martes, 24 de diciembre de 2019

Nuevas de gran gozo


Nuevas de gran gozo

“Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor”, Lucas 2:8-11
En gran número de países del mundo se celebra la navidad y se asocia con luces, árboles adornados, pesebres, comidas, bebidas, regalos, etc., y no pasa de ahí. Miremos un pesebre, el menos visible es el niño del pesebre y quizá hoy en día es la situación en la que vivimos, no percibimos la presencia del Dios viviente.
Ahora, vemos la importancia que se da a los reyes magos de tal manera que se celebra fiesta de reyes, éstos eran hombres dedicados a la astronomía y venían siguiendo una rara estrella que los guiaba lejos de su tierra y anunciaba el nacimiento de un rey. Ellos llegaron al sitio donde la estrella se había parado, entraron donde estaba el niño, abrieron sus tesoros, le ofrecieron: oro, incienso y mirra.
En cambio, para los pastores que conocían y esperaban la promesa del Mesías, Dios envió un mensajero muy especial dándoles todas las instrucciones diciéndoles: “os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor” Los pastores se regocijaron, pues era el cumplimiento de una profecía tan esperada. Ese privilegio lo tuvieron los pastores, pues a ellos Dios mismo les da el mensaje, en cambio a los reyes magos son guiados por una estrella.
Hay muchos que aun teniendo a Dios delante manifestado en Cristo, no lo reconocen, no lo aprecian, a ese tipo de personas solo los deja con señales o mensajes silenciosos como la estrella, pero aquellos que tienen humildad, que bajan su corazón, y están dispuesto a oír lo que Dios dice, Dios se revela y muestra de manera sobrenatural lo que Él significa.
Jesús dijo: bienaventurados los humildes porque ellos verán a Dios, bienaventurados los pobres en espíritu, los que reconocen su debilidad, su necesidad y su dependencia porque ellos serán saciados, así como sucedió con los pastores que la gloria del Señor los rodeó de resplandor. Oración.
Amado Señor, que el verdadero significado de la Navidad sea la motivación para adorarte y glorificarte. Has nacido como mi Señor y mi Salvador en el pesebre de mi corazón, vive en él con todo tu poder y que tu gloria resplandezca sobre mí. Te amo Señor. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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lunes, 23 de diciembre de 2019

Consejo de Dios: sabiduría e inteligencia


Consejo de Dios: sabiduría e inteligencia
“En los ancianos está la ciencia, y en la larga edad la inteligencia. Con Dios está la sabiduría y el poder; suyo es el consejo y la inteligencia”, Job 12:12-13
Todos acumulamos años de vida llenos de experiencias, pero no son los años los que dan sabiduría, pues la sabiduría viene de vivir las experiencias con Dios a través de sus verdades y revelaciones. David decía: “Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, y lo guardaré hasta el fin” (Salmo 119:33)
No todos estamos dispuestos a aprender, porque pensamos que lo sabemos todo y hemos cerrado la mente al aprendizaje, pasando por la vida con suprema autosuficiencia. Así era el pueblo judío, dice la Biblia: “Muchas veces los libró; mas ellos se rebelaron contra su consejo, y fueron humillados por su maldad. (Salmo 106:43)
Cuántas veces nosotros hemos desechado las amonestaciones de Dios, hemos sido indiferentes a su Palabra, pero es sabio escuchar el consejo, sabio aprender de las experiencias, sabio aprender de las lecciones de vida de otros, o sea, es bueno querer aprender, saber observar y saber escuchar. Jesús dijo: «Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan”. (Lucas 11:28)
Dice también la Biblia: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos. No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento, que han de ser sujetados con cabestro y con freno, porque si no, no se acercan a ti”. (Salmo 32:8-9)
Hermano, el Señor quiere instruirnos, guiarnos y aconsejarnos, por eso nuestra respuesta debe ser de sometimiento y aceptación a Él. Puede ser que tengamos la fuerza del caballo, pero, aun así, como éste, necesita ser sujetado con freno en su boca para que quien lo monta pueda dirigirlo. Oración.
Señor, reconozco mi condición de pecador, de creerme autosuficiente, pero me acerco a ti con corazón humillado para oír tu Palabra, tu consejo y adquirir ciencia y sabiduría, porque sólo en tu boca está la inteligencia. Te amo Señor. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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domingo, 22 de diciembre de 2019

Tiempo de regocijo, paz y amor


Tiempo de regocijo, paz y amor

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”, Filipenses 4:6-7
Se acerca la Navidad y vemos cómo este tiempo se ha convertido en una época exclusivamente de regalos, reuniones sociales, banquetes y licor, las casas y las calles se han llenado de luces, pero Jesús que es el protagonista de la celebración no ha sido invitado; aquel que dijo “Yo Soy la Luz del mundo” está ausente.
El mundo ignora que sin Jesucristo en el corazón, la navidad simplemente, es una festividad más. Termina este tiempo de festín y de nuevo se enfrentan a las preocupaciones, deudas, desesperanza, conflictos y ansiedad.
El tiempo de navidad, nos debe recordar el pacto que Dios hizo con su pueblo para redimirlo, el inicio de una vida triunfante y victoriosa, pues fue la apertura del camino al reino de Dios que estaba cerrado por el pecado. Este es tiempo de regocijarnos en el Dios de nuestra salvación, es tiempo de paz y amor.
Hermano, invita a aquel que es paz y amor, a Jesucristo, para que sea el Señor y salvador de tu vida, Él alegrará tu corazón no solo por un mes, sino por el resto de tus días. Solo Él puede dar la paz tan anhelada, esa paz que sobrepasa los pensamientos del hombre. Depende de ti vivir en paz o vivir ansioso, pues el Señor dice: “Por nada estéis afanosos”. Oración.
Padre Amado, te ruego por quienes acuden a este devocional, para que sus corazones sean tocados por ti, que vivan el verdadero sentido de la navidad, que huya la insignificancia y se llenen del amor y la paz que solo proviene de ti. Que tu presencia permanezca en medio de sus familias, en estos tiempos de disolución. Te amo Señor. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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sábado, 21 de diciembre de 2019

Buenos administradores de la gracia de Dios


Buenos administradores de la gracia de Dios

“Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración. Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados. Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones. Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable conforme a las Palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo, sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén”, 1 Pedro 4:7-11
Han transcurrido alrededor de dos mil años, desde cuando Pedro escribió esta epístola, y como él mismo escribió: “que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día”, pues dos mil años equivaldrían a dos días que no son nada comparados con la eternidad, por eso Pedro escribe “el fin de todas las cosas se acerca”, pues cada día que pasa se acerca aún más el regreso del Señor Jesucristo, por tanto, debemos asegurarnos de estar cumpliendo con los mandatos de su Palabra, la Biblia dice: “Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor”. (Mateo 24:42).
No olvidemos, hay un día señalado para esa gloriosa venida de Cristo, que pude ser hoy, puede ser mañana o cualquier día, así que los creyentes debemos vivir cada día como si fuera el último, siendo sobrios, sabios, hospitalarios, velando en oración, teniendo un ardiente amor entre los que nos rodean y expresándonos con palabras sazonadas que edifiquen a los oyentes.
Es extraordinaria la multiforme gracia de Dios que nos ha sido dada, pero qué gran responsabilidad es ser buenos administradores de esa gracia divina e incomparable, la cual solo se logra con el poder y fuerza que Dios da, para que en todo sea glorificado por Jesucristo.
Hermano, debemos dar prioridad a las cosas eternas e invisibles, conscientes de que hoy pudiera ser el día de la venida de Cristo. También, vivir la vida que Dios nos llama a vivir al preservar nuestra comunión con él, profesar el amor a los hermanos y concentrarnos en el servicio a Dios. Oración.
Padre eterno, mientras espero la gloriosa venida de Jesucristo, viviré en sobriedad, velando en oración y acción de gracias. Ayúdame Señor a profesar un ferviente amor por los demás, a ser caritativo y buen administrador de la Gracia divina que me ha sido dada, pues tuyo es el honor, la honra y la gloria por los siglos de los siglos, amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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viernes, 20 de diciembre de 2019

Presencia de Dios en tu vida


Presencia de Dios en tu vida
“¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra. Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá alrededor de mí. Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; lo mismo te son las tinieblas que la luz”, Salmo 139:7-12
Este salmo nos da prueba de la Omnipresencia de Dios, o sea, Él está en todo lugar y en todo tiempo, un atributo, sólo de Dios. Muchas veces hemos buscado la noche, hemos cerrado las cortinas, nos hemos ocultado en cuatro paredes para pecar deliberadamente, pero a los ojos de Dios todo está descubierto. La Biblia dice: “Los ojos de Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos”. (Proverbios 15:3)
Debemos tener completa convicción que cuando recibimos a Jesucristo en nuestro corazón, como Señor y único Salvador, el Espíritu Santo viene a nuestra vida y nos sumerge en Él y permanece con nosotros todos los días de nuestra vida, revelándonos las verdades del Reino de los cielos y ayudándonos en nuestras debilidades.
Dios es ineludible, ¿a dónde huiremos de su presencia?, pues no hay lugar para esconderse de Dios, aunque pretendamos ocultarnos entre sombras, como lo hizo Adán y Eva que se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto, así como también ocurre que ignoramos la omnipresencia del Santo Espíritu y somos indiferentes a sus manifestaciones.
Recordemos, cuán gran privilegio tenemos los creyentes, Dios siempre está a nuestro lado, cuida nuestra salida y nuestra entrada, nos estrecha y nos guía con su mano derecha y la noche resplandecerá alrededor de nosotros. Dios está allí aunque no lo percibamos.
Hermano, vive tu vida en santidad, camina en la presencia del Señor y tu vida será transformada, para la gloria de Dios. Oración.
Amado Dios, perdóname porque quizá muchas veces me oculté tras las sombras, ignorando que tu mirada estaba puesta en mí. Hoy y siempre quiero vivir y caminar en tu presencia, bajo tu dulce y tierna contemplación, haciendo tu santa, buena, agradable y perfecta voluntad. Gracias Señor, amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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jueves, 19 de diciembre de 2019

Espíritu Santo eres Maestro e Intercesor


Espíritu Santo eres Maestro e Intercesor
“Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos”, Romanos 8:26-27
Jesús les comunicó a sus discípulos que era necesario que él se fuera pero no los iba a dejar huérfanos, enviaría al Espíritu Santo, quien los guiaría a toda verdad, los instruiría en todo y les recordaría todo lo que les había dicho. Jesús era su maestro, pero al regresar al Padre prometió mandar un nuevo maestro, el Espíritu Santo.
Del mismo modo que nos enseña las verdades sobre Jesús y el Padre, el Espíritu Santo nos enseña a orar y aún más, ora con nosotros cuando no sabemos hacerlo. EI Espíritu conoce nuestra debilidad e intercede por nosotros con gemidos que no pueden ser expresados en palabras humanas. Cuán significativo es que esa intercesión sea de acuerdo con la perfecta voluntad de Dios.
Ahora, es Dios quien escudriña el espíritu de todas las personas, así como también Él conoce las intenciones de nuestro corazón, sean buenas o malas, porque nuestros pensamientos no están ocultos a Él. La Biblia dice: “Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras”. (Jeremías 17:10). Dios nos da la oportunidad de escoger el camino, si el de la vida o de la muerte, si aceptamos a Jesucristo en nuestro corazón o lo rechazamos o si aceptamos ser hijos de Dios o hijos del padre de la mentira.
Pablo da testimonio y dice: «Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. […] El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo». (Romanos 8:14-17a)
Por lo tanto, el Espíritu Santo trabaja activamente en nuestra vida, para guiarnos, enseñarnos e interceder por nosotros siempre. El Espíritu Santo nos muestra nuestra identidad de hijos de Dios y confirma en nuestros corazones que Dios es verdaderamente nuestro Padre. Oración.
Padre Bueno, que privilegio me has concedido sin merecerlo, al bautizarme con tu Santo Espíritu, pues Él me enseña la Verdad y me revela tus secretos, Él es mi Maestro, el Mediador en mis caídas, la fortaleza en mi debilidad y clama por mí con palabras celestiales. Gracias Señor. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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miércoles, 18 de diciembre de 2019

Levántate y haz tu parte que Cristo hace el milagro


Levántate y haz tu parte que Cristo hace el milagro

“Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos. En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua. Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese. Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo”, Juan 5: 2-9
Jesús hablaba con autoridad, daba sus mandamientos a los hombres, y en la medida que éstos obedecían recibían los milagros.
Cuando Jesús le pregunta al hombre si quería curarse, pareciera que es una pregunta que no cabe. ¿Quién no quiere sanarse? El hombre había esperado treinta y ocho años y quizá ya había perdido la esperanza, hasta es posible que en lo más íntimo de su corazón se sintiera satisfecho de seguir siendo un inválido, porque, si se curaba, tendría que enfrentarse con el peso de la vida y sus responsabilidades. Pero la respuesta de este hombre fue inmediata. Quería curarse, aunque no veía cómo, puesto que no había nadie quien lo ayudara.
Hoy igualmente se presenta esta situación con nosotros, pues Jesús viene y nos dice: “¿Realmente quieres cambiar?” Si en lo más recóndito de nuestro corazón estamos contentos con ser como somos, no puede haber ningún cambio, porque el deseo de las cosas divinas debe inflamar nuestro corazón. Jesús, pues, le dijo al hombre que se levantara, pues es como si le hubiera dicho: “¡Hombre, doblega tu voluntad! Haz un esfuerzo supremo y tú y yo lo lograremos juntos”. El poder de Dios no prescinde del esfuerzo del hombre. Dios le dijo a Josué: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente” (Josué 1:9).
Ningún hombre puede vegetar, y esperar que suceda el milagro. El milagro sucede cuando nuestra voluntad y el poder de Dios cooperan para hacerlo posible. “Levántate” le dijo. Ciertamente, Jesús estaba ordenando al hombre que intentara lo imposible. El hombre podría haber dicho, que eso era exactamente lo que no podía hacer, que durante treinta y ocho años el lecho había sido su soporte. Pero una vez más, el hombre hizo el esfuerzo a la par de Cristo, y sucedió el milagro.
Hermano, aquí tenemos el camino para lograr lo que anhelamos. Hay tantas cosas en este mundo que nos vencen, nos derrotan y se apoderan de nosotros, pero el esfuerzo y la fe en Cristo harán manifiesto su poder y el milagro vendrá.  Oración.
Amado Señor, he vivido postrado y agobiado por la carga del pecado que por años se arraigó dentro de mí, pero hoy me he levantado y me he sumergido en las aguas de tu palabra que lava, purifica, santifica y restaura. Gracias señor porque soy nueva criatura en ti. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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