viernes, 30 de abril de 2021

 


Verdaderos adoradores

“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.” Juan 4:23

El hombre desde el inicio de los tiempos siempre ha estado buscando algo o alguien a quien adorar, siempre y cuando sea mayor o mejor que él, buscando de esta manera su vida espiritual, pero evidentemente aquí hay algo mal y es que solo a Dios debemos adorar, dice la Biblia que solo el Creador es digno de adoración, las criaturas no (Romanos 1:25).

Cuando se nos habla de adorar a Dios inmediatamente pensamos en cantar para Él, pero claramente esto se queda corto para todo lo que conlleva una verdadera adoración; podemos iniciar diciendo que la adoración es nuestra respuesta a Dios por su incomparable amor hacia nosotros.

Para lograr una verdadera adoración a Dios, es importante saber que debe existir una relación personal con Él a través de la fe y basada en la obediencia, es decir, hacer las cosas como Él nos dice y no como nosotros pensamos que están bien, confiando en su voluntad. Para entender mejor esto vamos a ver dos ejemplos de adoración que agradaron a Dios, el primero es la historia de Caín y Abel, los cuales llevaron cada uno su ofrenda a Dios pero solo la de Abel le fue agradable porque él la hizo como Dios mandaba y no como él pensaba, lo hizo por fe (Hebreos 11:4); el segundo ejemplo lo encontramos en Génesis 22:1-13, que es cuando Dios ordena a Abraham que sacrifique a su hijo Isaac, y él por fe y en obediencia se dispuso a ir y adorar al Señor (Hebreos 11:17-19) (Génesis 22:5), aunque finalmente Dios le dice que no lo haga porque vio que él verdaderamente le iba a obedecer (Génesis 22:12).

Entonces, lo que podemos notar con esto es que los verdaderos adoradores son aquellas personas que desean por fe y de manera fiel obedecer a Dios, agradarlo en todo tiempo, bajo cualquier circunstancia o actividad, pero esto solo se logra a través de una relación personal con Él y por medio de su Espíritu Santo que mora en nosotros.   Oración.

«Padre de la gloria, gracias por tanto amor al enviar a tu Hijo a morir por mis pecados, permíteme poderoso Dios que pueda corresponder a tan inigualable acto con una vida de constante adoración a ti; Tú buscas adoradores en espíritu y en verdad, que por la fe en lo que Tú nos dices y mandas te obedezcamos de manera espontánea y continua, por lo que te pido que cada día seas transformando mi manera de pensar, de hablar y de actuar para que sean conforme a tu voluntad, en el nombre de Jesús, Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

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