Los diez mandamientos nos permiten conocer el carácter del Padre.
“Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios,
y Dios en él” 1 Juan 4:16b
“Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón,
y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande
mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De
estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.” Mateo 22:37-40
Cuando se nos habla de los diez mandamientos pensamos que son
solo leyes del antiguo testamento que fueron dadas al pueblo de Israel, pero la
realidad es que estos mandamientos son más que leyes, pues reflejan las
profundidades del carácter de Dios, afirmación que podemos declarar gracias a
que en 1 Juan 4:16 se nos indica que “Dios es amor”, y gracias a que sabemos
que lo que fue entregado a Moisés en el monte Sinaí fueron mandamientos
escritos por la propia mano de Dios (Éxodo 31:18 y Deuteronomio 5:22), para que
los hombres también pudieran reflejar el carácter de Dios por medio del amor
como lo declara Mateo 22:37-40.
Los diez mandamientos los encontramos en el Antiguo
testamento, en Éxodo 20:1-17 y Deuteronomio 5:6-21, que como dijimos son un
reflejo del carácter de nuestro Padre Dios, y determinan la manera de relacionarnos
con Él y con nuestros semejantes; así los cuatro primeros rigen nuestra
relación de amor con Dios y los otros seis nuestra relación de amor con el
prójimo.
Por eso cuando Jesús responde a la pregunta de ¿cuál es el
gran mandamiento en la ley?, contundentemente dice que es “Amarás al Señor tu
Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente”,
dirigiéndonos a esos cuatro primeros mandamientos que nos relacionan con Dios;
pero no se queda ahí, sino que agrega: “Y el segundo es semejante: Amarás a tu
prójimo como a ti mismo” conduciéndonos a los otros seis mandamientos, para
finalizar diciendo que: “De estos dos mandamientos depende toda la ley y los
profetas” guiándonos, sin lugar a dudas, a darnos cuenta que el propósito del
Padre con los diez mandamientos era llevarnos a conocer su carácter de Amor,
para que de la misma manera nuestras vidas reflejaran ese carácter, tanto al
relacionarnos con Él cómo al relacionarnos con otras personas. Oración.
«Padre Dios, gracias por tus mandamientos, porque a través de
ellos me muestras tu gran amor, porque en ellos está reflejado tu carácter, y
me ayudan a ser más como tú. Que tu amor sea un rasgo característico que me
identifique, te lo pido en el nombre de Jesús. Amen.
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