viernes, 26 de febrero de 2010

El uso de la Palabra de Dios

El uso de la Palabra de Dios

Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.

Deuteronomio 6:6-7

El crecimiento espiritual no puede ocurrir sin el aprendizaje regular de la Palabra de Dios, así como el crecimiento físico no puede ocurrir sin la ingestión regular de alimentos. ¡Por eso comer es una necesidad diaria! Ir a la iglesia el domingo para oír un mensaje y luego esperar que eso sea suficiente para toda la semana es como cenar el domingo y esperar que eso lo sostenga a uno hasta el domingo siguiente. Usted necesita comer todos los días de la semana. Lo mismo puede decirse de lo espiritual: debe haber una alimentación diaria de la Palabra de Dios para el óptimo crecimiento.

Los cristianos de experiencia saben que hay incluso mayor gloria en dar la Palabra que en alimentarse de ella. Cuando usted predica la Palabra, la está cimentando en su propia vida. De esa manera, se vuelve realidad el dicho "Cuanto más se da, tanto más se tiene". He descubierto que tiendo a recordar lo que enseño a los demás, pero olvido lo que leo y nunca enseño. Así que déle prioridad a enseñar a otros lo que está aprendiendo de la Palabra de Dios cada día. Alabanza por las respuestas

Orad sin cesar. Dad gracias en todo.

1 Tesalonicenses 5:17-18

Cuando Dios contesta la oración acerca de determinada situación, tenemos el privilegio de ser parte de su obra y de alabarlo por ella. Cuando no participamos mediante la oración, perdemos la oportunidad de darle gloria.

Suponga que alguien fuera a una reunión de oración y dijera: "Ha ocurrido algo maravillos la señora a quien le he estado dando testimonio ha entregado su corazón a Cristo. Ahora es creyente y está aquí con nosotros esta noche. Gracias por orar por ella durante estos últimos meses". Las personas presentes pueden alabar al Señor, en particular quienes habían estado orando por la conversión de esa mujer.

Pero también habría algunos que, aunque dando alabanza, no se sentirían como que han participado porque no habían orado por la señora. Hay que participar en lo que Dios está haciendo para que pueda alabar con sinceridad. Requisito previo a la oración

Si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.

1 Juan 5:14

Orar en el nombre de Cristo es más que una fórmula. Algunos piensan que tienen que terminar toda oración con la frase "En el nombre de Cristo, amén". Pero la oración apropiada abarca mucho más que una fórmula.

¿Qué significa orar en el nombre de Cristo? En las Escrituras, el nombre de Dios incluye todo lo que Él es. Cuando Dios le dio su nombre a Moisés, le dij "Yo soy el que soy" (Éx. 3:14). De igual manera, el nombre de Jesucristo incluye todo lo que Él es. Cuando se ora en su nombre, lo que se pide tiene que ser consecuente con lo que Él es. Orar en el nombre de Cristo es orar según la voluntad de Dios.

Cuando nuestras peticiones están en conformidad con el plan soberano de Dios, Él las contestará y aumentará nuestra fe. En vez de invocar una fórmula al final de sus oraciones, tal vez pudiera decir: "Pido esto porque creo que es la voluntad de Cristo".

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