domingo, 20 de diciembre de 2015

Por que Los Hermanos de Jesús No Creían En ÉL

¿
Por que Los Hermanos de Jesús No Creían En ÉL?
¿Y Tu has creído?
A veces se puede leer algo cien veces antes de que el significado real se muestra ante nuestros ojos. Esto es exactamente lo que me pasó cuando volví a leer lo que Juan escribe en su evangelio acerca de Jesús en Juan 7:5:
Porque ni aun sus hermanos creían en él.

He aquí por qué esto es sorprendente.
Los hermanos carnales de Jesús (Santiago, José, Simón y Judas estos son los nombres de los hermanos de Jesús de Nazaret nombrados en Mateo 13:55), habían crecido con el hijo del Dios vivo bajo el mismo techo:
Algunos de ellos tenían la edad suficiente para recordar a su hermano mayor, Jesús, a la edad de 12, cuando iba al templo y enseñaba a los líderes religiosos (Lucas 2:39-52). También fueron probablemente invitados a la misma boda cuando Jesús realizó su primer milagro de convertir el agua en vino (Juan 2: 1-11).
Algunos de ellos probablemente habrían estado presente, o por lo menos habrían estado al tanto de cuando su hermano mayor leyó el rollo de Isaias en el templo, y con este acto la audaz declaración mesiánica que el templo “era la casa de mi padre”.
También habrían sabido que Jesús sanó al hijo de un funcionario (Juan 4:46-54), sanó al hombre el día sábado en el estanque de Betesda (Juan 5:1-17), alimentado a 5.000 personas con cinco panes y dos peces (Juan 6: 1-14) y caminó sobre las agua (Juan 6: 16-21).
En el evangelio de Juan, todos estos eventos se llevan a cabo antes de la declaración de Juan que dice: “… ni siquiera sus hermanos creían en él”.
¿Por qué Los Hermanos de Jesús No Creían En El?
Es fácil preguntarse cómo los hermanos de Jesús siendo testigos, o al menos habiendo oído hablar de todas estas cosas, no creían que Jesús era el Hijo de Dios. Somos tentados a pensar que seguramente nosotros lo habríamos entendido, y creído en Él. La verdad es que probablemente no habríamos creído tampoco.
Jesús era 100% hombre y 100% Dios. Del mismo modo que no podemos comprender plenamente este misterio, los hermanos de Jesús hijos de María tampoco. Debido a que Jesús caminó entre ellos, habrían tenido problemas para creer quien Jesús era, por lo menos, un hombre muy especial, o un profeta increíble. Pero no llegaron a esta conclusión fundamental que establece a Jesús como Dios, aparte de cualquier otra persona que habría venido antes o vendría después – Jesús era Dios encarnado. Dios estaba verdaderamente caminando entre ellos.
Es posible que nos llamemos a nosotros mismos amigos de Jesús, asistimos a la iglesia, somos testigos incluso de sus milagros, pero aún así no creemos que Jesús es exactamente quien dijo que es. Si este fue el caso para los propios hermanos de Jesús, ¿cuánto más lo podría ser para nosotros?

viernes, 18 de diciembre de 2015

Sabías Que Dios Conoce Tu Nombre

¿
Sabías Que Dios Conoce Tu Nombre?
“…a sus ovejas llama por nombre y las saca” (juan 10:3)
Cuando vemos un rebaño de ovejas, vemos exactamente eso, un rebaño: todas pareciendo iguales. Y sin embargo, para el pastor no es así: cada oveja tiene una historia distinta, y cada cara un nombre. Cuando vemos una muchedumbre, vemos eso, una muchedumbre, llenando un estadio o desbordando un centro comercial. Pero Jesús no lo ve así; para Él, cada uno de nosotros tiene una historia y cada cara un nombre. “…en las palmas de las manos te tengo esculpida…” (Isaías 49:16). ¡Eso es tremendo! ¡Tu nombre está escrito en las manos de Dios, donde Él lo ve constantemente, como está también en sus labios (lee Juan 10:3)! Tal vez hayas visto en algunas cosas impresionantes, como en un premio o un diploma, o en la puerta de nogal de la oficina, pero en las manos del Señor y en sus labios es otra cosa, en la cual se merece meditar detenidamente, ¿verdad?  Esto significa que lo que es importante para ti, lo es también para Dios. Tal vez pienses que esto es cierto cuando se trata de cosas importantes, como la muerte, enfermedades, pecados o desastres. ¿Y las cosas más pequeñas, como problemas financieros que te producen inseguridad, discusiones con nuestros seres queridos que nos dejan agotados, o familiares que rinden menos y requieren más atención? Entiende esto: ¡eres un hijo de Dios! Juan escribió: “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios…” (1 Juan 3:1). Es como si Juan supiera que algunos de nosotros fuéramos a negar con la cabeza diciendo: “No, yo no; la Madre Teresa quizás, o Billy Graham, pero yo no”. Si éstos son tus sentimientos, entonces Juan añadió esta frase precisamente para ti: “Amados, ahora somos hijos de Dios…” (1 Juan 3:2). Esto significa que si algo es importante para ti, también lo es para el Señor. ¡Intenta aferrarte a esta verdad!

jueves, 17 de diciembre de 2015

Cómo Desarrollar Una Disciplina Espiritual

¿Cómo Desarrollar Una Disciplina Espiritual?
“Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina…” (1 timoteo 4:16)
Sólo hablar de la disciplina espiritual no te va a llevar muy lejos, y mucho menos el hablar de cuánto la necesitan los demás. ¿Requiere muchísimo esfuerzo? Absolutamente. Significa ser más duro con uno mismo de lo que uno quisiera. Exige comprobar con regularidad tu forma de expresarte, tus relaciones y elecciones vitales, y corregirlas cuando sea necesario. ¿Hacerlo en secreto? Sí; cuando te estás esforzando para desarrollar una disciplina espiritual, es sabio no hablar mucho de lo que estás haciendo. Hablar es fácil; simplemente, ¡hazlo! ¿Es humillante? ¡Sin ninguna duda! Algunos días es como dar un paso hacia delante y dos hacia atrás… La disciplina espiritual requiere “seguir la trayectoria” mientras otros se apartan sin querer reconocerlo, o poniendo excusas. ¿No es siempre divertido? Desarrollar una vida de disciplina espiritual es una experiencia que te da satisfacción, pero no siempre es divertido. Pon atención a lo que escribió Pablo:
“…yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire; sino que golpeo mi cuerpo y lo pongo en servidumbre, no sea que, habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado” (1 Corintios 9:26-27).

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Un Corazón Herido Por Cristianos

Un Corazón Herido Por Cristianos


¿Fuiste Lastimado Por Cristianos? ¿Tienes el corazón herido?
“…TÚ, SEÑOR, ME AYUDASTE Y ME CONSOLASTE” (Salmos 86:17)
¿Te ha herido algún cristiano? ¿Alguien que te condenó en lugar de demostrarte compasión y ayudarte? ¿Alguien que no te atendió cuando debería haberte buscado, restaurado espiritualmente y devuelto al lugar que te corresponde en la familia de Dios? La mayoría de las personas que han sido heridas por otros cristianos podrían convencer fácilmente a un jurado de que tal o cual cosa no debería haber ocurrido jamás. Y la verdad es que tienen razón; pero ocurrió. Seguir dándole vueltas al tema no cambiará las cosas, aunque te cambiará a ti, y no precisamente para bien. Piensa que si te asaltaran en la calle y te llevaran al hospital, no te pasarías el resto de la vida obsesionado con la persona que lo hizo. No; tu meta sería recuperarte lo más rápido posible y pasar de página. ¡Qué curioso que busquemos a yuda inmediata para las heridas físicas pero que tendamos a centrarnos en el problema y no en la solución cuando se trata de heridas emocionales!
Y tú ¿qué vas a hacer? Éstas son las distintas opciones:
1) Contárselo a todo el mundo.
Repetir los hechos no conseguirá más que reforzar y avivar tu dolor.
2) Reprimirlo.
Eso fue lo que hizo David: “Mientras guardé silencio… mi fuerza se fue debilitando como al calor del verano” (Salmos 32:3-4 CST).
3) Procesarlo.
Es decir, estar dispuesto a dejar de encubrir las áreas en las que te hirieron y abrirte para recibir la gracia de Dios. Entonces es cuando descubres que “Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas” (Salmos 147:3).
4) Compartirlo.
La Biblia dice: “Confesaos vuestras ofensas unos a otros y orad unos por otros, para que seáis sanados…” (Santiago 5:16).
Si eres sabio, elegirás las opciones 3 y 4.

martes, 15 de diciembre de 2015

Qué significa arrepentimiento Bíblico

¿Qué significa arrepentimiento Bíblico?
“LA TRISTEZA QUE ES SEGÚN DIOS PRODUCE ARREPENTIMIENTO PARA SALVACIÓN…” (2 Corintios 7:10)
La palabra “arrepentirse” significa reconocer el pecado, renunciar a él, buscar el perdón de Dios y tratar de vivir de manera diferente. Significa dar un giro de 180° y dirigirte en la dirección contraria. Si haces 25 km en el sentido equivocado, tendrás que volver esos 25 km de vuelta. Al principio eso te desanimará, pero es algo muy provechoso porque en la próxima ocasión te pensarás dos veces adónde te diriges. El arrepentimiento puede conllevar la restitución. Zaqueo era un recaudador de impuestos que se había enriquecido cobrando de más. Pero después de su encuentro con Jesús prometió: “…Si he robado algo, devolveré cuatro veces esa cantidad” (Lucas 19:8).
Arrepentimiento Remordimiento, Biblia Jesus
El Arrepentimiento Y La Biblia.
El Señor está dispuesto a perdonarte, pero quizás te deje que sufras algunas de las consecuencias dolorosas de tu pecado para motivarte a la obediencia. “Ninguna disciplina resulta agradable a la hora de recibirla. Al contrario, ¡es dolorosa! Pero después, produce la apacible cosecha de una vida recta para los que han sido entrenados por ella” (Hebreos 12:11 NTV). Satanás tratará de decirte que estás más allá del alcance de la gracia de Dios, pero no es verdad. El Hijo Pródigo despilfarró su herencia y acabó cuidando cerdos. Pero el día que decidió volver a casa, su padre corrió a recibirlo y lo restituyó a la familia con los derechos de hijo. Dios hará lo mismo contigo. “Abandone el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase al Señor, que tendrá de él compasión, al Dios nuestro, que será amplio en perdonar” (Isaías 55:7 LBLA).

lunes, 14 de diciembre de 2015

Cómo Cuidar De Tus Heridas Abiertas

¿
Cómo Cuidar De Tus Heridas Abiertas?
“MÉDICO, CÚRATE A TI MISMO” (Lucas 4:23) ¿Significa que las personas con algún “impedimento” no pueden trabajar para Dios? Claro que no, sino más bien lo contrario. Son precisamente los quebrantados los que llegan a ser expertos en curar. Pero primero tienes que tomarte tiempo para ser sanado. Jesús dijo que cuando un ciego guía a otro ciego, los dos caen en el hoyo (Mateo 15:14). Es difícil hablar a otros de victoria, cuando tú mismo vives en derrota. Es duro llevar sanidad emocional a otros, cuando tú todavía luchas con asuntos no resueltos de tu pasado. Cuando todavía estás sangrando, no puedes tratar los problemas de otros con la misma fe agresiva que tendrías si tú mismo hubieras superado tu propio impedimento. ¿Es malo tener un corazón herido? No, pero es malo no ocuparse de él. Así pues, pasa tiempo con Dios y deja que Él te restaure plenamente, a fin de que pueda usarte para ministrar de forma más eficaz a los demás

domingo, 13 de diciembre de 2015

Salta por la borda por el Señor Jesús

Salta por la borda por el Señor Jesús
“ENTONCES DIJO A PEDRO: ¡ES EL SEÑOR!… Y SE TIRÓ AL MAR” (Juan 21:7)
Después de que los discípulos de Jesús pasaron la noche pescando sin recoger nada, éste les dijo: “Echad la red a la derecha de la barca” (Juan 21:6) y entonces sacaron 153 peces. Así es como funciona; una palabra Suya y todo cambia para bien.
Luego leemos: “Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: ¡Es el Señor! Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se tiró al mar [y fue hacia Jesús]” (Juan 21:7). Démonos cuenta de que Pedro tuvo que decidir entre dejar sus peces e ir a Jesús o quedarse en el barco y disfrutar del fruto de su arduo trabajo. Todos nos enfrentamos a esa misma prueba cuando cumplimos las metas que nos hemos propuesto en la vida, cuando nuestras redes están llenas y por fin “lo hemos conseguido”. El dilema es: ¿nos quedamos a guardar nuestras bendiciones o saltamos por la borda por el Señor y nos comprometemos con Él totalmente?
Salta-por-la-borda-por-el-Senor-Jesus-2
Salta De Tu Barca para Encontrarte Con Jesús
Pablo habla brevemente de sus éxitos en la vida: “Yo tengo también de qué confiar en la carne” de la tribu de Benjamín en cuanto a la Ley, fariseo en cuanto a la justicia que se basa en la Ley, irreprochable.(Filipenses 3:4-6). Si tenemos en cuenta su historial, Pablo era “Alguien de Peso”. Pero escucha lo que añade: “cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida todo lo tengo por basura para ganar a Cristo”. (Filipenses 3:8). Pablo entendió que su verdadera identidad no radicaba en sus logros sino en su relación con Jesús. ¿Te sientes tú así? En aquella noche, daba la impresión de que Pedro estaba perdiéndolo todo, sin embargo cuando llegó a la orilla se encontró con que Jesús estaba ocupado, ¡asando pescado! Todo lo que necesitas, Dios lo tiene. Todo lo que dejas, Él lo pagará con creces. Todo aquello que estás dispuesto a dejar atrás determina, en última instancia, aquello que el Señor te puede confiar.