lunes, 21 de agosto de 2017

Hebreos 6:16-18

Hebreos 6:16-18
Los seres humanos juran por alguien superior a ellos mismo, y el juramento, al confirmar lo que se ha dicho, pone punto final a toda discusión. Por eso Dios, queriendo demostrar claramente a los herederos de la promesa que su propósito es inmutable, la confirmó con juramento. Lo hizo así para que, mediante la promesa y el juramento, que son dos realidades inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un estímulo poderoso los que, buscando refugio, nos aferramos a la esperanza que está delante de nosotros.
La promesa está escrita en Génesis 12 y dice: Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán.
Hoy en día, tenemos notarios, abogados y muchas páginas de contratos que buscan darle validez a cualquier tipo de acuerdo, pero en ese entonces, un método común sería el “jurar” por alguien mayor. De hecho, algunas personas todavía tienen la costumbre de decir: “te lo juro por Dios o por mi madre o algún familiar”. Como si esto validara lo que se está diciendo o acordando. Dios, en su sabiduría y misericordia con nosotros, utiliza elementos que podemos entender para demostrarnos su gran autoridad y poder. El hecho de que la promesa se haya hecho sin haber nadie “encima” de Él, demostraba que tiene el poder absoluto.
¿Qué promesas nos da Dios el día de hoy? Darnos vida en abundancia. Gozo y paz mientras atravesamos pruebas. Bendiciones. Libertad del pecado. Trae luz a tu vida. Esperanza. Sentido y razón de vivir. Abrigo. Alimento. Y así, la lista sigue. Sin embargo, nosotros dudamos de ellas. Decimos que creemos en Dios. Sabemos que es todopoderoso. Pero por alguna razón, pensamos que nuestra situación es distinta. Por alguna razón limitamos a Dios en nuestros asuntos. ¿Resultado? Dejamos de recibir esas promesas. Llega la angustia. El celo y el enojo comienzan a florecer. El rencor se vuelve un amigo de todos los días. Y después te preguntas cómo llegaste hasta ahí. ¿Entiendes lo que estoy diciendo? Dios te quiere decir el día de hoy que está puesto al cien por ciento. Que Él no se ha movido y no se moverá. Su palabra permanece y jamás ha mentido. Ahora te corresponde hacer tu parte. Él es la roca. Él es el fundamento de todo. Si realmente confías en Él, es tiempo que lo dejes dirigir tu vida y rendirte ante su soberanía. Como humanos necesitamos juramentos y procesos legales para tratar de asegurar que algo se cumpla. Dios lo hace a través de su palabra. Sea lo que sea que estás atravesando en este momento, te pido hagas una pausa. Respira. ¿Qué hay en tu corazón? ¿Tu prioridad es servir y obedecer a Jehová? ¿Tus actos lo confirman? Acude a Él. Él se encarga de lo imposible. Sí. De tu caso también.
Oración
Mi Dios y Señor: gracias. Te necesito tanto y no he querido reconocerlo. Dudo y cuestiono tus promesas mientras que tomo malas decisiones por mi cuenta. ¡perdóname! Te entrego mi vida y te pido la dirijas. Gracias por mostrarme que no hay nada ni nadie por encima de Ti. Te entrego mis cargas, mis angustias, mis enojos y mis rencores. Te pido derrames tu perdón sobre mí y pueda perdonar y amar a mi prójimo. Dale sentido y dirección a mi vida. Te lo pido en el nombre de Cristo Jesús. Amén 

domingo, 20 de agosto de 2017

¿Por qué existe tanta maldad y sufrimiento en el mundo?


¿Por qué existe tanta maldad y sufrimiento en el mundo?

Tanto los curiosos como los críticos del cristianismo hacen esta pregunta. Si Dios es todo poderoso y todo amoroso, ¿por qué entonces, permite la maldad y el sufrimiento en el mundo? Varias respuestas han sido dadas, pero determinar permanentemente el tema es imposible debido a que muchas de nuestras respuestas continúan levantando más preguntas. Sin embargo, nuestra falta de habilidad para responder esta pregunta perfectamente no significa que no podemos ofrecer soluciones. Claro está que no asumo ser capaz de responder en forma definitiva estas preguntas, pero sí puedo ofrecer algunas soluciones.

Primero que todo, es posible que Dios tenga razones que nosotros no entendemos para permitir que exista la maldad. En esto, el cristiano puede tener seguridad en Dios al saber que Sus caminos están por encima de nuestros caminos (Is 55:8-9). Como la Biblia dice: el justo vivirá por la fe (Hab 2:4).

Segundo, Dios puede permitir que la maldad continúe su curso para poder probar que la maldad es maligna y que el sufrimiento, el cual es un producto desafortunado de la maldad, es una prueba adicional de que cualquier cosa contraria a la voluntad de Dios es mala, dañina, dolorosa y lleva a la muerte.

Dios le dio a Adán el dominio sobre el mundo (Gn 1:28). Cuando él se rebeló contra Dios, él puso en movimiento una serie completa de eventos y cambió la misma naturaleza del hombre y de la creación. Ambos, fueron afectados por el pecado. La creación ya no era más un paraíso por el nacimiento de espinas y cardos (Gn 3:17-18; Ro 8:22). Las personas se convirtieron en pecadoras (Ro 5:12; Ef 2:13), y enemigas de Dios (Ro 3:19-22), etc. La única conclusión a tal situación es la muerte. Jesús dijo: “Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.” (Mt 24:22).

El pecado es rebeldía contra Dios y Su orden creado. Pero Dios no nos ha dejado solos en este mundo caído. Él continúa estando en este mundo, señalándolo a Él Mismo, a la verdad, a la moral, a la pureza y al amor. Él usó lo maligno del mundo (mentiras, perjurios, envidias, etc.), para Su Hijo a la cruz para que así pudiéramos tener la oportunidad de obtener vida eterna. En esto, Dios no se ha apartado del mundo de la creación caída, sino que ha entrado en esta al venir Jesús. Dios obra en el mundo caído para efectuar cambios y Él usa a las personas caídas para llevar a cabo Su voluntad. En esto, Él suministra soberanía sobre lo maligno, el sufrimiento y las personas rebeldes, probando que el pecado y la maldad son absolutamente inútiles, y que Él es digno de honor y gloria.

Una posible tercera razón de que Dios permite que la maldad ocurra es para que el día del juicio, los condenados no tengan derecho a decir que la sentencia de ellos es injusta. Dios no detiene a nadie de ejercer la libre voluntad. Piense acerca de esto: Si alguien dice que Dios debería detener la maldad y el sufrimiento, ¿debería Dios detener toda maldad y sufrimiento? Si Dios sólo detiene algo de esta, entonces, nosotros continuaríamos preguntándonos por qué existe todavía. Así que si queremos que Dios detenga la maldad y el sufrimiento, entonces, Él debería detenerla toda. Nosotros no tenemos ningún problema con esto cuando queremos decir detener una catástrofe, o un asesinato, o una violación. ¿Pero qué hay cuando alguien piensa en alguno diabólico? La maldad es destructiva si se lleva o no a cabo. El odio y la intolerancia en el corazón de alguien están equivocados. Si esto es equivocado, y si Dios está para detener toda la maldad, entonces, Él debería detener a la persona de tener esos pensamientos. Para hacer eso, Dios debe quitar su libertad de pensamiento. Aún más, ¿qué persona en la tierra no ha tenido algún pensamiento maligno? A Dios entonces, le tocaría detener a toda persona para que ejercitara su libre voluntad y esto es algo que Dios no ha escogido hacer. Por lo tanto, podríamos decir que una de las razones por la que Dios permite la maldad y el sufrimiento es debido al libre albedrío del hombre.

Cuarto, es muy probable que Dios use el sufrimiento para hacer lo bueno. En otras palabras: Él produce paciencia a través de la tribulación (Ro 5:3). O Él puede desear salvar a alguien a través de esta tribulación. Tome por ejemplo el registro de José. Él fue vendido por sus hermanos. Lo que ellos hicieron estuvo equivocado y José sufrió en gran manera por esta acción. Sin embargo, más tarde, Dios levantó a José en Egipto para que tomara decisiones para el pueblo de esa tierra debido a la sequía que se aproximaba y que duraría siete años. Egipto no fue solo salvado, sino también la familia y los hermanos de José los cuales lo habían vendido a la esclavitud. José finalmente les dijo a ellos: “…Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien,” (Gn 50:15-21). Claro está que el más grande ejemplo de Dios usando la maldad para el bien es la muerte de Cristo. Las personas malignas lo llevaron a Él a la cruz. Sin embargo, Dios usó la cruz como el medio para salvar al mundo.

Pero entonces, deberíamos preguntar que, si esto es cierto, ¿estaremos trabajando contra Dios al trabajar contra la maldad y el sufrimiento? No. No lo estamos. Dios dice que no quiere que pequemos y suframos. Pero simplemente, es verdad que Dios puede usar la maldad a pesar de su aparente carácter despreciable de la misma maldad.

Dios está en el mundo usando al mundo y sus fracasos para Su gloria y el beneficio de aquellos que lo escuchan a Él.

Pero, ¿qué hay acerca de aquellos que parecen sufrir inocentemente sin ningún beneficio? ¿Qué hay acerca de la mujer es violada, o el espectador inocente que es asesinado por una bala perdida? En ambos casos, las víctimas y familias sufren dolor y pérdida. ¿Qué tan bueno puede ser esto?

Creo que la respuesta tiene dos posibilidades. Una: finalmente, nadie es inocente. Todos han pecado y están destituidos de la gloria de Dios (Ro 3:23) y por naturaleza somos hijos de ira (Ef 2:3). Nadie es inocente. Aun cuando esto es bíblicamente exacto, esto no satisface emocionalmente la pregunta. ¿Por qué hay bebés que sufren por cosas que no han hecho? Debo reconocer que no tengo respuesta a esto. Finalmente, debemos creerle a Dios el cual conoce desde el principio hasta el final y ve el panorama total. Él tendrá la última palabra y Él será vindicado.

Conclusión

El sufrimiento es el resultado del pecado humano. El mundo no es de la manera como Dios lo creó y debido a eso, todos somos vulnerables a los efectos del pecado en el mundo. ¿Por qué sufre una persona y la otra no? ¿Por qué las catástrofes suceden a algunos y no a otros? Esto se debe a que el pecado está en el mundo. Pero vendrá un día cuando el Señor regrese y limpie este mundo de todo pecado y sufrimiento.

“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.” (Ap 21:4). 

sábado, 19 de agosto de 2017

Salmos. 19.v1-6

Salmos. 19.v1-6
19.1ss En este salmo, la meditación de David lo llevó paso a paso desde la creación, a través de la Palabra de Dios, a través de sus propios pecados, hasta la salvación. Cuando Dios se revela por medio de la naturaleza (19.1-6), aprendemos sobre su gloria y nuestra condición finita. Cuando Dios se revela por medio de las Escrituras (19.7-11), aprendemos acerca de su santidad y de nuestra pecaminosidad. Cuando Dios se revela por medio de las experiencias diar...ias (19.12-14), aprendemos acerca de su perdón misericordioso y de nuestra salvación.
19.1-6 Estamos rodeados de fantásticas demostraciones de la capacidad creativa de Dios. Los cielos son una dramática evidencia de su existencia, poder, amor y cuidado. Decir que el universo surgió por casualidad es absurdo. Su diseño y sentido del orden son prueba de que un Creador intervino en forma personal. Cuando vea la obra de Dios en la naturaleza y en los cielos, agradézcale a Dios tan maravillosa belleza y la verdad que nos revela acerca del Creador. 

viernes, 18 de agosto de 2017

Salmos. 17.v1-8.


Salmos. 17.v1-8.  1 Oye, oh Jehová, una causa justa; está atento a mi clamor.

Escucha mi oración hecha de labios sin engaño.

2. De tu presencia proceda mi vindicación;

Vean tus ojos la rectitud.

3. Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche;

Me has puesto a prueba, y nada inicuo hallaste;

He resuelto que mi boca no haga transgresión.

4. En cuanto a las obras humanas, por la palabra de tus labios

Yo me he guardado de las sendas de los violentos.

5. Sustenta mis pasos en tus caminos,

Para que mis pies no resbalen.

6. Yo te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios;

Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra.

7. Muestra tus maravillosas misericordias, tú que salvas a los que se refugian a tu diestra,

De los que se levantan contra ellos.

8. Guárdame como a la niña de tus ojos;

Escóndeme bajo la sombra de tus alas,

17.3 ¿Estaba diciendo David que no tenía pecados? Lejos de ser una declaración soberbia de pureza, la afirmación de David brotaba de haber entendido su relación con Dios. En los Salmos 32 y 51 David reconoce abiertamente sus pecados. Sin embargo, su relación con Dios incluían una íntima amistad con Dios y continuos arrepentimiento y perdón. Su afirmación de rectitud, por lo tanto, se basaba en su búsqueda continua de Dios.

17.8 Dios nos protege como nosotros protegemos las niñas de nuestros ojos. No debemos decir que nos ha faltado la protección de Dios porque tengamos problemas. La protección de Dios tiene propósitos mucho más grandes que ayudarnos a evitar el sufrimiento. Quiere hacernos mejores siervos suyos. Dios nos protege también guiándonos en medio de circunstancias difíciles, no sólo ayudándonos a escapar de ellas.

17.8 La "sombra de tus alas" es una figura de dicción que denota protección de Dios. Él nos guarda como una gallina protege a sus polluelos al cubrirlos con sus alas. Moisés utilizó esta misma metáfora en Deu_32:11. Como el águila que excita su nidada, Revolotea sobre sus pollos, Extiende sus alas, los toma, Los lleva sobre sus plumas, 

jueves, 17 de agosto de 2017

Hebreos 11:8-10


Hebreos 11:8-10

Por la fe Abraham cuando fue llamado para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber a dónde iba. Por la fe se radicó como extranjero en la tierra prometida, y habitó en tiendas de campaña con Isaac y Jacob, herederos también de la misma promesa porque esperaba la ciudad de cimientos sólidos, de la cual Dios es arquitecto y constructor.

Génesis 12 narra esta historia de Abraham. El versículo 1 dice: Jehová dijo a Abram: vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Abram salió de su tierra y no reclamó ni cuestionó al Señor. Simplemente obedeció. ¡Por eso es nuestro ejemplo de fe el día de hoy! Cuando Dios habla, nosotros debemos escuchar e inmediatamente después, obedecer. Eso es fe. Eso es ser un verdadero hijo de Dios.  Dios quiere todo tu ser. Quiere que le entregues tu corazón. Tus pensamientos. Tus deseos. Tus miedos. Todo. No tengas miedo ni dejes que el mundo a tu alrededor frene ese llamado que Dios te hace. Sabes perfectamente cuando Dios te habla. Esas palabras tocan tu corazón. Remueven lo que pensabas nunca podría ser removido. Abren todo lo que quieres esconder. Simplemente sacuden todo tu piso. No le des la espalda a esas palabras. Ten fe y deja que Él se encargue de dirigir tu vida. Así como Abram, toma tus cosas y deja de vivir conforme a tu voluntad y comienza a vivir conforme a Cristo.

Oración

Padre: quiero vivir con mi fe puesta en Ti. Quiero escucharte y obedecerte como lo hizo Abram. Quiero dejar de dudar y cuestionar. Te entrego mi vida. Te entrego todo para que pueda vivir conforme a tu voluntad. Guíame y no permitas que me aparte de Ti. En el nombre de Cristo Jesús. Amén 

miércoles, 16 de agosto de 2017

Ayar gracia En la presencia de Dios


 Génesis. 22:7 Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto?

22:8 Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos. Génesis 24.12. Y dijo: Oh Jehová, Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham.

13. He aquí yo estoy junto a la fuente de agua, y las hijas de los varones de esta ciudad salen por agua.

14. Sea, pues, que la doncella a quien yo dijere: Baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba, y ella respondiere: Bebe, y también daré de beber a tus camellos; que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo Isaac; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi señor. 26. El hombre entonces se inclinó, y adoró a Jehová,

27. y dijo: Bendito sea Jehová, Dios de mi amo Abraham, que no apartó de mi amo su misericordia y su verdad, guiándome Jehová en el camino a casa de los hermanos de mi amo. Génesis. 28:20 E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir,

28:21 y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios.

28:22 Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti. Génesis 50. 19. Y les respondió José: No temáis; ¿acaso estoy yo en lugar de Dios?

20. Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. Éxodo. 3:2 Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.

3:3 Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema.

3:4 Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí.

3:5 Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.  Éxodo 33. 13. Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo.

14. Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.

15. Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.

16. ¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en que tú andes con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra?

17. Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre.

18. El entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria.  Éxodo 40:34 Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la GLORIA de Jehová llenó el tabernáculo. Éxodo 40:35 Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la GLORIA de Jehová lo llenaba.  Deuteronomio 5:24 y dijisteis: He aquí Jehová nuestro Dios nos ha mostrado su GLORIA y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego; hoy hemos visto que Jehová habla al hombre, y éste aún vive. Deuteronomio 26:19 a fin de exaltarte sobre todas las naciones que hizo, para loor y fama y GLORIA, y para que seas un pueblo santo a Jehová tu Dios, como él ha dicho.  Josué 24:15 Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa SERVIREMOS a Jehová.

martes, 15 de agosto de 2017

Habcuc 3:17

Habcuc 3:17 Aunque la higuera no florezca,
Ni en las vides haya frutos,
Aunque falte el producto del olivo,
Y los labrados no den mantenimiento,
Y las ovejas sean quitadas de la majada, ...
Y no haya vacas en los corrales;
3:18 Con todo, yo me alegraré en Jehová,
Y me gozaré en el Dios de mi salvación.
3:19 Jehová el Señor es mi fortaleza,
El cual hace mis pies como de ciervas,
Y en mis alturas me hace andar. No desconfíes de Dios el no te abandonará - Consejo Bibliatodo del Día