sábado, 2 de agosto de 2014

Palabras de un Amigo


Palabras de un Amigo...
Por medio de estas líneas le envió un saludo amistoso, dese- ando que todo le vaya bien, tanto a Ud. como a sus seres queridos. Me imagino que tiene muchas cosas que hacer (¿y quién no?) pero es- pero que pueda encontrar unos minutos para leer estas palabras.
Según una investigación reciente, el promedio de la esperanza de vida de los países más desarrollados y de las demás naciones del mundo es de aproximadamente 66 años (64 años para los hombres y 68 años para mujeres).  Usted pasará la mayor parte de este tiempo trabajando, comiendo y durmiendo... pero ¿estas cosas le llenan en realidad?  Por favor, medítelo seriamente.
¿Son estas cosas el propósito de su existencia?  ¿Vive en la tierra sólo para trabajar, limpiar y arreglar la casa y el automóvil, y pasar el tiempo divirtiéndose en la playa, en el campo, en la discote- cas, etc.?  Si estas cosas le satisfacen de verdad, a lo mejor pensará que no le hace falta lo que digo a continuación.  Si es así, por favor, regale este impreso a alguien que reconozca su necesidad de algo más permanente que los placeres temporales de este mundo.
La Biblia enseña que absolutamente todo lo que existe en esta vida física (lo cual incluye los vínculos familiares) es de poca duración. Por esta misma razón, en ella encontramos la pregunta:  “¿qué es la vida de uno?  Es como una neblina que aparece por un momento y luego desaparece.”1  ¿Nunca ha visto cómo el campo se cubre de nie- bla por la mañana?  Pero en cuanto que salga el sol ¡desaparece!  Así es nuestra vida.  Aunque lleguemos a los 80 años, nuestra vida habrá pasado como un vapor de agua.
Algunos nunca llegarán a la vejez.  La esperanza de vida se define como “el número medio de años que le quedan de vida a una persona a partir del momento en el que nace.”  ¡Ese “número medio de años” no se aplica a todo el mundo!  Un ejemplo de esto se ve en la
Gran cantidad de jóvenes que mueren cada año en accidentes de circulación.  Otros no llegan a la vejez a causa de enfermedades y otras circunstancias desafortunadas.  Podría ser yo.  Podría ser usted.  Sé que no le gusta pensar en estas cosas pero ¡la vida es así! Sabiendo que un día nos tocará dejar esta tierra pregunto...
 ¿Está usted bien con Dios?
Por favor, reflexione detenidamente sobre las siguientes preguntas: Si yo muriera ahora mismo, ¿qué pasaría conmigo? ¿Mi  estilo de vida agrada a Dios? ¿Estoy bien con Dios?
Si su respuesta es “sí”, entonces ¿cómo lo sabe?  ¿Cómo sabe que está bien con Dios?  ¿En qué cosa está basada su confianza?
—Bueno —dice usted—, no hago daño a nadie.
Esto es de encomiar, ya que se basa en el segundo manda- miento más importante: “Ama a tu prójimo como te amas a ti mismo.”2 ¿PERO QUÉ DEL PRIMER MANDAMIENTO?  Jesús dijo: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.  Este es el más importante y el primero de los mandamientos.”3
Sólo hay una manera de saber si amamos o no a Dios.  Jesús dice: “El que me ama, hace caso de lo que yo digo...”4  El apóstol Juan concuerda al escribir: “...amar a Dios es obedecer sus mandamientos y sus mandamientos no son pesados”5  Por tanto, OBEDECEMOS EL PRIMER MANDAMIENTO CUANDO OBEDECEMOS LAS ENSEÑANZAS DE JESÚS REVELADAS EN EL NUEVO TESTAMENTO.  (La Biblia se divide en dos partes: El Antiguo Testamento, escrito a los judíos, y el Nuevo Testamento, que es la ley de Cristo para todos los que vivimos hoy en día.)  Ahora, le pregunto otra vez: ¿Está usted bien con Dios? ¿Le obedece tal como Él especifica en el Nuevo Testamento?  ¿Lee Su palabra diariamente para saber cuál es la voluntad de Dios para su vida?  Mi anhelo es ayudarle a recapacitar, a pensar en su propio estado de vida ante Dios.
Si piensa que no está bien con Dios o simplemente no sabe, le animo a investigar las páginas del Nuevo Testamento por su propia cuenta.  Léalo y aplíquelo a su vida.  Jesús dice: “Si os mantenéis firmes en lo que os digo, sois de veras mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os dará libertad.”6  Es necesario conocer la
Palabra de Jesús para ser libres.  Sí, ha escuchado bien.  Si obedecemos las palabras de Jesús, ¡PODEMOS SER LIBRES!
—Un momento —pregunta usted—, ¿libres de qué?
Buena pregunta... y ella nos lleva al próximo punto.
 ¿Es usted “libre” en realidad? La Biblia enseña muy claramente que todos somos pecadores.7 Para muchos, esto parece un chiste... pero a los ojos de Dios es la peor tragedia de la historia del hombre. La palabra “pecado” equivale a desobedecer la voluntad de Dios.  A lo largo de nuestra vida, todos nosotros hemos desobedecido a Dios de alguna forma u otra.  Jesús dice: “todos los que pecan son esclavos del pecado.” 8
Hoy en día millones de personas, que afirman ser “libres”, llevan encima las cadenas espirituales del pecado.  ¿Es usted uno de ellos?  Aunque no se sientan culpables de nada, las cadenas siguen ahí. Aunque se justifiquen con frases tales como: “no hago daño a nadie”, “soy bueno / soy buena”,  “creo en algo”,  etc., las cadenas siguen ahí porque no obedecen las enseñanzas de Jesús en el Nuevo Testamento.
Gracias al pecado tenemos descontento, culpabilidad, soledad, angustia e inseguridad.  Enfermamos, peleamos, odiamos, engañamos y somos engañados.  El pecado destruye matrimonios, corrompe a políticos y extravía a ingenuos.  Es el autor de toda injusticia, mentira, envidia, enemistad, falta de respeto e indecencia.  El pecado hace que el humilde se convierta en orgulloso, el creyente en ateo, el buen padre en abusador de menores, el desinteresado en egoísta y el hombre pacífico en guerrero cruel.  Por si todo esto fuera poco, después de morir físicamente (que también es el resultado del pecado) el pecado puede separarnos de Dios durante toda la eternidad.
¿Cuál es la solución del problema del pecado?  La respuesta a esta pregunta se puede resumir en dos partes:    Conocer las enseñanzas de Jesús en el Nuevo Testamento.    Ponerlas en práctica  en su vida diaria.
Jesús quiere que esté bien con Dios.  ¡Tan grande es Su amor que dio Su vida por Ud.!9  Dios quiere que cambie de actitud y ¡que se salve!10  Pero, al fin y al cabo, la decisión final es suya.  Como cristiano, tengo la responsabilidad de animarle a tomar esta decisión... pero no le puedo obligar.  Jesús dijo: “Si alguno me quiere seguir,
Debe olvidarse de sí mismo y seguirme todos los días, aun a costa de su propia vida.  Porque el que quiera salvar su vida, la perderá;  pero el que pierda su vida por mi causa, la salvará.”11  Sí, Jesús no obliga a la gente a seguirle en contra de su propio libre albedrío... pero el no hacer caso de lo que dice traerá consecuencias terribles.12 Soy cristiano solamente, tal como enseña la Biblia.13  He puesto mi confianza en Jesús porque Él es el único que me puede librar de las cadenas del pecado... y le animo a hacer lo mismo.
Que Dios le ayude a llegar a un conocimiento más profundo de Su voluntad. Un Amigo
Un amigo de verdad siempre le dirá lo que usted necesita oír para su propio bien.
(Las citas bíblicas se han tomado de la versión “Dios Habla Al Hombre”.) 1 Santiago 4:14  2 Mateo 22:39 3 Mateo 22:37,38 4 Juan 14:23  5 1 Juan 5:3 6 Juan 8:31,32 7 Ro. 3:23; 1 Jn. 1:8,10  8 Juan 8:34 9 Romanos 5:8 10 2 Ped. 3:9; 1 Ti. 2:4  11 Lucas 9:23,24 12 Mateo 7:21-23 13 Hechos 11:26;  Hechos 26:28;  1 Pedro 4:16
¿Le gustaría conocer a un grupo de personas que aman a Jesús y respetan Sus enseñanzas?  Si es así, le invitamos a reunirse con nosotros.
Su presencia nos será muy grata.  Asociación de Ayuda Cívica BETESDA
De Iglesia Evangélica del Vallés. EN CANOVELLES.
 

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