jueves, 25 de septiembre de 2025

Fuerza y agilidad

 


Fuerza y agilidad

“Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar” Habacuc 3:19

“Quien hace mis pies como de ciervas, Y me hace estar firme sobre mis alturas; Quien adiestra mis manos para la batalla, Para entesar con mis brazos el arco de bronce” Salmos 18:33-34

“Dios es el que me ciñe de fuerza, Y quien despeja mi camino” 2 Samuel 22:33

Es increíblemente común en nuestra vida vernos abrumados ante situaciones complejas, muchas veces sumergirnos en los afanes de la vida, el trabajo, las obligaciones, la economía, los retos entre otras. Pero, ¿cuál debe ser nuestro entendimiento cuando tenemos estos inconvenientes?

La Palabra de Dios hoy, nos habla acerca de ciervas o gacelas que pueden subirse a una montaña rocosa, escalar y pasar sobre terrenos resbaladizos realmente difíciles de recorrer, pero lo hacen con agilidad, seguridad y total confianza, como si no fuera nada complejo o como si estuvieran en la pradera.

Tenemos desafíos diarios que ponen a prueba nuestras capacidades y sentimos que no podemos, que no damos más, pero allí es donde nuestra suficiencia no debe depender de nosotros mismos, sino de Dios, tal como se expone en 2 Corintios 3:5 diciendo “no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios”.

Hermanos, descansar, esperar y confiar ante toda situación en nuestro Dios y su promesa para nosotros, creyendo que de Él viene nuestra fortaleza y es Él quien nos da la competencia, es quien hará que finalmente en todo salgamos victoriosos. Hemos de confiar que Él va delante de nosotros, abriendo y preparando el camino, y que así mismo obra en nosotros concediéndonos la sabiduría, la agilidad y la destreza que necesitamos en cada día de nuestra vida, para que aun en las montañas más altas, rocosas y peligrosas seamos como esas ciervas o gacelas. Oración.

«Padre, gracias porque siempre eres fiel. Cuando pasamos por días difíciles y restantes, Tú nos das nuevas fuerzas, Tú eres nuestra fortaleza; gracias por hacer nuestros pies como de ciervas y darnos la sabiduría y destreza para andar aún en las montañas más altas y rocosas, amén.

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