viernes, 9 de noviembre de 2018

Toda buena dádiva y todo don perfecto


Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación”. (Santiago 1:17)

Todo lo bueno que tenemos proviene de lo alto, de Dios, de nuestro Padre celestial que nos quiere bendecir. ¿Puedes cerrar tus ojos y pensar por un momento todo lo bueno que has recibido mientras estas en esta vida? Piensa en tu salud, en tu cuerpo y cada uno de tus sentidos, tus ojos, tus oídos, tu sentido del gusto, tus brazos, tus piernas para moverte, tus talentos y habilidades, tu cónyuge, tu familia, amigos, hogar, trabajo, el alimento y el vestido, la naturaleza, el tiempo, todo sigue pensando…. Bueno, todo, todo son regalos que Dios te da para disfrutarlos, cuidarlos y aprovecharlos. No desperdicies nada de lo que Dios te ha dado, al contrario, recíbelos con gusto y con un corazón agradecido. A Dios le agrada cuando reconocemos que todo proviene de Él, y que estamos agradecidos. Yo puedo decir ¿y que de esta enfermedad qué estoy padeciendo?  Pues yo se que Mi Padre Eterno me puede sanar y si no me sana es porque me quiere llevar con EL lo cual es mucho mejor
No seamos como el Pueblo de Israel, que Dios los sacó de la tierra de Egipto para llevarlos a la tierra que mana leche y miel, y en el trayecto no hicieron más que quejarse y quejarse. Dios fue muy paciente con ellos, pero los hizo dar muchas vueltas en el mismo lugar hasta que pudieran aprender a ser agradecidos. Piensa en cada cosa de la cual te quejas, y cámbiala por un gracias Señor! Y te darás cuenta, que cada cosa que Dios te ha dado es una bendición que te permitirá madurar en la relación con El. Y lo mas importante que nos a dado es la vida eterna con EL.  Con la muerte y resurrección de nuestro Señor y Salvador JESUCRISTO.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito

jueves, 8 de noviembre de 2018

El pecado


(Santiago 1:15).  El pecado causa la muerte espiritual. - Dios no se equivocó cuando dijo al hombre que su desobediencia traería consigo la muerte. Dice la Biblia: “Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte. Dios no formuló sus estatutos para quitarnos la alegría y el gozo, por el contrario, lo hizo para darnos vida abundante. En cambio, el pecado nos encierra en congojas, sufrimiento, miseria y muerte. Nunca produce buenos frutos, continuamos viendo las consecuencias del pecado:

El pecado acaba con nuestra autoestima: El pecado nos hace perder nuestra propia dignidad; nos hace sentir derrotados y sin valor. El apóstol Pedro estaba dispuesto a morir antes de negar a Cristo y en la noche lo negó tres veces; y lloro amargamente, estas conductas nos hacen sentir completamente fracasados. El pecado nos hace sentir miserables, pero podemos decir como David: “Ordena mis pasos con tu palabra, Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.  La solución a las debilidades tan comunes en los seres humanos es Cristo Jesús. La Biblia dice “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” (1 Juan 1:9). Dios está dispuesto a restaurar todas las consecuencias que trae el pecado. Es nuestra decisión aceptar su perdón y limpieza. Dios te dice ahora, “tu corazón guarde mis mandamientos; porque largura de días y años de vida y paz te aumentarán” (Proverbios 3:1-2). El cristiano nacido de nuevo no es normal que practique el pecado. El Apóstol Pedro dijo a Cristo nunca te negaré
, pero lo decía en sus fuerzas no contaba con El Espíritu Santo lo cual es imposible no pecar.   Oración. "Amado Padre, al igual que el salmista te digo: ordena mis pasos con tu Palabra, borra de mí toda iniquidad y toda sombra de pecado, límpiame con hisopo y seré más blanco que la nieve. Hoy tomo tu camino con un corazón arrepentido y dispuesto a ser hacedor de tu Palabra, En El nombre de Jesucristo Tu Hijo amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito

miércoles, 7 de noviembre de 2018

la tentación


Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman." (Santiago 1:12)
La tentación es un arma de Satanás, pero también es una herramienta de Dios para fortalecer nuestro carácter, por eso es que Jesús nos dice: “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.” (Mateo 26:41) Durante nuestra vida estaremos constantemente expuestos a situaciones que de acuerdo a nuestra reacción será el fruto que haya en nuestras vidas. Cuanta gente han conocido que se lamenta de cómo fue que le sucedió tal o cual cosa. Mucha gente se ha enfrentado a situaciones que al tomar el camino equivocado han trastornado y transformado sus vidas; las tentaciones en la lujuria, en el robo, en la venganza, en las drogas, etc. han colocado a muchos jóvenes a vivir vidas en esclavitud que afectan sus generaciones y las siguientes, por eso es que nuestro Señor Jesús nos pide que oremos así: “Cuando vengan las pruebas, no permitas que ellas nos aparten de ti, y líbranos del poder del diablo." (Mateo 6:13,BLS) “Por eso, que nadie se sienta seguro de que no va a pecar, pues puede ser el primero en pecar. Ustedes no han pasado por ninguna tentación que otros no hayan tenido. Y pueden confiar en Dios, pues él no va a permitir que sufran más tentaciones de las que pueden soportar. Además, cuando vengan las tentaciones, Dios mismo les mostrará cómo vencerlas, y así podrán resistir. Por eso, Jesús nos dice: “Orad que no entréis en tentación.” (Lucas 22:40) 
“En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.” (Salmo 4:8)
Oh Padre eterno con tranquilidad en mi corazón dormiré, porque Tú sustentas mi alma, porque cuidas mis pasos y me afirmas en Tu Palabra porque Tú has dado a Tu Hijo Jesús por mí. Toda mi alma confía en Ti, Tu luz me guía y Tu Espíritu me alienta; Tu palabra me fortalece, y Tu amor me afirma. Contigo no temeré, porque Tú siempre estás conmigo. Gracias Señor mío por las pruebas, y gracias por la capacidad que me has dado para resistirlas, fortaléceme para nunca caer en ellas. A Ti clamaré de día y de noche. Te buscare cada mañana, y Tus palabras estarán conmigo al levantarme, al andar en el camino, cuando este en mi casa, y al acostarme. Gracias Padre eterno en El nombre de Jesucristo Tu Hijo AMEN.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito

martes, 6 de noviembre de 2018

NO DUDES


DUDA DE TUS DUDAS Y NO DUDES
Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. Santiago 1:6-8
¿Qué sucede cuando usted titubea en hacer algo que Dios le ha dicho que haga? Su adversario, el diablo, dará el primer paso y le asaltará de inmediato.
Si quiere vivir por fe, considere que la duda es uno de los hábitos más peligrosos que pueda tener. Eso proviene de la indecisión. La Biblia dice que un hombre así es “inestable, de poca confianza e indeciso, sobre todo lo que él piensa, siente y decide”.
Si usted es de doble ánimo, las decisiones que toma estarán divididas. Usted tratará de vivir por fe y de proteger su temor a la misma vez, hará declaraciones de fe como: “yo creo que Dios me va a sanar”. Entonces su temor le habla al oído: “Pero no quisiera decir que estoy sano”. Usted está tan ocupado debatiendo entre la fe y el temor que no puede progresar en nada.
Deshágase del hábito de la duda hoy. Tome la decisión definida de confiar en la Palabra de Dios y actuar conforme a lo que ella dice. Decídalo de una vez por todas. Decida que no volverá a darle lugar a la duda. Cuando la duda venga a su mente, échela fuera rápidamente.
Cuando Dios hable, no desperdicie un momento, dé el paso de fe que necesita dar y así siempre irá adelante del diablo.
Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.  Pedro dudo y empezó a hundirse en la mar por dudar de la palabra de Cristo. Mateo.   14:30 Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!
14:31 Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?          Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito 

lunes, 5 de noviembre de 2018

La prueba de vuestra fe produce paciencia


Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia”, Santiago 1:2-3
“Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”, Romanos 5:3-4
¿Quién no quiere sabiduría para guiarse en medio de las pruebas? Cuando estamos en dificultades y pruebas lo más difícil es regular nuestro espíritu y administrar nuestros asuntos. Es cuando necesitamos pedir la sabiduría de Dios. Y dice Santiago “a todo aquel que la pide se le dará abundantemente y sin reproche”.
Solo en el poder de Dios podemos estar firmes y seguros. La tribulación debe producir paciencia, por medio de la poderosa gracia de Dios, y la paciencia debe llenarnos de esperanza. Esta esperanza está sellada por el Espíritu Santo de Amor, que no nos dejará avergonzar.
Cuando nuestra mente está ocupada en lo espiritual y eterno y permanece firme en los caminos de Dios, crecerá en medio de las pruebas y se levantará sobre ellas. Porque ha aprendido que ninguna situación de la vida es tal, que impida regocijarse en Dios. Nuestras dificultades deben convertirse en períodos de aprendizaje. Ya que nos enseñan paciencia y a entender que el hecho de convertirnos en cristianos no nos libera automáticamente de los problemas, sino que la fe nos enseña a enfrentarlos correctamente, viéndolos desde la perspectiva de Dios. Cuando vemos las pruebas como un medio para crecer moral y espiritualmente, gozaremos de sus frutos.
Cuando somos sometidos a prueba se comprueba que tan genuinos somos en nuestra fe y cuanto estamos dispuestos a permanecer y a resistir con valentía. La perseverancia en sí misma tiene un efecto. Es como mantener una fina espada de metal en el fuego hasta que esté templada. En este caso, la espada es el creyente, el fuego es la prueba y el temple es que los creyentes llegan a estar completos (perfectos) y cabales, no quedándose atrás en nada.
Un carácter firme en Dios indica que estamos avanzando hacia la madurez espiritual y la plenitud. Conscientes de que las luchas diarias no amenazan nuestra paz y nuestra seguridad de Dios. Sino que produce en nosotros la capacidad de soportar, porque Dios está obrando de esa manera en nuestra vida y cumplirá su propósito en nosotros.  Señor hoy más que nunca pido tu sabiduría para guiar mi vida y para sortear las dificultades que se me presentan. Permíteme gozarme en ellas entendiendo que estas obrando en mi vida para formar tu carácter en mí y así permanecer firme hasta el fin. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito

domingo, 4 de noviembre de 2018

Alabando a Dios


Hechos 2:47.   Alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.  Las Escrituras nos enseñan por todo el libro de Los Hechos un gran ejemplo de cómo el mover del Espíritu Santo puede traer cientos de almas a la salvación. ¡Continuamente logramos ver la conversión de cientos de miles de personas al evangelio de Jesucristo! La Biblia nos demuestra en Hechos 2:47 que, “alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.” Gloria a Dios que en medio del avivamiento espiritual que experimentaba la iglesia primitiva había gran número de salvaciones diariamente. Todos los días había nuevas almas que se añadían a la iglesia de Jesucristo.
El avivamiento registrado en las páginas del Libro de Los Hechos. En dos predicas de Pedro al comienzo de ser lleno del Espíritu Santo recibieron a Jesucristo 3,000 y 5,000 almas, que se añadían a la iglesia. Me pregunto, ¿es posible ver este crecimiento explosivo en la iglesia hoy día? ¿Sera que Dios puede hacer esto en nuestros tiempos? ¡Yo creo que, si se puede ver la salvación masiva de almas! Yo creo que los mejores días están en nuestro futuro. Dios desea traer un mover especial del Espíritu Santo en nuestros tiempos. Un aviamiento que será tan poderosos que lograremos ver ciudades enteras venir a los pies de Jesucristo. El fruto del avivamiento será la conversión genuina de cientos de miles de personas que dejaran las tinieblas y les alumbraran la luz de CRISTO. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito

sábado, 3 de noviembre de 2018

Pedro les dijo: Arrepentíos


Hechos 2:37-38. ¿Qué evangelio predicó Pedro a las masas en el día de Pentecostés? La Biblia nos dice que cuando la gente escuchó al apóstol testificar: “…se compungieron de corazón, y dijeron…varones hermanos, ¿Qué haremos? Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Pedro no les dijo tan solo “cree y se salvó”, ni tampoco les pidió que hicieran simplemente una decisión, que presentaran su postura por Jesús. ¡No, él les dijo que se arrepientan primero, y luego sean bautizados en obediencia a Cristo!
¿Qué evangelio predicó Pablo a los atenienses paganos en el Areópago? Él les dijo muy directamente: “…Dios…ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan” (Hechos 17:30). Pablo les dijo a estos hombres: “¡No! ¡No! Jesús no puede ser simplemente añadido a tu lista de dioses. Él ha venido a salvarte de tus pecados. ¡Y Él manda a todos sus seguidores que se arrepientan y sean limpios!”

Más tarde, Pablo le predicó este mismo evangelio de arrepentimiento al rey Agripa: “No fui rebelde a la visión celestial, sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea. Y a los gentiles, que somos todos que no venimos del linaje de ISRAEL. Que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento” (Hechos 26:19-20).

Pablo está diciendo: “Dondequiera que he estado, he predicado arrepentimiento. ¡Y un arrepentimiento genuino se demuestra con hechos!”
Estos pasajes nos dejan en claro que la iglesia apostólica predicaba sin temor el mismo evangelio que Juan y Jesús predicaron: “¡Arrepentíos para perdón de los pecados!  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito