¿Hay para Dios alguna cosa difícil?
“¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado
volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo”. Génesis 18:14
“Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió
fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó
que era fiel quien lo había prometido”. Hebreos 11:11
Esta pregunta que Dios le hace a Abraham revela el carácter
de Dios, «¿Hay para Dios alguna cosa difícil?» la respuesta lógica es no, Él es
soberano, omnipotente, perfecto, fiel y todo le es posible, ¡es Dios!
El Señor tiene el control de todo y por muy difíciles que
sean las situaciones para nosotros, Él está ahí y se hace cargo de lo que
nosotros no podemos resolver. Esto nos hace recordar que Dios es un Dios
personal que actúa en nuestra vida y nos da su poderosa ayuda.
El testimonio de Sara es uno de los hechos más sorprendentes
del poder de Dios. Una mujer avanzada en edad cargando un bebé en sus brazos
diciendo que es su hijo, nacido de un parto natural y sin ninguna asistencia de
la ciencia, es algo increíble de creer. Pero así fue el nacimiento de Isaac, el
hijo de la risa como se traduce su nombre. Y qué decir del padre de la
criatura, un hombre de cien años, creyó esperanza contra esperanza en la
promesa que Dios le había dicho. Dios le habló con estas palabras: “¿Hay para
Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de
la vida, Sara tendrá un hijo”, Génesis 18:14.
Sara, no solo tuvo que experimentar el poder de Dios en su
cuerpo para quedar embarazada, pasar bien los nueve meses y tener fuerzas para
el parto, sino que después tuvo que cumplir con todas las responsabilidades de
una madre. Seguramente, cada vez que enfrentaba un nuevo desafío, se
preguntaba: “¿Hay para Dios alguna cosa difícil?”.
Qué impresionante es Dios que puede hacer posible, algo
imposible. El Señor es un Dios de milagros y vemos que no solo Sara, sino
muchas mujeres de la biblia que eran estériles experimentaron en sus vidas que
para Él no hay nada difícil.
Frente a tantos desafíos y dificultades que enfrentamos a
diario, deberíamos tomar para nosotros estas palabras: “¡Nada es imposible para
Dios!”, (Lucas 1:37). Por eso preguntémonos si hay algo en nuestras vidas que
parece imposible: en tu casa, en tu familia, en tu salud, en tus finanzas,
etc., porque es el momento de dejar todo atrás y empezar un nuevo año
aferrándonos a la Palabra de Dios, pidiéndole al Señor que aumente nuestra fe,
que renueve nuestra mente y lleve cautivo todo pensamiento de temor, pesimismo,
frustración, desánimo y derrota a la cruz de Cristo y derribar toda fortaleza
mental de mentira que el enemigo haya colocado en nosotros que nos hace sentir
incompetentes, faltos de propósito, inseguros, insatisfechos con lo que somos y
tenemos; y decir: “escrito está: ¿Hay para Dios alguna cosa difícil?”. Oración.
«Señor, quiero recordar estas palabras para mí: ¿hay para
Dios alguna cosa difícil?, por supuesto que no, por eso te entrego sin
vacilación toda situación que me supera y que no puedo resolver, se Quién eres
tú por eso he confiado y he puesto mi esperanza en tí, toma el control de mi
mente y aumenta mi fe, creyendo en cada promesa que me has dado, porque para ti
no hay nada imposible, gracias por amarme con amor eterno y extender tu favor
sobre mi vida, en el nombre de Jesús, amén.