miércoles, 24 de julio de 2019

¿QUÉ ESPERA DIOS DE TI? PRIMERA PARTE


¿QUÉ ESPERA DIOS DE TI? PRIMERA PARTE
“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza”, Proverbios 1:7
“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”, Proverbio 3:5-6
¿Qué espera Dios de nosotros? Espera que le agrademos en todo y que vivamos para Él, pero para esto debemos: temer a Dios, confiar en Él, honrarlo y ser humildes. Cuatro principios que nos llevarán a honrar a Dios y obedecerlo en todo.
El temor del Señor es la base del verdadero conocimiento, los necios no lo entienden porque desprecian la sabiduría y la enseñanza de Dios. Tener temor de Dios es reverenciarlo y admirarlo. En la medida en que conocemos a Dios, aprenderemos a admirarlo y nunca nos dejará de sorprender. Él es el Dios Todopoderoso, el Rey, el Padre, el Soberano, el Dios de imposibles. Conocer a Dios es obedecerlo porque Él está para ser obedecido. Si tememos verdaderamente a Dios vamos a obedecerlo.
En Génesis 22: 12 “dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único”. Un gran ejemplo de obediencia es la historia de Abraham, quién obedeció a Dios porque le temía, conocía el amor y el poder de Dios y sabía que Dios podía resucitar a su hijo.
¿Cuán dispuestos estamos a dar todo lo que tenemos por el Señor, poniendo todo nuestro temor y confianza en Él? ¿Mostramos nuestra lealtad a Dios? Él no es un Dios de miedo, es un Dios de amor, es maravilloso y ha obrado con poder a través de los años, sobre los siglos, con todo tipo de personas, en todo tipo de situaciones, siempre ha demostrado ser fiel. Él nos conoce, conoce nuestras dudas, nuestros temores y nuestras inseguridades. Reconozcamos que en nuestro corazón mora el Dios del universo, creador de todo, y en cuyas manos está todo. Nada se le escapa, todo está bajo su control. El Único Dios del universo vive en nosotros.
Confiemos en el Señor con todo el corazón; no dependamos de nuestro propio entendimiento. Busquemos su voluntad en todo lo que hagamos y Él nos mostrará cuál camino tomar. Confiar en Dios es arrojarse totalmente en sus brazos y sin dudas, porque nunca nos va a dejar caer.
Entre más confiamos en Dios, más responsabilidad pondrá en nosotros, pues si confiamos en Él seremos capaces de hacer lo que nos pida. Confiemos en Dios en todo, cuando tenemos problemas, cuando nos enfermemos, cuando suframos, cuando pasemos por desafíos grandes y en la peor de las tristezas. Confiemos al Señor nuestra economía porque Él es nuestra prosperidad.
Salmo 37:5 “Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará”. Esta es la promesa de Dios cuando depositamos toda nuestra confianza en Él. Nos ayudará, nos bendecirá, nos sanará, nos protegerá.  Oración.
"Señor, perdóname por querer manejar mi vida a mi antojo, por no temerte ni reverenciarte como te lo mereces, quizás he confiado más en mí mismo o en otras personas que en ti. Quiero honrarte como es debido porque eres mi Dios, el dueño de mi vida y de todo lo que tengo; sé que ni una hoja de un árbol cae si no es por tu voluntad, enséñame a reconocerte en todos los aspectos de mi vida. Amén.
Resultado de imagen de imagenes de cataratas del mundo

martes, 23 de julio de 2019

VIVIENDO EN LA GRACIA DE JESUCRISTO


VIVIENDO EN LA GRACIA DE JESUCRISTO
“Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor”, 1 Corintios 1:4-9
Fuimos llamados a estar en comunión con Jesucristo por medio de su obra que cambió totalmente nuestra relación con Dios. Ahora podemos entrar con confianza a su presencia, a su trono de gracia. Y sólo podemos hacerlo a través del Espíritu Santo derramado en nuestros corazones. Cristo hizo realidad la promesa de Joel 2:28-29 “Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días”.
Nos dio la salvación, como un regalo inmerecido del amor de Dios y que nos coloca en una relación perfecta con Dios, algo que no podíamos lograr por nosotros mismos. Y fuera de eso nos dotó de dones como un depósito para usarlos como Él nos diga, para la gloria de Dios y bien de los demás.
Hemos sido consagrados a Dios mediante el sacrificio de Cristo, esto hace que pertenezcamos a Dios de una manera muy especial, por eso hemos sido llamados a ser un pueblo dedicado a Dios, recibiendo su llamamiento y mostrando en nuestra vida un carácter santo. El cristiano debe ser diferente a las demás personas porque pertenece a Dios y está a su servicio.
Hemos sido enriquecidos en Cristo con todos los dones espirituales en Palabra y conocimiento, es el poder que nos ha dado para servirle y testificar hasta que Él vuelva. Regocijémonos como Pablo en la gracia de Dios que obra en nuestro pasado, presente y futuro y que nos garantiza los propósitos eternos de Dios para con nosotros. Permanezcamos en comunión con Jesucristo, privilegio de todo aquel que ha creído y lo ha recibido en su corazón. Oración.
"Qué privilegio tan grande haber recibido tu gracia por medio de tu obra redentora, de haber sido dotado de dones espirituales para revestirme de tu poder y ser testimonio en esta tierra. Y mayor privilegio poder tener una comunión contigo Señor, una relación perfecta donde me uno a ti por tu Santo Espíritu para crecer en santidad y ser confirmado hasta el fin. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
Resultado de imagen de imagenes de cataratas del mundo

lunes, 22 de julio de 2019

LA PERFECCIÓN DE LA FIDELIDAD DE DIOS.


LA PERFECCIÓN DE LA FIDELIDAD DE DIOS.
“Jehová, hasta los cielos llega tu misericordia, y tu fidelidad alcanza hasta las nubes”, Salmo 36:5
“Si fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo”, 2 Timoteo 2:13
“Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?”, Números 23:19
La fidelidad es parte esencial de la naturaleza de Dios, distinto a lo que sucede con nosotros los humanos, que somos infieles. Dios siempre hará lo que dice y cumplirá todo que promete. Él nunca se olvida de sus promesas, ni falta a lo que dice, no habla en vano. Ser infiel sería obrar en contra de su propia naturaleza.
Por eso debemos descansar en su inmutabilidad, Él no cambia, podemos confiar plenamente en Él y jamás fallará a los que creemos en su Palabra. Más allá de cómo se vean nuestras vidas y de las situaciones por las que atravesemos, Él permanece fiel. Esto fue lo que mantuvo a Abraham a través del tiempo sin desmayar, nunca perdió su esperanza porque sabía quién se lo había dicho, quién se lo había prometido. Romanos 4:20-21 “Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido”.
Recordemos cada día las promesas de su Palabra. Su bondad no se ha agotado y cada mañana su misericordia se renueva sobre nosotros porque su fidelidad es grande. La Fidelidad de Cristo no depende de la nuestra, pues es fiel a pesar de nosotros. Si desconfiamos, Él permanece fiel, no puede ser infiel a su Palabra, porque no puede negarse a sí mismo. Esto debería animarnos a afirmar cada día más nuestra fe, si estamos pasando pruebas no nos alejemos de Dios. Nos ha prometido un futuro maravilloso junto a Él, confiemos en ello.
En Cristo vemos resplandecer con más fuerza la fidelidad de Dios. Es en Cristo donde el amor y la compasión son nuevos y confiables. Apropiémonos de estas promesas y sigamos adelante a pesar de las circunstancias: 1 Corintios 15:57-58 “Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”. Apocalipsis 3:21 “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”.
Que nada nos desanime a seguir perseverando, a seguir siendo fieles, pues Dios nos ha reservado grandes promesas para disfrutarlas hoy y por la eternidad.  Oración.
"Gracias Dios por tu fidelidad. Es tan grande que tu Palabra dice que llega hasta los cielos. Has prometido cuidarme cada día y permanecer fiel a pesar de mis errores y de mi falta de fe. Por eso quiero ampararme bajo la sombra de tus alas, saciarme y deleitarme en tu presencia, confiar en tus promesas y perseverar hasta el fin. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
Resultado de imagen de imagenes de geranios de colores

domingo, 21 de julio de 2019

UNA CAMINATA HASTA LA ETERNIDAD


UNA CAMINATA HASTA LA ETERNIDAD
“Bienaventurados los que habitan en tu casa; perpetuamente te alabarán. Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, en cuyo corazón están tus caminos. Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente, cuando la lluvia llena los estanques. Irán de poder en poder; verán a Dios en Sion”, Salmo 84:4-7
La vida cristiana es una caminata diaria que comienza desde el momento en que Jesucristo llega a nuestro corazón y camina a nuestro lado. Pero a veces la enfermedad, las malas noticias, el rechazo, los ataques del enemigo y los problemas nos quieren hacer rendir y parar. Es cierto que somos peregrinos a la ciudad celestial y tenemos que pasar por más de un valle de lágrimas y más de un desolado desierto, pero Dios está con nosotros por medio de su Espíritu, quien hará brotar manantiales para sustentarnos y nos dará fuerzas para nuestro cansancio.
Recordemos cuando Jesús se encontró con el hombre recostado junto al estanque y que hacía mucho tiempo que su vida había entrado en un estado de pausa en el que no podía avanzar, le pregunta si quiere ser sano y si quiere salir de su postración. A veces nuestra vida entra también en ese estado de inercia y sentimos que ya no podemos avanzar más. Pero hoy el Señor quiere darnos nuevas fuerzas para que empecemos a caminar de nuevo y para que lo hagamos sin cansarnos, pero para eso necesitamos avivarnos en el espíritu.
Levantar el vuelo como las águilas y quedarnos conectados a la corriente de aire del Espíritu Santo implica esforzarnos por entrar en la presencia de Dios. Como dice el pasaje “bienaventurados los que habitan en tu casa y bienaventurado aquel que tiene en ti sus fuerzas”.
En la medida que caminemos por donde el Señor nos lleve, nuestras fuerzas seguirán aumentando y seremos capaces de transformar nuestro valle de lágrimas en un lugar lleno de manantiales y bendición, porque Él, Todopoderoso, es el que camina a nuestro lado. Cuando nuestras limitadas fuerzas se encuentran con un Dios ilimitado, el cansancio y el agotamiento ya no dominarán nuestra vida, sino el poder de Dios.
Nuestro crecimiento espiritual estando en la presencia de Dios a menudo lo precede el viaje a través de los áridos lugares de nuestra vida, cuando pasamos por dificultades y necesitamos depender de Dios. Cuando nos deleitemos en pasar tiempo con Él, veremos toda la adversidad como un motivo para volver a experimentar su fidelidad.
Si hoy andamos por un valle de lágrimas tengamos la seguridad de que nos conducirá hacia Dios, busquemos su presencia y permitamos que el Espíritu Santo refresque y reavive nuestro corazón y que cambiemos nuestra tristeza por ríos de deleite. Recibamos diariamente la fuerza espiritual de la gracia de Dios y continuemos nuestro camino hacia la eternidad, anhelando cada día más y más de Él.  Oración.
"Señor, gracias por esta promesa de bendición, ayúdame a permanecer en tu presencia y que tu Santo Espíritu me impulse a volar por encima de las circunstancias como un águila. Quiero más de ti, llenarme de tu plenitud, es la única forma de caminar hacia la eternidad, avívame y dame las fuerzas en este peregrinaje. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
Resultado de imagen de imagenes de perros y gatos

sábado, 20 de julio de 2019

MANIFESTEMOS EL AMOR. TERCERA PARTE.


MANIFESTEMOS EL AMOR. TERCERA PARTE.

 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”, Mateo 11:28-29
“Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles. Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará”, Isaías 35 3-4
“Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado”, Hebreos 12:12-13
¿Estamos animando y somos amorosos con los que lo necesitan? Jesús siempre tuvo palabras de aliento para los que estaban desesperanzados, cargados, angustiados y cansados, aprovechó cualquier oportunidad para animarlos a venir a su presencia y aliviar sus cargas. Como creyentes hemos sido envestidos del poder y del amor de Dios para animar, dar un consejo sabio, para levantar con fuerza a los que se sienten débiles y que ya no pueden más.
Debemos estar siempre alerta y para alentar y afirmar a nuestros semejantes. Tenemos la Verdad en nuestro corazón que es Cristo y con su Palabra podemos ayudar a mucha gente. Estamos puestos para llevar esperanza y consuelo a los que no conocen a Dios. Recordemos Romanos 8:37-39 “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”.
¿Hablamos bien de los demás? Estamos llamados a amar hablando bien de las personas, no calumniando ni difamando a nadie, El Señor Jesucristo fue muy claro en esto cuando dijo en Mateo 12:36 “Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio”.
El amor se demuestra con hechos, no sólo con palabras. ¿Lloramos con los que lloran y nos gozamos con los que gozan? Ambas manifestaciones son cruciales en la vida de un creyente. Llorar con el que sufre y necesita nuestra comprensión y amor, cuando tiene el corazón destrozado y debemos cuidarlo, pero es más difícil regocijarnos cuando alguien triunfa, tiene éxito y está feliz. Nuestra naturaleza humana es envidiosa y egoísta. El Señor quiere que disfrutemos junto con el que ha recibido la bendición.
Evaluémonos: Cuando se trata de amar, en la forma en que Cristo amó, ¿cómo lo estamos haciendo?    Oración.
"Señor Jesucristo, gracias por esta lección sobre el amor. Me escogiste para ser instrumento de bendición para otros, no permitas que mi corazón egoísta se olvide e ignore a los demás. Enséñame a animar y a alentar al que está caído y débil, a hablar siempre en sabiduría proclamando tus promesas sobre otros, a llorar con los que sufren y a reír con los que se alegran por tus bendiciones. Amén.  Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
Resultado de imagen de imagenes de geranios de colores

viernes, 19 de julio de 2019

MANIFESTEMOS EL AMOR. SEGUNDA PARTE.


MANIFESTEMOS EL AMOR. SEGUNDA PARTE.
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”, Romanos 5:8
“Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor”, 1 Juan 4:7-8
Jesús nos perdonó a todos dando su vida por nosotros y dio la muestra más grande de amor al tomar nuestro lugar y cargar con todos los pecados de la humanidad, para liberarnos de la condenación eterna. ¿Será que perdonamos libremente a las personas que nos lastiman y lo hacemos de corazón? El perdón es la muestra del verdadero amor y quizás la prueba más difícil para mostrarlo. ¿Qué hay en nuestro corazón? Quizás rencor y una larga lista de eventos con otras personas que no hemos podido perdonar y que nos impiden caminar en amor. Hoy el Señor quiere que perdonemos, así nos libraremos emocionalmente y creceremos espiritualmente, de lo contrario frenaremos nuestro progreso cristiano.
Jesús oraba constantemente por la humanidad. ¿Oramos frecuentemente y con entusiasmo por las demás personas? La oración por otros que tienen una gran necesidad nos quita el egoísmo y hace ver nuestros problemas más pequeños. Es la forma más poderosa de poder amarlos. Santiago 5:16 “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados, la oración eficaz del justo puede mucho”.
Podemos expresar verbalmente nuestro amor. Decir “te amo” es una de las frases más cortas y vitales que cualquier ser humano puede escuchar. Podemos tocar a las personas para manifestar nuestro amor. El contacto físico como un abrazo, un beso, un apretón de manos, una palmadita en el hombro son poderosos. Cada día las personas son más frías en este mundo hostil e indiferente. Los cristianos debemos demostrar el amor de Cristo como Jesús lo hacía: Él tocaba a los leprosos, le tendía su mano a los caídos, bendecía al que se le acercaba, miraba con amor a los necesitados, etc. mostrando siempre su tierna compasión.
No desechemos el privilegio de amar a otros con manifestaciones de afecto, no sabemos cuánto lo necesitan los demás en este mundo tan carente de amor. El Señor Jesús dijo en Mateo 24:12 “y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará”. No permitamos que nuestro corazón se enfríe.   Oración.
"Señor Jesucristo, gracias por tu muestra de amor en la cruz del calvario, gracias porque eres amor puro y verdadero, lo expresaste todo el tiempo en tu vida terrenal, enséñame a amar como tú, para poder perdonar, orar por otros y tocar a aquellos que están necesitados de amor con tu presencia. Que puedan conocer de tu amor a través de mí. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
Resultado de imagen de imagenes de monumentos del mundo

jueves, 18 de julio de 2019

MANIFESTEMOS EL AMOR. PRIMERA PARTE.


MANIFESTEMOS EL AMOR. PRIMERA PARTE.
 “Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante”, Efesios 5:1-2
El amor es la marca distintiva de la vida de un creyente, nos va muy bien cuando amamos en forma abstracta, como amar a toda la humanidad, pero ¿cómo es nuestro amor cuando se trata de amar a las personas de manera práctica?
Sólo cada uno de nosotros puede evaluarse delante de Dios y ver si realmente expresamos el amor de Dios como deberíamos. Cristo es nuestro ejemplo máximo, aprendamos de Él e imitémoslo. Jesús era un gran oyente, ponía toda su atención cuando hablaban las personas y este es el primer deber del amor, escuchar. A veces por no hacerlo armamos una tormenta en un vaso de agua, porque suponemos cosas y no escuchamos las razones del que está a nuestro lado. No podemos por nuestra sordera entender las necesidades de los demás. Si escucháramos más nos evitaríamos un sin número de problemas.
Jesús servía a los demás de manera práctica, siempre estaba ayudando a los quebrantados, a los desvalidos, a los enfermos, a los oprimidos y aún a los hambrientos. Él suplía sus necesidades espirituales, físicas y emocionales. ¿Estamos buscando servir a los demás, en casa, en el trabajo, en la calle o en la iglesia? Dios siempre nos pondrá oportunidades para hacerlo. No nos neguemos a hacerlo. Miremos lo que dice Proverbios 3:27-28 “No te niegues a hacer el bien a quien es debido, Cuando tuvieres poder para hacerlo. No digas a tu prójimo: Anda, y vuelve, y mañana te daré, Cuando tienes contigo qué darle”.
Jesús no hacía acepción de personas, las aceptaba respetando sus diferencias. ¿Estamos dispuestos a tratar a todos por igual, disfrutando a las personas independientemente de su origen étnico, racial, estado económico, afiliación política, personalidad, etc.? Dios nos ha hecho a cada uno diferentes y es una de las manifestaciones más gloriosas de su amor para con nosotros, nos ama y nos acepta tal como somos. Sólo quiere que aprendamos a amarlo y a amar a los demás como Él lo hace. Dios ama a la persona, pero aborrece el pecado. El pecado aleja a la persona de Dios.
Revisemos hoy estas tres maneras de expresar nuestro amor a los demás. Mañana seguiremos con otras y evaluaremos si estamos fallando en algo. Pidamos a Dios que se cumpla en nosotros 1 Juan 3:18 “Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.    1. Oración inicial
"Amado Señor Jesús, gracias por ser mi ejemplo máximo de amor. Quiero aprender a escuchar como tú escuchas, a servir como tú sirves y aceptar a los demás tal como son. Sé que es la forma práctica de manifestar mi amor por otros y de llevar una vida de entrega y servicio con un amor no fingido. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
Resultado de imagen de imagenes de rosas preciosas