martes, 29 de julio de 2025

CIELOS ABIERTOS PARA MÍ

 


CIELOS ABIERTOS PARA MÍ

“Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas. Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo y en el trono, uno sentado”, Apocalipsis 4:1

El apóstol Juan fue transportado al cielo en forma sobrenatural, con el fin de recibir una revelación acerca de sucesos futuros y miró la puerta que da acceso a Dios, por medio de Jesucristo. Cuando Juan entró por la puerta del Cielo vio el trono que simboliza la soberanía y la autoridad absoluta de Dios.

En tiempos anteriores, hombres usados por Dios tuvieron el privilegio de mirar en visión los cielos abiertos; dice la Biblia: "Los cielos se abrieron y vi visiones de Dios" (Ezequiel 1:1), manifestando su soberanía y su verdad a los que le buscan, luego, cuando Jesús fue bautizado por Juan, Jesús vio los cielos abiertos, y al Espíritu descender sobre Él. Esto muestra que cuando una persona abre su corazón y su alma a las cosas de arriba, el Espíritu de Dios desciende a su encuentro. Jesús le anunció a Natanael: “Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre (Juan 1:51). El profeta Isaías también dice: “vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo. Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. (Is.6:1-3).

Ahora, la adoración genuina de un corazón en santidad provoca la apertura del cielo sobre la tierra y las bendiciones hasta que sobreabunden, la adoración nos lleva al trono de Dios y prepara el ambiente para que su presencia se manifieste. Y es cierto que algún día los cielos se abrirán para mostrar la gloria de Cristo; y ese día traerá un fuego de gozo a los que le hayan aceptado y obedecido, y un temor indescriptible a los que le hayan rechazado.

Dios está buscando adoradores, corazones con hambre de Dios, con un apasionado deseo de conocerle, y Él responderá manifestándose en la intimidad de tu adoración, Él te hablará, los cielos se abrirán y el Espíritu Santo vendrá sobre ti, conocerás los secretos y diseños de Dios y entenderás con mayor plenitud el precio que Jesús pagó por ti.  Oración.

"Señor, quisiera tener las palabras más hermosas y sublimes, el lenguaje celestial en mis labios para decirte que eres digno de recibir gloria, honra y honor. Quiero expresarte todo mi amor y gratitud, porque has abierto cielos al paso de mi caminar, he visto tu bondad aquí en la tierra de los vivientes. Gracias Señor. Amén. 

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