miércoles, 28 de julio de 2010

Nada de venganza

Nada de venganza

No paguéis a nadie mal por mal.

Romanos 12:17

Algunos creen que la ley del Antiguo Testamento de "ojo por ojo, diente por diente" (Éx. 21:24) permite la venganza personal. Pero no se refiere a eso. En realidad quería decir que la severidad del castigo jurídico no debe exceder a la severidad de un delito. En otras palabras, si alguien le saca un ojo a otra persona, no se le puede castigar más allá de la pérdida de su propio ojo.

La autoridad para vengar injusticias civiles y criminales corresponde por mandato divino solamente a los gobiernos. Dios prohíbe que exijamos venganza personal. El apóstol Pedro resumió el principio de esta manera: "Finalmente, sed todos de un mismo sentir... no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición" (1 P. 3:8-9). Relaciones apacibles

Estad en paz con todos los hombres.

Romanos 12:18

Por definición, una relación apacible no puede tener un solo lado. Usted debe hacer su parte para cerciorarse de que su lado de una relación es correcta. Su deseo interior, con la ayuda de Dios, debe estar en paz con todo el mundo, aun con las personas más pecadoras y con quienes es más difícil llevarse bien.

Sin comprometer la Palabra de Dios, usted debe extenderse hasta edificar puentes de paz hacia quienes lo persiguen y lo odian. Si usted pone a un lado toda murmuración o cualquier amargura y con sinceridad de corazón perdona a sus enemigos, puede buscar sinceramente la reconciliación con ellos.

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