viernes, 17 de marzo de 2017

Hebreos 5:7-10

Hebreos 5:7-10
En los días de su vida mortal, Jesús ofreció oraciones y súplicas con fuerte clamor y lágrimas al que podía salvarlo de la muerte, y fue escuchado por su reverente sumisión. Aunque era Hijo, mediante el sufrimiento aprendió a obedecer; y consumada su perfección, llegó a ser autor de salvación eterna para todos los que le obedecen, y Dios lo nombró sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.
Mateo 26:39 es el versículo donde encontramos a Jesús pidiendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero sino como tú. ¡Esta es la oración perfecta! Es el momento crítico en el que una persona se rinde por completo ante Dios y pone su vida entera a disposición de su voluntad por encima de la propia. ¡Eso es obediencia! Y la obediencia siempre es recompensada. Jesús se le nombró sumo sacerdote y en Él fue fundada la salvación eterna para todos los que le reconocemos y obedecemos.
Lo que el pasaje de hebreos nos está describiendo es la vida (o lucha) diaria de una persona que realmente ama al Señor. Leíste bien. Todos aquellos que siguen pensando que aman a Dios pero no se rinden ante Él, la biblia nos dice que no pertenecen a Él. En cambio, aquellos que sabemos lo que es caminar en nuestros propios pasos y no queremos dar un solo paso sin estar convencidos que es su voluntad, oramos constantemente como Jesús lo hizo. Le decimos al Señor nuestros deseos. Le abrimos nuestro corazón y le decimos nuestros miedos. Le decimos todo aquello que nos motiva y sobre todo, terminamos diciéndole que no queremos que se haga nuestra voluntad sino la suya porque estamos convencidos que sus planes son mejores que los nuestros. ¿Nuestra recompensa? Vida plena. Paz. Gozo. No porque todo se resuelve y se acabaron los problemas. ¡Por supuesto que no! A Cristo lo crucificaron ¿cierto? Si realmente esperáramos que todo se volviera color de rosa ¿qué tipo de esperanza nos da Jesús si murió de la forma más cruel? La plenitud y la paz llegan con el conocimiento de que estamos haciendo la voluntad del Padre. Te lo repito: la plenitud no llega cuando ganas más dinero; cuando se resuelven tus problemas; cuando encuentras pareja o cualquier otra cosa. Hay personas que pierden familiares y siguen firmes en el Señor. El ser querido ya no puede regresar sin embargo su paz y su plenitud no están fundadas en esa persona sino en Jehová. ¿Puedes ver lo profundo de este mensaje? Mientras tanto ¿dónde estás tú? Como seguidores de Cristo no podemos estar viviendo doble vida. Si bien, es una lucha constante donde nos tropezamos y estamos lejos de ser perfectos, nuestro corazón y nuestra mente están puestos en el objetivo principal de seguir los pasos de Jesús aprendiendo a negarnos a nosotros mismos para que Él crezca. Día a día. Oración tras oración. Aferrándonos a su palabra y confiando en sus promesas. No dejando pasar un instante separados de Él.
Oración

Señor: hay muchas cosas que no entiendo sin embargo, quiero entregarte mi vida y rendirme por completo. Sé que me amas y quieres lo mejor para mí. Hoy entiendo que debo obedecerte y ponerte por encima de mi propia vida. Así sea mi Dios. Aquí estoy, con mi corazón humillado para escucharte hablar y dirigir mis pasos. En Cristo Jesús. Amén.

jueves, 16 de marzo de 2017

Toda autoridad

Toda autoridad
Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Mateo 28:18
Antes de que Cristo presentara la Gran Comisión, de hacer "discípulos a todas las naciones", había establecido su autoridad divina para darla. De otro modo, habría parecido imposible de cumplir la orden.
Mientras los discípulos siguieron a Jesús durante tres años y medio, aprendieron mucho de su autoridad. Les mostró que tenía autoridad sobre la enfermedad (Mt. 4:23) y la muerte (Jn. 11:43-44). Él les dio a sus discípulos el mismo poder que Él tenía para vencer a la enfermedad y a los demonios (Mt. 10:1). Estableció que tenía la autoridad de perdonar pecados (Mt. 9:6) y de juzgar a todos los hombres (Jn. 5:25-29). Y probó que tenía la autoridad de dar su vida y volver a tomarla (Jn. 10:18).
La sumisión a esa absoluta autoridad de Cristo no es una opción; es su obligación suprema. Una alternativa
No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente.
Romanos 1:16
Antes de que Dios enviara a su Hijo a la tierra, el plan de Dios era salvar al mundo por medio de Israel; pero Israel fue incrédulo. Se describe su incredulidad en una parábola acerca de un rey que preparó una fiesta de bodas para su hijo y llamó a los convidados (Israel). Cuando los invitados no quisieron ir, algunos por indiferencia y otros por enemistad, el rey dijo a sus siervos: "Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis" (Mt. 22:9). Jesús empleó esa parábola para describir a los israelitas apóstatas, que rechazaron a su Mesías y se perdieron la fiesta planificada para ellos.

Entonces Dios hizo la invitación a otro grup los gentiles. Dios escogió a un pequeño grupo de personas reunidas en un monte de Galilea y a otro grupo de discípulos en Jerusalén para evangelizar al mundo perdido. Por medio de ellos haría la obra que la nación de Israel se había negado a hacer, y a nosotros se nos llama a continuar esa obra.

martes, 14 de marzo de 2017

Nuestra lucha con la culpa

1 Juan 1.5-9          Nuestra lucha con la culpa

Para algunos, la culpa es un compañero constante. Viven bajo el peso de los errores pasados y del temor a las faltas futuras.

No todo sentimiento de culpa se basa en la realidad, pero cuando es por violar las leyes de Dios es legítimo; cuando transgredimos, el Espíritu Santo señala lo que está mal y la manera en que debemos corregirlo. Luego, como respuesta a nuestra confesión, Dios nos ofrece siempre el perdón y la purificación de la culpa (Sal 32.5).

¿De dónde surge la falsa culpabilidad? Hay varias respuestas. Primero, Satanás la usa para acosar a los creyentes. Por medio de mentiras y acusaciones, trata de sustituir la paz interior por el malestar, y la alegría por el desánimo.

Otra fuente de culpa es el legalismo. La Biblia dice cómo debemos vivir, pero algunos cristianos e iglesias imponen más reglas, y no cumplir con las regulaciones humanas puede producir vergüenza. Las experiencias de la niñez pueden también ocasionar sentimiento de culpa. Ya sean que broten de las secuelas de hechos traumáticos, o del sentimiento de no haber cumplido con las expectativas de nuestros padres, un simple recuerdo puede hacer que nos juzguemos rigurosamente. Vivir bajo la crítica severa puede, también, tener este efecto, así como las tendencias perfeccionistas que nos dicen que siempre podemos “hacer más” y “hacerlo mejor”.


El legalismo, las experiencias dolorosas de la niñez, el perfeccionismo y los comentarios hirientes son terreno fértil para el sentimiento de culpa. Si usted lucha con la autocondenación, asegúrese de verificar la legitimidad de la fuente.

lunes, 13 de marzo de 2017

La purificación de nuestra fe

Hebreos 11.32-40         La purificación de nuestra fe

Aunque a la mayoría de nosotros nos encantaría tener la heroica fe de las personas mencionadas en Hebreos 11, pocos estamos dispuestos a pasar por el proceso que Dios utiliza para desarrollar esa clase de confianza. Nos encanta leer sobre los grandes logros y victorias de quienes confiaron en el Señor, pero nos acobardamos por lo que dice Hebreos 11.36-38. Ninguno de nosotros quiere pasar por esas terribles situaciones, pero la adversidad es la manera que Dios utiliza para purificar nuestra fe.

Imaginemos al Señor como un experto escultor de pie ante un bloque de mármol. ¡Ese bloque es usted! Imagínese la obra de arte escondida dentro de la roca, y a Él quitando amorosa y cuidadosamente todo lo que no encaja con la obra maestra que está creando.

Una de las primeras cosas de la que se ocupa el Señor es nuestro carácter. Su propósito es conformarnos a imagen de su Hijo, y hay algunos rasgos y actitudes que deben ser quitados para que Dios haga su tarea. Su cincel deja al descubierto raíces de pecado y egoísmo.

Cuando algo o alguien se vuelve más importante para nosotros que el Señor, tenemos un ídolo en nuestra vida. Para protegernos, Dios utiliza la adversidad con el propósito de quitarnos todo aquello en que hayamos confiado, de modo que nos aferremos a Él solamente.


El cincel duele; a veces se siente como si Dios estuviera quitando todo lo que valoramos. A menos que usted entienda el propósito del Señor, pensará que Él es cruel. Pero si confía en Él y se rinde a su moldeadora herramienta, su fe será purificada y fortalecida por la aflicción.

domingo, 12 de marzo de 2017

La manera como Dios revela su presencia

Salmo 16.7-9        La manera como Dios revela su presencia

Si usted nunca ha experimentado la presencia de Dios es posible que se pregunte cómo se manifiesta Él a los creyentes. El Señor tiene muchas maneras de acercarse a sus hijos. Si usted desea saber si Él está cerca, el Señor elegirá la mejor manera de conectarse con usted.

Dios habla. Nunca he oído la voz audible de Dios, pero sí he tenido la experiencia de que ha hablado de manera clara y convincente a mi corazón. Su voz es tan evidente que quienes la escuchan recuerdan el mensaje y la reverente emoción que sintieron, mucho después de haberlo hecho.

Dios envía un mensaje. A veces, el Señor pone en el corazón de la persona la necesidad de estar a solas con Él. Cuando a mí me sucede esto, Dios está por lo general diciéndome que está listo para darme las fuerzas para permanecer en su palabra. No es prudente que el creyente ignore este impulso. Yo he cometido el error de postergar su voz, y he descubierto luego que, cuando finalmente aflojé el paso, el mensaje era más difícil de recibir fuera del momento perfecto del Padre.

Dios da a conocer su presencia mediante su Palabra. Una vez estuve meditando durante un mes en un pasaje de la Biblia para un mensaje; cada día quería volver a los mismos versículos porque Dios seguía dándome nuevas verdades y percepciones. Sabía que estaba en su presencia, porque su Palabra estaba hablándole específicamente a mi corazón.


Dios es real y está presente en este mundo. Él quiere hablar con nosotros para que podamos tener contentamiento, ánimo y gozo por su presencia. Debemos, entonces, estar dispuestos a aflojar el paso para escuchar lo que Él quiera decirle a nuestro corazón.

sábado, 11 de marzo de 2017

La presencia fortalecedora de Dios

Salmo 42.1-5          La presencia fortalecedora de Dios

La mujer abre la puerta y entra a la casa vacía. Deja caer la cartera y las bolsas de comida en el sofá, y luego pone un CD en el reproductor, inundando de música la casa. ¿Se ha preguntando usted alguna vez qué impulsa a la gente a romper el silencio de una casa tranquila? Las imágenes y sonidos de la TV y los CD llenan temporalmente nuestra necesidad de sentir que no estamos solos.

Dios desea tener una relación cercana con cada persona, y por eso nos creó con el anhelo de su presencia. Pero, aunque solo Él puede llenar ese vacío, la gente trata de satisfacer su deseo de compañía con toda clase de relaciones y actividades. Pero llenar ese lugar con algo diferente a Dios es solo una solución a corto plazo.

La Biblia nos insta a dejar de buscar nuestra satisfacción en las cosas que ofrece el mundo y a reconocer nuestra necesidad de buscar a Cristo. Sin embargo, hacemos lo contrario: buscamos sustitutos a la presencia de Dios. Los amigos, los pasatiempos y las diversas actividades dan un entretenimiento momentáneo, consumiendo el tiempo que debiéramos invertir en recogimiento delante del Señor. Con mucha frecuencia, cuando el placer de algo bueno desaparece, buscamos una nueva actividad o persona para llenar el vacío.


Nada, aparte del Señor, puede llenar debidamente el lugar que Dios se ha reservado para Él. El ruido y el movimiento solo satisfarán por breve tiempo. La fortalecedora presencia del Señor es la única solución verdadera. Para los creyentes, el Espíritu Santo está presente en ellos. Lo que debemos hacer, entonces, es estar quietos para que se manifieste a nosotros.

viernes, 10 de marzo de 2017

Santiago 5.16-18 La eficacia de la oración

Santiago 5.16-18       La eficacia de la oración

Cuando usted enfrenta algún tipo de problema, ¿se detiene a orar o se pone en acción? Dios actúa poderosamente por medio de la oración, pero con frecuencia la vemos como el último recurso: cuando estamos al final de la cuerda es cuando empezamos a orar.

Valiéndose del ejemplo de Elías, Santiago nos recuerda lo que puede lograr la oración eficaz de una persona justa. En el pasaje de hoy, el tema es la sanidad, pero esa no es la única oración que Dios desea responder. Cada aspecto de la vida puede ser tocado por el poder de la oración.

Tentaciones. Jesús dijo a sus discípulos: “Velad y orad, para que no entréis en tentación” (Mr 14.38).

Alabanza. Después de ser golpeados y echados en la cárcel, Pablo y Silas oraron y alabaron a Dios, aun en medio de su dolor (Hch 16.25).

Guerra espiritual. Pablo nos enseña a conectarnos con el poder de Dios “orando sin cesar” (1 Ts 5.17).

Ansiedad. No estamos a merced del temor si oramos por todo (Fil 4.6).

Transformación. Cuando oramos conforme a los deseos de Dios, Él transforma nuestra mente, actitud, carácter y forma de actuar (Col 1.9-12).

Testimonio. Por medio de la oración, pedimos al Señor que nos abra puertas para esparcir su Palabra (2 Ts 3.1).

Protección. Dios es fiel para conceder nuestras peticiones de fortaleza y protección (2 Ts 3.2, 3).


La próxima vez que enfrente una situación difícil, recuerde que la oración es más poderosa que todos nuestros esfuerzos. Ore y verá a Dios actuar.