Buenas nuevas a los abatidos
“El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me
ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos,” Isaías
61:1a
“¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.” Salmos
42:5
Hoy en día con lo que más lucha la sociedad es con el
abatimiento, o como popularmente lo conocemos, desánimo (falta de motivación
para vivir) y depresión (trastorno mental). Estos problemas actualmente son
estudiados por Entidades como la Organización mundial de la Salud, pero qué
interesante ver que Dios en Su Palabra nos había revelado, desde tiempos
antiguos, que todo ésto del abatimiento, el desánimo, la depresión son problemas
que radican en el alma (mente, emociones y voluntad).
Si al igual que yo alguna vez te has sentido abatido, podrás
entender que es una condición de la mente que te lleva a sumergirte en una
situación difícil que estés enfrentando, y es que el abatimiento te sumerge a
tal punto que terminas perjudicando tu parte emocional, pues entre más te
enfrascas en el abatimiento, más sentimientos que te oprimen experimentas
(tristeza, ansiedad, frustración, etc.) El problema de que se vea afectada
nuestra mente y emociones es que ésto termina repercutiendo en nuestras
decisiones, pues al nublarse la mente por pensamientos distorsionados y
combinándolos con la influencia de las emociones, todo ésto no nos permite
actuar de manera sabia pues nuestra realidad está distorsionada, es como si se
perdiera toda esperanza, pues creemos que lo que estamos enfrentando no tiene
solución.
Hermanos, Dios a través de este pasaje nos está enseñando que
todo abatimiento, desánimo, depresión se ha vencido en Cristo, pues recordemos
que Él ya ganó la batalla por nosotros en aquella cruz y esa es la buena
noticia. Ahora, lo que tú y yo debemos hacer es aceptar esa obra de Cristo,
recibirla y creer en ella para que así el Espíritu Santo la haga una realidad
en nuestras vidas, pues sólo de esta manera es que echaremos fuera todo tipo de
abatimiento. Oración.
«Señor Jesús, gracias por enseñarme tu palabra. Cada vez que
me revelas tu verdad, mi alma cobra aliento y tu Santo Espíritu renueva mis
pensamientos y endereza mi caminar. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario