Andar en el
Espíritu
“Pero el
hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para
él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir
espiritualmente.” 1 Corintios 2:14
Cuando la
Biblia nos dice que las cosas que son de Dios solo se pueden entender a través
de la revelación del Espíritu Santo, es porque solo Él conoce las cosas de Dios
(1 Corintios 2:11) y nosotros, los que hemos creído en Cristo y su palabra de
verdad, sabemos que el Espíritu Santo está en nosotros, por eso nuestra
seguridad y confianza debe ser total en lo que Dios dice en su Palabra para
nuestra vida.
La palabra
de Dios en Gálatas 5:16 dice: “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no
satisfagáis los deseos de la carne.” Una de las muestras de que hemos recibido
al Espíritu Santo es que comienza una guerra entre mi carne y Él, una batalla
entre confiar en los deseos e impulsos de la carne o dejarme guiar por su
Presencia; pues, una vez que nosotros hemos creído en Cristo somos bautizados
por el Espíritu Santo en Cristo, y dice la palabra de Dios que hemos sido
bautizados en su muerte, lo que para nosotros significa que hemos muerto o ha
sido crucificado juntamente con Cristo nuestro viejo hombre, para que ahora en
el presente, así como Cristo resucitó de los muertos y vive para Dios, nosotros
también nos consideremos muertos al pecado pero vivos para Dios en Cristo
Jesús, Señor nuestro; (Romanos 6:3-11).
La frase
“muertos al pecado, pero vivos para Dios” quiere decir que ahora nosotros
podemos y debemos por la fe en Cristo, andar en vida nueva, una vida guiada por
el Espíritu Santo, en la cual no reine el pecado, es decir, no lo obedezcamos y
tampoco ofrezcamos los miembros de nuestro cuerpo como instrumentos de mal para
servirle, sino que, por el contrario, nos entreguemos a Dios y usemos todo
nuestro cuerpo como instrumento para hacer lo que es correcto (Romanos
6:12-13). Oración.
«Dios y
Padre de nuestro Señor Jesucristo, en este día te alabo, te doy gracias,
bendigo tu poderoso nombre y me rindo a tus pies para pedirte que hagas tu
voluntad en mi vida, que intervengas en cada aspecto y endereces mis pasos;
Padre, que sea tu Santo Espíritu el que tome el control de mi caminar para que
así pueda entender y vivir cada una tus verdades para mí. Gracias, en el nombre
de Cristo Jesús. Amén.