sábado, 28 de abril de 2018

EL SABIO LOS ESCUCHA Y AUMENTA SU SABER


EL SABIO LOS ESCUCHA Y AUMENTA SU SABER.” (Proverbios 1:5)
El Crecimiento En La Vida Cristiana

Si hablamos de crecer, Jesús es nuestro ejemplo. La Biblia nos dice que “Él crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres” (Lucas 2:52). Para disfrutar del favor de Dios y de los demás, tienes que crecer espiritual, mental y emocionalmente.

Para ello tendrás que hacer lo siguiente:

1) Nunca dejes de aprender.
Todas las experiencias de la vida, hasta las más desagradables, nos aportan un conocimiento que puede hacer que nuestro futuro sea mejor que nuestro presente. Pero tienes que procurar ese conocimiento. Una de las desventajas de Internet y de los teléfonos inteligentes es que con ellos estás continuamente recibiendo información que no procesas y de la que no aprendes nada. En lugar de dejar que la vida “transcurra” sin más, necesitas detenerte y preguntar: ‘¿Qué está pasando aquí?’ ‘Estoy oyendo esto pero ¿qué significa?’. Eres cuerpo, alma y espíritu, así que debes cuestionarte: ‘¿Estoy física, mental, emocional y espiritualmente sano?’ Nadie puede responder a esa pregunta por ti y por Mi

2) No dejes nunca de desarrollar tus talentos.
Cuando le preguntaron a uno de los mejores violinistas del mundo, ya anciano, por qué seguía practicando de seis a ocho horas diarias, su respuesta fue: ‘Porque creo que estoy mejorando’. ¡Qué actitud tan fabulosa! No basta con vivir muchos años; tienes que mejorar con ellos. Pablo le dijo Timoteo: “Te aconsejo que avives él. Don de Dios que está en ti” (2 Timoteo 1:6). Wesley Tracy afirmó: “Algunos creen que poner en práctica su don espiritual es pasar la vida haciendo únicamente las cosas que se les dan bien y para las que no necesitan esfuerzo, disciplina o práctica. Pero no es así; tu don puede ser o bien mediocre o excelente; depende de ti y de Mi

“CUANTO MÁS CREZCAN DE ESTA MANERA, MÁS PRODUCTIVOS Y ÚTILES SERÁN.” (Pedro 1:8
Analicemos otros dos aspectos del crecimiento:

1) No crezcas solamente en conocimiento, sino también en carácter.
Porque Dios está más interesado en tu carácter que en tu carrera; el éxito sin carácter podría acabar perjudicándote, a ti y a los que te rodean. La Biblia dice: “Precisamente por eso, esforzaos por añadir a vuestra fe, virtud; a vuestra virtud, entendimiento; al entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la constancia, devoción a Dios; a la devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque estas cualidades, si abundan en vosotros, os harán crecer en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo, y evitarán que seáis inútiles e improductivos” (2 Pedro 1:5-8  Fíjate que dice “esforzaos”; Es decir, tienes que empeñarte en ello.

2) Mantente siempre “actualizado”.
Se cuenta de un pastor en un medio rural que estaba predicando, cuyas notas se las llevó el aire por la ventana y una vaca se las comió. ¡Tres días más tarde la vaca se secó! ¿Te das cuenta? No pierdas nunca el hambre y la sed de nuevas cosas. Jesús dijo: “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados” (Mateo 5:6). En última estancia, tu destino no está determinado por tus talentos, sino por tu deseo de llevarlo a cabo. Uno de los mejores cumplidos de Pablo fue para los creyentes de la iglesia de Tesalónica: “Hermanos, siempre debemos dar gracias a Dios por vosotros, como es justo, porque vuestra fe se acrecienta cada vez más y más, y en cada uno de vosotros sigue abundando el amor hacia los otros” (2 Tesalonicenses 1:3.¡Que se pueda decir lo mismo de ti y de Mi.

viernes, 27 de abril de 2018

Usted también es sacerdote


Usted también es sacerdote
Ese es también precisamente el papel que Cristo ha escogido para usted. Él lo ama tanto que desea que lo acompañe en la intercesión ante el Padre y pueda bendecir al mundo como El. Jesús comunica bendiciones por medio de la oración, y nosotros debemos hacer lo mismo. Así leemos en 1 Pedro 2:9: "Vosotros sois... real sacerdocio." Juan escribe que Jesús nos ama, que nos ha librado de nuestros pecados por su sangre, que nos ha hecho un reino, y sacerdotes para servir a su Dios y Padre (Apocalipsis 1:5, 6). Jesús es el Sumo Sacerdote de Dios (Hebreos 2:17), y nos ha hecho también a nosotros sacerdotes para El (Apocalipsis 1:6). Así es como tenemos que servir a Dios (v, 6). El mayor servicio que podemos hacer al Señor, no es por medio de nuestro ministerio, testimonio o predicación; sea cual fuere la vocación de usted, su servicio más importante habrá de constituirlo su intercesión sacerdotal: Dios ha elegido trabajar por medio de las oraciones de su pueblo, y está esperando la intercesión de usted. El no sólo lo creó para orar, sino que también lo redimió, lo justificó y lo santificó para ello. Una comisión conjunta
¿Cuál es la mayor tarea de oración que tiene Jesús en este tiempo? Tal vez sea el orar por la iglesia. Sin embargo, en la Biblia sólo hay un mandamiento registrado relacionado con la intercesión de Cristo por las iglesias; se encuentra en el Salmo 2:7, 8: "Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi Hijo eres tú; yo te engendré hoy. Pídeme, y te dará por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra." ¿Es esta la razón por la cual Cristo intercede hoy día? El Padre ordena a Jesús que pida por las naciones; y la gran comisión de este último a la iglesia, su última petición, es que vayan a todas las naciones (Mateo 28:19,20). Su segunda venida se retrasará hasta que esas naciones hayan recibido un testimonio adecuado (Mateo 24:14). Ya que Él es un Dios de amor infinito, su corazón suspira por las naciones, y ciertamente una de las prioridades que El da a cada cristiano es la de interceder por la evangelización del mundo.

jueves, 26 de abril de 2018

JESÚS SU COINTERCESOR


JESÚS SU
COINTERCESOR
La oración lo hace entrar a usted en un compañerismo sagrado con Jesucristo el Hijo entronizado de Dios. Si Dios no hubiera revelado esto en su Palabra, habría sido una blasfemia el sugerir que usted podía tener tal compañerismo. Una concisa ~historia de la Iglesia primitiva bien podría ser la frase: " Ayudándolos el Señor" (Marcos 16:20); y, más adelante, la Escritura llama a todos los cristianos" colaboradores de Dios" (1 Corintios 3:9; 2 Corintios 6:1). .' Hay muchas formas de "colaborar" con  Dios: por medio de la obediencia, del servicio a otros, del compartir su amor; pero Él quiere tener un contacto aún más estrecho con usted: traerlo a su círculo íntimo donde pueda escuchar el latido de su gran corazón por un mundo perdido. Él lo ha creado con la capacidad de hablarle y de tener comunión con El; y, sobre todo, como "colaborador" suyo, lo creó para que orase, como El ora. ¿Por qué ora Jesús? En la Escritura se nos dice repetidamente que Jesús oraba y que continúa haciéndolo; pero ¿por qué es necesaria la oración para Aquel que creó el universo con su palabra (Juan 1:3) y que sustenta todas las cosas (Hebreos 1:3)? ¿Cuál es la razón de que tenga que orar? ¿Por qué no le basta con dar órdenes? Ningún demonio del infierno ni combinación alguna de fuerzas demoníacas sería capaz de resistir ante su poderosa palabra. ¿Por qué causa no los reprende, frena o consume Jesús con su palabra? Un día Ello hará (2 Tesalonicenses 2:8): regirá con un cetro de hierro (Apocalipsis 12:5) -y nosotros con El (Apocalipsis 2:27)-; pero en este tiempo Cristo ha escogido gobernar el mundo mediante la oración. Estamos en el día de la gracia, no en el de su poder y gloria. Jesús ha sido ya entronizado a la diestra del Padre. ¿Y qué hace allí? Reinar. Pero ¿cómo reina? No por medio de su cetro, sino por medio de la oración. Incluso antes de su muerte y resurrección, cuando advirtió anticipadamente a Pedro que Satanás había pedido a los discípulos para zarandearlos como a trigo (Lucas 22:31,32), Jesús no dijo: "Voy a detener a Satanás"; sino: "He rogado por ti.

miércoles, 25 de abril de 2018

Haga todo en el nombre de Jesús.


Haga todo en el nombre de Jesús. Colosenses 3:17 tiene un carácter general: "Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él". Viva para la gloria del nombre de Cristo. Ore en su nombre. Sirva en su nombre. Confíe en su nombre. Gloríese en su nombre. Lleve consigo el nombre de Jesús y sea así triunfante dondequiera que vaya. Regocíjese en todo lo que el nombre de Jesús añade a su oración. En el nombre de Jesús usted posee una autoridad y un privilegio asombrosos. El usar dicho nombre incorpora la dimensión de lo sobrenatural a su oración, y limpia el camino delante de usted haciendo retroceder las tinieblas. Es la llave de los recursos del cielo. ¡Regocíjese en su nombre! ¡Vístase con él! [Aprenda a orar en la plena autoridad del nombre de Jesús!"  Reprenda al diablo en el nombre de Cristo. Aun los ángeles reprenden a Satanás y a sus huestes demoníacas en el nombre de Jesús. Recuérdele quién es Jesús; la victoria que El obtuvo en la cruz y su resurrección; y que él (Satanás) está ya derrotado. Refrésquele la memoria en cuanto a la identidad que usted tiene con Jesús y la autoridad que le ha sido dada por medio del nombre de Cristo.

lunes, 23 de abril de 2018

Cómo usar el nombre de Jesús


Cómo usar el nombre de Jesús ¡Qué sagrado privilegio el suyo! Usted no necesita ~alguna otra recomendación o introducción para Dios: vaya al instante y directamente al trono divino. Levante su corazón y ~ir a su Padre- no se sienta avergonzado de acercarse a Él. DIOS lo ha estado~ aguardando; esperaba que usted le hablara en oración. Como hijo de Dios, su pecado y su culpa han sido perdonados; ya no es usted un siervo, sino un amigo de Jesús: su. Compañero de oración oficial. Usted se acerca al trono de gracia, no en su propio nombre, sino en el de Cristo, representando sus intereses y con su autoridad. Se le ha nombrado oficialmente intercesor. ¿Cómo debe usted usar ese nombre omnipotente y maravilloso? Recuerde lo que representa el nombre de Jesús: su persona, sus propósitos, su honor, su autoridad, todo cuanto Él es. Regocíjese en lo precioso que es ese nombre. El nombre de Jesús representa toda la belleza y hermosura del Señor. Recuerde toda su bondad; en especial su benevolencia para con usted. Su nombre simboliza el amor constante y personal que Él tiene, y que profesa asimismo a aquellos otros por los que usted ora. Mientras usted hace eso último, utilice su precioso nombre en alabanza y en canción (Salmo 135:3). Exprese su amor usando el nombre de Jesús. Aquellos a quienes usted ama se emocionan cuando lo oyen decir sus nombres. Jesús lo ama a usted más que ningún otro; y por muchos millares que pronuncien su nombre, a Elle encanta oírselo a usted de nuevo. Sin importar cuántas veces haya salido de sus labios anteriormente, Cristo se regocija de continuo al oír que usted lo pronuncia con amor. El confesar el nombre de Cristo constituye un verdadero sacrificio de alabanza: "Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre" (Hebreos 13:15). Crea en ese nombre. Cuando usted ora, Jesús quiere que ejercite la fe en su nombre (1 Juan 3:23). El nombre de Cristo crea expectativa; da firmeza a su confianza; y lo llena a usted de gozo (Romanos 15:13; 1 Pedro 1:8). La fe en el nombre de Jesús produce respuestas milagrosas (Hechos 3:16). Haga sus peticiones de oración en ese nombre (Juan 14:1315; 15:6, 7; 16:26, 27). Asegúrese de que usted está unido a Jesús; ore por aquello que a Elle agrada y le glorifica; reclame en su nombre la herencia que le pertenece; pida por amor a su nombre. Utilice la autoridad del nombre de Jesús. El nombre de Jesús expresa su autoridad soberana, recuerda la victoria que Él ya ha conseguido en el Calvario, y sugiere la disponibilidad de las huestes angélicas que le están sujetas. El nombre de Jesús respalda su plan y su programa; garantiza el fracaso y la derrota de Satanás; y le ha sido dado a usted para que lo utilice en oración. Sea firme reclamando su autoridad para resistir a Satanás y contribuya a que prevalezca la voluntad de Cristo. Santifique su oración en ese nombre. Cuando usted utiliza el nombre de Cristo al orar hay una influencia santificadora: (a) el nombre de Jesús guarda la naturaleza y el motivo de su petición: usted no puede orar de un modo egoísta o carnal; (b) el nombre exige que la gloria sea para El; (e) espera de usted integridad y obediencia; (d) demanda perseverancia en la oración. Usted sólo puede orar en el nombre de Cristo por aquello que es verdaderamente importante.

domingo, 22 de abril de 2018


El significado de orar en el nombre de Jesús
Antes de orar en el nombre de Jesús usted debe tener presentes varios conceptos importantes: Sólo puede hacerlo si usted está "en Jesús". Cristo dijo: "Todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre yo lo haré, (Juan 14:13, 14). Pero en aquella misma conversación con sus discípulos, poco antes de su muerte, les recordó: "Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros pedid todo lo queréis, y os será hecho.... Separados de mí nada podéis hacer" (Juan 15:7, 5). En Juan 14 y 15, Jesús utilizó la expresión "en mí" siete veces. Estar "en Jesús" significa: 1. Estar en unidad espiritual con El (15:4-7); 2. Estar en la vid (15:4); 3. Estar en el amor de Jesús (15:9, 10). El amor es el tema predominante de Juan 13-16. Este amor debe ser mutuo: si bien ha de recibirse, también hay que responder a él. El nuevo mandamiento de Jesús es el amor (13:34; 15:17). No se puede amar a Jesús a menos que se ame a sus otros hijos (13:34). Amar a Jesús es obedecerle (14:15, 23). Si usted ama, permanecerá en Jesús (15:10). 4-5. Tener a Jesús viviendo en el interior suyo (14:20; 15:4, 5). 6. Estar habitado por el Espíritu Santo (14:15-18). 7. Tener las palabras de Cristo permaneciendo en la propia vida (15:7). Nuestra capacidad para oraren el nombre de Jesús depende de esta relación denominada estar "en Cristo". Orar en el nombre de Jesús supone conformarse a su naturaleza. El ejemplo que se presenta en Juan 13 es Jesús en su papel de siervo, lavando los pies a sus discípulos. A medida que uno va conociendo la verdad, debe actuar según dicha verdad (13:1.7). Cuando usted hace la voluntad de Cristo con gozo, y refleja su carácter, puede orar en el nombre de Jesús. Orar en el nombre de Jesús significa hacerlo sirviendo a los intereses del Señor. Usted tiene que desear de tal manera lo que Cristo desea que cada una de sus peticiones sea hecha en el espíritu del Padrenuestro: "Hágase tu voluntad" (Mateo 6:10). Esa fue la actitud de Jesús cuando oró en Getsemaní. Usted debe pedir activamente y con insistencia que la voluntad de Jesús prevalezca; orar en su nombre es insistir en que su victoria total se haga manifiesta en el mundo. Orar en el nombre de Jesús supone utilizar su nombre como referencia. Cristo es la referencia que usted tiene al acercarse a Dios Padre en oración, y cuando Satanás intenta detenerle u oponerse a usted utilice el nombre de Jesús para alcanzar la victoria completa. Orar en el nombre de Jesús es reclamar la victoria del Calvario para su necesidad. Puesto que Jesús derrotó abiertamente a Satanás y a todas sus malignas huestes de demonios (Colosenses 2:15), el diablo es un enemigo vencido; se trata de un usurpador. Satanás intenta atemorizarlo e intimidarlo, pero ya ha perdido la última batalla; reclamen el nombre de Jesús la actualización de la victoria que Cristo consiguió en la cruz. Orar en el nombre de Jesús significa reconocer por completo el papel de Cristo como ungido de Dios; ver en El o: su Profeta, Sacerdote y Rey. Como profeta Jesús es su Consejero y guía; como Sacerdote, su intercesor. Cuando usted ora, Él dice "Amén" a su oración (Apocalipsis 3:14). "Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, Y en él Amén.

sábado, 21 de abril de 2018

INCREIBLE AUTORIDAD


INCREIBLE AUTORIDAD
Poco antes de su muerte y su resurrección mediadoras, durante la última semana de su vida, Jesús dio a sus discípulos algunas instrucciones especiales acerca de la oración que se cuentan entre sus enseñanzas más importantes. Uno de sus énfasis primordiales fue que, de allí en adelante, los discípulos habían de presentar las peticiones que tuvieran en su nombre. Ningún líder ha otorgado nunca una autoridad tan asombrosa a sus seguidores. Pero, para poder utilizar dicha autoridad para la gloria de Jesús y el avance de su reino, necesitamos conocer las respuestas a tres preguntas: ¿Qué implica el nombre en el pensamiento judío? ¿Qué significa orar en el nombre de Cristo? ¿Cómo podemos utilizar el nombre de Jesús de un modo más efectivo cuando oramos?
El significado del nombre para los judíos
En los tiempos de Cristo, el nombre implicaba tres cosas: La persona misma. Alabar el nombre de Jesús es alabarlo a Él; amar su nombre es amar a Cristo mismo; deshonrarlo es insultar al propio Señor. Todo lo que sabemos acerca de la persona. Cuando Moisés sintió el anhelo de estar más cerca de Jehová, pidió verla gloria divina, a lo que Dios respondió que un ser humano no podía sobrevivir a tal encuentro con El, ya que su gloria sería mayor que lo que el cuerpo físico es capaz de resistir. Sin embargo, el Señor le prometió una revelación parcial de su Persona; metió a Moisés en la hendidura de la roca, lo cubrió con su mano, y pasó delante de él quitando sólo por un momento la mano de modo que Moisés pudiera ver la gloria que quedaba tras ‘su paso. Mientras lo hacía, proclamó su nombre: "¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado" (Exodo 34:6, 7). Conocer a Dios era conocer todo lo que representaba su nombre; comprender dicho nombre significaba verlo a Él. Tenemos que anhelar la intimidad en oración con nuestro Padre celestial y aun cuando física mente no lo podemos ver podemos sentir su presencia en nuestro Interior.