar a otros si primero no ponemos atención a lo que está pasando en nuestra propia vida. No podemos dar de lo que no tenemos, no podemos enseñar lo que no sabemos y no podemos ayudar a otros si no somos libres primero de nuestras propias ataduras.

Si estamos ciegos ante nosotros mismos no podemos ver con claridad, ni mucho menos servir a los demás. Necesitamos la luz de Cristo en nosotros para poder andar sin tropiezo, tenemos que recibir primero la sanidad divina. Como en Marcos 10:51 “Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista”.

Es tiempo de dejar que la palabra de Dios sea implantada en nuestro corazón de tal modo que seamos fructíferos y se manifieste en todo lo que pensamos, hacemos y hablamos, porque el árbol se conoce por sus frutos. Dice la biblia “de la abundancia del corazón habla la boca”, entonces: ¿Qué tenemos en nuestro corazón? Que lo que habla nuestra boca concuerde con lo que abunda en nuestro corazón.

El Señor hoy nos invita a que todo lo que pensemos, hablemos o hagamos sea conforme a su palabra. Es difícil guiar a otros más allá de donde hemos llegado cada uno de nosotros. Primero debemos ser ejemplo en todo, para que otros puedan seguirnos.

No podemos juzgar y criticar a los demás si primero no examinamos nuestro propio corazón. Aquí con esta parábola Jesús nos enseña cómo un hombre con una viga en su ojo trata de sacarle una pajita al ojo de su vecino. No tenemos derecho a criticar a otros a menos que no tengamos ninguna falta y eso es casi imposible, porque todos somos pecadores y fallamos de una u otra forma.

Un maestro decía: «No puedo oír lo que me dices porque estoy escuchando lo que haces”. Las palabras bonitas no pueden tomar el lugar de las buenas obras. Es con nuestro testimonio que impactamos la vida de los demás. Hoy que hay tantas ideologías y sectas extrañas no podremos vencerlas con confrontaciones, palabrería e ira, sino demostrando la superioridad del evangelio a través de la transformación de nuestra vida, como el único poder que nos ha hecho mejores personas.

¿Qué nos está susurrado el Espíritu Santo hoy? Nadie puede hablar de Dios con verdad a menos que se deje guiar por el Espíritu Santo, porque Él es el que nos revela los verdaderos pensamientos e intenciones de nuestro corazón. Pidamos que nos conceda entendimiento para hablar y hacer todo lo que traiga el amor y la paz de Dios en los corazones de los que nos rodean.  Oración.

«Señor Jesucristo, dame visión espiritual, para entender primero el estado de mi vida, tú conoces mis pensamientos e intenciones con las que me dirijo a los demás, examíname para que sea consciente de mis propias faltas y no juzgue o critique a los otros sin primero corregir mis propios errores. Lléname de tu palabra y de tu presencia para que todo lo que piense, hable y haga provenga de ti. Dios, hoy me invitas a abordar mis relaciones con amor, bondad y sabiduría, siendo testimonio y ejemplo de transformación por medio de tu evangelio y de la gracia de tu Santo Espíritu. En el Nombre de Jesús. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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jueves, 5 de mayo de 2022

Un nuevo comienzo en Jesucristo

 


Un nuevo comienzo en Jesucristo

“Esperó aún otros siete días, y volvió a enviar la paloma fuera del arca. Y la paloma volvió a él a la hora de la tarde; y he aquí que traía una hoja de olivo en el pico; y entendió Noé que las aguas se habían retirado de sobre la tierra. Y esperó aún otros siete días, y envió la paloma, la cual no volvió ya más a él. Y sucedió que en el año seiscientos uno de Noé, en el mes primero, el día primero del mes, las aguas se secaron sobre la tierra; y quitó Noé la cubierta del arca, y miró, y he aquí que la faz de la tierra estaba seca. Y en el mes segundo, a los veintisiete días del mes, se secó la tierra. Entonces habló Dios a Noé, diciendo: Sal del arca tú, y tu mujer, y tus hijos, y las mujeres de tus hijos contigo. Todos los animales que están contigo de toda carne, de aves y de bestias y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra, sacarás contigo; y vayan por la tierra, y fructifiquen y multiplíquense sobre la tierra”. Génesis 8:10-17

¿Alguna vez nos ha tocado empezar de cero en alguna situación de nuestra vida?

Aunque no lo creamos estamos aquí en esta tierra porque Dios ha sido fiel. En este relato del Génesis se muestra la fidelidad de Dios con el hombre y la naturaleza dándole una nueva oportunidad, un nuevo comienzo.

La creación se había pervertido y desviado del propósito original, a tal punto que Dios se arrepintió de haber hecho al hombre como nos dice Génesis 6:6 “Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón”. Pero su infinito amor y misericordia sobrepasaron el deseo de extinguir a la raza humana, cuando halló a un justo y su familia, lo que lo hizo desistir de raer toda su creación de la faz de la tierra. Se dice que este hombre halló gracia ante sus ojos. Génesis 6:8

Noé tuvo una fe ciega, a tal punto que construyó el arca en obediencia y no temió cuando el arca flotó mientras las aguas prevalecían sobre la tierra por 150 días (Génesis 7:24), simplemente confió su vida y su familia en las manos de Dios, aguardó pacientemente hasta que las aguas disminuyeran y entendió a través de la paloma que envió y no regresó, que ya la tierra estaba seca. Dios le dio a Noé un nuevo mundo, un nuevo legado, una nueva historia, un nuevo comienzo. Dios Padre hizo un pacto con Noé de que jamás volvería a destruir la tierra y como señal dejó el arco iris, para que constantemente recordáramos su fidelidad, porque sus promesas nunca fallan.

Le permitió al hombre continuar su vida en la tierra y a la naturaleza nuevamente desarrollar su potencial. Pero a pesar del diluvio, el ser humano no aprendió la lección y el mundo nuevamente se encuentra contaminado por el pecado. Dios, por su gran fidelidad hizo un nuevo y definitivo pacto de amor, envió a su Hijo amado a morir para satisfacer la demanda de justicia por causa de nuestros pecados. Una vez más Dios está dando una nueva oportunidad para que vivamos y tengamos esperanza.

Todos los que hemos creído y aceptado a Jesús en nuestra vida, hemos nacido de nuevo, somos criaturas nuevas, se nos dio otra oportunidad para vivir conforme a la voluntad de Dios y ser libres de la muerte, porque nos ha dado vida eterna por medio de Jesucristo.

Dios nos está dando un nuevo comienzo en Jesucristo. 2 corintios 5:17 “De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. ¿Estamos dispuestos a caminar en fe? ¿A confiar que Él nos guiará y a obedecer lo que Él nos diga?     Oración.

«Padre amado, gracias por tu fidelidad, tu inagotable amor y misericordia que me han dado nuevamente la oportunidad de vivir en esta tierra. Por aceptar lo que Jesús hizo por mí, ahora tengo vida eterna y una esperanza futura. Quiero rendir mi ser y pedirte que me ayudes a caminar en fidelidad. Eres un Dios bueno y misericordioso, por eso anhelo llevar tu mensaje de esperanza a los que me rodean, para que tengan la oportunidad de comenzar de nuevo. En el Nombre de Jesús. Amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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