miércoles, 17 de noviembre de 2010

El control soberano


El control soberano

Elegidos según la presciencia de Dios.

1 Pedro 1:2

A través de los años, las teologías arminianas y calvinistas han estado en polos opuestos. La teología reformada tradicional, que llamamos calvinismo, subraya la soberanía de Dios, pero la teología arminiana en realidad subraya la soberanía del hombre. Enseña que Dios es útil al dar ayuda espiritual, pero que uno tiene que encontrarla en sí mismo para ir a Cristo, perseverar en la fe, alcanzar metas espirituales y obtener victorias espirituales.

¿Qué resulta de esa clase de teología? Una persona puede decir que confía en Cristo, pero en realidad confía en sí misma. Eso muestra la creencia de que el poder para escoger la salvación, o perderla por el fracaso espiritual, pertenece a la persona. Suponga que usted creyera que tenía esa clase de poder. ¿Puede imaginarse lo que sería enfrentarse a la muerte y preguntarse si no pudiera entrar en el cielo porque había cometido muchísimos pecados? Esa incertidumbre causará ansiedad, no seguridad.

Confiar plenamente en Dios requiere conocimiento de su gracia soberana: Que una persona es escogida, redimida, mantenida y glorificada por Dios, que es el iniciador. Reaccione ante los problemas con acción de gracias

Sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.

Filipenses 4:6

En vez de orar a Dios con duda o descontento, el creyente ha de acercarse a Dios con un espíritu de acción de gracias. Por eso Dios prometió que nada en nuestra vida será demasiado para que lo soportemos (1 Co. 10:13). Él ha prometido hacer que todo obre para nuestro bien (Ro. 8:28), y "perfeccionarnos, afirmarnos, fortalecernos y establecernos" en medio de nuestro sufrimiento (1 P. 5:10).

Todas las dificultades están dentro del propósito de Dios, de modo que podemos darle gracias por su poder y sus promesas. Pedro dijo que echemos "toda [nuestra] ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de [nuestra]" (1 P. 5:7). Al hacerlo, hemos de ser agradecidos por su providencia, su promesa de perfeccionarnos, la gloria que Él recibirá del cumplimiento de su voluntad, y por las pasadas misericordias que son la promesa de bendiciones futuras.

martes, 16 de noviembre de 2010

Un ancla de confianza


Un ancla de confianza

En ti, oh Jehová, he confiado; no sea yo confundido jamás; líbrame en tu justicia.

Salmo 31:1

Como lo indica el versículo de hoy, David tuvo gran confianza en Dios en medio de la aflicción. También dij "Porque tú eres mi roca y mi castillo; por tu nombre me guiarás y me encaminarás. Sácame de la red que han escondido para mí, pues tú eres mi refugio" (Sal. 31:3-4). Su confianza radicaba en el carácter santo de Dios. Un adecuado conocimiento de Dios es esencial para la estabilidad espiritual. Y la única forma de conocer a Dios es mediante lo que Él ha querido revelarnos de sí mismo en las Escrituras. Jesús Con Nosotros

Arrepiéntanse y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados —les contestó Pedro, y recibirán el don del Espíritu Santo. Hechos 2:38

Ronald Amundsen era un explorador noruego que fue elprimero en descubrir el meridiano magnético del Polo Norte y el que descubrió el Polo Sur. En uno de sus viajes a la cima del mundo, Amundsen llevó una jaula que contenía una paloma mensajera... y la liberó cerca del Polo Norte. ¡Cuando su esposa vio a la paloma sobrevolando su casa, supo que su marido estaba vivo!

Esta es una imagen perfecta de cómo Dios demostró su amor por los creyentes en Cristo al enviar el Espíritu Santo. Primero envió al Espíritu Santo bajo la forma de una paloma para indicar la unción de Jesús (Lucas 3:22). Después envió al Espíritu como don para la iglesia en Pentecostés (Hechos 2:1-4). Jesús llamó al Espíritu Santo el paraklete («el que es llamado a acompañar»), también traducido a veces como «Consolador» (Juan 14:16). Así como Jesús amaba y alentaba a sus discípulos, como uno más entre ellos, el Espíritu Santo ama y alienta a los discípulos de Jesús, habitando en ellos.

Jesús puede no estar presente físicamente entre nosotros, pero su presencia nos acompaña de forma espiritual a través del poder del Espíritu Santo.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Crecimiento Espiritual


Crecimiento Espiritual


Pasaje clave: Efesios 4:12.

La Biblia es muy clara en el hecho que la voluntad de Dios es que cada creyente alcance la madurez espiritual. (Efesios 4:14-15).

Pero nos preguntamos ¿cómo se produce el crecimiento espiritual? ¿Cómo podemos ser maduros en Cristo?

Los Mitos Sobre el Crecimiento Espiritual

Mito es una fábula, leyenda o creencia popular

1. El crecimiento espiritual es automático, cuando alguien se convierte.

No alcanza con asistir a la iglesia para crecer. En toda iglesia hay personas que asisten por años y siguen siendo bebés espirituales.

La verdad: El crecimiento espiritual es intencional. Se requiere compromiso y esfuerzo para crecer. El discipulado empieza con una decisión sincera. “Ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor” (Filipenses 2:12-13).

2. El crecimiento espiritual sólo es alcanzable para unos pocos elegidos.

Para algunos la palabra espiritual es un término místico: Otros piensan en monjes. Creen que la madurez espiritual es para súper santos.

La verdad: El crecimiento espiritual es muy práctico. Cualquier creyente puede alcanzar la madurez espiritual si desarrolla los hábitos necesarios para el crecimiento.

3. La madurez espiritual es asunto de hallar la “llave correcta.”

Muchos cristianos piensan que su crecimiento depende de un solo factor mágico que deben hallar. O de una experiencia espiritual que, por sí sola, les llevará a ser como Cristo.

La verdad: El crecimiento espiritual es un proceso que lleva tiempo. Dios instruyó a los israelitas a tomar la tierra “poco a poco” (Deut.7:22). Dios nos lleva gradualmente al crecimiento y la madurez. El proceso de crecer en Cristo dura toda la vida.

4. La madurez espiritual se mide por lo que Ud. conoce.

Conocer la Biblia es fundamental para crecer, pero no es el factor determinante.

La verdad: La madurez espiritual se mide más por las conductas que por las creencias. Las creencias deben estar respaldadas por la conducta.

5. El crecimiento espiritual es un asunto personal y privado.

Es decir, mi crecimiento no tiene nada que ver con otras personas, es asunto de mí mismo.

La verdad: Los cristianos necesitan relacionarse para crecer. No crecemos aislados de los demás, nos desarrollamos en el contexto de la comunión. Leer Hebreos 10:24,25. Dios quiere que crezcamos dentro de una familia.

6. Todo lo que se necesita para crecer es estudiar la Biblia.

Algunos opinan que crecer es asunto de cursos, estudios e institutos. Pero para crecer en Cristo se necesita más.

La verdad: Se necesita una variedad de experiencias espirituales con Dios para producir madurez espiritual. Alabar a Dios, compartir con otros, usar nuestros talentos y compartir nuestra fe con los perdidos



Qué se Necesita Para Crecer en Cristo.

1. Un Compromiso Serio.

Alguien dijo: “La Iglesia es la compañía de los comprometidos.”

¿Está Ud. más comprometido con Cristo que hace unos años?

¿En qué está nuestro compromiso? Algunos se comprometen con su carrera, otros con su trabajo, otros con sus negocios. Otros con un noviazgo.

Nuestra meta principal debe ser comprometernos con Cristo. Saber que el lugar que ocupamos en esta sociedad, en el hogar, la escuela, el trabajo, es un lugar para manifestar a Jesús.

Sólo personas seriamente comprometidas con Cristo pueden plantearse el crecer en la fe.

Nada provoca tanta satisfacción a una persona como tener un genuino compromiso con Cristo. Los beneficios son tanto visibles como eternos.



2. Desarrollar Nuevos Hábitos.

Para ser un discípulo se requiere disciplina. Dostoyevsky dijo: “La segunda mitad de la vida de un hombre es hecha por los hábitos que formó durante la primera.”

Hay hábitos fundamentales que debemos desarrollar y tienen que ver con:

A. Nuestro tiempo.

B. Nuestro dinero.

C. Nuestras relaciones.

Si el señorío de Cristo está presente en estas tres áreas de la vida, entonces él de verdad tiene el control.

Hay cinco hábitos básicos para un discípulo de Cristo

1. Tiempo con la Palabra. Un discípulo sigue la Palabra.

2. Oración. Un discípulo ora y lleva fruto.

3. Diezmar. Un discípulo no está poseído por sus posesiones.

4. Comunión. Un discípulo expresa su amor por otros creyentes.

5. Servicio. Un discípulo está comprometido con el crecimiento del Reino de Dios.



Conclusión

Dios espera que crezcamos para parecernos a Cristo. Crecer en Cristo es un proceso en el cual nos debemos comprometer seriamente y adoptar nuevos hábitos de conducta. ¿Estás dispuesto a hacerlo?

domingo, 14 de noviembre de 2010

La fuente del contentamiento


La fuente del contentamiento

He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.

Filipenses 4:11

El existencialismo, la actitud mental dominante de la psicología contemporánea, se ha infiltrado no solo en nuestro país, sino también en muchas iglesias. Da a entender que todo hombre tiene el derecho a hacer cualquier cosa que lo haga sentir bien. Pero una manera equivocada de pensar como esa se origina en el orgullo ególatra. Es la persona egoísta la que dice: "Si lo hace sentir bien pero me hace daño a mí, no puede hacerlo. Pero si me hace sentir bien pero lo daña a usted, puedo hacerlo de todas maneras". Algunos se engañan a sí mismos al pensar que su pecado no perjudica a nadie, pero el pecado siempre termina haciendo daño.

En contraste con la egolatría, la Biblia dice que debemos ser humildes y altruistas (Fil. 2:3-4), amar a quienes nos maltratan (Mt. 5:44), y mostrar misericordia a quienes tropiezan repetidamente (1 P. 4:8). Esas virtudes ayudaron a Pablo a estar contento en cualquier circunstancia. En cambio, algunos creyentes toman todo lo que oyen y ven y lo filtran en su mente para ver si los hiere de alguna manera, lo que resultará en inmediata inestabilidad y ansiedad.

Cuando otros lo maltraten, la humildad lo ayudará a mantener el equilibrio. El Señor está cerca

El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos.

Filipenses 4:5-6

El Señor Jesucristo rodea a todos los creyentes con su presencia (Sal. 119:151). Cuando usted tiene un pensamiento, el Señor está cerca para leerlo; cuando usted ora, el Señor está cerca para oír la oración; cuando necesita su fortaleza y su poder, Él está cerca para darlos. En realidad, Él vive en usted y es la fuente de su vida espiritual. El estar consciente de su presencia evitará que caiga en la ansiedad o sea inestable.

El saber que el Señor está cerca nos ayuda a no estar "afanosos" por nada, ya que sabemos que Él puede resolver todo lo que se nos presente. La inquietud y la preocupación indican falta de confianza en Dios. O usted ha creado otro dios que no puede ayudarlo, o cree que Dios pudiera ayudarlo pero no quiere, que significa que usted está poniendo en tela de juicio la integridad de Dios y de su Palabra. Así que deléitese en el Señor y medite en su Palabra (Sal. 1:2). Sepa quién es Él y cómo obra. Entonces podrá decir: "El Señor está cerca, así que no me afanaré por nada".

sábado, 13 de noviembre de 2010

Como árbol firmemente plantado


Como árbol firmemente plantado

Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.

Salmo 1:3

Muchas personas en la sociedad quieren tener una vida más estable. A los que viven agobiados por la ansiedad y no pueden manejar sus circunstancias, el mundo ofrece muchísimas soluciones que no dan resultado.

Lamentablemente, muchas iglesias han seguido al mundo al creer que el hombre solo puede resolver sus problemas mediante la psicología secular; algo que no puede cumplir sus promesas.

¿Dónde puede hallar estabilidad? La respuesta está en el Salmo 1, que comienza: "Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores" (v. 1) y termina: "Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio... Porque Jehová conoce el camino de los justos; mas la senda de los malos perecerá" (vv. 5-6).

La persona que anda con Dios sabe lo que es la estabilidad, pero la que lo rechaza anda dando tropiezos en una existencia sin sentido. ¿Cuál quisiera ser usted? Humildad y gentileza

Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres.

Filipenses 4:5

Es difícil hallar una palabra que capte el multiforme sentido de la palabra traducida como "gentileza" en el versículo de hoy. Algunos dicen que se refiere al contentamiento, a la delicadeza, a la generosidad o a la buena voluntad hacia los demás. Otros creen que se refiere a la misericordia o a la indulgencia con las faltas o los fracasos de otros. Incluso otros aseguran que describe la paciencia, refiriéndose a alguien que se somete a la injusticia o al maltrato pero no se venga con odio o amargura. Creo que la mejor traducción es "gentileza", ya que en el sentido cristiano esa palabra comprende todos los demás sentidos.

La gentileza también incluye otro elemento importante: la humildad. El cristiano humilde no guarda rencor, sino que confía en Dios siempre que se maltrata, se juzga injustamente o se calumnia. Una persona así no exige sus derechos. Dios nos manifestó su gracia de la misma manera; la humanidad maltrató y calumnió a Jesucristo aunque no merecía nada de eso, pero Él sigue extendiendo sus brazos hacia nosotros con amor (cp. Ro. 5:10). La humildad y la gentileza lo ayudarán a ser estable a pesar de las circunstancias.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Necesitas Remendar Tus Redes


Necesitas Remendar Tus Redes 1


Pasaje clave: Mateo 4:21.

Estos hombres a los que Jesús llamo estaban trabajando. Eran pescadores. Su labor consistía en salir al mar a pescar, pero también en tener su equipo en condiciones para ser eficaces. Si sus redes estaban rotas, todos sus esfuerzos podían volverse inútiles, pues los peces no quedarían dentro de la red.

Trabajar mucho tiempo y duramente podría no significar nada si las redes estaban rotas.

Hay momentos en que nosotros trabajamos mucho, pero no vemos resultados acordes al esfuerzo realizado. Es posible que nuestras redes estén rotas y necesiten ser remendadas.

Así como las redes eran el instrumento para sacar los peces, nuestra vida es el instrumento que Dios quiere usar para tener influencia en el mundo. Veamos algunos motivos por los cuales no tenemos todo el fruto que esperamos. La red es tu vida y si esta rota no tendrás influencia.


1. Elementos que Rompen las Redes.

A. La red se rompe por debilidad.

Hay tres factores que nos debilitan

No dar lugar a Dios en lo que hacemos. Mateo 14:15-18. Cuando los discípulos pusieron en las manos de Jesús lo que tenían, todo cambió y se produjo la multiplicación que alimento a la multitud. Nos debilita tener en cuenta a Dios a medias: Es decir, oramos, ayunamos; pero creemos que todo depende de nosotros y de lo que hay en nuestras manos. Cuando nuestros recursos se agotan es entonces cuando no tenemos más alternativa que acudir a Dios. Si esperamos resultados más allá de nuestras fuerzas, tendremos que dar lugar a Dios en lo que hacemos

Temor. Mateo 8:26. En medio de la tempestad se asustaron, pero ¿no estaba Jesús con ellos? Y acaso ¿no está Dios contigo?

Incredulidad. Mateo 17:14-21. Los discípulos fueron reprendidos por Jesús por su incredulidad. La incredulidad impide que Dios se manifieste y priva a mucha gente de recibir milagros. La incredulidad es la causa por la que muchos no prosperan ni tienen fruto. Simplemente no pueden creer que Dios se moverá con milagros. Un líder incrédulo es un problema pues frena a Dios y a todos sus discípulos.

B. La red se rompe cuando la carga es muy pesada.

Esto es por dos causas:

1. Desconocer el poder sobrenatural de Dios. Mateo 14:23-27. Al ver a Jesús venir caminando sobre el agua, los discípulos se asustaron. Desconocían el poder sobrenatural de Dios. Dios espera que contemos con su poder para nuestra vida y para servirle. A los que creen, las señales milagrosas les seguirán.

2. Aislarnos de los demás. Jesús envió a los setenta de dos en dos. Estar solos no es bueno. Participemos de las células, seamos parte del equipo. Lee Eclesiastés 4:9-12.



C. La red se rompe cuando se enreda.

La mente enredada por motivaciones incorrectas. Marcos 10:35-45 Jacobo y Juan pidieron a Jesús un lugar preferencial en el cielo. ¿Qué estaban buscando? ¿Prestigio? ¿Fama? ¿Reconocimiento? ¿Por qué servimos a Dios? Si las motivaciones no son correctas, Dios no nos respaldará. No estamos compitiendo con otros ni buscando demostrar algo. Nuestra motivación es la gloria de Dios y el poder llevar almas a los pies de Jesús, porque ese es el mayor bien que podemos hacerle a alguien.

Llenarnos de ocupaciones. 2º Timoteo 2:4.



D. La red se puede romper cuando es dañada.

Cuatro armas que el diablo usa para “dañar” nuestra red: Depresión. Dudas. Discordias. Desanimo.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Regocíjese en el Señor


Regocíjese en el Señor

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez dig ¡Regocijaos!

Filipenses 4:4

Muchos creyentes se convierten en víctimas de sus circunstancias y como consecuencia viven en altibajos espirituales. Para ellos, una orden de que se regocijen parece irracional. Pero la orden del versículo de hoy es regocijarse "en el Señor".

No siempre podemos regocijarnos en nuestras circunstancias o en las de otras personas porque ambas pueden ser malas. Sin embargo, podemos regocijarnos en el Señor porque Él es siempre bueno y sabemos que nunca cambia. De modo que nuestra estabilidad espiritual se relaciona directamente con nuestro conocimiento de Dios. El conocerlo nos ayuda a vivir por encima de nuestras circunstancias y nos da estabilidad. Por eso se escribieron los Salmos en forma poética y se les puso música, para que el pueblo de Israel pudiera memorizar las Escrituras y cantar himnos a fin de profundizar su conocimiento de Dios. El conocerlo hace que todo lo demás parezca menos importante. Razones para regocijarse

Aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso.

1 Pedro 1:8

Los cristianos tenemos muchas razones para regocijarnos. La principal se basa en quién es Dios: Él es soberano. Esa es la verdad más grandiosa acerca de Dios. Nada está fuera de su control, y Él lo controla todo a fin de obrar para nuestro bien (Ro. 8:28). Él tiene un conocimiento infinito de todos los aspectos de la vida; dónde estamos y qué decimos (Sal. 139:2-4). Y Él ejerce su conocimiento en perfecta sabiduría. El conocer así a Dios nos debe dar gozo inefable y glorioso.

También debemos regocijarnos porque Dios nos salvó, nos adoptó y prometió darnos una herencia en Jesucristo (Ef. 1:1-11). Cuando Cristo regrese, disfrutaremos de su presencia y del lugar celestial preparado para nosotros (Jn. 14:2-3). Hasta entonces, tenemos el gozo de saber que Dios ha prometido satisfacer todas nuestras necesidades (Fil. 4:19). Además, tenemos el privilegio de servir al que más amamos. Eso incluye el dar las buenas nuevas a los perdidos y alentar a los hermanos en la fe para que crezcan en su amor y en su servicio a Él. También podemos tener gozo al saber que podemos orar a Dios en cualquier momento (He. 4:15-16).