lunes, 22 de agosto de 2016

La desobediencia a DIOS

La desobediencia a DIOS trae concecuencias  Jonas. 2:1-10
 Esta es una oración de agradecimiento, no una petición de liberación. Jonás simplemente estaba agradecido de no haberse ahogado. Fue librado de una forma espectacular y lo sobrecogía pensar que había escapado de la muerte. Aun dentro del pez, Dios escuchó la oración de Jonás. Podemos orar en cualquier parte y a cualquier hora, que Dios nos oirá. Nuestro pecado nunca es demasiado grande, ni nuestra dificultad demasiado inmensa, para Dios.

 Jonás dijo: "Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová" (2.7). A menudo hacemos lo mismo. Cuando todo nos va bien, tendemos a olvidarnos de Dios; pero cuando no hay esperanza, clamamos a El. Este tipo de relación con Dios conduce a una vida espiritual no muy firme, con altas y bajas. Un compromiso con Dios firme y diario promueve una sólida relación con El. Busque a Dios en las buenas y en las malas, y tendrá una vida espiritual mas vigorosa.

 Jonás habla de su experiencia en el vientre del pez como si hubiera estado muerto ya.

 Nos engañamos cuando vamos en pos de cualquier cosa que toma el lugar de Dios, lo cual es vanidad porque resulta siempre en vaciedad y equivale a renunciar a la misericordia de Dios. Que nada tome jamás el lugar que Dios debe ocupar en nuestra vida.

 Obviamente Jonás no estaba en posición de regatear con Dios. Por eso más bien le dio las gracias por salvarle la vida. Nuestros problemas deben llevarnos a asirnos de Dios, no a regatear con El para que nos saque del dolor. Podemos alabar y dar gracias a Dios por lo que ya ha hecho por nosotros, y por su amor y misericordia.

 Fue necesario un milagro de liberación para que Jonás hiciera lo que Dios le había mandado. Como profeta, Jonás estaba obligado a obedecer la voz de Dios, pero había tratado de eludir sus responsabilidades. Esta vez prometió cumplir sus votos. La historia de Jonás comienza con una tragedia, pero peor tragedia hubiera sido si Dios lo deja seguir huyendo. Cuando sepa que Dios quiere que usted haga algo, no huya. Quizás Dios no lo detenga como lo hizo con Jonás.

domingo, 21 de agosto de 2016

Dar verdaderos frutos

Dar verdaderos frutos
Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento.
Lucas 3:8
Su carácter esencial, sus motivos, sus convicciones, sus lealtades y sus ambiciones, se mostrarán con el tiempo en lo que dice y en lo que hace. Las buenas obras no salvan, pero todo creyente es salvado para buenas obras. "Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas" (Ef. 2:10; vea también Gá. 5:22-23; Col. 1:10).
Para el creyente, el llevar fruto ocurre con la ayuda de Cristo. El apóstol Pablo se refiere a que seamos "llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo" (Fil. 1:11). Por otra parte, los incrédulos (entre ellos los que dicen ser cristianos y no lo son) con el tiempo mostrarán los malos frutos que inevitablemente produce su vida no regenerada.
Si usted está dando frutos, estará creciendo en todas las esferas que enumera Pedro fe, virtud, conocimiento, dominio propio, paciencia, piedad, afecto fraternal y amor (vea 2 P. 1:5-9). Rechace los falsos credos
Vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina... Pero tú sé sobrio en todo.
2 Timoteo 4:3, 5
El profeta Isaías dio este buen consejo respecto a reconocer la falsa doctrina: "¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido" (Is. 8:20). Las doctrinas heréticas y los falsos credos no pueden resistirse al escrutinio de la luz divina de la Biblia.
Los falsos credos nunca enseñan la necesidad de entrar por la puerta estrecha de Cristo o andar por su camino angosto. A primera vista su contenido pudiera parecer ortodoxo y exigir verdadera fe, pero al final su mensaje radicará en el fundamento de las obras humanas y enseñara la salvación por el esfuerzo humano. Tales credos no mostrarán la profundidad o el peligro del pecado y de la depravación humana, y como consecuencia no presentarán la necesidad del arrepentimiento, del perdón y de la sumisión al Señor.
El mensaje de todos los falsos credos es un mensaje de deficiencias, y la mayor de todas es la omisión de la verdad del evangelio que salva.

sábado, 20 de agosto de 2016

ANSIEDAD - LA PLAGA MODERNA

ANSIEDAD - LA PLAGA MODERNA
"La edad de la razón" caracterizó una época anterior a la presente. Hoy vivimos en la "edad de la ansiedad". Un temor incierto, a menudo sin causa alguna, que resulta de la frustración, es lo que produce la ansiedad. La Biblia nos previene contra tales problemas mentales y nos brinda el mejor remedio para este mal común.
Jesús nos tranquiliza en Juan 14.1: "No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí". También en Mateo 6.25 dice: "Por tanto os digo: no os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?" La ansiedad duda de la palabra de Dios y puede guiar al pecado.
"Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús"(Filipenses 4.4-7). Pablo detalla aquí el remedio para esta ansiedad moderna. Estudiemos este pasaje para librar nuestras vidas de este mal.
Debemos siempre alegramos en el Señor, pues el verdadero gozo perdura en Jesucristo, no en nosotros mismos. El verdadero gozo permanece para siempre, no solamente hoy o mañana. J. P. Roland describió la felicidad como "algo de lo que todos hablan, pero muy pocos conocen". El apóstol Pablo aprendió a regocijarse siempre. "No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación" (Filipenses 4.11). Quizá fallamos en regocijarnos siempre, porque no buscamos la felicidad en Jesús y también porque no esperamos ser felices. Regocijarse es parte del remedio para curar la ansiedad.
Debemos dejar que nuestra gentileza sea evidente hacia cada uno de nuestros semejantes. W. E. Vine define gentileza con características de ser "decente, moderada, propia y por lo tanto adecuada; paciencia demostrada, clemencia; que expresa esa consideración que contempla humana y razonablemente los hechos de un caso". Cierto escritor describió a los cristianos como "los caballeros de Dios". Cuando fallamos en ser justos y rectos o no actuamos con moderación, sufrimos las consecuencias de la ansiedad. La gentileza es parte del remedio de Dios para la ansiedad.
Debemos orar por todo. Pablo dijo a la iglesia en Tesalónica: "Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús" (1 Tesalonicenses 5.16-18). Oremos y roguemos con acción de gracias para que nuestras peticiones sean conocidas delante de Dios, y que las súplicas incluyan nuestras necesidades - las cosas de las que carecemos. La oración quiere decir: hablar con Dios, platicar con Él. La palabra "súplica" denota las cosas que pedimos o requerimos. Pablo nos recomienda que hablemos con Dios y pidamos con acción de gracias, todo lo que concierna a nuestras necesidades.
"Oren como si todo dependiera de Dios", escribió cierto autor, "y trabajen como si todo dependiera del hombre". El salmista dijo: "Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado" (Salmos 16.1). La oración es parte del remedio para curar la ansiedad.
Familiares, vecinos y personas a nuestro alrededor sufren de ansiedad. Las personas ansiosas están enfermas, tanto del cuerpo como espiritualmente. El tratamiento de Dios llena la necesidad de curarlas. La paz que da la tranquilidad interior así como la calma externa, satisface a los hijos de Dios que siempre se regocijan en Él. Es por eso que todo cristiano necesita demostrar gentileza a todos los hombres y orar a Dios con acción de gracias.

viernes, 19 de agosto de 2016

Dios te AMA DIOS ES AMOR

Dios te AMA DIOS ES AMOR
Él nos amó, nos ama y nos amará. Gracias a Él es que podemos llamarnos hijos de Dios, “Dios eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo,” {EF 1,5;} Jesús se ofreció como sacrificio eterno al padre, y ofreció su sangre por nuestros pecados; ya el enemigo ¡no nos puede atar! ¡Somos libre! por la sangre, del cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. !El mundo no te puede atar¡ Sólo tú te puedes atar (limitar). En Él nombre de Jesús te invito a que entregues tu vida a Jesús, para que el Espíritu Santo te toque y te envuelva en el amor del Padre. No digas; nadie me ama o que solo me siento y mucho menos digas; yo no valgo nada. Hermano mío, tú vales la sangre del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, tú vales la sangre de Cristo. Por lo tanto tú eres importante. Posiblemente te encuentras en la oficina de un doctor o en un hospital enfermo sintiéndote solo, triste, angustiado; posiblemente estás molesto por tanto esperar, tienes la angustia de no saber que tienes y eso te crea una inseguridad emocional, mas sin embargo yo te digo que tu no estás solo. ¡Hay alguien que te ama, y ese alguien, ,tiene nombre de hombre y se llama Jesús! Él sabe por lo que estás pasando y hoy te dice; “hijo mío cuando, más sólo te has sentido, es cuando más cerca he estado de ti”. Posiblemente te preguntarás. ¿Me amará el Señor? Para poder contestarte esa pregunta solo te invito a que mires a una imagen de Jesús crucificado, mira sus llagas y su sangre derramadas por ti y por mí, mira la corona de espinas. Mira sus rodillas en carne viva y ahora soy yo el que te pregunta ¿crees que Jesús te ama?¡Pues claro que te AMA!

jueves, 18 de agosto de 2016

Hebreos 9:25-26

Hebreos 9:25-26
Ni entró (Jesús) en el cielo para ofrecerse vez tras vez, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. Si así fuera, Cristo habría tenido que sufrir muchas veces desde la creación del mundo. Al contrario, ahora, al final de los tiempos, se ha presentado una sola vez y para siempre a fin de acabar con el pecado mediante el sacrificio de sí mismo.
Tristemente mucha gente no ha escuchado el evangelio y se mantienen en la ignorancia. Es triste escuchar frases u “oraciones” en las que le piden a Dios algo a cambio de otra cosa. Es decir, Dios, te pido sanes a tal o cual persona y te prometo que voy a hacer esto o lo otro. Dios, te pido que si pasa esto que tanto quiero, no vuelvo a hacer tal. ¿Te suena familiar? No encuentro ninguna otra explicación más que ignorancia. Después de estudiar pasajes como el de hoy, no tiene sentido pensar que necesitamos hacer algo a “cambio” de un milagro. Jesús hizo el sacrificio perfecto una sola vez y para siempre. ¿Qué tipo de “sacrificio” podemos ofrecer nosotros? Piénsalo. ¡No tiene sentido! Sin embargo, hoy te puedo asegurar que alguien que conoces o cercano a ti está atravesando una situación difícil y está tratando de “negociar” con el Señor. En semana santa, hay un enorme ritual donde la gente deja de comer carne roja o algún otro alimento dependiendo el país por un periodo de tiempo. ¿El propósito? Tratar de reconciliarse con Dios y pedir “perdón” por sus pecados. Lo triste es que no estamos ahí para compartirles esta gran noticia. Nos da pena. Nos da miedo. No queremos incomodar a nadie. Y así los pretextos sobran. Sin embargo, la gente sigue sin conocer a Jehová y deseando tener comunión con Él. Por esta razón insisto una y otra vez en la importancia de estudiar la biblia. Debes tener muy claros los principios que Dios, y no los hombres, ha establecido. Tal vez todavía acostumbras realizar ciertos sacrificios porque los consideras necesarios. Después de leer el pasaje de hoy, debe quedarte claro que Jesús hizo el sacrificio que cumple con todos los requisitos para el perdón de nuestros pecados. Por ello, no es necesario que hagas absolutamente nada más. Sería minimizar lo que Cristo hizo. Cada vez que alguien realiza otro “sacrificio” está negando lo que Jesús ya hizo. Espero puedas entender que no se trata de criticar o juzgar a aquellos que realizan esto. ¡Al contrario! Estoy llamando a acción a todos aquellos que sí conocemos de la verdad y entendemos lo lejos que está de la voluntad de Dios el querer acercarse a Él a través de sacrificios. Claramente nos dice la biblia que el sacrificio no se repite una y otra vez sino que fue perfecto y para siempre. ¡Esto es lo que debemos anunciar! También son principios que debemos guardar en nuestro corazón y utilizarlos como fundamento de nuestra esperanza en Él. No solo murió por nosotros sino que además nos espera para interceder por nuestros pecados y poder entrar en presencia del Padre. Este sacrificio debe humillarte y guiarte a reconocer lo pequeño que eres y lo grande que es Él.
Oración
Señor: gracias por permitirme aprender de tu palabra y conocer tu voluntad. Gracias por mostrarme el sacrificio tan perfecto y eterno de Cristo y lo vital que es para mi vida espiritual. Te pido perdón por mis pecados y que mi vida lleve a otras personas a conocerte. En el nombre de Jesucristo. Amén.

miércoles, 17 de agosto de 2016

Hebreos 10:11-14

Hebreos 10:11-14
Todo sacerdote celebra el culto día tras día ofreciendo repetidas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados. Pero este sacerdote, después de ofrecer por los pecados un solo sacrificio para siempre, se sentó a la derecha de Dios, en espera de que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies. Porque con un solo sacrificio ha hecho perfectos para siempre a los que está santificando.
Recientemente  Pude darme cuenta que Satanás no es estático sino sumamente dinámico. Si bien, ya intentó perseguirnos y amedrentarnos sin resultado, hoy en día   cada quien tiene a su dios. Mejor promover que todos los caminos llevan al mismo lugar. ¿Todos buscan el bien cierto? Cada persona puede escoger su propio camino y al final llegará al “mejor” lugar porque puede creer en lo que quiera y eso es lo que pasará. ¿Sacrificios? Eso ya no se usa. ¿Pecado? Pues seguramente no soy el más santo o perfecto pero no debo estar tan mal. Dentro de la conversación que tuve, me decía una persona convencida que no hay diferencia entre religiones pues todas buscan el mismo objetivo. Irónicamente, al mismo tiempo reconoció que somos pecadores sin embargo cada quien puede “limpiarse” a su manera. Por más que intenté explicar que la biblia dice que solamente uno puede llegar al cielo a través de Cristo y de nadie más, simplemente me escucharon y pensaron que yo estaba bien y ellos también. ¡Increíble trabajo de Satanás! ¡Todos estamos bien! Mientras tanto, la gente se va a una eternidad sin Dios. El punto no es debatir quién está bien y quién está mal. El punto es anunciar que Cristo murió por nosotros y es justamente lo que dice el pasaje de hoy. Nos dice que se sacrificó una sola vez y para siempre para después sentarse a la derecha del padre y todos sus enemigos serán puestos a sus pies. Esto quiere decir que, aquellos que no le recibieron, que pelearon contra Él y le blasfemaron, serán juzgados. Esto es real. Esta es verdad absoluta. No es mi idea. No es mi religión. Es lo que Dios ha establecido que sucederá. Así como estableció que viniera el diluvio o cuando destruyó Sodoma o anunció que vendría el Mesías y se cumplieron todas las escrituras en Cristo. No podemos quedarnos con los brazos cruzados mientras la gente sigue perdida. No puedes ser indiferente. Tampoco se trata de ir y “convencer” a la gente. Ese trabajo lo hace Dios. A nosotros nos corresponde anunciar y vivir el ejemplo de Cristo.  La biblia dice. Espero comportarme como siervo de Dios y poder causar un impacto.  Solo Dios sabrá si dará fruto posteriormente. Esa es nuestra responsabilidad. Exponer el evangelio sin temor y sin censura. Cristo se sacrificó por nosotros y hoy reina a la diestra del Padre. ¿De qué lado quieres estar?
Oración
Señor: yo quiero estar contigo. Te pido perdón por mis pecados y reconozco que Cristo murió por mí. Te pido por sabiduría pues no es fácil entender que solamente Tú eres el camino. Abre mi corazón y mi entendimiento. Guía mi vida. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén

martes, 16 de agosto de 2016

Hebreos 11:8-10

Hebreos 11:8-10
Por la fe Abraham cuando fue llamado para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber a dónde iba. Por la fe se radicó como extranjero en la tierra prometida, y habitó en tiendas de campaña con Isaac y Jacob, herederos también de la misma promesa porque esperaba la ciudad de cimientos sólidos, de la cual Dios es arquitecto y constructor.
Génesis 12 narra esta historia de Abraham. El versículo 1 dice: Jehová dijo a Abram: vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. No le pidió algo fácil. Mucha gente ni siquiera se cambia de trabajo por miedo al cambio, mucho menos de ciudad o país. Dice una canción que la costumbre es más fuerte que el amor y yo le agregaría que las ganas de mejorar o siquiera de tener fe para hacer las cosas de manera distinta. Es increíble lo arraigados que podemos estar a las cosas materiales e incluso interpersonales como la familia o amistades. No quiere decir que esté mal tener buena comunión con tus seres queridos. El problema llega cuando no dejamos que Dios haga de nosotros conforme a su voluntad. Ponemos trabas y pretextos. He escuchado testimonios de pastores que dejaron atrás grandes iglesias y amistades por seguir el camino que Dios les mostró en otro lado. ¡Por supuesto que fue difícil! Conforme pasó el tiempo vieron la mano de Dios haciendo cosas increíbles y confirmando que habían hecho lo correcto. Me gusta pensar que todo lo que tenemos Dios lo pone en nuestras manos. Nosotros debemos dejar esas manos abiertas para que Él decida poner o quitar conforme a su voluntad. Por el contrario, cuando las cerramos, nos cuesta más trabajo dejar que Él haga cualquier cambio. Ojo, de todas formas lo va a hacer.
Dios no quiere que todos cambiemos de ciudad o país. Lo que sí debes saber es que es necesario hacer cambios en tu vida. Dejar atrás lo que tanto estorba en tu comunión con Dios. En ocasiones, hay personas que queremos mucho pero simplemente nos alejan de Dios. Tal vez debes dejar de ir a ciertos lugares. Así como Dios llamó a Abram y le pidió que dejara todo, hoy Dios te llama y te pide exactamente lo mismo. Deja todo y sígueme. Abram salió de su tierra y no reclamó ni cuestionó al Señor. Simplemente obedeció. ¡Por eso es nuestro ejemplo de fe el día de hoy! Cuando Dios habla, nosotros debemos escuchar e inmediatamente después, obedecer. Eso es fe. Eso es ser un verdadero hijo de Dios. Alguien que escucha y no hace nada, no puede sentirse parte con Dios. Tal vez te has estado engañando pensando que es posible llevar una doble vida. No se puede. Dios quiere todo tu ser. Quiere que le entregues tu corazón. Tus pensamientos. Tus deseos. Tus miedos. Todo. No tengas miedo ni dejes que el mundo a tu alrededor frene ese llamado que Dios te hace. Sabes perfectamente cuando Dios te habla. Esas palabras tocan tu corazón. Remueven lo que pensabas nunca podría ser removido. Abren todo lo que quieres esconder. Simplemente sacuden todo tu piso. No le des la espalda a esas palabras. Ten fe y deja que Él se encargue de dirigir tu vida. Así como Abram, toma tus cosas y deja de vivir conforme a tu voluntad y comienza a vivir conforme a Cristo.
Oración
Padre: quiero vivir con mi fe puesta en Ti. Quiero escucharte y obedecerte como lo hizo Abram. Quiero dejar de dudar y cuestionar. Te entrego mi vida. Te entrego todo para que pueda vivir conforme a tu voluntad. Guíame y no permitas que me aparte de Ti. En el nombre de Cristo Jesús. Amén