lunes, 25 de febrero de 2019

PERSEGUIDOS POR CAUSA DE CRISTO


PERSEGUIDOS POR CAUSA DE CRISTO
Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor. Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución;”, 2 Timoteo 3:10-17
Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.  2 Corintios 12:10
Cada vez más el mundo se aleja de Dios y sus principios, vemos ante nuestros ojos cómo ya no hay moral en los videos musicales, en las series y películas, en las redes sociales; todo es normal y debe ser aceptado o tolerado; no saben el daño que están permitiendo en la mente de los niños y jóvenes.
Pero nuestra función como creyentes es demostrar que cumplimos con los principios de Dios, y que, como consecuencia de nuestra fe y nuestro arrepentimiento verdadero, hablamos de su verdad. Brillamos en medio de la oscuridad, no con nuestra propia luz, sino que la luz de su gracia y su amor que ha sido colocada en nuestro corazón.
Cuando empecemos a andar en obediencia a Cristo, a aplicar sus principios en nuestra vida, cuando demos testimonio en verdad de su Palabra a través de nuestra propia vida y enseñando las escrituras, con toda amabilidad pero con toda certeza, entonces vendrán muchas bendiciones, pero también persecuciones. Y esto será señal de que estamos haciendo la voluntad de Dios.
Si has decidido vivir para Cristo, si eres perseguido o hablan mal de ti por causa del mensaje de Salvación, alégrate, porque si al Maestro lo persiguieron, a sus siervos también, porque muchas personas no aceptarán el mensaje (Juan 15:18-21), pero esto será al final para nuestra bendición y consolación. “Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. 2 Corintios 4:17-18.
Pero si aún no eres perseguido, ni afrentado por causa del mensaje, probablemente es señal de que la luz está escondida debajo de una mesa, ¡es momento de colocarla en alto!  Oración.
Señor, que mi alegría y mi gloria seas tú, que tu presencia esté en mi vida, tus Palabras en mi corazón, que la fe que guardo en ti transforme cada día más mi carácter para andar en obediencia y hablar con toda certeza de lo que has hecho en mí. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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domingo, 24 de febrero de 2019


EL PRIMERO
Mas Jesús, llamándolos, les dijo: Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad. Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos. Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. Marcos 10:42-45
Si bien el mundo de hoy evalúa ser el primero si soy el mejor, el que está sobre los demás o el que competitiva mente es el más capacitado, en la Palabra de Dios el primero es el que sirve a los demás con toda humildad y amabilidad.
Nuestra profesión, nuestro trabajo y todo lo que hagamos si queremos ser ¨el primero¨, debe ser una labor orientada al servicio y no a la competencia, con la actitud de que todo lo que hacemos no es para nuestra propia gloria sino para la gloria de Dios, para que Él sea conocido también a través de lo que hacemos y del servicio que prestamos a los demás.
Nuestros actos hablan más que nuestras palabras, son la mejor expresión de un corazón transformado por Dios.
Servir a los demás, no es adular ni sonreír buscando que digan algo en nuestro favor, es hacer correctamente todo lo que nos corresponde hacer, en todos los asuntos de la vida, buscando agradar a Dios, aplicando los principios de Dios en cada situación. ¨Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. (Mateo 5:16). No podemos negociar, ni ceder estos principios ante las presiones del mundo, así no comprendan nuestra forma de actuar. Cuando llegue el momento, al ver nuestras buenas obras, muchos de ellos alabarán a Dios, se convertirán al Señor por nuestro ejemplo o podremos hablarles del evangelio para anunciarles a aquel que nos ha transformado, a aquel a quien servimos. Así que seamos ejemplo de servicio, entrega, amor y santidad.  Oración.
Señor, quiero ser el primero, obedeciendo a tus principios, siendo recto delante de todos, guíame para ser íntegro en todos mis asuntos y servir a los demás con un corazón dispuesto para agradarte a ti. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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sábado, 23 de febrero de 2019

EL PERDÓN, EN EL CRISTIANO


EL PERDÓN, EN EL CRISTIANO
Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.", Mateo 5:23-24
Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.", Marcos 11:25
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Mateo 6:12
El perdón inicia cuando somos perdonados de nuestros pecados por medio de la fe en el sacrificio de Jesús en la cruz, entonces somos reconciliados con el Padre. Ahora, así como Dios nos ha perdonado, no porque lo merezcamos o seamos "buenos", sino por lo que hizo Jesús, así mismo debemos perdonar a quien nos halla ofendido o contra quien tengamos alguna queja.
Claramente la palabra de Dios nos dice que, si estamos frente al altar, esto significa si estamos en la presencia de Dios, mediante la oración y nos acordamos de algún conflicto sin resolver, no tardemos en ir a buscar a la persona y arreglar la situación.
El diálogo honesto y amoroso, con palabras amables, nos lleva a solucionar los conflictos, (Proverbios 15:1).
Pero también en nuestro corazón, no debe quedar resentimiento alguno, si tenemos algo contra alguno, debemos buscar la paz indecible de Dios que supera todo entendimiento, perdonando en nuestro interior a quien nos deba algo, o con quien tengamos diferencias. Si está en nuestra mano, buscar la paz con todos (Romanos 12:18).
Así también nosotros mismos, en nuestro interior debemos perdonarnos, puesto que muchas veces nos quedamos con la culpa, en la auto flagelación y esto no es correcto, recordemos que en 1 Juan 1:9, Dios nos promete que: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.", de la misma manera, si hemos sido limpiados por su sangre preciosa no hay ninguna condenación para los que estamos en Cristo, por tanto podemos andar en el Espíritu y no dirigidos por la carne (Romanos 8:1).
Somos perdonamos por tanto perdonemos, busquemos la restauración de las relaciones en cuanto dependa de nosotros, perdonemos de corazón a quienes nos hayan ofendido y recordemos que no debemos cargar con la culpa, hemos sido llenos del Espíritu de Dios y todo el fruto de amor está en nosotros para que no seamos ciegos, olvidando que Dios nos ha perdonado todo lo malo que hicimos., como nos enseña la Palabra de Dios: "Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. (2 Pedro 1:9).  Oración.
Señor, perdóname de toda mi maldad, confieso que he pecado y te pido me limpies por medio de la fe en Jesús, y así como me has perdonado yo perdono a mi prójimo, también te entrego toda carga y toda culpa. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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viernes, 22 de febrero de 2019

NO OLVIDEMOS LAS BONDADES DEL SEÑOR


NO OLVIDEMOS LAS BONDADES DEL SEÑOR
 Oración.
Señor, te doy gracias, perdóname si he sido ingrato, llena mi vida de ti y guíame con tu Espíritu para demostrar mi agradecimiento siguiendo tu Palabra y practicando tus principios. En el nombre de Jesucristo tu Hijo Amen.
 Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Salmos 103:2
Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre; Deuteronomio 8:11-14
Por muchos factores olvidamos todas las bondades que Dios ha hecho con nosotros, pero el principal factor que documenta la Palabra de Dios, es cuando colocamos nuestra seguridad en la bendición y no en el dador de estas. Cuando confundimos tener una relación con Dios con tener muchos bienes.
Por eso el Señor dice a la iglesia en Apocalipsis 3:17: “Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.”
No sea que nos suceda lo mismo: decimos que no tenemos necesidad, económica o de bienes materiales, pero por dentro se encuentre nuestro corazón vacío. Un corazón que no obedece a Dios, ni anda conforme a sus principios, es un corazón realmente endeudado y empobrecido.
Es claro que Dios también nos puede bendecir económicamente, porque no es malo tener riqueza sino el amor hacia ellas. Por eso mi relación con Dios debe ser lo primero, el gran tesoro que guardo junto a sus mandamientos y sus principios de vida (Mateo 6:20). Si no, toda riqueza que podamos tener sin Dios se convierte en nuestro principal enemigo.
¿Qué debemos hacer para realmente no olvidar las bondades de Dios? Seguir el consejo de Jesús en Apocalipsis 3:18, “Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas”, esto es, ser purificados de todo pecado por la preciosa sangre de Cristo, pidiendo perdón a Dios por medio de Jesús por nuestra ingratitud y revestirnos de Cristo. Es decir, no andar en la carne o en los deseos del mundo, sino ser guiados por su Espíritu en todo y colocar nuestra mirada en las cosas de arriba, en Cristo, y no en los bienes materiales; pues, aunque éstos serán añadidura, tendremos un corazón que no olvidará sus bondades.   Oración.
Señor, te doy gracias, perdóname si he sido ingrato, llena mi vida de ti y guíame con tu Espíritu para demostrar mi agradecimiento siguiendo tu Palabra y practicando tus principios. En el nombre de Jesucristo tu Hijo Amen.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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jueves, 21 de febrero de 2019

ENRIQUECIDOS EN ÉL.


ENRIQUECIDOS EN ÉL.
Porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia. 1 Corintios 1:5
Nadie llega a pobreza por convertirse al Señor; por el contrario, hemos sido enriquecidos en todas las cosas, no sólo materialmente sino espiritualmente. El mundo entiende el término riqueza como abundancia de bienes materiales, pero espiritualmente es la abundancia de bienes espirituales, que generalmente no son valorados ni reconocidos por los hombres naturales que están sin Cristo, ya que no tienen los sentidos ejercitados espiritualmente para entenderlo.
Hay innumerables riquezas en Cristo: en Efesios 1:7 “En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia”. Nuestra primera posesión o riqueza, es la redención. Y se refiere a lo que hizo Jesús al derramar su sangre y al resultado de ello. Nos liberó del pecado que nos condenaba, nos rescató de manos del enemigo pagando el precio de la deuda para liberarnos de la esclavitud del pecado y de la muerte.
Efesios 1:18 “Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos”. Hemos sido enriquecidos con entendimiento, esa facultad interior que, por la iluminación espiritual del Espíritu Santo, aclara nuestro conocimiento de Dios, equilibra nuestros afectos, pensamientos y voluntad. Por haber sido redimidos debemos tener esperanza de todas las cosas que se esperan. Esta riqueza de la herencia gloriosa en el cielo, sólo se puede percibir cuando nuestro entendimiento es iluminado por el evangelio.
Colosenses 2:2-3 “Para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”. El amor cristiano nos madura para encontrar grandes tesoros espirituales de entendimiento pleno, conocimiento y sabiduría que están escondidos en Cristo. Hemos sido enriquecidos con toda Palabra y conocimiento para la evangelización, la predicación y la enseñanza.
Hebreos 11:26 “Teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón”. La fe de Moisés no le permitió vacilar sobre lo que Dios quería. Prefirió sufrir con el pueblo hebreo que gozar de los deleites terrenales de Egipto. Su meta era la eternidad. Cristo tuvo que padecer por nosotros en su condición terrenal pero ahora goza de gloria y majestad, sentado a la diestra de Dios Padre en los cielos. Quitemos la mirada de los bienes de este mundo y las pongamos en las riquezas de su gracia.
Seamos agradecidos. Hemos sido dotados de muchos dones espirituales según sus riquezas en gloria. Nada en este mundo saciará nuestra vida más que Cristo. Su presencia es nuestra mayor riqueza.   Oración.
Señor dame un corazón agradecido por todo lo que me has dado, contigo no me falta nada, me has enriquecido con toda bendición espiritual y dotado del poder de tu Espíritu, por tu gracia y amor. Me has equipado completamente con tus innumerables riquezas. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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miércoles, 20 de febrero de 2019

GRACIAS POR TU AMOR


GRACIAS POR TU AMOR
  Porque Jehová redimió a Jacob, lo redimió de mano del más fuerte que él. Y vendrán con gritos de gozo en lo alto de Sion, y correrán al bien de Jehová, al pan, al vino, al aceite, y al ganado de las ovejas y de las vacas; y su alma será como huerto de riego, y nunca más tendrán dolor. Entonces la virgen se alegrará en la danza, los jóvenes y los viejos juntamente; y cambiaré su lloro en gozo, y los consolaré, y los alegraré de su dolor”, Jeremías 31:11-13
Aunque esta promesa dada a Jeremías fue para el pueblo de Israel, nos muestra la bondad y el amor de Dios para con la humanidad. El Señor siempre está dispuesto a rescatar a los seres humanos y a redimirlos del lazo de Satanás, el príncipe que domina este mundo. Ningún enemigo por más fuerte que sea puede impedir que Dios libere al que le anhela en su corazón.
El pueblo de Israel fue redimido de la esclavitud de Babilonia y llevado nuevamente a su tierra para que disfrutaran de todo el bien de Dios, de toda su bondad y bendiciones descritas aquí como un huerto de riego. Su objetivo no era solo suplir sus necesidades temporales y quitar todo el dolor por el que habían pasado en su cautiverio, sino que su pueblo le buscara de nuevo en oración y adoración, sin embargo, el pueblo regresó a su tierra, pero no regresó al Señor.
A veces nos preguntamos ¿cómo Dios insiste en restaurar a Israel si ha sido tan infiel? La respuesta es que Él ama con amor eterno y cumplirá todas sus promesas en su tiempo y de acuerdo a su plan y propósito.
Dios nos alcanza con su amor misericordioso y está dispuesto a hacer lo mejor por nosotros si se lo permitimos, por eso constantemente nos advierte sobre las consecuencias de vivir en el pecado, que nos aleja de la verdadera vida abundante de la llenura de su Espíritu y nos regresa a la esclavitud de la cual Dios ya nos había rescatado.
Esta promesa es un recordatorio de su grandioso y eterno amor por nosotros y la razón por la cual Él quiere restaurarnos completamente. Ante su mirada todos somos pecadores y fue necesaria la muerte de Cristo para proveernos redención.
¿Cómo puede amarnos a pesar de lo que somos? ¿Cómo puede pensar bien de nosotros, siendo el Dios bueno y santo que es? Porque nos ama no por lo que ve en nosotros, sino por lo que Él es. Como dice 1 Juan 4:8-9 “El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
El amor incondicional de Dios es el más grande motivo para permanecer amándolo y adorándolo.   Oración.
Amado Dios, gracias por amarme con amor eterno y prolongar sobre mí tu misericordia, ayúdame a caminar en la gracia y plenitud de tu Espíritu y a disfrutar de tu amorosa bondad. Enséñame a confiar más profundamente en ti y a serte fiel. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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martes, 19 de febrero de 2019

UN AMIGO VERDADERO


UN AMIGO VERDADERO
Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer. Juan 15:15
La verdadera amistad no se trata sólo de momentos alegres y risas, si en verdad consideramos a alguien nuestro amigo, implica más respeto y mayor compromiso con él.
También consideramos a alguien nuestro amigo, no porque nos adule y nos diga cosas bonitas, sino porque es sincero con nosotros y nos dice la verdad, porque quiere nuestro bien; el verdadero amigo es el que busca el bien del otro.
Jesús llama amigos a aquellos que primero han sido siervos y luego caminando con Él, les ha enseñado su Palabra y dado a conocer los planes del Padre; así que enseñar el mensaje de Jesús es también un acto de confianza, es hacer verdaderos amigos, porque aquel que enseña el mensaje de Jesús está buscando que en verdad seas amigo suyo y amigo de Cristo.
En Santiago 2:23 dice “Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios.” Cuando creemos en Cristo, y andamos con Él, conociendo y haciendo la voluntad de Dios, verdaderamente somos amigos de Cristo, es nuestro mejor y más fiel amigo, porque “Nadie muestra más amor que quien da la vida por sus amigos. (Juan 15:13).
Así que el concepto de amistad toma sentido y valor cuando viene primero de Dios, un amigo verdadero te acerca a la voluntad de Dios, no te aleja de Él, porque quiere lo mejor para ti. ¿Quién o quiénes son nuestros verdaderos amigos? Nuestro amigo es Cristo y tu mejor amigo es quien te enseña su Palabra, así mismo es tu misión: ir a buscar amigos para ti y para Cristo (Lucas 16:9).  Oración.
Señor, haz de mí un amigo verdadero, que hace la voluntad del Padre y que se esfuerza para que otros conozcan de ti, para que sean tus amigos también.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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