martes, 4 de diciembre de 2018

VERSÍCULOS QUE FORTALECEN NUESTRA FE


VERSÍCULOS QUE FORTALECEN NUESTRA FE.                       Salmos 130:5-6
5 esperé yo a Jehová, esperó mi alma; En su palabra he esperado. 6. Mi alma espera a Jehová Más que los centinelas a la mañana,
Más que los vigilantes a la mañana. Salmo 25:4-5
Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas.5 Encaminame
en tu verdad, y enséñame, Porque tú eres el Dios de mi salvación;
En ti he esperado todo el día.  Salmo 40:1
Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
Salmo 62:5-8
Alma mía, en Dios solamente reposa, Porque de él es mi esperanza. 6. El solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré.7 En Dios está mi salvación y mi gloria; En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio. 8. Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; Derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio.   Salmos 37:34
Espera en Jehová, y guarda su camino, Y él te exaltará para heredar la tierra; Cuando sean destruidos los pecadores, lo verás. Salmo 9:10
En ti confiarán los que conocen tu nombre, Por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron. Salmo 52:8-9
Pero yo estoy como olivo verde en la casa de Dios; En la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre. 9. Te alabaré para siempre, porque lo has hecho así; Y esperaré en tu nombre, porque es bueno, delante de Tus santos. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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domingo, 2 de diciembre de 2018

SOPORTAR LA FLAQUEZA


SOPORTAR LA FLAQUEZA DE LOS DÉBILES
Los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles y no agradarnos a nosotros mismos. Romanos 15:1
Los débiles son aquellos que aún no han alcanzado madurez espiritual.
Unos porque es su proceso espiritual de crecimiento están en la etapa de niños, están conociendo los fundamentos de la vida en Cristo y están empezando a cambiar su manera de pensar y su manera de vivir.
Otros porque se quedaron estancados en su proceso de crecimiento. Esto debido a que han puesto sus ojos en los hombres, y otros porque han puesto su mirada en lo que han dejado y no solo su mirada, sino que su corazón aún está en el mundo. Estamos llamados a poner nuestra mirada en Cristo como nuestro modelo y como nuestro líder a seguir, estamos llamados a depositar toda nuestra confianza y amor en Cristo.
Flaquezas:
Ver y vivir el cristianismo como una serie de ritos, ceremonias, costumbres que hay que cumplir para que no se enoje Dios y nos vaya bien.
Ser inconstantes en todos sus caminos. Son cristianos sábados y domingos, pero mundanos de lunes a viernes o lo contrario. No quieren dejar los deleites del mundo.
Vivir en chismes, murmuraciones, pleitos, rebeldía, crítica destructiva...

-Tener un pensamiento defensivo, sentirse de menos valía, cree que todo está en su contra.
¿Cómo soportar? ¿Qué herramientas tenemos para soportar?
El amor: Beneficiar a nuestro prójimo para su edificación o crecimiento.

La paciencia: Esperar. Así como confiamos en que regando y protegiendo un árbol este crecerá y dará fruto; así mismo debemos esperar, creyendo que nuestros hermanos regándoles con nuestras oraciones enseñándoles con la Palabra y cuidando que tomen buenas decisiones, de seguro que darán frutos espirituales.
Consolación: Refugio en el Señor. Él nos enjugará las lágrimas por las decepciones sufridas y nos fortalecerá para seguir adelante.
La fe: Debemos vivir nuestra fe. Debemos creer que la Palabra de Dios es una verdad vivible.
Esto nos ayuda a vivir agradando a Dios, para ser de edificación a nuestro hermano pensando en su salvación y en nuestro crecimiento. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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sábado, 1 de diciembre de 2018

Pruebas


Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia”, Santiago 1:2-3
“Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”, Romanos 5:3-4   Cuando nuestra mente está ocupada en lo espiritual y eterno y permanece firme en los caminos de Dios, crecerá en medio de las pruebas y se levantará sobre ellas. Porque ha aprendido que ninguna situación de la vida es tal, que impida regocijarse en Dios. Nuestras dificultades deben convertirse en períodos de aprendizaje. Ya que nos enseñan paciencia y a entender que el hecho de convertirnos en cristianos no nos libera automáticamente de los problemas, sino que la fe nos enseña a enfrentarlos correctamente, viéndolos desde la perspectiva de Dios. Cuando vemos las pruebas como un medio para crecer moral y espiritualmente, gozaremos de sus frutos.
Cuando somos sometidos a prueba se comprueba que tan genuinos somos en nuestra fe y cuanto estamos dispuestos a permanecer y a resistir con valentía. La perseverancia en sí misma tiene un efecto. Es como mantener una fina espada de metal en el fuego hasta que esté templada. En este caso, la espada es el creyente, el fuego es la prueba y el temple es que los creyentes llegan a estar completos (perfectos) y cabales, no quedándose atrás en nada.
Un carácter firme en Dios indica que estamos avanzando hacia la madurez espiritual y la plenitud. Conscientes de que las luchas diarias no amenazan nuestra paz y nuestra seguridad de Dios. Sino que produce en nosotros la capacidad de soportar, porque Dios está obrando de esa manera en nuestra vida y cumplirá su propósito en nosotros.  Oración.
Señor hoy más que nunca pido tu sabiduría para guiar mi vida y para sortear las dificultades que se me presentan. Permíteme gozarme en ellas entendiendo que estas obrando en mi vida para formar tu carácter en mí y así permanecer firme hasta el fin. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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viernes, 30 de noviembre de 2018

Confrontación


Confrontación
“Pero si es de Dios, no podréis destruirlos; no sea que os halléis luchando contra Dios”, Hechos 5:39. Los líderes religiosos creían que su pesadilla de lidiar con Jesús había terminado con su muerte en la cruz. Y es que, con Su predicación, Él los había confrontado con la realidad, y las ataduras de su corazón les impedían ver y regocijarse en la obra que Dios estaba haciendo.
Esto a pesar de reconocer, como Nicodemo, que Jesús venía de Dios, ya que nadie podría hacer lo que Él hacía si Dios no estaba con él. Y es que es una realidad que una vez que nos hemos topado con Jesús y Su mensaje, nunca más seremos los mismos. Jesús y el evangelio siempre nos van a confrontar con las realidades de nuestro propio corazón vez tras vez. Siempre la cruz será piedra de tropiezo a nuestro planes y visión de la vida, así como de lo que creemos que necesitamos para vivir felices, tranquilos y seguros. Siempre seremos recordados que estamos actuando como si no tuviéramos que rendir cuentas a nadie. Esto no solo ocurre en el contexto de la sociedad “allá afuera”, pero también en la iglesia, donde el temor al hombre y las dinámicas del corazón se continúan revelando.
Precisamente antes de este episodio, el pasaje nos habla de Ananías y Safira y las maquinaciones de su corazón. Pensaba también en la misma experiencia de Pedro. Él también había sido confrontado con estas realidades de su corazón, que las había reconocido, se había arrepentido y había experimentado el perdón y restauración al poner su fe y confianza en el “Cristo, el hijo del Dios viviente”. Que el Señor nos haga sensibles en nuestro corazón a la continua obra de Su Espíritu, al mostrarnos cuando nos encontramos peleando con Dios mismo, y que podamos inclusive bendecir Su nombre por la realidad de Su bendita confrontación, ya que en ella Dios está haciendo Su obra de liberación y restauración. Piensa en esto y encuentra tu descanso en Él. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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jueves, 29 de noviembre de 2018

Saulo

Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado. Y habiendo tomado alimento, recobró fuerzas. Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco. En seguida predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo que éste era el Hijo de Dios.” Hechos 9:18-30.  Pablo antes de tener su encuentro personal con Jesús, perseguía a los creyentes, pensando que era su deber “Hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús…” (Hechos 26:9), y conforme a esta visión diligentemente enfoca su vida en actuar en contra de Jesús.
En semejanza nosotros cuando no somos guiados por Jesús, tenemos una visión de la vida y la verdad de acuerdo a nuestro propio entendimiento (Proverbios 3:7), pensamos que tenemos razón, pero cuando vienen las consecuencias de andar de esta manera: el dolor, la muerte, la incertidumbre, la tristeza, la depresión y todo el fruto malo de andar sin Cristo, entonces comprendemos que así como el Señor abrió los ojos a Pablo, así también necesitamos que se caigan las escamas de nuestros ojos, para poder ver claramente el verdadero camino y dejar de estrellarnos.
Vivimos la vida tal como la vemos, es decir cómo nos parece; y esta es la perspectiva y enfoque de nuestro vivir y desear diario. Pero si lo que estamos viviendo y pretendiendo no es importante ¿Nos hemos preguntado si todo aquello a lo que hemos enfocado nuestros ojos es lo correcto, es lo verdadero?
Jesús es la verdad en si mismo, y nos enseña a poner nuestra mirada en ÉL, entonces podremos ver realmente, por eso nos pregunta ¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios? (Mateo 11:40)
Por lo tanto, pidamos hoy a Jesús que alumbre los ojos de nuestro entendimiento, para que conozcamos cuál es la esperanza a la que Él nos ha llamado y cuáles las riquezas de su herencia (Efesios 1:18), entonces miraremos claramente, de la misma forma que mira Jesús, conociendo la verdad y como consecuencia siendo libres de la mentira.  Oración.
Señor, abre mis ojos espirituales, permíteme entender tus preceptos y ver tu gloria. Amén.        Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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miércoles, 28 de noviembre de 2018

Ananías


Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, y ha visto en visión a un varón llamado
Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista. Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén; y aun aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre. El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel; porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre. Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado”, Hechos 9:11-18.  Nuestra oración puede obrar transformaciones poderosas en la vida de las personas que nos rodean. Puede ayudar a otros a salir de la oscuridad donde se encuentran y ver la luz de Cristo.
En este pasaje vemos a Ananías que recibe un mensaje del Señor para que fuera ayudar a Saulo. Y aunque el mensaje le pareció extraño se dispuso a obedecer. El Señor le pedía orar por el hombre que había perseguido enérgicamente a la iglesia del primer siglo y era natural que Ananías sintiera un poco de recelo y de temor, sin embargo, se dirigió a Saulo de una manera muy fraternal, reconociéndolo como su hermano recién convertido que necesita sentir el amor cristiano, la aceptación y el perdón de otros.
Este es uno de los más sublimes ejemplos del amor cristiano que va más allá de los sentimientos y dudas que podamos tener sobre otros. Y es que no estamos llamados a juzgar, sino a ayudar a las personas que apenas empiezan su vida cristiana y que todavía son débiles en la fe, que necesitan nuestra oración y guía para caminar en el Espíritu, que necesitan abrir sus ojos a la verdad de la Palabra de Dios, que necesitan ser transformados en un nuevo ser por la gracia regeneradora de Cristo.
Pablo después del encuentro con Jesús en Damasco ya no respira amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, sino que se dispone a orar. Así, muchos de los nuevos creyentes oran para ser perdonados, restaurados y transformados. Por eso no debemos poner objeciones cuando se nos manda a hacer la voluntad de Dios. Independientemente de nosotros, Dios es soberano y hará su obra en quién Él quiera y como Él quiera. Porque él ve más allá de nuestros ojos humanos, ve a las personas totalmente cambiadas como instrumentos escogidos para la gloria y honra de su nombre.
Cuando nos disponemos a orar por otros la cura espiritual es sobrenatural, el Señor obrará milagros, señales y prodigios que ni nos imaginamos en las personas que ha escogido y miraremos cambios radicales como el de Saulo en Pablo. Dios dará el trato que cada uno necesite, Pablo sufriría por la fe. El cristianismo no solo incluye grandes bendiciones, sino también grandes sufrimientos.
La gente sabrá que hablamos la verdad cuando vea un cambio convincente en nuestra vida.  Oración.
"Amado Señor, que mi testimonio de vida y lo que haga indiquen que estoy lleno del Espíritu Santo, caminando en su plenitud. Enséñame a no juzgar a mis hermanos en la fe por sus acciones, sino ayudarlos a crecer en gracia y conocimiento delante de ti. Amén.     Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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martes, 27 de noviembre de 2018

Solo con Dios


 Solo con Dios.  Hechos.9. 8. Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevando por la mano, le metieron en Damasco. El Apóstol Pablo tuvo una experiencia en el camino a Damasco: “Y los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, más sin ver a nadie. Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevando por la mano, le metieron en Damasco”. Él había quedado ciego. Él había visto al Cristo glorificado. Y sólo yo, Daniel, vi aquella visión [de Cristo después de Su encarnación], y no la vieron los hombres que estaban conmigo, sino que se apoderó de ellos un gran temor, y huyeron y se escondieron. (Daniel 10:7)
 Había otros allí con Daniel, pero solo él vio la visión. Es evidente por los muchos incidentes relatados que solo el Espíritu Santo puede identificar al Señor Jesucristo, y eso es lo que hizo para Daniel.
El Señor Jesucristo dijo en Juan, capítulo 16:14, con respecto al Espíritu Santo: "Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.  Quedé, pues, yo solo, y vi esta gran visión, y no quedó fuerza en mí, antes mi fuerza se cambió en desfallecimiento, y no tuve vigor alguno." (Daniel. 10:8. Daniel había quedado solo.  Esta experiencia es maravillosa para este hombre de Dios, y muchos han gozado de una experiencia similar. Abraham dejó a Ur de los caldeos, y a sus familiares y fue solo con Dios.
Moisés fue enviado al desierto de Madián, y ante la zarza ardiente él estuvo solo con Dios.
Elías fue disciplinado cerca del arroyo de Querib, y Dios estaba con él.
Jeremías anduvo por un camino solitario, pero Dios estaba con él.
Juan el Bautista estuvo solo en el desierto, pero Dios estaba con él.
Pablo pasó dos años de confinamiento solitario en el mismo desierto, pero eso fue la oportunidad de Dios para entrenarlo.
El apóstol Juan fue exiliado en esa isla solitaria de Patmos.  Pero, Dios estaba con él.
Hay muchas personas que se reúnen para tener grandes reuniones de oración, grandes reuniones juntos. Amigo oyente, ¿ha tratado alguna vez de estar solo? Allí es donde Dios se encuentra con usted, no en la multitud, sino cuando usted está solo. ¿Por qué no toma la Palabra de Dios y se aparta solo con Él? Eso puede ser algo muy bueno para todos los que lo Hagamos. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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