viernes, 13 de mayo de 2011

¿Es posible la perfección?


¿Es posible la perfección?

Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos.

1 Juan 1:8

La falsa doctrina del perfeccionismo enseña que hay algún momento después de la conversión cuando se erradica la naturaleza pecaminosa del creyente. Pero según el versículo de hoy, y sobre todo en el enfoque del apóstol Pablo al tema de Filipenses 3:12-16, la perfección en esta vida es solo una meta, no una realización. Debemos buscarla, pero nunca la alcanzaremos en la tierra.

Pablo rechazó el perfeccionismo al llamarnos a que busquemos el premio que solo se puede obtener plenamente en el cielo. Confesó que él mismo no había alcanzado la perfección, ¡y escribió a los filipenses casi treinta años después de su conversión! Tal vez fuera el cristiano más consagrado que haya vivido. Si después de treinta años no era perfecto, sin duda ninguno de nosotros puede decir que lo sea.

jueves, 12 de mayo de 2011

Las bendiciones del crecimiento


Las bendiciones del crecimiento

Para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador.

Tito 2:10

Como los cristianos ya tenemos derecho al cielo y alcanzaremos un día la perfección en la presencia de Dios, ¿por qué es necesario el desarrollo espiritual? Hay varias razones.

En primer lugar, glorifica a Dios.

En segundo lugar, prueba la salvación. El cambio externo muestra un cambio interno del corazón.

En tercer lugar, es un buen testimonio. El crecimiento espiritual muestra la verdad de Dios para que otros la vean.

En cuarto lugar, da seguridad. Cuando progresamos espiritualmente, vemos a Dios obrando en nuestra vida, y eso contribuye a nuestra confianza en nuestra salvación (2 P. 1:10).

En quinto lugar, nos libra de tristeza innecesaria. La falta de crecimiento hacia la santidad resulta solo en dolor y tristeza.

En sexto lugar, protege de reproche la causa de Cristo.

Y por último, nos hace útiles para servir en la iglesia.

Así que siga creciendo y sea una bendición para quienes usted conozca.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Abundante consolación


Abundante consolación

De la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación.

2 Corintios 1:5

Cuando sufrimos, Cristo está con nosotros para consolarnos en nuestra angustia. El grado hasta el cual ha experimentado el mismo sufrimiento, y aun más, es la razón de que pueda consolarnos.

La prueba de su carácter es su reacción ante los tiempos más severos de sufrimiento y persecución. Cuando el sufrimiento se vuelve demasiado intenso, lo más fácil es enojarse y culpar a Dios. Cuando la persecución se vuelve demasiado severa, lo más fácil es transigir en la fe. El reaccionar de cualquiera de esas formas hará que usted se pierda la más abundante comunión que puede tener. Es que los momentos más profundos de comunión espiritual con el Cristo vivo son resultado directo del intenso sufrimiento.

El sufrimiento siempre nos lleva a Cristo porque encontramos en Él a nuestro misericordioso Sumo Sacerdote que se compadece "de nuestras debilidades" (He. 4:15) y que "es poderoso para socorrer a los que son tentados" (2:18). Así que considere sus sufrimientos como oportunidades de ser bendecido por Cristo mientras halla consuelo en su comunión.

martes, 10 de mayo de 2011

El poder de la resurrección


El poder de la resurrección

A fin de conocerle, y el poder de su resurrección.

Filipenses 3:10

La resurrección de Jesucristo mostró gráficamente la extensión de su poder. Ese es el poder que el apóstol Pablo quería experimentar porque comprendía que no podía vencer al pecado con sus propias fuerzas.

El poder de la resurrección de Cristo resuelve el pecado en nuestra salvación. Experimentamos el poder de su resurrección en la salvación. Somos sepultados con Cristo en su muerte, y resucitamos con Él para que "andemos en vida nueva" (Ro. 6:4).

Pero para derrotar al pecado cada día, necesitamos que el poder de su resurrección sea nuestro recurso. Necesitamos su fortaleza para servirle fielmente, para vencer la tentación, para triunfar en las pruebas y para dar testimonio con valor. Solo cuando establezcamos nuestra relación con Cristo y recibamos su fortaleza tendremos la victoria sobre el pecado en esta vida.

lunes, 9 de mayo de 2011

La debida justicia


La debida justicia

No teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo.

Filipenses 3:9

Conocer a Jesucristo es tener su justicia, su santidad y su virtud imputadas a nosotros, lo que nos hace justos delante de Dios.

En los primeros años de su vida, el apóstol Pablo trató de alcanzar la salvación por el apego estricto a la ley. Pero cuando fue confrontado por la admirable realidad de Cristo, estuvo dispuesto a cambiar toda su justicia propia y moralidad externa, buenas obras y ceremoniales religiosos por la justicia concedida a él mediante la fe en Cristo. Pablo estuvo dispuesto a perder la débil y descolorida vestidura de su reputación si podía ganar el espléndido e incorruptible manto de la justicia de Cristo.

Ese es el mayor de todos los beneficios porque garantiza nuestra posición delante de Dios. Es el don de Dios para el pecador el apropiarse por fe de la obra perfecta de Cristo, que satisface la justicia de Dios.

domingo, 8 de mayo de 2011

Comunión íntima


Comunión íntima

Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen.

Juan 10:27

El apóstol Pablo enseñó a los efesios que una de las funciones de la iglesia es preparar a las personas en el "conocimiento del Hijo de Dios" (4:13). Aquí la palabra conocimiento se refiere al conocimiento pleno, correcto y preciso. Ese es el conocimiento del que Jesús habló en el versículo de hoy. No se refería al simple conocimiento de sus identidades, sino a conocerlos íntimamente, y esa es la manera en la que Él quiere que las personas lo conozcan.

El deseo de Pablo es que todos los creyentes desarrollen ese profundo conocimiento de Cristo al establecer una relación con Él mediante la oración y el fiel estudio de la Palabra de Dios y la obediencia a ella. El crecer en ese mayor conocimiento de Cristo es un proceso de toda la vida que no terminará hasta que veamos al Señor cara a cara.

sábado, 7 de mayo de 2011

Nos lleva en triunfo


Nos lleva en triunfo

A Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento.

2 Corintios 2:14

Hay muchas posibilidades que surgen del sufrimiento injusto por el nombre de Cristo. Dios pudiera usar el sufrimiento de usted para guiar a alguien a Cristo. Pudiera usarlo para ayudarlo a triunfar sobre la persecución demoníaca, o pudiera hacer que otros vean la actitud de usted ante la persecución y reaccionen de la misma manera.

Cualquiera que sea el triunfo de su sufrimiento, puede estar seguro de una cosa: Si usted sufre por el nombre de Cristo, Dios lo levantará y exaltará a su presencia misma. Cristo siempre nos hará triunfar aunque suframos injustamente. No menosprecie la potencialidad del sufrimiento injusto por el nombre de Cristo. ¡Así que soporte cualquier sufrimiento que se le presente teniendo en cuenta su triunfo venidero en Cristo!