sábado, 6 de junio de 2020

¿Qué te hace sonreír Dios?


¿Qué te hace sonreír Dios?

“Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová. Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé. Y engendró Noé tres hijos: a Sem, a Cam y a Jafet. Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra. Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera……. Y lo hizo así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó”. Génesis 6:8-14, 22
Alguna vez le hemos hecho esta pregunta a Dios: ¿Qué te hace sonreír Dios? Creo que la respuesta está en este pasaje. Noé fue una persona que agradó a Dios en todo, esto implica con todo su ser: espíritu, alma y cuerpo, de tal manera que halló gracia ante los ojos de Dios. Y mientras la tierra estaba llena de violencia, inmoralidad e injusticia, él fue justo, perfecto y caminó con Dios, lo cual se dice sólo de dos hombres en la Biblia Enoc y Noé. Quizás este es el secreto de que el Señor sonría a los hombres, caminar con Él.
Noé llevaba una vida modelada por los mandamientos de Dios y tenía una obediencia incondicional con Él. En varias ocasiones se repite estas palabras “Noé hizo conforme a todo lo que Dios le mandó”, se convierte entonces en un ejemplo de fe, paciencia y fidelidad en medio de una generación corrupta.
Dios sonríe cuando le obedecemos de todo corazón, cuando tenemos comunión con Él, cuando tenemos fe y hacemos lo que nos pide, aunque parezca ilógico, como Noé quien preparó el arca sobre la tierra seca cuando no había señal de lluvia. Sonríe cuando lo amamos por encima de todo, cuando amamos a los demás, cuando confiamos completamente en su amor y misericordia, cuando alabamos, adoramos y le mostramos una continua gratitud.
El Señor sonríe cuando cumplimos sus propósitos y hacemos que la obediencia sea el acto de mayor adoración. Dios está buscando personas dispuestas a vivir para agradarle. En hebreos 10:38 dice: “Más el justo vivirá por fe y si retrocediere, no agradará a mi alma”. Pidamos a Dios que transforme nuestra vida para agradarle en todo y tengamos la fe suficiente para hallar gracia delante de sus ojos.  Oración.
«Señor Jesús, quiero hacerte sonreír llevando una vida santa y agradable delante de ti. Enséñame como a Noé a caminar contigo cada día en fe y obediencia, haciendo tu voluntad y abundando en amor por ti y por mis semejantes. Que mi mayor adoración sea obedecerte en todo. Quiero hallar gracia delante de tus ojos. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario