viernes, 22 de agosto de 2014

Hechos 14:14-15

Hechos 14:14-15



Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas y se lanzaron entre la multitud dando voces y diciendo: Varones ¿por qué hacéis esto?  Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay.



Tristemente existen personas que utilizan el nombre de Dios para enriquecerse aprovechándose de los demás.  Una manera muy sencilla y eficaz para poder discernir entre aquellos que son un “fiasco-fraude” de los que quieren servir al Señor es poniendo atención a quién dirigen la mirada de sus predicaciones.  He visto programas en los que se habla de Dios pero la atención está siempre enfocada en el interlocutor.  Este tipo de personas buscan influenciar a los demás por el lado sentimental y la enseñanza de la biblia es muy pobre.  Utilizan unos cuantos versículos y muchas veces ni siquiera los aplican al contexto.  Ten cuidado de los que hablan de Dios pero quieren que las luces apunten a su propia persona.  Fíjate cómo los discípulos reaccionan al saber  que lo que habían predicado estaba siendo mal enfocado.  La gente los estaba viendo a ellos en lugar de a Jesús y por ello rasgan sus vestiduras en señal de indignación.  Busca y promueve que en tu congregación siempre se de la gloria al Señor y no se enaltezca a aquellos que sirven.  “Somos hombres semejantes a ustedes” dijeron los discípulos.  Asimismo, aquellos cristianos que admiras, son como tú y como yo, la única diferencia es que han decidido no solo aceptar a Cristo sino servirlo y obedecerlo con su vida entera.  
¿A quién no le gusta que le digan que hizo algo bien?  ¿Cómo negar el que reconozcan algún don que el Señor nos ha dado?  Claro que es fácil quererle robar un poquito de la gloria a Dios y quedárnosla nosotros.  Recuerda que como humanos el reconocimiento siempre resulta tentador y en el lado espiritual no estamos exentos. Debemos tener cuidado y ser autocríticos.  ¡Qué increíble es cuando alguien te agradece por compartir la palabra de Dios!  Disfrútalo.  Goza ese momento.  Pero sobre todo, da gracias al Señor por permitirte ser un pequeño granito de arena en Su mar.  Se humilde.  Se sencillo de corazón.  Recuerda que es por la misericordia de Dios que puedes ser parte de su obra.
Tengamos cuidado como líderes o congregación, de que nuestra atención siempre esté enfocada en dar gloria al Dios vivo que creó el cielo y la tierra, los mares y todo lo que en ellos hay.
Por último, si aun no has comprendido que tu deber es servir al Señor, te animo a que pongas a Su servicio los dones que te ha dado.  Estoy seguro que puedes hacer algo mejor que los demás.  Pon esa virtud a los pies del Señor y deja que Él dirija y haga milagros.

Oración
Señor: pongo mi vida a tu servicio y te pido que Tú reines sobre ella.  Dame sabiduría para no caer con aquellos que buscan fama y utilizan tu nombre.  Te pido que mi vida siempre pueda dirigir la mirada a Ti.  Te pido que mantenga un corazón sencillo y agradable a Ti y que reconozca que Tú eres el Señor y que solo Tú mereces alabanzas. Te lo pido en el nombre de Jesucristo.  Amén 

jueves, 21 de agosto de 2014

Hebreos 6:16-18

Hebreos 6:16-18

Los seres humanos juran por alguien superior a ellos mismo, y el juramento, al confirmar lo que se ha dicho, pone punto final a toda discusión.  Por eso Dios, queriendo demostrar claramente a los herederos de la promesa que su propósito es inmutable, la confirmó con juramento.  Lo hizo así para que, mediante la promesa y el juramento, que son dos realidades inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un estímulo poderoso los que, buscando refugio, nos aferramos a la esperanza que está delante de nosotros.


La promesa está escrita en Génesis 12 y dice: Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.  Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.  Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.  Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán.
Hoy en día, tenemos notarios, abogados y muchas páginas de contratos que buscan darle validez a cualquier tipo de acuerdo, pero en ese entonces, un método común sería el “jurar” por alguien mayor.  De hecho, algunas personas todavía tienen la costumbre de decir: “te lo juro por Dios o por mi madre o algún familiar”.  Como si esto validara lo que se está diciendo o acordando.  Dios, en su sabiduría y misericordia con nosotros, utiliza elementos que podemos entender para demostrarnos su gran autoridad y poder.  El hecho de que la promesa se haya hecho sin haber nadie “encima” de Él, demostraba que tiene el poder absoluto.
¿Qué promesas nos da Dios el día de hoy?  Darnos vida en abundancia.  Gozo y paz mientras atravesamos pruebas.  Bendiciones.  Libertad del pecado.  Trae luz a tu vida.  Esperanza.  Sentido y razón de vivir.  Abrigo.  Alimento.  Y así, la lista sigue.  Sin embargo, nosotros dudamos de ellas.  Decimos que creemos en Dios.  Sabemos que es todopoderoso.  Pero por alguna razón, pensamos que nuestra situación es distinta.  Por alguna razón limitamos a Dios en nuestros asuntos.  ¿Resultado?  Dejamos de recibir esas promesas.  Llega la angustia.  El celo y el enojo comienzan a florecer.  El rencor se vuelve un amigo de todos los días.  Y después te preguntas cómo llegaste hasta ahí.  ¿Entiendes lo que estoy diciendo?  Dios te quiere decir el día de hoy que está puesto al cien por ciento.  Que Él no se ha movido y no se moverá.  Su palabra permanece y jamás ha mentido.  Ahora te corresponde hacer tu parte.  Él es la roca.  Él es el fundamento de todo.  Si realmente confías en Él, es tiempo que lo dejes dirigir tu vida y rendirte ante su soberanía.  Como humanos necesitamos juramentos y procesos legales para tratar de asegurar que algo se cumpla.  Dios lo hace a través de su palabra.  Sea lo que sea que estás atravesando en este momento, te pido hagas una pausa.  Respira.  ¿Qué hay en tu corazón?  ¿Tu prioridad es servir y obedecer a Jehová?  ¿Tus actos lo confirman?  Acude a Él.  Él se encarga de lo imposible.  Sí.  De tu caso también.

Oración

Mi Dios y Señor: gracias.  Te necesito tanto y no he querido reconocerlo.  Dudo y cuestiono tus promesas mientras que tomo malas decisiones por mi cuenta.  ¡perdóname!  Te entrego mi vida y te pido la dirijas.  Gracias por mostrarme que no hay nada ni nadie por encima de Ti.  Te entrego mis cargas, mis angustias, mis enojos y mis rencores.  Te pido derrames tu perdón sobre mí y pueda perdonar y amar a mi prójimo.  Dale sentido y dirección a mi vida.  Te lo pido en el nombre de Cristo Jesús.  Amén

miércoles, 20 de agosto de 2014

Hebreos 7:10-13

Hebreos 7:10-13

Por tanto, este es el pacto que después de aquellos días estableceré con la casa de Israel, dice el Señor: Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón.  Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.  Ya nadie enseñará a su prójimo ni nadie enseñará a su hermano ni le dirá: ¡Conoce al Señor! porque todos me conocerán desde el más pequeño hasta el más grande.  Perdonaré sus maldades y nunca más me acordaré de sus pecados.  Al llamar nuevo a ese pacto, ha declarado obsoleto al anterior; y lo que se vuelve obsoleto y envejece ya está por desaparecer.



Si un día escribo sobre ángeles o Satanás, veo cómo el blog y la página en Facebook tienen más visitas de lo normal.  La gente está interesada en lo “desconocido” y cada vez que escuchan de espíritus o eventos sobrenaturales quieren indagar.  Por otro lado, están aquellos que quieren anular al Señor a través de la ciencia o el conocimiento humano.  Recientemente veía un programa donde se analizaba la gran capacidad de algunos animales para utilizar herramientas y conseguir comida.  Ellos dice que la evolución fue la que causó este desarrollo.
¿A dónde quiero llegar con esta introducción y qué tiene que ver con el pasaje de hoy?  Quiero que vuelvas a leer el pasaje detenidamente.  ¿Puedes darle dimensión a lo grande que es Jehová?  Mientras nosotros perdemos el tiempo con ángeles y demonios, nuestro Dios está esperando a que le conozcamos.  Mientras la gente quiere demostrar que Dios no existe a través de la ciencia, me parece que es una clara expresión de su existencia.  ¿Por qué aceptamos este tipo de cultura?  Porque en el mundo reinan las tinieblas.  Pero esto no tiene que ser así para nosotros.  Es nuestro deber y responsabilidad ser luz.  Debemos dar testimonio y hablar del Señor a aquellos que no le conocen.  Piénsalo.  Hay personas buscando su “espiritualidad” en “vibras”, “energía”, “luz” y otras cosas más.  mientras que nuestro Dios dice: perdonaré sus maldades y nunca más me acordaré de sus pecados…  ¿Cómo podemos menospreciar esto?  ¿Cómo no compartir esta bendición?  Seamos sabios y valoremos lo que nuestro Dios nos ha dado: La oportunidad de tener comunión con Él sin merecerla.  Jehová es maravilloso.  Él ha hecho un pacto nuevo a través de Jesús para que todos le conozcamos.  Para que su nombre sea reconocido en todos lados.  Para que podamos pasar de la muerte a la vida a través de su perdón.  Hoy quiero que entendamos que, mientras nuestro Señor ha hecho absolutamente todo y está ahí para recibirnos con los brazos abiertos y el amor y perdón sin restricción, nosotros andamos perdiendo el tiempo en otras cosas.  Peor aún aquellos que no le han conocido.  Como explicaba antes, se quedan con los espíritus y los mitos en lugar de conocer al verdadero Dios.  Se quedan con el conocimiento humano que es limitado en lugar de la sabiduría del Señor que es infinita.  Hoy te pido que medites sobre tu forma de pensar de Dios.  ¿Lo estás limitando?  ¿Lo estás menospreciando?  Yo sé que el mundo lo menosprecia y tratan de reemplazarlo sin embargo, como sus seguidores no podemos hacer lo mismo.  Debemos obedecerle y llevar su esperanza donde no la hay.  Llevar luz verdadera a la oscuridad.  Llevar su paz verdadera donde no la hay.  Llevar su amor donde hay odio.  Él ya hizo un nuevo pacto.  Nosotros debemos anunciarlo.

Oración

Padre: gracias por lo que has hecho por mí sin que yo lo merezca.  Te pido perdón por mis pecados.  Te pido perdón por darte la espalda.  Hoy entiendo lo que haces por mí y no puedo seguir como antes.  Hoy entiendo que mi vida debe estar alineada con tu voluntad y que esto solamente traerá bendición.  Te pido me llenes de tu paz y amor para que pueda llevarlos a cada rincón que vaya.  Te lo pido en el nombre de Jesús.  Amén

martes, 19 de agosto de 2014

Hebreos 9:15

Hebreos 9:15

Por eso Cristo es mediador de un nuevo pacto, para que los llamados reciban la herencia eterna prometida, ahora que él ha muerto para liberarlos de los pecados cometidos bajo el primer pacto.




Siempre que estoy en una plática y sale el tema de Dios o religiones, trato de tener mucho cuidado con lo que digo.  Principalmente porque nuestro deber no es “tener la razón” sino ganar almas para Cristo y hay una gran diferencia entre la primera y la segunda.  Cuando digo que soy cristiano, las respuestas más comunes son: ah, ¿es casi igual que los católicos no?; ustedes no creen en la virgen María; ustedes creen que son los únicos que se van al cielo; entre otras.  ¿Mi respuesta?  Lo que hacemos los cristianos es estudiar la biblia y seguir el ejemplo de Cristo.  Si no está en la biblia, no lo hacemos.  De ahí explicaría que María es parte de la vida de Jesús pero solo como su madre y que también tuvo más hijos (esto causa conflicto también) pero la biblia los menciona.  Y así se desarrolla poco a poco la plática.  Lo que me parece triste es que la gente perciba que somos arrogantes diciendo que somos los únicos que se van al cielo.  La verdad es que solamente aquellos que reciben a Cristo se van al cielo.  Insisto, esto es lo que dice la biblia y no un pastor o alguna persona que se le haya ocurrido.  Sin embargo, yo no puedo decir tal o cual persona no se van a ir al cielo pues no conozco sus corazones.  Solamente Dios lo sabe.  ¿Qué caso tiene ponernos a discutir sobre algo que nosotros no decidimos?  Mejor debemos aprovechar el tiempo y buscar compartir lo que Cristo hizo por nosotros.  Aquí es donde entra el pasaje de hoy.  Jesús es nuestro mediador.  Él murió por nosotros para poder ser liberados del pecado.  No lo digo yo.  No lo invento alguien por ahí.  Lo dice el libro donde nuestro Dios y Creador ha dejado toda su palabra: la biblia.  ¡Ese libro define nuestra vida!  ¿Por qué no tenemos sacerdotes?  Porque como hemos aprendido en hebreos, Jesús es el último sacerdote que permanece para siempre.  No hay necesidad de otro pues Él representa la perfección del sacerdocio.  ¿Qué hombre pudiera superarlo?  Ninguno.  ¿Por qué no adoramos a otros santos?  Porque la biblia nos da muchos ejemplos donde se nos instruye adorar a Dios y a nadie más.  Ni siquiera los ángeles son dignos de adoración.
El versículo nos enseña que Cristo es nuestro mediador.  No las buenas obras.  No las buenas intenciones.  No las buenas vibras ni la meditación.  Tampoco todas las religiones nos pueden dar un mediador para con el Creador.  Solamente Cristo.  (Otra causa de discusión).  Es importante que tengas claros los principios que Dios nos ha dejado en su palabra para que puedas compartir correctamente el evangelio.  ¿Cómo pensar que todos los caminos llevan a Dios y al mismo tiempo leer que el sacrificio de Cristo es nuestro rescate para reconciliarnos con Dios Padre?  ¡No se puede!  Una excluye a la otra.  Hoy la biblia nos enseña que Cristo es nuestro único mediador a través del cual somos librados del pecado y recibimos la herencia prometida.  Guarda estas palabras en tu mente y en tu corazón.  Es un principio muy importante para tu vida y crecimiento espiritual.

Oración

Señor: gracias por enseñarme tu palabra.  Gracias por mostrarme lo que debo y no debo hacer.  Hoy entiendo que tu palabra es perfecta y debo estudiarla y obedecerla.  Gracias por la vida de Cristo y el sacrificio que hizo por mí sin yo merecerlo.  Te pido que transformes mi vida y que pueda dar testimonio de tu gran amor.  Te pido pongas amor y sabiduría en mi corazón cada vez que hable de Ti y que no busque tener la razón o ganar una discusión sino traer almas a tus pies y que solamente brilles Tú.  En Cristo Jesús.  Amén

lunes, 18 de agosto de 2014

Hebreos 9:25-26

Hebreos 9:25-26

Ni entró (Jesús) en el cielo para ofrecerse vez tras vez, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena.  Si así fuera, Cristo habría tenido que sufrir muchas veces desde la creación del mundo.  Al contrario, ahora, al final de los tiempos, se ha presentado una sola vez y para siempre a fin de acabar con el pecado mediante el sacrificio de sí mismo.



Tristemente mucha gente no ha escuchado el evangelio y se mantienen en la ignorancia.  Es triste escuchar frases u “oraciones” en las que le piden a Dios algo a cambio de otra cosa.  Es decir, Dios, te pido sanes a tal o cual persona y te prometo que voy a hacer esto o lo otro.  Dios, te pido que si pasa esto que tanto quiero, no vuelvo a hacer tal.  ¿Te suena familiar?  No encuentro ninguna otra explicación más que ignorancia.  Después de estudiar pasajes como el de hoy, no tiene sentido pensar que necesitamos hacer algo a “cambio” de un milagro.  Jesús hizo el sacrificio perfecto una sola vez y para siempre.  ¿Qué tipo de “sacrificio”  podemos ofrecer nosotros?  Piénsalo.  ¡No tiene sentido!  Sin embargo, hoy te puedo asegurar que alguien que conoces o cercano a ti está atravesando una situación difícil y está tratando de “negociar” con el Señor.  En semana santa, hay un enorme ritual donde la gente deja de comer carne roja o algún otro alimento dependiendo el país por un periodo de tiempo.  ¿El propósito?  Tratar de reconciliarse con Dios y pedir “perdón” por sus pecados.  Lo triste es que no estamos ahí para compartirles esta gran noticia.  Nos da pena.  Nos da miedo.  No queremos incomodar a nadie.  Y así los pretextos sobran.  Sin embargo, la gente sigue sin conocer a Jehová y deseando tener comunión con Él.  Por esta razón insisto una y otra vez en la importancia de estudiar la biblia.  Debes tener muy claros los principios que Dios, y no los hombres, ha establecido.  Tal vez todavía acostumbras realizar ciertos sacrificios porque los consideras necesarios.  Después de leer el pasaje de hoy, debe quedarte claro que Jesús hizo el sacrificio que cumple con todos los requisitos para el perdón de nuestros pecados.  Por ello, no es necesario que hagas absolutamente nada más.  Sería minimizar lo que Cristo hizo.  Cada vez que alguien realiza otro “sacrificio” está negando lo que Jesús ya hizo.  Espero puedas entender que no se trata de criticar o juzgar a aquellos que realizan esto.  ¡Al contrario!  Estoy llamando a acción a todos aquellos que sí conocemos de la verdad y entendemos lo lejos que está de la voluntad de Dios el querer acercarse a Él a través de sacrificios.  Claramente nos dice la biblia que el sacrificio no se repite una y otra vez sino que fue perfecto y para siempre.  ¡Esto es lo que debemos anunciar!  También son principios que debemos guardar en nuestro corazón y utilizarlos como fundamento de nuestra esperanza en Él.  No solo murió por nosotros sino que además nos espera para interceder por nuestros pecados y poder entrar en presencia del Padre.  Este sacrificio debe humillarte y guiarte a reconocer lo pequeño que eres y lo grande que es Él.

Oración

Señor: gracias por permitirme aprender de tu palabra y conocer tu voluntad.  Gracias por mostrarme el sacrificio tan perfecto y eterno de Cristo y lo vital que es para mi vida espiritual.  Te pido perdón por mis pecados y que mi vida lleve a otras personas a conocerte.  En el nombre de Jesucristo.  Amén.

domingo, 17 de agosto de 2014

Hebreos 10:11-14

Hebreos 10:11-14

Todo sacerdote celebra el culto día tras día ofreciendo repetidas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados.  Pero este sacerdote, después de ofrecer por los pecados un solo sacrificio para siempre, se sentó a la derecha de Dios, en espera de que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies.  Porque con un solo sacrificio ha hecho perfectos para siempre a los que está santificando.



Recientemente tuve una platica sumamente interesante.  Pude darme cuenta que Satanás no es estático sino sumamente dinámico.  Si bien, ya intentó perseguirnos y amedrentarnos sin resultado, hoy en día su estrategia es diametralmente opuesta.  Su ataque es más sutil.  Más sencillo y a la vez más profundo.  ¿Para que luchar contra Dios?  Mejor permear la idea que cada quien tiene a su dios.  Mejor promover que todos los caminos llevan al mismo lugar.  ¿Todos buscan el bien cierto?  Cada persona puede escoger su propio camino y al final llegará al “mejor” lugar porque puede creer en lo que quiera y eso es lo que pasará.  ¿Sacrificios?  Eso ya no se usa.  ¿Pecado?  Pues seguramente no soy el más santo o perfecto pero no debo estar tan mal.  Dentro de la conversación que tuve, me decía una persona convencida que no hay diferencia entre religiones pues todas buscan el mismo objetivo.  Irónicamente, al mismo tiempo reconoció que somos pecadores sin embargo cada quien puede “limpiarse” a su manera.  Por más que intenté explicar que la biblia dice que solamente uno puede llegar al cielo a través de Cristo y de nadie más, simplemente me escucharon y pensaron que yo estaba bien y ellos también.  ¡Increíble trabajo de Satanás!  ¡Todos estamos bien!  Mientras tanto, la gente se va a una eternidad sin Dios.  El punto no es debatir quién está bien y quién está mal.  El punto es anunciar que Cristo murió por nosotros y es justamente lo que dice el pasaje de hoy.  Nos dice que se sacrificó una sola vez y para siempre para después sentarse a la derecha del padre y todos sus enemigos serán puestos a sus pies.  Esto quiere decir que, aquellos que no le recibieron, que pelearon contra Él y le blasfemaron, serán juzgados.  Esto es real.  Esta es verdad absoluta.  No es mi idea.  No es mi religión.  Es lo que Dios ha establecido que sucederá.  Así como estableció que viniera el diluvio o cuando destruyó Sodoma o anunció que vendría el Mesías y se cumplieron todas las escrituras en Cristo.  No podemos quedarnos con los brazos cruzados mientras la gente sigue perdida.  No puedes ser indiferente.  Tampoco se trata de ir y “convencer” a la gente.  Ese trabajo lo hace Dios.  A nosotros nos corresponde anunciar y vivir el ejemplo de Cristo.  En esa conversación yo expliqué lo que la biblia dice.  Espero comportarme como siervo de Dios y poder causar un impacto.  La semilla la dejé.  Solo Dios sabrá si dará fruto posteriormente.  Esa es nuestra responsabilidad.  Exponer el evangelio sin temor y sin censura.  Cristo se sacrificó por nosotros y hoy reina a la diestra del Padre.  ¿De qué lado quieres estar?

Oración

Señor: yo quiero estar contigo.  Te pido perdón por mis pecados y reconozco que Cristo murió por mí.  Te pido por sabiduría pues no es fácil entender que solamente Tú eres el camino.  Abre mi corazón y mi entendimiento.  Guía mi vida.  Te lo pido en el nombre de Jesús.  Amén

sábado, 16 de agosto de 2014

Hebreos 11:8-10

Hebreos 11:8-10

Por la fe Abraham cuando fue llamado para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber a dónde iba.  Por la fe se radicó como extranjero en la tierra prometida, y habitó en tiendas de campaña con Isaac y Jacob, herederos también de la misma promesa porque esperaba la ciudad de cimientos sólidos, de la cual Dios es arquitecto y constructor.



Génesis 12 narra esta historia de Abraham.  El versículo 1 dice: Jehová dijo a Abram: vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.  No le pidió algo fácil.  Mucha gente ni siquiera se cambia de trabajo por miedo al cambio, mucho menos de ciudad o país.  Dice una canción que la costumbre es más fuerte que el amor y yo le agregaría que las ganas de mejorar o siquiera de tener fe para hacer las cosas de manera distinta.  Es increíble lo arraigados que podemos estar a las cosas materiales e incluso interpersonales como la familia o amistades.  No quiere decir que esté mal tener buena comunión con tus seres queridos.  El problema llega cuando no dejamos que Dios haga de nosotros conforme a su voluntad.  Ponemos trabas y pretextos.  He escuchado testimonios de pastores que dejaron atrás grandes iglesias y amistades por seguir el camino que Dios les mostró en otro lado.  ¡Por supuesto que fue difícil!  Conforme pasó el tiempo vieron la mano de Dios haciendo cosas increíbles y confirmando que habían hecho lo correcto.  Me gusta pensar que todo lo que tenemos Dios lo pone en nuestras manos.  Nosotros debemos dejar esas manos abiertas para que Él decida poner o quitar conforme a su voluntad.  Por el contrario, cuando las cerramos, nos cuesta más trabajo dejar que Él haga cualquier cambio.  Ojo, de todas formas lo va a hacer.
Dios no quiere que todos cambiemos de ciudad o país.  Lo que sí debes saber es que es necesario hacer cambios en tu vida.  Dejar atrás lo que tanto estorba en tu comunión con Dios.  En ocasiones, hay personas que queremos mucho pero simplemente nos alejan de Dios.  Tal vez debes dejar de ir a ciertos lugares.  Así como Dios llamó a Abram y le pidió que dejara todo, hoy Dios te llama y te pide exactamente lo mismo.  Deja todo y sígueme.  Abram salió de su tierra y no reclamó ni cuestionó al Señor.  Simplemente obedeció.  ¡Por eso es nuestro ejemplo de fe el día de hoy!  Cuando Dios habla, nosotros debemos escuchar e inmediatamente después, obedecer.  Eso es fe.  Eso es ser un verdadero hijo de Dios.  Alguien que escucha y no hace nada, no puede sentirse parte con Dios.  Tal vez te has estado engañando pensando que es posible llevar una doble vida.  No se puede.  Dios quiere todo tu ser.  Quiere que le entregues tu corazón.  Tus pensamientos.  Tus deseos.  Tus miedos.  Todo.  No tengas miedo ni dejes que el mundo a tu alrededor frene ese llamado que Dios te hace.  Sabes perfectamente cuando Dios te habla.  Esas palabras tocan tu corazón.  Remueven lo que pensabas nunca podría ser removido.  Abren todo lo que quieres esconder.  Simplemente sacuden todo tu piso.  No le des la espalda a esas palabras.  Ten fe y deja que Él se encargue de dirigir tu vida.  Así como Abram, toma tus cosas y deja de vivir conforme a tu voluntad y comienza a vivir conforme a Cristo.

Oración

Padre: quiero vivir con mi fe puesta en Ti.  Quiero escucharte y obedecerte como lo hizo Abram.  Quiero dejar de dudar y cuestionar.  Te entrego mi vida.  Te entrego todo para que pueda vivir conforme a tu voluntad.  Guíame y no permitas que me aparte de Ti.  En el nombre de Cristo Jesús.  Amén