lunes, 17 de marzo de 2025

El fruto del Espíritu es impulsado por la gracia

 


El fruto del Espíritu es impulsado por la gracia

“El cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, más el espíritu vivifica” 2 Corintios 3:6

“Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios. Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte. “Romanos 7:4-5

La ley demanda, pero la gracia provee. Es decir, la gracia nos otorga lo que la santa ley demanda.

Una explicación contundente la podemos hallar en el pasaje de hoy en Romanos 7:4-5, que nos explica que solo cuando estamos en la gracia (unidos a Jesús en su muerte y su resurrección) damos fruto para Dios, pero cuando estamos bajo la ley, la ley despertará en nosotros pasiones pecaminosas para que demos fruto para muerte, no porque la ley sea mala, sino por causa del pecado que habita en nosotros: “Mas el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia; porque sin la ley el pecado está muerto.” (Romanos 7:8).

La naturaleza pecaminosa se aprovecha de la ley y produce en nosotros lo contrario, “ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.”, (1 Corintios 15:56)

El estar tratando infructuosamente de cumplir la ley en nuestra fuerza nos lleva a la frustración, por que sucede todo lo contrario en nosotros; pero si somos liberados de la ley ahora servimos al régimen del Espíritu, como nos explica Romanos 7:6 de manera contundente: “Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra”

Pero este mensaje está en la Palabra de Dios para nosotros: la clave o llave para que el pecado no nos domine, no nos haga esclavos, es la gracia. (Romanos 6:14) y luego también se refuerza esta idea de la siguiente manera: “Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados;”(Romanos 6:17). En este contexto, ¿de cuál doctrina habla Pablo? La doctrina de la gracia de Dios.

Entonces ¿Qué fruto llevamos para con Dios, habiendo muerto a la ley? el fruto del Espíritu Santo, “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.”, Gálatas 5:22-23.

Nuestro ayudador, El Espíritu Santo, nos lleva día a día a no estar bajo la ley para que podamos dar fruto, entonces este fruto es activado en nuestra vida diaria cuando andamos por el Espíritu: “Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.”, (Gálatas 5:18)

Concluimos que estar bajo la gracia de Dios y no bajo la ley, activa el fruto del Espíritu Santo en nosotros. (Romanos 7:4-5) y esto es un andar diario en el Espíritu ( Gálatas 5:18) pues no se trata del triunfo de ayer, ni el de mañana, sino tomar hoy de la provisión que necesitamos para reinar sobre el pecado recibiendo su abundante gracia y el don de justicia de Cristo Jesús .(Romanos 5:17)     Oración.

«Padre te alabo, porque por la gracia de Cristo he recibido tu Espíritu Santo para vivir andando en obediencia a tus principios cumpliendo la ley de Cristo que es el amor. Gracias por esta libertad que ahora tengo de vivir en el régimen del Espíritu para llevar mucho fruto y sea Cristo en mí reflejado plenamente para gloria de tu nombre, amén.