Actuar con Dios
“Entonces el pueblo dijo a Saúl: ¿Ha de morir Jonatán, el que
ha hecho esta grande salvación en Israel? No será así. Vive Jehová, que no ha
de caer un cabello de su cabeza en tierra, pues que ha actuado hoy con Dios.
Así el pueblo libró de morir a Jonatán.” 1 Samuel 14:45
“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en
mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis
hacer.” Juan 15:5
Actuar con Dios es lo que hace la diferencia en el servicio o
trabajo de los creyentes; equivocadamente solemos pensar que debemos
esforzarnos para hacer las cosas para Dios y que sean de agrado para Él, pero
esto está incorrecto en el sentido de que nosotros solos o en nuestras propias
capacidades realmente nada podemos hacer, pues es justamente lo que el Señor
Jesús nos revela en la cita bíblica del día.
Si nosotros verdaderamente queremos agradar y glorificar al
Padre, debemos hacer conforme a la voluntad de Él, Juan 15:7-8 dice “Si
permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que
queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho
fruto, y seáis así mis discípulos.” Y actuamos conforme a la voluntad de Él
cuando permanecemos en Cristo y su Palabra, pues permaneciendo así pedimos
según la voluntad del Padre, y nos es concedido finalmente ese fruto para la
gloria de Dios a través de Jesucristo.
Actuar con Dios es reconocer que nosotros en nuestras fuerzas
o sabiduría nada podemos hacer, tener claro al igual que el apóstol Pablo, que
nunca somos nosotros, sino siempre la gracia de Dios con nosotros; La Palabra
en 1 Pedro 4:11 dice “Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios;
si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo
sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio
por los siglos de los siglos. Amén.” Y el apóstol Pablo, inspirado por el
Espíritu Santo en 1 Corintios 15:10, declara: “Pero por la gracia de Dios soy
lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes bien he
trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.”
Hermanos, de ahora en adelante, tengámonos por servidores de
Cristo, dejando a un lado la autosuficiencia y confianza en nosotros mismos y
mejor, si algo queremos hacer para la gloria de Dios, siempre dependamos y
permanezcamos en Jesucristo nuestro Señor.
Oración.
«Padre, en este momento te doy toda la gloria, la honra y la
alabanza, pues eres Tú el único digno y merecedor; gracias Señor, por enseñarme
que tan solo soy un instrumento en tus manos y que eres Tú quien siempre haces
todas las cosas y obtienes la victoria. Te alabo y te bendigo en Jesucristo,
amén.
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