domingo, 20 de octubre de 2024

Nuestro Dios grande y fuerte

 


Nuestro Dios grande y fuerte

“Y el pregonero anunciaba en alta voz: Mandase a vosotros, oh pueblos, naciones y lenguas, que, al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha levantado; y cualquiera que no se postre y adore, inmediatamente será echado dentro de un horno de fuego ardiendo”. Daniel 3:4-6

Al estudiar la verdad de la Palabra de Dios creceremos en la fe y proclamaremos valientemente que “hay un Dios y que es grande”, contrario a lo que el mundo dice que: “Dios no existe”. Tengamos coraje de declarar que hay un Dios a pesar de lo que los demás puedan estar diciendo y haciendo.

Daniel y los tres amigos creían en su Dios y por lo tanto se negaron a contaminarse con la cultura babilónica, proclamaron valientemente que solo lo adorarían a Él. Daniel estaba convencido de que hay un Dios en el cielo, Daniel 2:28, con esa convicción se enfrentó a todas los desafíos y pruebas en Babilonia, la revelación de los sueños, arriesgar su vida y la de sus amigos al ser amenazados con el horno de fuego y el foso de los leones, por su firme creencia en un Dios que existe y su compromiso de solo adorarle a Él.

Cuando tenemos una firme convicción de quién es nuestro Dios y lo que es capaz de hacer, entonces podemos, como los amigos de Daniel, defender nuestra fe. “He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado”. Daniel 3:17-18

Así como Daniel reconoció que todo lo que el Señor le había dado era por su gracia, al darle el don para interpretar sueños; nosotros debemos reconocer que Dios nos ha dado todo lo que tenemos, que Dios nos ha puesto en la posición en que estamos y que Dios nos ha hecho quienes somos.

Proclamemos la grandeza de Dios y digamos como el salmista: “Porque yo sé que Jehová es grande, y el Señor nuestro, mayor que todos los dioses. Todo lo que Jehová quiere, lo hace, en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos”. Salmos 135:5-6

Declaremos que Dios es bueno, que Él creó el mundo y lo sostiene; y nos rodea de su maravillosa protección, estas evidencias deben sustentar nuestra creencia de su grandeza y fortaleza. Respondamos ante eso con alabanza y adoración.  Oración.

«Señor, gracias porque mi fe está basada en la experiencia de mi relación contigo. De nuevo confío mi vida en tus manos. Hoy quiero alabarte y adorarte. Ayúdame a proclamarte al mundo con mi vida y mis labios; y decir que hay un Dios grande y poderoso que es bueno y que sustenta todas las cosas que Él creó. Tengo muchas razones para depositar mi confianza en ti. Amén.

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