domingo, 15 de abril de 2012

Los orígenes de la tentación


Los orígenes de la tentación
Dios nunca tienta a nadie (Santiago 1:13). La tentación viene del maligno (Satanás) mientras juega con nuestros propios malos deseos (Santiago
1:14), o por otros pecadores seduciéndonos (Proverbios 1:10). Las tentaciones
vienen en tres formas básicas: 1. Lascivia de la carne; 2. Lascivia de los ojos; 3. El orgullo de la vida (1 Juan 2:15-17). Satanás nos tienta en muchas
maneras, incluidas:
- Animar a la desobediencia (Génesis 3:1-7).
- Seducir a inmoralidad sexual (Génesis 39:7-10).
- Animarnos a amar cosas o a personas antes que a Dios (Malaquías 4:9).
- Animar el amor al dinero (Juan 12:6).
- Hinchar nuestro orgullo (Hechos 12:21-23).
- Animar el gruñir, murmurar y cotillear (1 Corintios 10:10; Colosenses 3:8-9).
Satanás nos tienta porque quiere destruimos. Quiere que deseemos pecar y, por consiguiente, irnos lejos de Dios. Esto significa que perderíamos lo
mejor de Dios para nosotros. Estaríamos cargados con culpabilidad y, por tanto, no tendríamos confianza ante nuestro Padre celestial. Si pecamos
y no confesamos este pecado ni pedimos el perdón de Dios, puede llegar a ser un asidero para Satanás en nuestra vida. Entonces servimos
a Satanás en esa área e intentará llevarnos a una mayor esclavitud, no tan sólo en esa área, sino también en otras áreas de nuestra vida. Es como
si Satanás metiera un gancho en nuestra vida que usará para manipulamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario