sábado, 18 de enero de 2020

Enamórate de Dios


Enamórate de Dios
  “Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de todas tus fuerzas, y de todo tu entendimiento; y a tu prójimo como a ti mismo”
 Anhelas estar cerca de Dios, pero te sientes lejos, algo le falta a tu relación con Dios, es porque que hace falta enamorarse de Dios.
El estar enamorado trae consigo acciones, la necesidad de estar cerca del ser amado, de agradarle, hay alegría y satisfacción de poder compartirlo todo.
El amor de Dios es lo más constante que existe, a Él no le hace falta enamorarse de ti, porque él siempre está amando, su amor es eterno. La necesidad de enamorarse está en ti, en corresponder a tanto amor, en cultivar esa relación con Él, en tener un acercamiento real, íntimo y personal.
Es necesario llegar a conocer íntimamente a Dios para poder experimentar su amor, desear realmente su compañía, dejarse envolver en su presencia, olvidando todo lo que sucede alrededor, tener tiempo de calidad con Él, Buscad a Jehová y su poder, buscad su rostro continuamente.
Dios sigue estando ahí, su amor por ti no cambia. Él aún espera cada día ese encuentro contigo, a veces la soledad o esos extraños sentimientos de que algo falta es solo la necesidad de estar cerca de Él, es tu corazón que lo anhela.
Enamorarte de Dios, más que sentimientos, es una serie de acciones que alimentan tu relación con Él, estar interesado en hacer su voluntad, cumplir lo que Él desea, en buscarlo cada instante, mostrar agradecimiento, compartir tus sueños y una comunicación constante.
Tan grande es el amor de Dios, que a pesar de los errores que cometemos permanece intacto, pero no podemos olvidarnos de corresponder
, de cuidarlo, de hacer todo lo posible por mantenerlo en nosotros, que las circunstancias no te alejen, más bien sean oportunidades para demostrarle que confías y esperas en Él, aprovecha cada uno de tus días para demostrarle cuanto lo amas. Oración.
Amado Dios eres todo para mí, gracias por brindarme un amor puro, sin reservas, Dios eres mi esperanza, mi alegría, mi fortaleza, gracias por las cosas grandes que has hecho y harás en mi vida. Deseo con todo mi corazón acercarme más a ti, depender de ti cada día de mi vida, te entrego mi corazón, mi alma y todo mi ser. Te amo Señor Jesucristo. Amen. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

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