lunes, 4 de noviembre de 2019

No te quedes callado


No te quedes callado

“Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no calles; porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad. Y se detuvo allí un año y seis meses, enseñándoles la palabra de Dios”, Hechos 18:9-11
Una noche el Señor le habló a Pablo en visión y le dijo “No tengas miedo, habla con libertad, no te quedes callado, pues yo estoy contigo y nadie te hará daño ni te atacará, hay mucha gente para mí en este lugar”. Qué palabras tan alentadoras para el apóstol de parte de nuestro Señor. La obra era grande y había mucha gente en esa ciudad que Él ya había dispuesto. Por eso ante los grandes desafíos, debemos confiar en la providencia y cuidado de Dios, Él ha prometido no dejarnos solos sino estar todos los días a nuestro lado.
Debemos seguir hablando sin temor, es necesario hacerlo porque muchos van a creer en Jesucristo en el lugar donde estemos. El Señor ya ha preparado los corazones para que escuchen el mensaje de salvación. Ningún temor humano debe limitar la obra de Dios.
Recordemos a Moisés cuando Dios lo escoge para sacar al pueblo de Israel de Egipto, buscó muchas excusas para eludir el llamado, pero para cada impedimento Dios le dio la solución. Una de esas excusas era que no sabía hablar y Dios le dice en Éxodo 4:10-12 “Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! Nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua. Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová? Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar”.
Una vez más cumple la promesa de que su poder se perfecciona en nuestra debilidad, por eso todo lo podemos en Cristo que nos fortalece.
Debemos también entender que siempre nos enfrentaremos a que el evangelio seguirá siendo rechazado por algunos y abrazado por otros. Pero que esto no debe impedir que hablemos, testifiquemos y compartamos del amor de Jesús.
No miremos entonces los momentos difíciles que nos esperan cuando estemos sembrando el mensaje del evangelio para que no nos desanimemos, pongamos la mirada en Jesús y visualicemos la abundante cosecha de personas entregándose a Cristo por las palabras de nuestra boca. Que el ejemplo y la pasión de Pablo nos alienten a seguir. ¿Qué hace falta para que esa pasión se encienda en nuestro corazón?  Oración.
Señor no permitas que el temor me paralice y me impida hablar a las personas que me rodean de tu amor, pon la seguridad en mí de que eres el Dios Todopoderoso que habita en mi corazón y que todos los días caminas a mi lado. Tú has proporcionado todos los medios para ayudarme, por eso iré a donde me digas, confiando en que me darás el valor, la confianza y la palabra para hacerlo. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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domingo, 3 de noviembre de 2019

Necesitamos morir a aquello que no nos deja dar fruto


Necesitamos morir a aquello que no nos deja dar fruto
“De cierto, de cierto os digo, que, si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.”, Juan 12:24
“Dijo además Jehová a Moisés: Toma especias aromáticas, estacte y uña aromática y gálbano aromático e incienso puro; de todo en igual peso, y harás de ello el incienso, un perfume según el arte del perfumador, bien mezclado, puro y santo. Y molerás parte de él en polvo fino, y lo pondrás delante del testimonio en el tabernáculo de reunión, donde yo me mostraré a ti. Os será cosa santísima.”, Éxodo 30:34-36
 “Y molerás parte de él en polvo fino, y lo pondrás delante del testimonio en el tabernáculo de reunión, donde yo me mostraré a ti“. Pensemos en las instrucciones que Dios mandó para la adoración en su tabernáculo en el Antiguo Testamento. Algunos de los ingredientes del aceite de la unción tenían que molerse totalmente para poderse usar y para que liberaran su fragancia. Esa pulverización del aceite también es una representación de la obra de Cristo en la cruz. De esa misma manera que el incienso tenía que ser molido, Cristo tuvo que también ser molido para ser el Salvador del mundo. El Señor Jesús se llamó a sí mismo grano de trigo. Siendo grano de harina, podía ser el Pan de la Vida, para salvación de muchos.
Dios también desea sacar lo bueno de nosotros, pero a veces es necesario que el Señor pulverice nuestra vida para podernos hacer de nuevo. Dios puede producir en medio del quebrantamiento una fragancia que lo glorifique. Puede hacer de nosotros mejores personas, pero necesitamos de su cincel para que pulverice los que nos daña y su pincel de amor para que pinte lo que es mejor en nosotros. Oración.
Señor, gracias por colocar tus ojos en nosotros, tú conoces nuestro interior y sabes que necesitamos cambiar, si es necesario pulveriza todo aquello que impida que tú fluyas a través de nuestras vidas, queremos ser grato olor de Cristo para todos aquellos que nos rodean, para que nuestra vida sea un canal por donde se manifieste tu bondad y tu amor. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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sábado, 2 de noviembre de 2019

ME GOZARÉ EN JEHOVÁ


ME GOZARÉ EN JEHOVÁ
“En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas”, Isaías 61:10
En el mundo hay muchas cosas que dan alegría, dan euforia, pero qué pasajeras y efímeras son, por eso hay tantas personas angustiadas, deprimidas y sin ganas de vivir, buscando refugio en situaciones y lugares equivocados. David decía “Vuélveme el gozo de tu salvación, Y espíritu noble me sustente” (Salmo 51:12). Hay una gran verdad, el pecado quita el gozo que produce la salvación; no es posible vivir con gozo y alegría sin la presencia de Dios, sin una relación de compañerismo y amistad con Jesucristo.
La Biblia dice: “Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz; Y por ello te vendrá bien. Toma ahora la ley de su boca, Y pon sus palabras en tu corazón. Si te volvieres al Omnipotente, serás edificado; Alejarás de tu tienda la aflicción” (Job 22:21-23).
Hoy levanta tu ánimo y en gran manera gózate en el Señor, piensa cuán grande, sublime e incondicional es el amor de Dios, porque ha cubierto con su manto tu pecado y ha vestido tu desnudez con ropaje de salvación, te ha ataviado con vestiduras sin mancha, sin arruga y resplandeciente como el novio que va al altar y más aún te ha puesto como joya en su corona. Gózate y alégrate en el Dios de tu salvación, pues eres de tal forma como Él quiso que fueras.
Hermano, hallar “la felicidad” - en términos bíblicos “gozo”- es decisión y solo hay un lugar preparado de antemano para cada uno: la presencia de Dios en nuestra vida. David decía: “En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre” Oración.
"Amado Jesucristo, por mucho tiempo albergué tristeza en mi corazón, hasta el día en que abrí mi corazón para que moraras dentro de mí, pues lavaste mi maldad y mi pecado, me vestiste con manto de justicia y hoy puedo gozarme y deleitarme en tu presencia. Te amo Señor. Amén." Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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viernes, 1 de noviembre de 2019

LA BIBLIA


LA BIBLIA
"Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra", 2 Timoteo 3:16-17
¿Sabemos qué es la Biblia?
La Biblia (del latín biblia, y del griego βιβλία biblía, «libros»), contiene 66 textos en total, posee dos grandes divisiones conocidas como Antiguo Testamento y Nuevo Testamento. El antiguo Testamento es conformado por 39 libros, que se escribieron en un período de 1.000 años aproximadamente. El Nuevo Testamento consta de 27 libros y se escribió en un período de más o menos 60 años.
La Biblia en el antiguo testamento nos narra la preparación realizada para la venida de Cristo como un anticipo y preparación de las cosas buenas que vendrían por medio él (Hebreos 10:1, Colosenses 2:17).
En el nuevo testamento se nos narra la venida, vida y ministerio de Cristo, así como el crecimiento de la iglesia primitiva.
En la escritura de estos libros participaron más de 40 autores diferentes, con un sólo hilo conductor: La salvación del ser humano, manifestada en Cristo, revelada a profetas de su pueblo Israel y a su iglesia; como les explicó Jesús a sus discípulos, “era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos” (Lucas 24:44b), además con una diferencia especial con respecto a otros libros, la Biblia fue inspirada por Dios mismo, por medio de su Santo Espíritu (2 Pedro 1:21).
Y la tenemos ahora, luego de que muchos murieran por esta causa, en miles de idiomas y traducciones adaptadas al lenguaje actual. Sin embargo, lo más importante es que cada uno de nosotros estudie este libro, pues es como una antorcha que alumbra en la noche más oscura y que resplandece en nuestro corazón, llevándonos a comprender la verdad de Cristo, para nuestra salvación, esperanza y consolación (2 Pedro 1:19). Por favor, prestemos atención a la Biblia, vayamos a ella diariamente, pues nos dirá cómo vivir, cambiará radicalmente nuestras vidas para bien hasta el día en que Cristo regrese y se manifieste en todo su esplendor, conforme está escrito. Oración.
"Gracias Señor por la Biblia, porque tenemos ahora acceso completo a conocer tu Palabra para ser libres y llenos de tu verdad, guíanos en el estudio de la Palabra y así estar preparados para toda buena obra. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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jueves, 31 de octubre de 2019

EVITEMOS LAS DISCUSIONES Y CONTIENDAS


EVITEMOS LAS DISCUSIONES Y CONTIENDAS

“Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.”, Marcos 7:21-23
Perdemos el tiempo en discusiones políticas y religiosas, tratando de convencer al otro de su supuesta equivocación, pero la escritura nos insta a evitar las controversias (Tito 3:9) y a que no perdamos el tiempo en debates interminables sobre mitos y linajes espirituales, o especulaciones sin sentido, que no ayudan a que la gente lleve una vida de fe en Dios (1 Timoteo 1:4).
Porque sólo la fe en Cristo puede cambiar el corazón rebelde del hombre, de donde sale la maldad, el engaño y toda oposición a la verdad de Cristo (Jeremías 17:9). La Palabra de Dios nos dice que antes de aceptar a Cristo, éramos enemigos de Dios (Romanos 5:10-12), todo deseo de nuestro corazón era de continuo al mal (Génesis 6:5) y nos oponíamos a la verdad.
Por esto, nuestro llamado es a enseñar, a corregir con amor, a mostrar la verdad del evangelio, corrigiendo con mansedumbre a los que se oponen, porque tal vez Dios les conceda que se arrepientan para comprender la verdad (2 Timoteo 2:25). Evitemos pues, las discusiones necias y carentes de sentido, pues engendran contiendas (2 Timoteo 2:23) y pensemos siempre con toda estrategia llevar a Cristo a las personas y no a una vana, larga y contenciosa discusión, porque el campo de batalla es el corazón del hombre, el cual Cristo cambia con su Palabra a través del Espíritu Santo que mora en cada creyente. Oración.
"Señor, tú cambiaste mi corazón, cuando era rebelde y lleno de maldad por un corazón nuevo y que ahora anhela obedecerte, guíame a enseñar a otros la verdad con toda humildad y sin entrar en discusiones necias. Amén" Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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miércoles, 30 de octubre de 2019

EL TRIUNFO DE LA VIDA


EL TRIUNFO DE LA VIDA
“¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? “, 1 Juan 5:5
“Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.”, Romanos 8:37
¿Cuál es el momento de nuestra vida donde conseguimos un gran triunfo o una gran hazaña?
Tenemos muchas cosas en nuestra vida por las cuales luchar y en las cuales queremos triunfar; por supuesto, no queremos fracasar, pero si lo que anhelamos tiene verdadero sentido, profundidad y propósito, es preciso que esté mi vida alineada con la voluntad de Dios.
Si triunfamos en la vida, pero fracasamos con Dios, no es en verdad un triunfo. Así que lo primero y más importante, es creer en Jesús, para que nos dé el entendimiento y podamos conocer al Dios verdadero, además de tener una comunión diaria, viva y real con Él (1 Juan 5:20).
Qué satisfactorio es el triunfo teniendo en cuenta a Dios en nuestro camino, porque al llegar a la cima sentiremos la plenitud de su respaldo y la paz de su compañía, como Pablo cuando declaró: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.” (2 Timoteo 4:7), y por supuesto, él esperaba del Altísimo la recompensa.
Cuando subimos sin Dios, el triunfo tiene un sin sabor porque no es sólido, no es construido sobre la roca (Mateo 7:24-27), es perecedero, a punto de derrumbarse y al final causa “vértigo”; es decir, el hombre se llena de orgullo al estar en la altura sin Dios, (Proverbios 16:18-20) por eso todo se derrumba (Proverbios 18:12).
Entonces, que nuestro mayor triunfo sea conocer a Cristo y andar en su camino, que nuestro mayor logro sea nuestra obediencia a Dios y nuestro amor a los demás (1 Juan 5:3).  Oración.
"Padre, no me jacto en los triunfos temporales humanos, sino en conocerte verdaderamente y entender que tú eres el Señor, quien demuestra amor inagotable que trae justicia y rectitud a la tierra.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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martes, 29 de octubre de 2019

DIOS DE JUSTICIA Y JUICIO


DIOS DE JUSTICIA Y JUICIO

“Entonces Jehová le dijo: Por cuanto el clamor contra Sodoma y Gomorra se aumenta más y más y el pecado de ellos se ha agravado en extremo descenderé ahora, [...] Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío? Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él? Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, […] El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo? Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos. Y Abraham replicó y dijo: […] Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: quizá se hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez”, Génesis 18:20-32
El pecado de Sodoma había llegado al colmo; por eso, la tierra emitió un clamor desde ese lugar. Dios respondió para establecer justicia y juicio, pero no sin antes contarle a su amigo Abraham, “Y Jehová dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer,…? (Génesis 18:17-18)
Abraham intercede por Sodoma, pues su sobrino Lot y su familia residen allí, y lamentablemente no había 50, ni 45, ni 30, ni aún 10 justos. Cuando llegó a los diez, Abraham detuvo su intercesión, tal vez ni aún el número completo de la familia de Lot hallaba justificación a los ojos de Dios.
El corazón de Dios no es de venganza, sino de justicia. Pero antes de hacer juicio, Él muestra su misericordia llamando al arrepentimiento. La Biblia claramente dice que Dios no quiere la muerte del impío, sino que se arrepientan y vivan. “Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos” (Ezequiel 33:11a)
En ocasiones la maldad del mundo nos lleva a preguntarnos, por qué Dios no actúa frente a los malos como con Sodoma. Quisiéramos ver de inmediato el castigo y a veces hasta quisiéramos que les lloviera fuego. Pero Dios es inmensamente paciente, amoroso y justo, dice la Biblia “Jehová, tardo para la ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebelión, aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable” (Números 14:18)- El Señor siempre hace justicia y da a los que hacen iniquidad el justo pago por sus acciones.
Maravillosa es la misericordia de Dios para con el mundo de hoy, pero también dice la Palabra: “¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!” (hebreos 10:31), por tanto, el arrepentimiento está en nuestras manos, pues terribles consecuencias traen el pecado.    Oración.
"Amado Dios, quiero en oración buscar tu rostro, convertirme de mis malos caminos, para que tú me escuches desde los cielos, y perdones mis pecados, libera mi alma de todo lo que es contrario a tu santidad. Quiero caminar en rectitud, para que tus justos juicios sean gratos a mí vida y desde hoy bendeciré tu nombre para siempre, amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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